¿Por qué Zuckerberg, Bezos y otros poderosos testificarán ante el Congreso de EE.UU.?
Los CEO de Amazon, Facebook, Google y Apple rendirán cuentas sobre sus prácticas empresariales en una audiencia antimonopolio. Estas son las claves del encuentro que se llevará a cabo este miércoles.
Este miércoles, los directores ejecutivos (o CEO) de cuatro de las compañías tecnológicas más importantes de EE. UU. tendrán una aparición conjunta ante el Congreso estadounidense para defender sus prácticas empresariales en medio de una investigación antimonopolio.
Jeff Bezos (Amazon.com), Mark Zuckerberg (Facebook), Sundar Pichai (Alphabet, matriz de Google) y Tim Cook (Apple) darán sus testimonios por medio de videoconferencias ante el subcomité antimonopolio de la Cámara de Representantes, que desde hace más de un año investiga si las gigantes tecnológicas abusan de su posición dominante. La audiencia comenzará a las 11 a.m. hora colombiana.
El panel está armado con más de un millón de páginas de documentos internos de las compañías. Se espera que los ejecutivos respondan cuestionamientos sobre posibles prácticas anticompetitivas con las que estarían impactando el mercado tecnológico a expensas de los consumidores.
Amazon, el segundo mayor empleador privado del país, se enfrenta a acusaciones de abuso de poder sobre los comerciantes externos que venden en su sitio, mientras que a Facebook le cuestionan que compra compañías para, supuestamente, eliminar a potenciales rivales.
Alphabet, por su parte, ya ha tenido que lidiar con acusaciones antimonopolio relacionadas con el dominio de Google sobre las búsquedas y la publicidad en línea, y más de un desarrollador acusa a Apple de forzar a las aplicaciones a ingresar a su sistema de pago con altos costos de por medio.
La investigación del subcomité antimonopolio, que lidera el demócrata David Cicilline, se suma a otras de la Comisión Federal de Comercio y el Departamento de Justicia. La última vez que los reguladores estudiaron con tanta atención el poder de las tecnológicas fue en los años 90, cuando se valoró la posibilidad de disolver a Microsoft en un exhaustivo pleito.
Jeff Bezos debuta como defensor de Amazon
El hombre más rico del mundo testificará ante el Congreso por primera vez. Como CEO de Amazon se espera que responda a los cuestionamientos en torno a la ventaja que puede tener la compañía al manejar un ‘marketplace’ para que otros comercialicen sus productos y operar en él como minorista. Consumidores y proveedores se han quejado de que la plataforma limita la nueva competencia.
Según The New York Times, consultores económicos financiados por Amazon han argumentado que el modelo comercial de la empresa no se basa en la venta de anuncios, lo que hace que sea menos probable que viole las leyes antimonopolio. Además, la empresa ha reportado que las ventas de terceros aumentaron un 26 % en el último año, superando las que realiza Amazon directamente a los consumidores.
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Así mismo, se espera que Bezos se refiera a las condiciones laborales de Amazon, pues algunos trabajadores han dicho que la compañía los pone en riesgo de contraer el COVID-19 para poder cumplir con las entregas de la compañía, que han incrementado a raíz de la pandemia.
Las controversias de Facebook
Además de referirse a la protección de datos de los usuarios y al reciente boicot de los anunciantes en la red social Facebook, se espera que Mark Zuckerberg explique si las compras que ha hecho de otras empresas son un esfuerzo por sofocar a la competencia, especialmente con las adquisiciones de Instagram (2012) y WhatsApp (2014).
Varios analistas esperan que Zuckerberg juegue la carta de la competencia china, argumentando que el éxito de compañías como TikTok demuestra que hay suficientes jugadores en el segmento de las redes sociales.
Así mismo, extractos de su discurso que circularon en agencias de prensa indican que Zuckerberg pedirá a gobiernos y reguladores “actualizar las reglas de internet” en términos de moderación de contenidos.
Esta es la cuarta vez que el ejecutivo es citado ante el Congreso estadounidense en solo dos años.
