01 de agosto de 2015 - 09:00 p. m.
Repárelo usted mismo
El sitio web permite arreglar aparatos electrónicos, algo que no solo protege los intereses del consumidor, sino que quizá puede resultar más efectivo que el reciclaje a la hora de cuidar al planeta.
Santiago La Rotta
PUBLICIDAD
La historia de Kyle Wiens habla de cómo la frustración de un usuario terminó por convertirse en un proyecto web que hoy cuenta con más de 600 mil colaboradores, quienes han aportado 60.759 soluciones para reparar problemas en 4.358 dispositivos electrónicos. iFixit es, quizá, la mayor plataforma de atención al consumidor en temas de reparación de este tipo de aparatos. Una iniciativa de alcance masivo que comenzó con la rabia de una persona.
Rabia porque la respuesta del servicio al cliente de un fabricante de computadores fue simple: su portátil no puede ser arreglado, señor Wiens, le sale más barato comprar uno nuevo. Sí, a veces hay daños catastróficos, hay que aceptarlo. Pero por encima del computador de Wiens no había pasado una aplanadora ni había durado un mes en el fondo del océano. Que comprar salga más barato que arreglar molestó mucho a Wiens.
Pero reparar requiere voluntad y, la verdad sea dicha, el sistema está hecho (lo hemos hecho) para fomentar la pereza: el consumidor suele comprar basado en impulsos infantiles o primitivos, en caprichos que merecen atención y satisfacción instantánea, y en ese orden de ideas arreglar es infinitamente más complicado que salir, comprar y estrenar; incluso se puede adquirir en línea y alguien más se encarga de traer, la tarea es sólo desempacar y prender.
Luego de navegar un buen tramo de la red, Wiens encontró un usuario en Rusia dispuesto a compartir con él un manual de reparación. Problema solucionado, pero la solución fue ciertamente problemática de encontrar. ¿Qué pasaría si no fuera así: si reparar fuera un asunto más sencillo?
iFixit es, de cierta forma, la respuesta a esta pregunta: un sitio dedicado enteramente a proveer soporte técnico para miles de personas que, por una variedad de motivos, prefieren intentar arreglar antes de botar y comprar de nuevo.
Motivos para reparar son los que hay, al menos en la visión de Wiens. “Arreglar nuestros dispositivos es una forma de disidencia política, un camino para no seguir perpetuando el poder que una corporación adquiere mediante el ciclo eterno de producir cosas nuevas que consumimos sin necesitarlas porque, probablemente, el aparato que tenemos podría seguir funcionando si sabemos qué hacer con él”.
Como en todo, hay puntos medios, y en este caso también existen empresas que facilitan las labores de reparación. Wiens cuenta que incluso hay equipos de servicio al cliente que remite a sus usuarios hacia iFixit; claro, esto no se hace de manera oficial, pero la intención en este caso sí que cuenta.
Pero las razones para reparar también pasan por el reino del cuidado ambiental, una de aquellas preocupaciones que parecen ser de interés para buena parte de la industria de la tecnología, que como leitmotiv tiene una variación de “queremos mejorar el mundo”.
Los dispositivos electrónicos consumen una gran cantidad de distintos materiales para su fabricación, lo que a su vez vuelve más complejo su eventual reciclaje. Wiens lo dice abiertamente: “Reciclar es un camino, pero no es el primero que uno debería tomar porque este proceso es altamente ineficiente a la hora de recuperar materias primas y evitar la contaminación con elementos tóxicos que están presentes en cada aparato con tecnología moderna”.
La plataforma ideada por Wiens, en conjunto con Luke Soules, publica los manuales de reparación (16.266 hasta hoy) de forma gratuita y bajo licencias Creative Commons, lo que permite su uso y adaptación abierta. Estos documentos son construidos a su vez por los mismos usuarios (apenas 15% de las guías son hechas por personal de iFixit), quienes prueban una solución y, si es efectiva, la publican a través del sitio.
“La gente de relaciones públicas de Apple, por ejemplo, no nos quiere, pero tampoco pueden hacer mucho al respecto. Sus manuales son privados y si los publicas van a demandarte. Lo que hemos hecho es averiguar por nuestros medios cómo se arreglan los dispositivos de la marca, redactamos nuestro propio manual y lo ponemos a disposición de la gente. Pero este es conocimiento que debería ser del usuario, en últimas: uno compra un producto para usarlo tanto tiempo como se pueda, eso incluye poder repararlo. Siempre optar por lo nuevo sólo beneficia a las compañías, no a los usuarios y tampoco al planeta”.
