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Los celulares inteligentes se han convertido en una herramienta vital para los refugiados durante su larga travesía hacia la relativa seguridad de Europa, debido a que son usados para comunicarse y organizarse mediante las redes sociales y los sitios web. No obstante, un teléfono inteligente tiene sus limitaciones ya que la batería tiene una duración máxima de entre 12 y 48 horas, y también depende de la disponibilidad de cobertura de red nacional o de las zonas wifi. (Lea "Investigadores arrojan luz sobre el origen del software malicioso")
Tyler Jump del Comité de Rescate Internacional escribió en un artículo reciente en Medium sobre las primeras preguntas que realiza un refugiado al momento de llegar a Europa. Una de ellas, de acuerdo a Jump, es “¿Tienes red wifi?” “Contactar a los familiares es de máxima prioridad para los refugiados recién llegados quienes desean hacer saber a sus seres queridos que se encuentran a salvo”.
Los refugiados dependen fuertemente de acceso a internet para comunicarse. Sin embargo, existen muchos obstáculos en su camino. La investigadora Linda Leung definió algunos de los desafíos que los refugiados enfrentan en este documento: “Refugiándose en la tecnología: prácticas de comunicación en campos de refugiados y centros de detención de inmigrantes“. A pesar de que el estudio se basó en refugiados de Australia, es probable que los refugiados en Europa enfrenten las mismas dificultades.
“Resultaba difícil ganar dinero en el campo para poder comunicarse. Las personas que poseían celulares los alquilaban a los demás. Algunas personas temían que sus familiares o amigos fuesen vigilados por sus enemigos. Los refugiados pueden sentirse alterados si no reciben noticias. En algunos lugares, el costo de conexión en cibercafés es muy elevado. Algunas veces, los refugiados no pueden acceder a la tecnología. En consecuencia, muchos de ellos recurrieron a formas de comunicación tradicionales como mensajeros, quienes fueron usados para enviar mensajes y entregar cartas a seres queridos”, reza la investigación.
Además de estos desafíos, muchos refugiados pueden convertirse en víctimas de aquellos que quieran aprovecharse de estas adversidades. Leung descubrió la existencia de un mercado negro en muchos campos: “Los refugiados se encuentran a merced de aquellos que pueden pagar su propia tecnología de comunicación y controlan el acceso a esta. El costo de uso de la tecnología de comunicación puede elevarse considerablemente cuando los propietarios de celulares en campos de refugiados se vuelven corruptos o cuando las cabinas telefónicas del pueblo son controladas por el mercado negro”.
Para solventar estos desafíos, algunos individuos ofrecen su apoyo a los refugiados en la búsqueda de tecnología de comunicación. Ilias Papadopoulos, un ingeniero eléctrico griego, suministró una conexión de internet gratuita para todo el mundo en Idomeni, un pequeño pueblo griego ubicado en la frontera con Macedonia.
Este video de YouTube describe como diseñó una infraestructura para ofrecer este servicio de manera gratuita:
‘Requiere de mucha improvisación’
Numerosas compañías nuevas y ONG también han intentado responder a la demanda de mayor acceso a la comunicación para refugiados. La organización The Disaster Tech Lab ubicada en Irlanda ha estado implementando redes wifi en los campos de refugiados Moria y Kara Tepe, en Lesbos, Grecia. Ellos indican que alrededor de 400.000 refugiados han utilizado su red durante su estadía en los campos. Y agregan: “Además de los evidentes beneficios de poder mantenerse en contacto con amigos y familiares, también responden al requisito de que la solicitud de asilo debe realizarse mediante una videollamada vía Skype”.
Otros grupos han priorizado ofrecer acceso a internet en centros de recepción de Europa Occidental, debido a que el gobierno no suele asignarles fondos para acceso a la red. El primer proyecto de la organización alemana Refugees Online e.V. consistió en suministrar conectividad wifi gratuita en la unidad de recepción de refugiados de Fliegerhorst en Fuerstenfeldbruck, y ahora el proyecto se ha expandido a 95 centros en el país. Además del acceso, la organización también brindó capacitación y una plataforma de aprendizaje en línea para los solicitantes de asilo.
Y una empresa nueva está desarrollando lo que llaman “Zona de Wi Fi resistente y autónoma para exteriores y áreas en crisis”. La compañía, que lleva por nombre MeshPoint, se encuentra trabajando para recaudar fondos para instalar el prototipo comercial en el lugar más necesitado.
En su blog, la compañía enfatiza cómo el proyecto comenzó a finales de 2015 cuando se produjo una afluencia masiva de refugiados a la frontera croata, donde el gobierno les dio la bienvenida. Describe cómo diferentes grupos se acercaron al lugar para proveer asistencia.
“Entre ellos se encontraban voluntarios de la seccional Osijek de Otvorena Mreža (Red Abierta), un movimiento inspirado en la iniciativa Open Source orientada al suministro de internet gratuito para todo el mundo. Ellos simplemente hackearon un enrutador casero, instalaron OpenWRT, lo insertaron en un dispositivo de seguridad USB 3G, conectaron el enrutador a una batería, guardaron todo en una mochila, y se dirigieron hacia la muchedumbre con un aviso de “Wifi gratis” en sus espaldas”.
El intento de ampliar el proyecto e instalar una zona de wifi demostró ser todo un reto para el grupo: “Requiere de mucha improvisación, y toma más tiempo del que podrías esperar. Los equipos de conexión sensibles con frecuencia no operan bien con grupos electrógenos de Corriente Alterna (CA), ya que el voltaje irregular los hace colapsar continuamente de manera aleatoria, y también existen cosas a prueba de agua que irónicamente no funcionan al mojarse, y también están los cables. ¡Ni hablemos de cables, por favor!”.
Intentar conseguir una herramienta aceptable para crear una conexión wifi de fácil instalación para asistir a más de 100 usuarios conectados simultáneamente fue una tarea difícil. Y dio lugar al origen del proyecto MeshPoint porque ellos querían crear la solución por sí mismos.
Más de 1.000.000 de refugiados e inmigrantes cruzaron el mar para llegar a Europa en 2015, de acuerdo con la Agencia de Refugiados de las Naciones Unidas. En lo que va de 2016, más de 200.000 refugiados han llegado al continente, la mayoría de ellos escapando de la violencia en Siria, Afganistán e Irak. Ya sea para comunicarse con familiares o amigos distantes o para hacer arreglos para su nueva vida, el acceso a wifi es vital para ellos. Se espera que estos esfuerzos individuales e institucionales continúen ayudando a los refugiados suministrándoles este importante y vital instrumento.
*La versión original de este texto fue publicada por Global Voices. La traducción es de Adrián Valera. Licencia Creative Commons.