El poder de Google en el mercado publicitario
Sundar Pichai, director ejecutivo de Alphabet, deberá rendir cuentas sobre el papel de Google en el mercado de búsquedas y anuncios en línea. Según The Guardian, la compañía maneja más del 90 % de todas las consultas por internet que se realizan a nivel mundial.
Hace semanas, el Procurador General William Barr presentó una demanda antimonopolio contra Google por su dominio en el mercado de publicidad digital. Además, la compañía ya está siendo investigada por una coalición de 48 estados liderada por el fiscal general de Texas Ken Paxton.
Google ha argumentado que los reguladores deberían establecer una definición amplia del mercado de anuncios que incluya a la televisión, por ejemplo. La compañía también ha señalado que buena parte de las búsquedas de productos en internet se originan en Amazon.
Se espera que Pichai también explique la forma en que Google recopila datos de sus usuarios y maneja la desinformación en servicios como YouTube.
Apple y los desarrolladores de apps
De todos los ejecutivos, Tim Cook es el que ha forjado relaciones más fuertes con la Casa Blanca y aún así ha conseguido mantenerse lejos del rifirrafe político. No obstante, Apple es objeto de una investigación antimonopolio del Departamento de Justicia por solicitar a los fabricantes de aplicaciones utilizar el sistema de pagos de la compañía.
Además, desarrolladores se han quejado durante años por las altas tarifas, y por el hecho de que las apps de la compañía tienen una ventaja injusta en su plataforma y dispositivos.
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Apple defendió hace unos días las tarifas que cobra a los desarrolladores que venden software y servicios a través de su App Store, diciendo que el recorte del 30 % es una práctica estándar de la industria y “es similar en magnitud a las comisiones cobradas por muchas otras tiendas de aplicaciones y mercados de contenido digital”.
La guerra comercial es una guerra tecnológica
Todo lo que pasa en tecnología en Estados Unidos tiene, de cierta forma, mucho que ver con la relación de este país con China y con el desarrollo tecnológico del país asiático. Zuckerberg lleva varios años esgrimiendo la competencia con los chinos como una de las razones por las que Facebook debe hacer lo que hace (en prácticamente cualquier sentido).
Desde un punto de vista, la tecnología es uno de los frentes más calientes de la guerra comercial entre las dos economías más grandes en el mundo. El enfrentamiento acá toma forma de semiconductores, microprocesadores, inteligencia artificial, equipos de telecomunicaciones y software para el análisis de big data.
La visión de Donald Trump y del presidente chino, Xi Jinping, es simple: quien domine campos como el diseño y la construcción de microprocesadores y el desarrollo de inteligencia artificial estará a la cabeza de innovaciones en material militar que pueden tener aplicaciones en temas como vehículos autónomos, recolección de inteligencia en tiempo real y mejoramiento de misiles balísticos de largo alcance, por sólo mencionar algunos asuntos.
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No sólo se trata de un asunto de incrementar ganancias y escapar del segmento medio del comercio, sino también de garantizar la autosuficiencia en áreas que requieren alto desarrollo tecnológico. Hay que pensar el asunto como una suerte de engranaje: invertir en tecnología ayuda a impulsar una economía con mayores retornos, lo que a su vez también impulsa empresas locales y ayuda a blindar todo el sistema de los vaivenes o caprichos de proveedores externos.
Y por este lado es que se comienzan a tocar intereses de seguridad nacional, pues el autoabastecimiento de ciertos productos y saberes (además de materias primas) es lo que permite la fabricación de aviones de combate o el diseño de redes de vigilancia y espionaje capaces de retrasar el programa atómico de un enemigo (el caso de Irán y sus centrifugadoras para enriquecer uranio).
No por nada Beijing se ha trazado metas ambiciosas en autoabastecimiento tecnológico, como poder suplir el 40 % de la demanda de procesadores para teléfonos inteligentes con producción local, lo que le recortaría un vasto terreno de acción a firmas como Qualcomm. Vale la pena recordar que, en 2018, esta empresa iba a ser vendida a Broadcom, una firma que es percibida como cercana al gobierno chino, hasta que Trump se interpuso en las negociaciones.
