Pepper- PUJ: el robot que busca acompañar a los adultos mayores con alzhéimer
Una investigación de la Universidad Javeriana ha desarrollado programas para robots que permitan brindar soporte emocional a personas adultas con alzhéimer.
Juan Carlos Becerra
La robótica es una tecnología que ha incrementado su aceleración de desarrollo y cada vez vemos más la herramienta útil que pueden llegar a ser. Con el impulso de la inteligencia artificial, se han desarrollado nuevas formas de calidad de vida para las personas. Bajo este contexto, la Universidad Javeriana ha realizado un modelo de control inteligente de robot para asistir y generar soporte a los adultos mayores con alzhéimer.
El envejecimiento poblacional en Colombia ha aumentado de manera considerable. En los últimos 30 años, la proporción de adultos mayores de 60 años se ha duplicado: en 1993 era el 7.4% y en 2023 cerró con un porcentaje más del 14%, según cifras del DANE.
A eso se suma que, de acuerdo con un estudio realizado por la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Icesi, existe un aproximado de 260.000 colombianos mayores de 60 años que sufren de Alzhéimer. Según el profesor Leonardo Palacios, profesor de neurología en la Universidad del Rosario, entre 96% y 98% de los casos se trata de una enfermedad que aparece de forma esporádica y entre un 4% y 2% puede ser hereditaria.
“La pirámide poblacional se está invirtiendo y no hay forma de que pocos jóvenes mantengan a tantos adultos mayores si no se hace un ajuste. Es una necesidad creciente en los próximos años a nivel mundial”, asegura Enrique González, profesor de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Javeriana.
En entrevista con El Espectador, González habló sobre los inicios de las investigaciones en programación de los robots para asistir a los adultos mayores con Alzhéimer, las características de Pepper, las consideraciones éticas a tener en cuenta y el futuro de estas herramientas.
Los comienzos de Pepper PUJ
La interacción de robots y humanos en el departamento de robótica de la universidad comenzó en 2015, inicialmente en el sector de la educación. González contó que ahí empezaron las primeras incursiones de las expresiones por parte del robot, a través de una pantalla que reforzaba el contenido emocional. En 2017 la universidad incursionó en el mundo educativo para brindarle una forma de aprendizaje interactivo a los niños.
Baxter fue el primer robot que desarrollaron, con un diseño más industrial. Los ensayos demostraron una compatibilidad entre los niños y el robot. Gonzalez afirmó que “fueron cruciales para el rapido aprendizaje de los estudiantes; sin embargo, fueron escépticos al ser algo nuevo y desconocido para ellos”.
González explicó que los ensayos de relación niño y robot permitieron sentar las primeras bases con relación a los modelos de programación para el soporte emocional con el humano “No solo bastaba con que el robot le enseñe cómo hacer las cosas, también requiere hacer que el niño se sienta cómodo en la situación de aprendizaje”
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Con esas bases, en 2020 la Universidad Javeriana adquirió a Pepper, un robot humanoide creado por Softbanks para conectarse con las personas. Gracias a la tecnología que integra, tiene la posibilidad de detectar por medio de sensores tanto el lenguaje verbal como el no verbal. Ha sido diseñado para reconocer el estado de ánimo, individualizando cada interacción, analizando el tono de voz y la posición de la cabeza de la persona. Su comportamiento va de acuerdo a la programación y el modelo inteligente que le instauren.
Con la adquisición, el departamento de ingenieria empezó a evaluar la idea de utilizarlo en otros campos fuera de la educación. El profesor destacó la importancia de poder contar con el hospital universitario y comenzar a darle un enfoque a la salud acompañados por los expertos desde la visión médica. Al mismo tiempo, los estudiantes de trabajo de grado, por experiencias propias, tenian sensibilidad con el cuidado de los adultos mayores, algunos especificamente con alzhéimer. La suma de estos aspectos, definió la conceptualización para poder enfocar las tareas de programación del robot. El hospital y su departamento de geriatría empezó a interactuar con el grupo de ingeniería para establecer con claridad en que situaciones podría aportar el robot a las personas.
