Tecnología para conocer el mundo, un paso a la vez
Un proyecto educativo en línea que busca que estudiantes de 55 países se conecten entre ellos al compartir las historias y observaciones de sus propios entornos: encontrar puntos comunes a partir de la diferencia.
Santiago La rotta
“Cuando arrancamos el proyecto una de nuestras metas era que los niños desaceleraran, observaran y escucharan con atención, que intercambiaran historias con otros niños que jamás hubieran conocido de otra forma. No lo planeamos, pero todo esto sucede en una época en la que hay tanto miedo y desconfianza por el otro”.
Liz Dawes es codirectora de “Out of Eden Learn”, un proyecto educativo que busca conectar a niños y jóvenes en todo el mundo mediante la experiencia común, y colectiva, de observar sus entornos más inmediatos y describirlos para otros. En ese intercambio se descubren puntos en común y problemas similares: la base para la empatía, quizá.
El proyecto que Dawes lidera, junto con Carrie James y Shari Tishman, es una suerte de extensión de “Out Of Eden” (“Caminata del Edén”), un viaje épico que el periodista Paul Salopek emprendió en 2013 y que, en 10 años de recorrido a pie, lo llevará a recorrer una de las rutas de migración de los primeros humanos en el planeta: desde África, pasando por Oriente Medio y Asia, saltando hasta la costa noroeste de Norteamérica para bajar por Centro y Suramérica hasta Tierra del Fuego, el puntos más austral de nuestro continente.
Esta empresa titánica es financiada en su mayoría por National Geographic, que a su vez ha emprendido otras tareas relacionadas con la travesía de Salopek, como el diseño de un motor de traducción del material que produce el periodista, con la evidente intención de ampliar las audiencias que pueden acceder al recuento de un viaje único en su tipo.
La arista educativa de la Caminata funciona bajo el paraguas de la Escuela de Posgrados en Educación de Harvard, específicamente el “Proyecto Zero”. Desde aquí se han encargado de diseñar un currículo que se basa en la experiencia de Salopek para conectar a niños y jóvenes de todo el mundo con sus pares en otras culturas. El proyecto actualmente ha llegado a 21.000 estudiantes de 55 países.
“Una de nuestras metas es lograr que los niños tengan interacciones relevantes con personas que quizá no conocerían de otra forma. Para muchos de los participantes, Paul es una especie de héroe. La infancia en muchos lados es muy diferente de lo que solía ser, antes tenías más libertad para deambular por ahí y explorar. Ahora los niños tienden a tener vidas muy organizadas, con horarios muy fijos, siempre bajo supervisión. En ese contexto, la idea de una persona que sale a caminar en este recorrido épico se ve mucho más impresionante de lo que hubiera parecido hace 20 años”, cuenta Dawes.
La visión del héroe es una fuerte presencia en algunos de los alumnos del jardín infantil Babidibu, en Bogotá, que participan en el proyecto. “¿Eres Paul?” “Él también es periodista. Pero, ¿por qué le preguntas si es Paul?”. “Porque lleva mochila, como Paul”. Los niños tienen entre tres y cuatro años y tienen claro que Salopek “camina por el mundo y hace preguntas”. Y, a su vez, ellos preguntan: “¿Quién eres y para dónde vas?”. No hay respuesta. Pero confieso que me enternece que piensen que camino por el mundo y cruzo los Himalaya y atravieso Oriente Medio a pie cuando la mayoría del tiempo trabajo en una oficina en Bogotá.
Las profesoras les preguntan cosas como “¿qué sabemos de China?” (el país es tema de conversación porque Salopek pasará por allí próximamente, o sea, en un par de meses). Y ellos contestan, con total naturalidad, cosas como: “Las bolas verdes que compra mi mamá en Navidad vienen de China”. Otro más añade “El cielo está negro por el humo de las fábricas”. Y viene la contrapregunta, “¿qué podemos hacer para que el cielo no esté negro?” y la respuesta, entre la timidez y la genialidad, es “comprar menos cosas para que haya menos fábricas”.
Silvia López, la directora del jardín, habla de cómo “Out of Eden Learn” acerca a los niños a discusiones y problemáticas a las que, tal vez, no estarían expuestos hasta mucho después. Ella lo llama competencias globales. En sus debates, los niños conversan, a su manera, de la guerra o de los refugiados, en la medida en la que Salopek ha cruzado territorios mediados por estos conflictos. ¿Qué es la guerra? “En la guerra los papás se quedan sin niños y los niños sin papás”. “En la guerra la gente se monta a un tren para ir a otro país”.
En los próximos meses, “Out of Eden Learn” continuará con la traducción oficial de parte del currículo al español, la primera lengua a la que se adapta la plataforma después del inglés.
Luz Helena Cano es estudiante en la maestría en educación de la Escuela en Harvard y es la encargada actual de esta traducción. “La idea de todo el proyecto es que los estudiantes vayan más despacio para observar el mundo con más atención, reflexionar sobre cómo sus vidas se conectan con las de otras personas en otras culturas. Para eso, por ejemplo, les pedimos que dibujen mapas de sus entornos, de sus barrios, tomen fotos, videos, escriban sobre lo que vieron. También les pedimos que escuchen a sus vecinos y les preguntan cosas como quiénes son, de dónde vienen y para dónde van”.
“Out of Eden” y su brazo educativo son iniciativas que descansan pesadamente sobre tecnología: uso de GPS, imágenes satelitales, streaming de video, videoconferencia en red, hasta el motor de traducción. Lo interesante es la mezcla de dos universos que parecieran operar con reglas opuestas, incluso excluyentes: la tecnología, cuyo avance y desarrollo son poco menos que desenfrenados, con la visión de Salopek, y de los estudiantes que lo siguen, de desacelerar para apreciar, de ir más lento para comprender: conocer el mundo, un paso a la vez.