Este miércoles, los directores ejecutivos (o CEO) de cuatro de las compañías tecnológicas más importantes de EE. UU. tendrán una aparición conjunta ante el Congreso estadounidense para defender sus prácticas empresariales en medio de una investigación antimonopolio.
Jeff Bezos (Amazon.com), Mark Zuckerberg (Facebook), Sundar Pichai (Alphabet, matriz de Google) y Tim Cook (Apple) darán sus testimonios por medio de videoconferencias ante el subcomité antimonopolio de la Cámara de Representantes, que desde hace más de un año investiga si las gigantes tecnológicas abusan de su posición dominante. La audiencia comenzará a las 11 a.m. hora colombiana.
El panel está armado con más de un millón de páginas de documentos internos de las compañías. Se espera que los ejecutivos respondan cuestionamientos sobre posibles prácticas anticompetitivas con las que estarían impactando el mercado tecnológico a expensas de los consumidores.
Amazon, el segundo mayor empleador privado del país, se enfrenta a acusaciones de abuso de poder sobre los comerciantes externos que venden en su sitio, mientras que a Facebook le cuestionan que compra compañías para, supuestamente, eliminar a potenciales rivales.
Alphabet, por su parte, ya ha tenido que lidiar con acusaciones antimonopolio relacionadas con el dominio de Google sobre las búsquedas y la publicidad en línea, y más de un desarrollador acusa a Apple de forzar a las aplicaciones a ingresar a su sistema de pago con altos costos de por medio.
La investigación del subcomité antimonopolio, que lidera el demócrata David Cicilline, se suma a otras de la Comisión Federal de Comercio y el Departamento de Justicia. La última vez que los reguladores estudiaron con tanta atención el poder de las tecnológicas fue en los años 90, cuando se valoró la posibilidad de disolver a Microsoft en un exhaustivo pleito.
Jeff Bezos debuta como defensor de Amazon
El hombre más rico del mundo testificará ante el Congreso por primera vez. Como CEO de Amazon se espera que responda a los cuestionamientos en torno a la ventaja que puede tener la compañía al manejar un ‘marketplace’ para que otros comercialicen sus productos y operar en él como minorista. Consumidores y proveedores se han quejado de que la plataforma limita la nueva competencia.
Según The New York Times, consultores económicos financiados por Amazon han argumentado que el modelo comercial de la empresa no se basa en la venta de anuncios, lo que hace que sea menos probable que viole las leyes antimonopolio. Además, la empresa ha reportado que las ventas de terceros aumentaron un 26 % en el último año, superando las que realiza Amazon directamente a los consumidores.
Lea también: Jeff Bezos suma US$13.000 millones a su fortuna en un solo día
Así mismo, se espera que Bezos se refiera a las condiciones laborales de Amazon, pues algunos trabajadores han dicho que la compañía los pone en riesgo de contraer el COVID-19 para poder cumplir con las entregas de la compañía, que han incrementado a raíz de la pandemia.
Las controversias de Facebook
Además de referirse a la protección de datos de los usuarios y al reciente boicot de los anunciantes en la red social Facebook, se espera que Mark Zuckerberg explique si las compras que ha hecho de otras empresas son un esfuerzo por sofocar a la competencia, especialmente con las adquisiciones de Instagram (2012) y WhatsApp (2014).
Varios analistas esperan que Zuckerberg juegue la carta de la competencia china, argumentando que el éxito de compañías como TikTok demuestra que hay suficientes jugadores en el segmento de las redes sociales.
Así mismo, extractos de su discurso que circularon en agencias de prensa indican que Zuckerberg pedirá a gobiernos y reguladores “actualizar las reglas de internet” en términos de moderación de contenidos.
Esta es la cuarta vez que el ejecutivo es citado ante el Congreso estadounidense en solo dos años.
El poder de Google en el mercado publicitario
Sundar Pichai, director ejecutivo de Alphabet, deberá rendir cuentas sobre el papel de Google en el mercado de búsquedas y anuncios en línea. Según The Guardian, la compañía maneja más del 90 % de todas las consultas por internet que se realizan a nivel mundial.
