Una “app” para encontrar moda sostenible de Latinoamérica
El movimiento de moda Universo Mola y la empresa Blockfashion desarrollaron la aplicación que busca impulsar la economía colaborativa y aportar a los diseñadores y a las marcas que le apuestan a un consumo responsable.
Lucety Carreño Rojas
Valentina Suárez nació en Bogotá, Colombia, pero desde pequeña vive en Uruguay. A los 12 años decidió ser diseñadora de moda y, aunque la gente piense que es una industria frívola y banal, ella le apuesta al impacto social que tiene. Desde la universidad se involucró con proyectos de sostenibilidad y reciclaje, y en 2016, cuando se graduó, su mamá y quien siempre la ha apoyado, Doris Helena Rojas, la acompañó en la creación de Universo Mola.
Se trata de un movimiento de moda sostenible latinoamericano que hace parte de la Fundación Entre Soles y Lunas, una plataforma creada en 2006 por Doris Rojas que busca generar oportunidades para que las personas no tengan la necesidad de migrar.
“La fundación trabaja desde el medioambiente, el desarrollo y la diversidad. Así que creó un programa paraguas que se llama Patrimonio en movimiento. Las personas somos un patrimonio, nos movemos y ayudamos a construir las sociedades. Cuando me gradué de diseñadora vi la necesidad de hablar de la industria como un patrimonio importante en América Latina y creamos Universo Mola. Para mí era fundamental trabajar la sostenibilidad en moda y visibilizar lo que estaba pasando para unir puentes”, cuenta Suárez.
Universo Mola comenzó con un evento que reunió emprendimientos de moda y con los años fue creciendo hasta lo que es ahora: un movimiento internacional que creó la primera aplicación de moda sostenible en América Latina.
“La gente en estos cuatro años siempre nos ha preguntado que dónde pueden comprar o encontrar moda sostenible. En un centro comercial no encuentras, en las calles principales de las ciudades tampoco. Queríamos resolver esa necesidad y poner a todas las marcas sostenibles al alcance de la gente utilizando una herramienta tecnológica”, agrega la directora de la plataforma.
La aplicación se llama Universo Mola y está disponible en App store y Google Play. Las marcas y productos que se encuentran en la plataforma hacen parte de Mola Hub, un formulario que se encuentra en la página creada por Suárez y que sirve para identificar el proceso sostenible en el que están las compañías. “Cuando las empresas llenan el formulario podemos ayudarlos a avanzar en el camino a la sostenibilidad y generar una transparencia con las personas al garantizarles productos éticos y limpios confeccionados con mano de obra latinoamericana”.
La app, creada en alianza con la empresa de tecnología, moda y sostenibilidad Blockfashion, utiliza inteligencia artificial y big data que les permite generar información para hacer que crezcan los emprendimientos; tiene códigos QR para que las marcas que tienen sus productos en la plataforma puedan poner en las etiquetas de las prendas los códigos y así el usuario conozca la trazabilidad del producto; y es una herramienta que acerca al ciudadano de manera directa con sus productores, sin intermediarios, lo que reduce costos.
Lea también: Moda sostenible: ¿cómo adquirir prendas responsables con el medioambiente?
Vale la pena mencionar que la moda sostenible, moda consciente o moda responsable, son los procesos industriales que han adoptado buenas prácticas sociales, ambientales y económicas con los actores de la cadena y las materias primas que se emplean. De un tiempo para acá ese tipo de procesos están en auge por los nuevos estilos de vida y por consumidores más conscientes de su relación con las prendas y los impactos que estas tienen en el planeta. Además, la pandemia aceleró esas conversaciones.
De acuerdo con Suárez, lo sostenible en moda es poder mantener un producto o negocio a lo largo del tiempo sin afectar el medioambiente, a las personas y la economía. “La honestidad es muy importante en la sostenibilidad. Es un valor relevante. Utilizamos tecnología blockchain para que el usuario pueda conocer el proceso de trazabilidad: cómo se hizo la prenda, quién estuvo involucrado, cuáles fueron los pasos. Así empezamos a validar la transparencia”.
Universo Mola app fue creada para generar espacios de consumo responsable y apoyar emprendimientos latinoamericanos. Además, en la aplicación se encuentran noticias e información sobre la industria y los avances en moda consciente.
(Le puede interesar: Diseños originales, la clave del crecimiento de la moda colombiana)
Suárez no está de acuerdo con una frase que resuena que dice que la moda es la segunda industria más contaminante del planeta, superada solo por la petrolera. “La moda trabaja con otras industrias, como la agricultura, la energía, el transporte, y es difícil medir el impacto real para determinar una sentencia tan fuerte”.