De acuerdo con Carlos Alberto Cano, jefe de la unidad de geriatría del hospital San Ignacio, y quien estuvo acompañando al profesor González y todo el grupo de ingeniería en las fases de investigación en el proyecto Pepper PUJ desde la visión experta médica, la contribución ha sido importante. “Fuimos madurando la idea en conjunto, en nuestro rol, actuamos como asesores de la parte médica y acompañamos con varios profesionales de nuestra área como psiquiatras, geriatras y neurólogos. Con la intervención de nuestro equipo, hemos podido contribuir a la evolución de las funciones del robot” afirmó el profesor.
Características del robot Pepper PUJ
El modelo Pepper es un humanoide que tiene la capacidad de reconocer rostros y emociones. Tiene una altura de 1.20 metros y se moviliza con facilidad gracias a sus ruedas. Asimismo, cuenta con una pantalla en su torso, que le permite mostrar información, imágenes y videos. Para una mejor comunicación, cuenta con altavoces y micrófonos integrados.
Entre las habilidades integradas por el departamento de ingeniería de la universidad, se encuentran la musicoterapia, cuentería y actividad física. Gracias al diseño de Pepper, el robot tiene la capacidad de captar estados de animo, puede brindar soporte emocional. Estableciendo una relación con el paciente, puede de forma autonoma ponerle música a la persona en base a sus gustos y ayudarlo a mejorar su día, en caso de no estar teniendo el mejor animo, de la misma forma con la cuentería y las historias, si el robot percibe que el adulto está aburrido, puede ofrecerle una historia para entretenerlo. La interacción establecida con los pacientes, les permite generar un contexto de datos para comprender los gustos de cada persona, brindado experiencias individuales optimas.
Cano explicó que los elementos de ocio son muy importantes en el cuidado de los adultos mayores con este tipo de enfermedades, y agregó que no solo están enfocados en el entretenimiento: “Esta herramienta ha brindado alternativas más amigables y ajustadas a cada individuo y su realidad. Además de los elementos de recreación, tambíen existe una interacción medica como el recordatorio de la toma de medicamentos o la asistencia a actividades programadas.”.
Consideraciones éticas a tener en cuenta
El aspecto más importante a tener en cuenta es la protección de datos de los pacientes que tendrían apoyo de los robots. González aseguró que la privacidad y la confidencialidad es un tópico en el que acatarán las medidas necesarias para salvaguardar los registros médicos que el robot recibe para apoyar el servicio. En cuanto a otras cuestiones éticas, González afirmó que una de las consideraciones que podrían escalar en ciertos casos es el exceso de empatía “nosotros notamos en el caso de los niños y los adultos mayores, que en caso de que el robot haga muy bien sus labores, podría generar un vínculo más fuerte que con la familia, por poner un ejemplo. Los adultos mayores podrán pensar que es mejor estar con un amigo robot”. En ese sentido, la investigación tendrá que trabajar en mitigar la generación de esas situaciones para que el robot evite que el paciente lo elija por encima de un humano.
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Otra consideración a tener en cuenta es la dependencia. González comentó que el servicio de los robots podrían crear un hábito en los pacientes y acudan a ellos para cualquier cosa, que incluso ellos podrían hacer “Ya estamos trabajando en estas dos consideraciones en nuestro modelo de control inteligente del robot y se han implementado algunos desarrollos en el software, pero aún hay trabajo por hacer”.
El futuro de los robots de asistencia social
“La idea es que en un futuro a mediano plazo, ojalá más corto, esta investigación se convierta en un producto que logre entrar en el mercado con todos los procedimientos necesarios”, dijo González, al señalar que espera poder contribuir a la implementación de los robots, para que apoyen el personal capacitado humano. “No queremos remplazar al cuidador, sino ver como podemos apoyar su trabajo con el robot al satisfacer algunas de las necesidades fundamentales de un adulto mayor. En últimas, quien tiene el control es el cuidador especializado que está a cargo”, agregó el profesor.
Por su parte, Cano expresó que son ciminetos positivos para el país “a nivel local, es un avance enorme y muy meritorio, porque no tenemos esas tecnologías aún establecidas en Colombia. A nivel global, sabemos que existen otro tipo de experiencias y de modelos distintos con Pepper, y esa es la meta a la que queremos llegar. Yo lo veo como un como una posibilidad a mediano plazo me parece que que la investigación va por buen curso los modelos son muy interesantes pero de ahí a la comercialización pasarán años”.
