Una guía sexy para hacer desnudos seguros
Esta lista de consejos y prácticas, elaborada por la organización Coding Rights, pretende ayudar a que los usuarios que quieran enviar imágenes privadas, o fotos de desnudos, lo hagan de una mejor forma.
Natasha Felizi y Joana Varon
Nos atrevemos a decir que la vasta mayoría de nosotros ansía enviar y recibir imágenes de desnudos, todo el día, todos los días.
Hacer y enviar selfies y desnudos puede ser un ejercicio de autodeterminación, así como uno de placentera resistencia contra el racismo, el sexismo, el machismo, el conservatismo y la normatividad hetero.
Internet nos ha vuelto acosadores a todos y nunca sabemos qué tan sumergidos en ella puedan estar los demás. Así que si quieres compartir desnudos con alguien en quien no confías, te recomendamos que evites mostrar tu cara, tatuajes, marcas de nacimiento, cicatrices, muebles, etc.
Aplicaciones como Obscuracam te permiten pixelar tu cara y otros aspectos de tu cuerpo o del fondo de la imagen que quieras ocultar. Además, hay que tener en cuenta que cada vez que tomas una foto, detalles como la hora y la localización quedan en ella. Esta información es conocida como metadatos y pueden ser usados para identificarte. Para que te deshagas de ellos puedes utilizar editores de metadatos como Photo Exif Editor (disponible para iPhone y Android).
La mayoría de las veces estos ataques se aprovechan de la cantidad de datos que dejamos en línea, como huellas de nuestro uso de internet. Cuando estamos en línea, nuestros gestos, gustos y momentos íntimos están constantemente siendo grabados como bits y bytes, que son transmitidos y almacenados alrededor del planeta. La mayoría de las veces eso sucede sin que sepamos quién colecta esta información, dónde queda almacenada o por cuánto tiempo. Pero aún tenemos la posibilidad de tomar decisiones en este tema.
El derecho a la privacidad es, exactamente, el poder de escoger quién tiene acceso a nuestra información personal, y bajo qué circunstancias. Y este derecho también lo podemos ejercer a través de decisiones informadas sobre las tecnologías de comunicación que usamos. Proteger nuestras comunicaciones y nuestros datos debería ser una preocupación para todos. No se trata de ser un hacker o un geek. Se trata de empoderarnos a través de la curiosidad y la libertad de escoger. Las herramientas para cifrar y las estrategias de seguridad digital están disponibles en línea, son gratuitas y fáciles de usar. Esta guía provee algunos consejos para compartir imágenes privadas de una forma más segura, pero hay mucho más que puedes descubrir en www.antivigilancia.org.
Nunca se te olvide que cada archivo que enviamos a través de una aplicación también llega a un servidor propiedad de una compañía. No tenemos acceso a los datos de esos servidores, pero las empresas que son dueñas de ellos sí y también los gobiernos. Y, aunque muchos servicios prometen seguridad y confidencialidad, hemos visto muchas filtraciones, en Snapchat y Ashley Madison, por ejemplo.
La vida es efímera. Podemos aceptar esto y borrar cada desnudo inmediatamente después de enviarlo (con el modo de autodestrucción activo). Pero guardarlos en un fólder cifrado también puede ser un buen camino. Recuerda que tu teléfono puede crear backups de tus fotos en varias carpetas: es crucial asegurarte que cada copia ha sido borrada. CC cleaner es una aplicación que ayuda a borrar los rastros de los archivos, disponible para Android, Windows y Mac OS. En caso de que quieras guardar estas imágenes en tu computador, asegúrate de usar carpetas cifradas y que sólo tú te sepas la contraseña.
Pero lo máximo acá (lo que mantiene tu trasero a salvo, incluso de la Agencia Nacional de Seguridad de EE. UU.) es usar la suite de PGO, disponible para Windows, Linux y Mac OS. Sólo tienes que crear tus llaves (memorizar la privada, compartir la pública) y usarlas cada vez que quieras enviar desnudos u otros archivos privados.