*El sitio puede ser consultado en www.ifixit.com
Read more!
PUBLICIDAD
La historia de Kyle Wiens habla de cómo la frustración de un usuario terminó por convertirse en un proyecto web que hoy cuenta con más de 600 mil colaboradores, quienes han aportado 60.759 soluciones para reparar problemas en 4.358 dispositivos electrónicos. iFixit es, quizá, la mayor plataforma de atención al consumidor en temas de reparación de este tipo de aparatos. Una iniciativa de alcance masivo que comenzó con la rabia de una persona.
Rabia porque la respuesta del servicio al cliente de un fabricante de computadores fue simple: su portátil no puede ser arreglado, señor Wiens, le sale más barato comprar uno nuevo. Sí, a veces hay daños catastróficos, hay que aceptarlo. Pero por encima del computador de Wiens no había pasado una aplanadora ni había durado un mes en el fondo del océano. Que comprar salga más barato que arreglar molestó mucho a Wiens.
Pero reparar requiere voluntad y, la verdad sea dicha, el sistema está hecho (lo hemos hecho) para fomentar la pereza: el consumidor suele comprar basado en impulsos infantiles o primitivos, en caprichos que merecen atención y satisfacción instantánea, y en ese orden de ideas arreglar es infinitamente más complicado que salir, comprar y estrenar; incluso se puede adquirir en línea y alguien más se encarga de traer, la tarea es sólo desempacar y prender.
Luego de navegar un buen tramo de la red, Wiens encontró un usuario en Rusia dispuesto a compartir con él un manual de reparación. Problema solucionado, pero la solución fue ciertamente problemática de encontrar. ¿Qué pasaría si no fuera así: si reparar fuera un asunto más sencillo?
iFixit es, de cierta forma, la respuesta a esta pregunta: un sitio dedicado enteramente a proveer soporte técnico para miles de personas que, por una variedad de motivos, prefieren intentar arreglar antes de botar y comprar de nuevo.
Motivos para reparar son los que hay, al menos en la visión de Wiens. “Arreglar nuestros dispositivos es una forma de disidencia política, un camino para no seguir perpetuando el poder que una corporación adquiere mediante el ciclo eterno de producir cosas nuevas que consumimos sin necesitarlas porque, probablemente, el aparato que tenemos podría seguir funcionando si sabemos qué hacer con él”.
Como en todo, hay puntos medios, y en este caso también existen empresas que facilitan las labores de reparación. Wiens cuenta que incluso hay equipos de servicio al cliente que remite a sus usuarios hacia iFixit; claro, esto no se hace de manera oficial, pero la intención en este caso sí que cuenta.
Pero las razones para reparar también pasan por el reino del cuidado ambiental, una de aquellas preocupaciones que parecen ser de interés para buena parte de la industria de la tecnología, que como leitmotiv tiene una variación de “queremos mejorar el mundo”.
Los dispositivos electrónicos consumen una gran cantidad de distintos materiales para su fabricación, lo que a su vez vuelve más complejo su eventual reciclaje. Wiens lo dice abiertamente: “Reciclar es un camino, pero no es el primero que uno debería tomar porque este proceso es altamente ineficiente a la hora de recuperar materias primas y evitar la contaminación con elementos tóxicos que están presentes en cada aparato con tecnología moderna”.
La plataforma ideada por Wiens, en conjunto con Luke Soules, publica los manuales de reparación (16.266 hasta hoy) de forma gratuita y bajo licencias Creative Commons, lo que permite su uso y adaptación abierta. Estos documentos son construidos a su vez por los mismos usuarios (apenas 15% de las guías son hechas por personal de iFixit), quienes prueban una solución y, si es efectiva, la publican a través del sitio.
“La gente de relaciones públicas de Apple, por ejemplo, no nos quiere, pero tampoco pueden hacer mucho al respecto. Sus manuales son privados y si los publicas van a demandarte. Lo que hemos hecho es averiguar por nuestros medios cómo se arreglan los dispositivos de la marca, redactamos nuestro propio manual y lo ponemos a disposición de la gente. Pero este es conocimiento que debería ser del usuario, en últimas: uno compra un producto para usarlo tanto tiempo como se pueda, eso incluye poder repararlo. Siempre optar por lo nuevo sólo beneficia a las compañías, no a los usuarios y tampoco al planeta”.
*El sitio puede ser consultado en www.ifixit.com
Read more!
Por Santiago La Rotta
Read more!
Read more!