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El 28 de junio de 2018, en el Arena Kazan, la selección colombiana de fútbol venció 3-0 a su similar de Polonia, por la segunda fecha del grupo H de la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018. Este triunfo significó redireccionar el sendero después de caer 2-1 en el debut contra Japón. Hoy, casi seis años después el fútbol vuelve a tomarse este escenario para 45.000 espectadores, pero esta vez bajo la batuta del videojuego EA Sports FC 24.
Sin embargo, no solo este deporte se ha tomado esta ciudad a las orillas de río Volga, también están presentes el hockey, el baloncesto, Counter Strike 2, Dota 2, MLBB (Mobile Legends Bang Bang), el skate, las artes marciales, Warface, Standoff 2, carreras de drones, automovilismo, Speedrun, batalla de robots, programación deportiva, simulador de baile, cibatletica, el BMX, el ciclismo y mundo de tanques.
A este evento asiste la Federación Colombiana de Deportes Electrónicos (FEDECOLDE), precedida por su presidente, Alexander Ospina. El dirigente conversó con El Espectador sobre la entidad que dirige, el presente de los deportes electrónicos (esports) en Colombia, la invitación al evento en Rusia y la posibilidad en un futuro cercano de tener una selección de Colombia en los próximos Juegos Olímpicos París 2024.
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¿Cómo nació la Federación Colombiana de Deportes Electrónicos?
Nosotros empezamos en 2008 como un clan competitivo de 50 jugadores, no teníamos ni clubes ni ligas como lo tendría una federación tradicional. Así, participamos en un evento internacional y quedamos subcampeones del mundo. Oír el himno nacional en Alemania nos llenó de orgullo y emoción, pero cuando llegamos a Colombia nada pasó, ni una nota en la revista más pequeña del país. Desde ahí nosotros empezamos con esa espinita de que no queríamos que eso pasará en otros torneos más adelante.
En esa época trabajamos en la búsqueda del reconocimiento del deporte electrónico, no tanto a nivel ministerial, en su momento Coldeportes, sino que nos reconozcan. Sin embargo, en 2012 hicimos la primera solicitud ante las entidades gubernamentales, pero estas se negaron porque la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió alertas sobre adicciones y sedentarismo y ellos estaban con el escudo puesto y no pudimos hacerlo.
La resolución 1440 de 2007 que, por decirlo de alguna forma, tiene maniatado al Ministerio del Deporte para darnos el reconocimiento deportivo y por eso es algo que estamos trabajando dentro del Congreso de la República. Casualmente el 21 de febrero de 2024 pasamos el primer debate para que el proyecto de ley sea aprobado. Hubo unanimidad total lo que muestra que hay una voluntad gigante para que el reconocimiento deportivo pueda ser una realidad.
En caso de ser reconocidos ¿Perderían su carácter de institución privada para adoptar un estatus público como cualquier otra federación deportiva del país?
Nos volveríamos una organización mixta. En este momento no tenemos la necesidad del reconocimiento deportivo por temas financieros, es decir, que si no nos dan presupuesto no vamos a dejar de funcionar. Lo que buscamos con el reconocimiento es que se trate a los jugadores, como deportistas tradicionales y todos los beneficios que eso conlleva. Por ejemplo, estar en escenarios deportivos del Gobierno, utilizar zonas de entrenamiento con los Inder y otros recursos que nos podrían ayudar a crecer exponencialmente.
En el plano económico y organizacional nosotros ya conocemos como funciona el deporte, contamos con patrocinadores, marca aliada y organizadores de eventos. Tenemos una estructura totalmente alineada al Sistema Nacional del Deporte porque contamos con 19 ligas departamentales y cientos de clubes afiliados, lo que significa que la transición sería muy sencilla porque ya existen ligas y clubes organizados.
¿Qué tan difícil fue en un principio convencer a las empresas de apoyar el deporte electrónico en Colombia?
Fue bastante complejo, pero los años nos han dado experiencia y VIVO es el claro ejemplo de eso. Esta empresa de celulares ha estado con nosotros por tres años consecutivos y ha obtenido lo que le hemos prometido a cambio de los recursos que nos han brindado. Esto no es algo común en esta industria porque las expectativas terminan siendo muy poco realistas. Nos pasó a nosotros al principio porque estábamos muy ilusionados con obtener 1.000 espectadores, basados en unos comparativos de otros países, en un evento, pero no se logró la meta. Sin embargo, siempre le cumplimos a todas las marcas, pero nosotros terminábamos desgastados y hasta perdiendo. Ahí entendimos y somos consientes de lo que podemos lograr en Colombia.
¿Qué tan cerca está ese sueño de tener una selección de Colombia de los deportes electrónicos en los Juegos Olímpicos París 2024?
Está cerca, pero difícil. El Comité Olímpico Internacional (COI) no tiene un entendimiento de los esports muy diferente a como nosotros los entendemos desde hace muchos años. Por ejemplo, la semana olímpica del año pasado puso unas disciplinas que se remitían solo a simulaciones deportivas (remo, tiro con arco, entre otros) que nosotros desde FEDECOLDE no jugamos.
Eso nos frenó un poquito, pero seguimos con ilusiones de poder estar de lleno en ciclo olímpico con medallería, que es lo más importante. No queremos ser la exhibición, ni el show de medio tiempo, ni mucho menos ser esa cabina por allá lejos donde los deportistas se sienten a entretenerse un rato. Lo que nosotros queremos es que los deportes electrónicos sean tomados como una disciplina como cualquier otra que entregue medallas y cuenten en los registros.