“Cuando arrancamos el proyecto una de nuestras metas era que los niños desaceleraran, observaran y escucharan con atención, que intercambiaran historias con otros niños que jamás hubieran conocido de otra forma. No lo planeamos, pero todo esto sucede en una época en la que hay tanto miedo y desconfianza por el otro”.
Liz Dawes es codirectora de “Out of Eden Learn”, un proyecto educativo que busca conectar a niños y jóvenes en todo el mundo mediante la experiencia común, y colectiva, de observar sus entornos más inmediatos y describirlos para otros. En ese intercambio se descubren puntos en común y problemas similares: la base para la empatía, quizá.
El proyecto que Dawes lidera, junto con Carrie James y Shari Tishman, es una suerte de extensión de “Out Of Eden” (“Caminata del Edén”), un viaje épico que el periodista Paul Salopek emprendió en 2013 y que, en 10 años de recorrido a pie, lo llevará a recorrer una de las rutas de migración de los primeros humanos en el planeta: desde África, pasando por Oriente Medio y Asia, saltando hasta la costa noroeste de Norteamérica para bajar por Centro y Suramérica hasta Tierra del Fuego, el puntos más austral de nuestro continente.
Esta empresa titánica es financiada en su mayoría por National Geographic, que a su vez ha emprendido otras tareas relacionadas con la travesía de Salopek, como el diseño de un motor de traducción del material que produce el periodista, con la evidente intención de ampliar las audiencias que pueden acceder al recuento de un viaje único en su tipo.
La arista educativa de la Caminata funciona bajo el paraguas de la Escuela de Posgrados en Educación de Harvard, específicamente el “Proyecto Zero”. Desde aquí se han encargado de diseñar un currículo que se basa en la experiencia de Salopek para conectar a niños y jóvenes de todo el mundo con sus pares en otras culturas. El proyecto actualmente ha llegado a 21.000 estudiantes de 55 países.
“Una de nuestras metas es lograr que los niños tengan interacciones relevantes con personas que quizá no conocerían de otra forma. Para muchos de los participantes, Paul es una especie de héroe. La infancia en muchos lados es muy diferente de lo que solía ser, antes tenías más libertad para deambular por ahí y explorar. Ahora los niños tienden a tener vidas muy organizadas, con horarios muy fijos, siempre bajo supervisión. En ese contexto, la idea de una persona que sale a caminar en este recorrido épico se ve mucho más impresionante de lo que hubiera parecido hace 20 años”, cuenta Dawes.
La visión del héroe es una fuerte presencia en algunos de los alumnos del jardín infantil Babidibu, en Bogotá, que participan en el proyecto. “¿Eres Paul?” “Él también es periodista. Pero, ¿por qué le preguntas si es Paul?”. “Porque lleva mochila, como Paul”. Los niños tienen entre tres y cuatro años y tienen claro que Salopek “camina por el mundo y hace preguntas”. Y, a su vez, ellos preguntan: “¿Quién eres y para dónde vas?”. No hay respuesta. Pero confieso que me enternece que piensen que camino por el mundo y cruzo los Himalaya y atravieso Oriente Medio a pie cuando la mayoría del tiempo trabajo en una oficina en Bogotá.
Las profesoras les preguntan cosas como “¿qué sabemos de China?” (el país es tema de conversación porque Salopek pasará por allí próximamente, o sea, en un par de meses). Y ellos contestan, con total naturalidad, cosas como: “Las bolas verdes que compra mi mamá en Navidad vienen de China”. Otro más añade “El cielo está negro por el humo de las fábricas”. Y viene la contrapregunta, “¿qué podemos hacer para que el cielo no esté negro?” y la respuesta, entre la timidez y la genialidad, es “comprar menos cosas para que haya menos fábricas”.
Silvia López, la directora del jardín, habla de cómo “Out of Eden Learn” acerca a los niños a discusiones y problemáticas a las que, tal vez, no estarían expuestos hasta mucho después. Ella lo llama competencias globales. En sus debates, los niños conversan, a su manera, de la guerra o de los refugiados, en la medida en la que Salopek ha cruzado territorios mediados por estos conflictos. ¿Qué es la guerra? “En la guerra los papás se quedan sin niños y los niños sin papás”. “En la guerra la gente se monta a un tren para ir a otro país”.
En los próximos meses, “Out of Eden Learn” continuará con la traducción oficial de parte del currículo al español, la primera lengua a la que se adapta la plataforma después del inglés.
Luz Helena Cano es estudiante en la maestría en educación de la Escuela en Harvard y es la encargada actual de esta traducción. “La idea de todo el proyecto es que los estudiantes vayan más despacio para observar el mundo con más atención, reflexionar sobre cómo sus vidas se conectan con las de otras personas en otras culturas. Para eso, por ejemplo, les pedimos que dibujen mapas de sus entornos, de sus barrios, tomen fotos, videos, escriban sobre lo que vieron. También les pedimos que escuchen a sus vecinos y les preguntan cosas como quiénes son, de dónde vienen y para dónde van”.
“Out of Eden” y su brazo educativo son iniciativas que descansan pesadamente sobre tecnología: uso de GPS, imágenes satelitales, streaming de video, videoconferencia en red, hasta el motor de traducción. Lo interesante es la mezcla de dos universos que parecieran operar con reglas opuestas, incluso excluyentes: la tecnología, cuyo avance y desarrollo son poco menos que desenfrenados, con la visión de Salopek, y de los estudiantes que lo siguen, de desacelerar para apreciar, de ir más lento para comprender: conocer el mundo, un paso a la vez.