Lo que sí está comprobado con estudios, por ejemplo uno realizado por la Fundación Ellen McArthur, es que tras un período de uso corto, el 86 % de la ropa se tira a vertederos o se quema. Además, se estima que la producción mundial de textiles es responsable del 20 % de las aguas residuales y el 8,4 % de los gases de efecto invernadero provienen de los textiles.
“Lyst sacó un informe en 2018 en el que decía que las dos tendencias de búsqueda más importantes fueron sostenibilidad y diversidad. Cada vez somos más conscientes. Hace dos años se estimaba un crecimiento del 33 % de los consumidores que buscaban que sus productos fueran éticos. Ahora estamos llegando al 50 % y la pandemia aceleró esas prioridades de cómo nos estamos relacionando con la ropa, la comida y las personas”, menciona.
La sostenibilidad se debe ver como un balance en tres puntos, dice Suárez: “Un ejemplo es una mesita triangular: una pata es la sociedad, otra el medioambiente y una más la economía. Si tenemos la mesa bien equilibrada y las patas a la misma altura todo lo que pongamos encima va a sostenerse y tener unos buenos cimientos”. Es decir, es importante que las marcas sean responsables con sus procesos medioambientales y a la par que sean justos con sus empleados.
Suárez ve con buenos ojos el panorama de la industria en América Latina porque son países diversos, pero tienen una riqueza invaluable e identitaria. “Tenemos mucha riqueza en mano de obra, saberes y conocimiento desde México hasta la Patagonia, en Argentina. Tenemos muchos valores que debemos poner en valor. Debemos quitarnos la idea de que todo lo que viene de afuera es mejor que lo que podemos producir en Latam”.
Por otro lado, la moda sostenible produce la sensación de ser costosa al requerir una producción con materiales orgánicos y naturales para reducir la huella de carbono y la contaminación que se traduce en precios que no todos podrían asumir. Respecto a ese tema, la diseñadora de moda dice que tiene una frase: “la moda sostenible no es cara es justa”. “Debemos verla como una inversión. Pasamos casi toda nuestra vida en contacto con textiles: al dormir, al salir, etc. Entonces tenemos que ver esa relación más fuerte y empezar a valorar el proceso porque no es algo que nos ponemos y ya. Detrás de todo el proceso de corte, diseño, confección hay personas que son valiosas. El producto cuesta lo que cuesta porque es justo y todos los que están detrás se tienen que beneficiar”, puntualiza Suárez.
Valentina Suárez nació en Bogotá, Colombia, pero desde pequeña vive en Uruguay. A los 12 años decidió ser diseñadora de moda y, aunque la gente piense que es una industria frívola y banal, ella le apuesta al impacto social que tiene. Desde la universidad se involucró con proyectos de sostenibilidad y reciclaje, y en 2016, cuando se graduó, su mamá y quien siempre la ha apoyado, Doris Helena Rojas, la acompañó en la creación de Universo Mola.
Se trata de un movimiento de moda sostenible latinoamericano que hace parte de la Fundación Entre Soles y Lunas, una plataforma creada en 2006 por Doris Rojas que busca generar oportunidades para que las personas no tengan la necesidad de migrar.
“La fundación trabaja desde el medioambiente, el desarrollo y la diversidad. Así que creó un programa paraguas que se llama Patrimonio en movimiento. Las personas somos un patrimonio, nos movemos y ayudamos a construir las sociedades. Cuando me gradué de diseñadora vi la necesidad de hablar de la industria como un patrimonio importante en América Latina y creamos Universo Mola. Para mí era fundamental trabajar la sostenibilidad en moda y visibilizar lo que estaba pasando para unir puentes”, cuenta Suárez.
Universo Mola comenzó con un evento que reunió emprendimientos de moda y con los años fue creciendo hasta lo que es ahora: un movimiento internacional que creó la primera aplicación de moda sostenible en América Latina.
“La gente en estos cuatro años siempre nos ha preguntado que dónde pueden comprar o encontrar moda sostenible. En un centro comercial no encuentras, en las calles principales de las ciudades tampoco. Queríamos resolver esa necesidad y poner a todas las marcas sostenibles al alcance de la gente utilizando una herramienta tecnológica”, agrega la directora de la plataforma.
La aplicación se llama Universo Mola y está disponible en App store y Google Play. Las marcas y productos que se encuentran en la plataforma hacen parte de Mola Hub, un formulario que se encuentra en la página creada por Suárez y que sirve para identificar el proceso sostenible en el que están las compañías. “Cuando las empresas llenan el formulario podemos ayudarlos a avanzar en el camino a la sostenibilidad y generar una transparencia con las personas al garantizarles productos éticos y limpios confeccionados con mano de obra latinoamericana”.
