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Los desarrollos tecnológicos no dejan de sorprender. Científicos e investigadores de la Universidad de Cambridge convirtieron lo inimaginable en una realidad: desarrollaron con éxito una nueva prótesis controlable de pulgar extra diseñada para mejorar la productividad.
Dani Clode, diseñadora e investigadora del Laboratorio de Plasticidad de la universidad desarrolló el “Tercer Pulgar”, un dedo robótico adicional destinado a aumentar la amplitud de movimientos del usuario, mejorar su agarre y ampliar la capacidad de carga de la mano. Esto permite a la persona realizar tareas que de otro modo serían difíciles o hasta imposibles de completar con una sola mano.
En 2022, la universidad decidió poner a prueba el proyecto con 596 participantes de diferentes edades con la intención de garantizar que esta nueva tecnología sea inclusiva y pueda funcionar para todos. El pasado 29 de mayo presentaron los resultados y conclusiones de la investigación.
El pulgar robótico se lleva en el lado opuesto de la palma de la mano al pulgar real de una persona y se controla mediante un sensor de presión colocado debajo de cada dedo gordo del pie. Los dos sensores de los dedos, conectados de forma inalámbrica al pulgar robótico, controlan diferentes movimientos respondiendo inmediatamente a los sutiles cambios de presión de los dedos del pie.
👍🏽 How easily could you get to grips with a Third Thumb?
— Cambridge University (@Cambridge_Uni) May 30, 2024
The @plasticity_lab @mrccbu team tested a new device by @daniclode at the @RoyalSociety Summer Science Exhibition, and found that the public took to it fairly easily.
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“Cualquier herramienta que aprendemos a utilizar en nuestra vida diaria requiere un poco de formación y experiencia en el contexto de nuestro día a día. El pulgar no es diferente, pero lo realmente emocionante del pulgar es que parece muy complejo desde el principio y en realidad no lo es”, afirmó Clode.
La profesora Tamar Makin, de la Unidad de Cognición y Ciencias Cerebrales del Consejo de Investigación Médica de la Universidad de Cambridge, afirmó que “la tecnología está cambiando nuestra propia definición de lo que significa ser humano, ya que las máquinas forman parte cada vez más de nuestra vida cotidiana, e incluso de nuestras mentes y cuerpos”.
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Adicionalmente, mencionó que este instrumento robótico podría beneficiar a los trabajadores con funciones manuales como soldar o incluso para cirujanos, quienes utilizan varios instrumentos quirúrgicos al mismo tiempo para realizar los procedimientos médicos. De igual forma, podría adquirir mayor valor para personas con limitaciones físicas o para quienes sufrieron amputación de uno de los brazos y tienen dificultades para realizar tareas cotidianas con una sola mano.
Análisis de los resultados del tercer pulgar robótico
Las pruebas se realizaron en la exhibición anual denominada Royal Society Summer Science, y se hicieron durante cinco días en 596 participantes de diferentes edades entre los 4 y 96 años y de diversas procedencias demográficas. De acuerdo con los resultados publicados, solo cuatro de todos los voluntarios no pudieron utilizar el pulgar robótico. En algunos casos porque no se ajustaban bien en la mano o porque no lograron realizar el control con los pies, especialmente en los niños de pies muy ligeros.
Asimismo, aseguraron que los participantes tuvieron un minuto para conocer el dispositivo y familiarizarse con él. En ese tiempo el equipo de la universidad explicaba cómo realizar las dos tareas seleccionadas para las pruebas.
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La primera consistía en coger clavijas de un tablero una a una con el tercer pulgar y colocarlas en una cesta. Los participantes debían mover el mayor número posible de clavijas en 60 segundos. La segunda tarea consistía en utilizar el Tercer Pulgar junto con la mano biológica del usuario para manipular y mover cinco o seis objetos de espuma diferentes. Los objetos tenían formas variadas que requerían diferentes manipulaciones, lo que aumentaba la destreza de la tarea.
El 98% de los participantes fueron capaces de manipular objetos con el Tercer Pulgar durante el primer minuto de uso, y solo 13 participantes fueron incapaces de realizar la tarea.
El análisis comparativo de rendimiento por edad mostró que adultos y jóvenes presentaron habilidades similares al utilizar la nueva tecnología. Sin embargo, un estudio más detallado en el grupo de adultos mayores reveló un declive en el rendimiento a medida que aumentaba la edad. Los investigadores afirmaron que este efecto podría atribuirse a la disminución natural de las capacidades sensoriomotoras y cognitivas asociada al envejecimiento, así como a una posible brecha generacional en la familiaridad con la tecnología.
Overall, our findings successfully demonstrate the initial usability of the Third Thumb across a broad range of users. We hope this work highlights the plausibility of testing a diverse range of users during the development phases of new technologies pic.twitter.com/jnn6uYGPLQ
— Plasticity Lab (@plasticity_lab) May 30, 2024
Lucy Dowdall, coautora del estudio y también de la Unidad de Cognición y Ciencias Cerebrales, añadió: “Si queremos que el aumento motor, e incluso las interacciones más amplias entre humanos y máquinas, tengan éxito, tendrán que integrarse a la perfección con las capacidades motoras y cognitivas del usuario. Habrá que tener en cuenta las diferencias de edad, sexo, peso, estilo de vida y discapacidad, así como los antecedentes culturales y económicos de las personas, e incluso lo que les gusta o disgusta de la tecnología”.
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Dowdall y Clode enfatizaron en los resultados del estudio sobre la importancia de las pruebas para asegurar una inclusión amplia para todas las personas “Hay innumerables ejemplos en los que la falta de consideraciones de diseño inclusivo ha llevado al fracaso tecnológico”.
El pulgar no está disponible comercialmente y los académicos aún no han fijado una fecha específica para ponerlo a disposición del público.
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