Para poder en un futuro realizar más robots y ampliar el inventario, han puesto la mira en el ensamblaje de robots a menor costo que puedan lograr las características básicas de Pepper. Una de las principales limitantes es la poca inversión que existe en este sector y los altos costos que requieren llevar a cabo un “masificación”. El robot Pepper actualmente está en el mercado rondando los 20.000 euros (85.406.800 COP); no obstante, explica que la producción nacional de robots más pequeños y con características similares pueden realizarse a un precio de mercado entre los $15 y $20 millones.
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En febrero de 2024, se dio a conocer una investigación realizada por varias universidades de Europa y Medio Oriente en la que presentaron ocho robots en un hospital de París, Francia. Los robots fueron realizados por la empresa española PAL Robotics Spain, y de acuerdo con el informe del personal del Robotarium Nacional (uno de los centros de inteligencia artificial más importantes del mundo), han sido probados con éxito. En su informe anunciaron que: “Los resultados muestran que los robots pudieron participar sin problemas en interacciones sociales como saludar a los pacientes, responder preguntas y dar instrucciones. Fundamentalmente, los robots están demostrando rápidamente una capacidad para comprender conversaciones entre varias partes, siguiendo el diálogo entre varios individuos simultáneamente”.
En 2023, el instituto de Robótica de Múnich desarrolló a Garmin, un asistente humanoide especializado en geriatrónica, una disciplina que trata de aplicar las nuevas tecnologías en la geriatría. De acuerdo a los investigadores, el objetivo es introducir los robots en ancianatos y otros lugares enfocados en el cuidado de adultos mayores para disminuir el desplazamiento de médicos estos lugares. En el caso de Garmin, aún están en fase de programación y no han estimado con exactitud su producción en cadena, ni su costo de producción, sin embargo, son optimistas y apuntan que el avance es prometedor.
Pepper ha sido uno de los robots humanoides más destacados del mercado. En 2014, se presentó como una opción para la atención al cliente, recepción, asistencia a mayores en ancianatos y otros usos más. En Japón, fue utilizado en cafeterias y concesionario de autos. En el banco banco Mizuho y la cadena de restaurantes Hamazushi, el robot le daba la bienvenida a los clientes y facilitaba las reservas de las mesas. Durante la pandemia, Pepper colaboró en algunas areas médicas como el control de temperatura en los pacientes y recordando el uso del tapabocas. Sin embargo, en 2021, la Softbank Robotics anunció la suspensión de la producción del robot por falta de demanda. La distribución de los ya fabricados sigue en pie.
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La robótica es una tecnología que ha incrementado su aceleración de desarrollo y cada vez vemos más la herramienta útil que pueden llegar a ser. Con el impulso de la inteligencia artificial, se han desarrollado nuevas formas de calidad de vida para las personas. Bajo este contexto, la Universidad Javeriana ha realizado un modelo de control inteligente de robot para asistir y generar soporte a los adultos mayores con alzhéimer.
El envejecimiento poblacional en Colombia ha aumentado de manera considerable. En los últimos 30 años, la proporción de adultos mayores de 60 años se ha duplicado: en 1993 era el 7.4% y en 2023 cerró con un porcentaje más del 14%, según cifras del DANE.
A eso se suma que, de acuerdo con un estudio realizado por la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Icesi, existe un aproximado de 260.000 colombianos mayores de 60 años que sufren de Alzhéimer. Según el profesor Leonardo Palacios, profesor de neurología en la Universidad del Rosario, entre 96% y 98% de los casos se trata de una enfermedad que aparece de forma esporádica y entre un 4% y 2% puede ser hereditaria.
“La pirámide poblacional se está invirtiendo y no hay forma de que pocos jóvenes mantengan a tantos adultos mayores si no se hace un ajuste. Es una necesidad creciente en los próximos años a nivel mundial”, asegura Enrique González, profesor de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Javeriana.
En entrevista con El Espectador, González habló sobre los inicios de las investigaciones en programación de los robots para asistir a los adultos mayores con Alzhéimer, las características de Pepper, las consideraciones éticas a tener en cuenta y el futuro de estas herramientas.
Los comienzos de Pepper PUJ
La interacción de robots y humanos en el departamento de robótica de la universidad comenzó en 2015, inicialmente en el sector de la educación. González contó que ahí empezaron las primeras incursiones de las expresiones por parte del robot, a través de una pantalla que reforzaba el contenido emocional. En 2017 la universidad incursionó en el mundo educativo para brindarle una forma de aprendizaje interactivo a los niños.