La app, creada en alianza con la empresa de tecnología, moda y sostenibilidad Blockfashion, utiliza inteligencia artificial y big data que les permite generar información para hacer que crezcan los emprendimientos; tiene códigos QR para que las marcas que tienen sus productos en la plataforma puedan poner en las etiquetas de las prendas los códigos y así el usuario conozca la trazabilidad del producto; y es una herramienta que acerca al ciudadano de manera directa con sus productores, sin intermediarios, lo que reduce costos.
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Vale la pena mencionar que la moda sostenible, moda consciente o moda responsable, son los procesos industriales que han adoptado buenas prácticas sociales, ambientales y económicas con los actores de la cadena y las materias primas que se emplean. De un tiempo para acá ese tipo de procesos están en auge por los nuevos estilos de vida y por consumidores más conscientes de su relación con las prendas y los impactos que estas tienen en el planeta. Además, la pandemia aceleró esas conversaciones.
De acuerdo con Suárez, lo sostenible en moda es poder mantener un producto o negocio a lo largo del tiempo sin afectar el medioambiente, a las personas y la economía. “La honestidad es muy importante en la sostenibilidad. Es un valor relevante. Utilizamos tecnología blockchain para que el usuario pueda conocer el proceso de trazabilidad: cómo se hizo la prenda, quién estuvo involucrado, cuáles fueron los pasos. Así empezamos a validar la transparencia”.
Universo Mola app fue creada para generar espacios de consumo responsable y apoyar emprendimientos latinoamericanos. Además, en la aplicación se encuentran noticias e información sobre la industria y los avances en moda consciente.
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Suárez no está de acuerdo con una frase que resuena que dice que la moda es la segunda industria más contaminante del planeta, superada solo por la petrolera. “La moda trabaja con otras industrias, como la agricultura, la energía, el transporte, y es difícil medir el impacto real para determinar una sentencia tan fuerte”.
Lo que sí está comprobado con estudios, por ejemplo uno realizado por la Fundación Ellen McArthur, es que tras un período de uso corto, el 86 % de la ropa se tira a vertederos o se quema. Además, se estima que la producción mundial de textiles es responsable del 20 % de las aguas residuales y el 8,4 % de los gases de efecto invernadero provienen de los textiles.
“Lyst sacó un informe en 2018 en el que decía que las dos tendencias de búsqueda más importantes fueron sostenibilidad y diversidad. Cada vez somos más conscientes. Hace dos años se estimaba un crecimiento del 33 % de los consumidores que buscaban que sus productos fueran éticos. Ahora estamos llegando al 50 % y la pandemia aceleró esas prioridades de cómo nos estamos relacionando con la ropa, la comida y las personas”, menciona.
La sostenibilidad se debe ver como un balance en tres puntos, dice Suárez: “Un ejemplo es una mesita triangular: una pata es la sociedad, otra el medioambiente y una más la economía. Si tenemos la mesa bien equilibrada y las patas a la misma altura todo lo que pongamos encima va a sostenerse y tener unos buenos cimientos”. Es decir, es importante que las marcas sean responsables con sus procesos medioambientales y a la par que sean justos con sus empleados.
Suárez ve con buenos ojos el panorama de la industria en América Latina porque son países diversos, pero tienen una riqueza invaluable e identitaria. “Tenemos mucha riqueza en mano de obra, saberes y conocimiento desde México hasta la Patagonia, en Argentina. Tenemos muchos valores que debemos poner en valor. Debemos quitarnos la idea de que todo lo que viene de afuera es mejor que lo que podemos producir en Latam”.
Por otro lado, la moda sostenible produce la sensación de ser costosa al requerir una producción con materiales orgánicos y naturales para reducir la huella de carbono y la contaminación que se traduce en precios que no todos podrían asumir. Respecto a ese tema, la diseñadora de moda dice que tiene una frase: “la moda sostenible no es cara es justa”. “Debemos verla como una inversión. Pasamos casi toda nuestra vida en contacto con textiles: al dormir, al salir, etc. Entonces tenemos que ver esa relación más fuerte y empezar a valorar el proceso porque no es algo que nos ponemos y ya. Detrás de todo el proceso de corte, diseño, confección hay personas que son valiosas. El producto cuesta lo que cuesta porque es justo y todos los que están detrás se tienen que beneficiar”, puntualiza Suárez.