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¿Cuál es la percepción general que hay de los deportes electrónicos en el mundo?
El COI ha tomado los esports como una actividad recreativa y deportiva, pero no como deporte aún. Uno de los aspectos que se está trabajando es que en los deportes electrónicos, las disciplinas son propiedad de las casas desarrolladoras, no del COI. Esa es solo una de las muchas variables que hoy se estudian para darle el aval a los esports para convertirse en deportes olímpicos.
Se ha demostrado que la parte física, cognitiva, nutricional y psicológica se trabajan y caben perfecto en el deporte electrónico, que hay que diferenciarlo de los videojuegos o juegos electrónicos porque los esports involucran entrenamiento cardiovascular, pausas activas, temas de ergonomía que los deportistas deben tener muy presentes. Y con respecto al entrenamiento dentro del juego, se utilizan las sesiones propuestas por el juego, sea en defensa o ataque.
¿Cómo es la organización interna de FEDECOLDE y de los campeonatos?
La Copa Colombia ya va por su sexto año consecutivo, con dos torneos anuales en modalidad móvil, fija y universitaria en seis disciplinas distintas. En la modalidad móvil se juega Clash Royale, Wild Rift, Free Fire, Call of Duty Mobile, PES Mobile y PUBG, en la fija (para consolas y PC’s) League of Legends, Valorant, Rocket League, FIFA, Minecraft, Call of Duty Warzone y Assetto Corsa. Por último, en la modalidad universitaria hay dos deportes móviles (Clash Royale y Wild Rift) y dos fijos (Valorant y Rocket Legue).
En el caso puntual de la Copa Universitaria que se inaugura este año, tenemos convenio con 13 instituciones, ellas hacen el proceso clasificatorio internamente, comenzando el primero de marzo con la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Luego, cada universidad elige a su mejor representante para la fase del torneo interuniversitario.
Adicionalmente, estamos trabajando con el Comité Paralímpico Colombiano (CPC) para crear la Copa Adaptada, especialmente diseñada para la población con discapacidad. Estamos haciendo encuestas con los deportistas para saber que juegan y así vincularlos a las diferentes disciplinas deportivas que tenemos, porque nos hemos dado cuenta de que muchas de estas personas juegan y ganan con frecuencia, todo esto para llevarlos a su máximo nivel.
¿Cuál es la participación de FEDECOLDE en este evento de Rusia?
The Physical Games of The Future es un evento organizado por el mismísimo gobierno ruso. Mezcla los esports con las actividades físicas o deportes reales por decirlo de alguna forma. Actualmente, nosotros estamos con un equipo de baloncesto tradicional que vino a jugar NBA 2K 24 y un equipo de fútbol que vino a jugar EA Sports FC 24. Van a la cancha, juegan, luego van a la consola, juegan y al final suman puntos para la tabla global. Por el lado de baloncesto, trajimos al Team Cali y por el de fútbol está el equipo Bogotá Elite FC, que es el mejor club de fútbol 5 de Colombia. Su especialidad es el deporte tradicional, pero desde FEDECOLDE los hemos acompañado en los entrenamientos para que dejen de mirarlo como una actividad recreativa y lo perciban más como un deporte con acompañamiento técnico.
Llegamos el 21 de febrero de 2024, el 22 de febrero les tomaron las fotografías y videos a los deportistas correspondientes, el 23 tenemos entrenamientos tanto para el deporte físico como para el virtual y del 24 al 26 tendremos tres días de competencia. Los escenarios son espectaculares, especialmente el estadio de Kazan, donde jugó Colombia contra Polonia en 2018, lo tienen completamente dedicado para este evento.
¿Cuál ha sido el impacto social de los esports?
Muchas veces sé ve esto como la manera de enganchar jóvenes. Las transmisiones de esports superan en redes sociales a los del deporte tradicional. A veces la cercanía de los deportes se quiere aprovechar de esa audiencia y eso es lo que no queremos porque ya somos un deporte. Aquí en Kazan esto está a reventar de gente. Esta es una ciudad intermedia y los hoteles y centros comerciales están full, y no hay por donde caminar.
Como FEDECOLDE hemos estado en cinco campeonatos mundiales y no hemos cambiado vidas en lo económico, pero seguro que estamos haciendo algo muy bueno por los deportistas y por estas disciplinas electrónicas. Por eso no nos gusta que otros se aprovechen de eso y nos dejen a nosotros a un lado.
Sin embargo en otros países si se puede vivir de esto y hay quienes ya son profesionales y se dedican totalmente a los esports. Una ventaja con respecto a los deportes tradicionales, sin desmeritar a nadie, es que quienes juegan esto son muy pilos y son muy cercanos a la tecnología, además de poder tener una carrera más larga que un futbolista o un ciclista. Por ejemplo, en 2019, el mismo día que Egan Bernal ganó 500.000 euros por ser el campeón del Tour de Francia, los campeones del Mundial de Fortnite, uno tenía apenas 16 años, se llevaron cada uno 1.5 millones de dólares por ganar un solo torneo, algo que les cambió la vida por completo, tanto, que se pudieron retirar de la escena deportiva ese mismo día ese mismo día.
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