Baxter fue el primer robot que desarrollaron, con un diseño más industrial. Los ensayos demostraron una compatibilidad entre los niños y el robot. Gonzalez afirmó que “fueron cruciales para el rapido aprendizaje de los estudiantes; sin embargo, fueron escépticos al ser algo nuevo y desconocido para ellos”.
González explicó que los ensayos de relación niño y robot permitieron sentar las primeras bases con relación a los modelos de programación para el soporte emocional con el humano “No solo bastaba con que el robot le enseñe cómo hacer las cosas, también requiere hacer que el niño se sienta cómodo en la situación de aprendizaje”
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Con esas bases, en 2020 la Universidad Javeriana adquirió a Pepper, un robot humanoide creado por Softbanks para conectarse con las personas. Gracias a la tecnología que integra, tiene la posibilidad de detectar por medio de sensores tanto el lenguaje verbal como el no verbal. Ha sido diseñado para reconocer el estado de ánimo, individualizando cada interacción, analizando el tono de voz y la posición de la cabeza de la persona. Su comportamiento va de acuerdo a la programación y el modelo inteligente que le instauren.
Con la adquisición, el departamento de ingenieria empezó a evaluar la idea de utilizarlo en otros campos fuera de la educación. El profesor destacó la importancia de poder contar con el hospital universitario y comenzar a darle un enfoque a la salud acompañados por los expertos desde la visión médica. Al mismo tiempo, los estudiantes de trabajo de grado, por experiencias propias, tenian sensibilidad con el cuidado de los adultos mayores, algunos especificamente con alzhéimer. La suma de estos aspectos, definió la conceptualización para poder enfocar las tareas de programación del robot. El hospital y su departamento de geriatría empezó a interactuar con el grupo de ingeniería para establecer con claridad en que situaciones podría aportar el robot a las personas.
De acuerdo con Carlos Alberto Cano, jefe de la unidad de geriatría del hospital San Ignacio, y quien estuvo acompañando al profesor González y todo el grupo de ingeniería en las fases de investigación en el proyecto Pepper PUJ desde la visión experta médica, la contribución ha sido importante. “Fuimos madurando la idea en conjunto, en nuestro rol, actuamos como asesores de la parte médica y acompañamos con varios profesionales de nuestra área como psiquiatras, geriatras y neurólogos. Con la intervención de nuestro equipo, hemos podido contribuir a la evolución de las funciones del robot” afirmó el profesor.
Características del robot Pepper PUJ
El modelo Pepper es un humanoide que tiene la capacidad de reconocer rostros y emociones. Tiene una altura de 1.20 metros y se moviliza con facilidad gracias a sus ruedas. Asimismo, cuenta con una pantalla en su torso, que le permite mostrar información, imágenes y videos. Para una mejor comunicación, cuenta con altavoces y micrófonos integrados.
Entre las habilidades integradas por el departamento de ingeniería de la universidad, se encuentran la musicoterapia, cuentería y actividad física. Gracias al diseño de Pepper, el robot tiene la capacidad de captar estados de animo, puede brindar soporte emocional. Estableciendo una relación con el paciente, puede de forma autonoma ponerle música a la persona en base a sus gustos y ayudarlo a mejorar su día, en caso de no estar teniendo el mejor animo, de la misma forma con la cuentería y las historias, si el robot percibe que el adulto está aburrido, puede ofrecerle una historia para entretenerlo. La interacción establecida con los pacientes, les permite generar un contexto de datos para comprender los gustos de cada persona, brindado experiencias individuales optimas.
Cano explicó que los elementos de ocio son muy importantes en el cuidado de los adultos mayores con este tipo de enfermedades, y agregó que no solo están enfocados en el entretenimiento: “Esta herramienta ha brindado alternativas más amigables y ajustadas a cada individuo y su realidad. Además de los elementos de recreación, tambíen existe una interacción medica como el recordatorio de la toma de medicamentos o la asistencia a actividades programadas.”.
Consideraciones éticas a tener en cuenta
El aspecto más importante a tener en cuenta es la protección de datos de los pacientes que tendrían apoyo de los robots. González aseguró que la privacidad y la confidencialidad es un tópico en el que acatarán las medidas necesarias para salvaguardar los registros médicos que el robot recibe para apoyar el servicio. En cuanto a otras cuestiones éticas, González afirmó que una de las consideraciones que podrían escalar en ciertos casos es el exceso de empatía “nosotros notamos en el caso de los niños y los adultos mayores, que en caso de que el robot haga muy bien sus labores, podría generar un vínculo más fuerte que con la familia, por poner un ejemplo. Los adultos mayores podrán pensar que es mejor estar con un amigo robot”. En ese sentido, la investigación tendrá que trabajar en mitigar la generación de esas situaciones para que el robot evite que el paciente lo elija por encima de un humano.