Hace semanas, el Procurador General William Barr presentó una demanda antimonopolio contra Google por su dominio en el mercado de publicidad digital. Además, la compañía ya está siendo investigada por una coalición de 48 estados liderada por el fiscal general de Texas Ken Paxton.
Google ha argumentado que los reguladores deberían establecer una definición amplia del mercado de anuncios que incluya a la televisión, por ejemplo. La compañía también ha señalado que buena parte de las búsquedas de productos en internet se originan en Amazon.
Se espera que Pichai también explique la forma en que Google recopila datos de sus usuarios y maneja la desinformación en servicios como YouTube.
Apple y los desarrolladores de apps
De todos los ejecutivos, Tim Cook es el que ha forjado relaciones más fuertes con la Casa Blanca y aún así ha conseguido mantenerse lejos del rifirrafe político. No obstante, Apple es objeto de una investigación antimonopolio del Departamento de Justicia por solicitar a los fabricantes de aplicaciones utilizar el sistema de pagos de la compañía.
Además, desarrolladores se han quejado durante años por las altas tarifas, y por el hecho de que las apps de la compañía tienen una ventaja injusta en su plataforma y dispositivos.
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Apple defendió hace unos días las tarifas que cobra a los desarrolladores que venden software y servicios a través de su App Store, diciendo que el recorte del 30 % es una práctica estándar de la industria y “es similar en magnitud a las comisiones cobradas por muchas otras tiendas de aplicaciones y mercados de contenido digital”.
La guerra comercial es una guerra tecnológica
Todo lo que pasa en tecnología en Estados Unidos tiene, de cierta forma, mucho que ver con la relación de este país con China y con el desarrollo tecnológico del país asiático. Zuckerberg lleva varios años esgrimiendo la competencia con los chinos como una de las razones por las que Facebook debe hacer lo que hace (en prácticamente cualquier sentido).
Desde un punto de vista, la tecnología es uno de los frentes más calientes de la guerra comercial entre las dos economías más grandes en el mundo. El enfrentamiento acá toma forma de semiconductores, microprocesadores, inteligencia artificial, equipos de telecomunicaciones y software para el análisis de big data.
La visión de Donald Trump y del presidente chino, Xi Jinping, es simple: quien domine campos como el diseño y la construcción de microprocesadores y el desarrollo de inteligencia artificial estará a la cabeza de innovaciones en material militar que pueden tener aplicaciones en temas como vehículos autónomos, recolección de inteligencia en tiempo real y mejoramiento de misiles balísticos de largo alcance, por sólo mencionar algunos asuntos.
Le sugerimos leer: Cinco momentos que explican la nueva escalada de tensiones entre Estados Unidos y China
No sólo se trata de un asunto de incrementar ganancias y escapar del segmento medio del comercio, sino también de garantizar la autosuficiencia en áreas que requieren alto desarrollo tecnológico. Hay que pensar el asunto como una suerte de engranaje: invertir en tecnología ayuda a impulsar una economía con mayores retornos, lo que a su vez también impulsa empresas locales y ayuda a blindar todo el sistema de los vaivenes o caprichos de proveedores externos.
Y por este lado es que se comienzan a tocar intereses de seguridad nacional, pues el autoabastecimiento de ciertos productos y saberes (además de materias primas) es lo que permite la fabricación de aviones de combate o el diseño de redes de vigilancia y espionaje capaces de retrasar el programa atómico de un enemigo (el caso de Irán y sus centrifugadoras para enriquecer uranio).
No por nada Beijing se ha trazado metas ambiciosas en autoabastecimiento tecnológico, como poder suplir el 40 % de la demanda de procesadores para teléfonos inteligentes con producción local, lo que le recortaría un vasto terreno de acción a firmas como Qualcomm. Vale la pena recordar que, en 2018, esta empresa iba a ser vendida a Broadcom, una firma que es percibida como cercana al gobierno chino, hasta que Trump se interpuso en las negociaciones.