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Otra consideración a tener en cuenta es la dependencia. González comentó que el servicio de los robots podrían crear un hábito en los pacientes y acudan a ellos para cualquier cosa, que incluso ellos podrían hacer “Ya estamos trabajando en estas dos consideraciones en nuestro modelo de control inteligente del robot y se han implementado algunos desarrollos en el software, pero aún hay trabajo por hacer”.
El futuro de los robots de asistencia social
“La idea es que en un futuro a mediano plazo, ojalá más corto, esta investigación se convierta en un producto que logre entrar en el mercado con todos los procedimientos necesarios”, dijo González, al señalar que espera poder contribuir a la implementación de los robots, para que apoyen el personal capacitado humano. “No queremos remplazar al cuidador, sino ver como podemos apoyar su trabajo con el robot al satisfacer algunas de las necesidades fundamentales de un adulto mayor. En últimas, quien tiene el control es el cuidador especializado que está a cargo”, agregó el profesor.
Por su parte, Cano expresó que son ciminetos positivos para el país “a nivel local, es un avance enorme y muy meritorio, porque no tenemos esas tecnologías aún establecidas en Colombia. A nivel global, sabemos que existen otro tipo de experiencias y de modelos distintos con Pepper, y esa es la meta a la que queremos llegar. Yo lo veo como un como una posibilidad a mediano plazo me parece que que la investigación va por buen curso los modelos son muy interesantes pero de ahí a la comercialización pasarán años”.
Para poder en un futuro realizar más robots y ampliar el inventario, han puesto la mira en el ensamblaje de robots a menor costo que puedan lograr las características básicas de Pepper. Una de las principales limitantes es la poca inversión que existe en este sector y los altos costos que requieren llevar a cabo un “masificación”. El robot Pepper actualmente está en el mercado rondando los 20.000 euros (85.406.800 COP); no obstante, explica que la producción nacional de robots más pequeños y con características similares pueden realizarse a un precio de mercado entre los $15 y $20 millones.
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En febrero de 2024, se dio a conocer una investigación realizada por varias universidades de Europa y Medio Oriente en la que presentaron ocho robots en un hospital de París, Francia. Los robots fueron realizados por la empresa española PAL Robotics Spain, y de acuerdo con el informe del personal del Robotarium Nacional (uno de los centros de inteligencia artificial más importantes del mundo), han sido probados con éxito. En su informe anunciaron que: “Los resultados muestran que los robots pudieron participar sin problemas en interacciones sociales como saludar a los pacientes, responder preguntas y dar instrucciones. Fundamentalmente, los robots están demostrando rápidamente una capacidad para comprender conversaciones entre varias partes, siguiendo el diálogo entre varios individuos simultáneamente”.
En 2023, el instituto de Robótica de Múnich desarrolló a Garmin, un asistente humanoide especializado en geriatrónica, una disciplina que trata de aplicar las nuevas tecnologías en la geriatría. De acuerdo a los investigadores, el objetivo es introducir los robots en ancianatos y otros lugares enfocados en el cuidado de adultos mayores para disminuir el desplazamiento de médicos estos lugares. En el caso de Garmin, aún están en fase de programación y no han estimado con exactitud su producción en cadena, ni su costo de producción, sin embargo, son optimistas y apuntan que el avance es prometedor.
Pepper ha sido uno de los robots humanoides más destacados del mercado. En 2014, se presentó como una opción para la atención al cliente, recepción, asistencia a mayores en ancianatos y otros usos más. En Japón, fue utilizado en cafeterias y concesionario de autos. En el banco banco Mizuho y la cadena de restaurantes Hamazushi, el robot le daba la bienvenida a los clientes y facilitaba las reservas de las mesas. Durante la pandemia, Pepper colaboró en algunas areas médicas como el control de temperatura en los pacientes y recordando el uso del tapabocas. Sin embargo, en 2021, la Softbank Robotics anunció la suspensión de la producción del robot por falta de demanda. La distribución de los ya fabricados sigue en pie.
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