Una aplicación confiable para compartir cosas íntimas debería ser de código abierto, ofrecer cifrado de principio a fin, bloqueo para capturar pantalla, mensajes que se autodestruyen, que se borran de los dispositivos y los servidores, no debe requerir correo electrónico, número de teléfono o nombre real como datos de suscripción. Esta es una combinación de criterios que no encontramos en ninguna de las aplicaciones que acá mencionamos. Todo lo que probamos tiene ventajas y riesgos. Así que lo más importante acá es saber qué está en juego cuando se usa alguno de estos servicios.
Nunca uses mensajes de texto (SMS), iMessage, Whatsaap, Telegram, Facebook (¡por Dios, no!), Tinder, Happn o cualesquier otras aplicaciones de mensajería que muestra tu teléfono o que te permite descargar las imágenes que son compartidas con otros. También es sabio evitar aplicaciones que no utilicen cifrado de principio a fin, ya que los mensajes sin cifrar son mucho más fáciles de interceptar. Aplicaciones como Confide y Wickr utilizan este tipo de cifrado y hacen que las imágenes desaparezcan después de ser vistas. Esto es muy diferente de Snapchat, por ejemplo, en donde se requiere un número de teléfono para registrar al usuario y que mantiene las imágenes en línea durante 24 horas. Confide y Wickr dificultan mucho más las impresiones de pantalla y te permite saber cuándo alguien lo intenta. El registro en ambos servicios no requiere un número de teléfono. Evita vincular tus cuentas en estas aplicaciones con tu cuenta de correo personal o tu perfil de Facebook, ya que así tus desnudos quedan atados a estas cuentas en algún nivel.
Arte: Galatea La Llorona
Fotos: Fannie Sosa, Carrie Mae Weems, Aleta Valente, Ana Mendieta
Ilustraciones: Ana Pands
Nos atrevemos a decir que la vasta mayoría de nosotros ansía enviar y recibir imágenes de desnudos, todo el día, todos los días.
Hacer y enviar selfies y desnudos puede ser un ejercicio de autodeterminación, así como uno de placentera resistencia contra el racismo, el sexismo, el machismo, el conservatismo y la normatividad hetero.
Internet nos ha vuelto acosadores a todos y nunca sabemos qué tan sumergidos en ella puedan estar los demás. Así que si quieres compartir desnudos con alguien en quien no confías, te recomendamos que evites mostrar tu cara, tatuajes, marcas de nacimiento, cicatrices, muebles, etc.
Aplicaciones como Obscuracam te permiten pixelar tu cara y otros aspectos de tu cuerpo o del fondo de la imagen que quieras ocultar. Además, hay que tener en cuenta que cada vez que tomas una foto, detalles como la hora y la localización quedan en ella. Esta información es conocida como metadatos y pueden ser usados para identificarte. Para que te deshagas de ellos puedes utilizar editores de metadatos como Photo Exif Editor (disponible para iPhone y Android).
La mayoría de las veces estos ataques se aprovechan de la cantidad de datos que dejamos en línea, como huellas de nuestro uso de internet. Cuando estamos en línea, nuestros gestos, gustos y momentos íntimos están constantemente siendo grabados como bits y bytes, que son transmitidos y almacenados alrededor del planeta. La mayoría de las veces eso sucede sin que sepamos quién colecta esta información, dónde queda almacenada o por cuánto tiempo. Pero aún tenemos la posibilidad de tomar decisiones en este tema.
El derecho a la privacidad es, exactamente, el poder de escoger quién tiene acceso a nuestra información personal, y bajo qué circunstancias. Y este derecho también lo podemos ejercer a través de decisiones informadas sobre las tecnologías de comunicación que usamos. Proteger nuestras comunicaciones y nuestros datos debería ser una preocupación para todos. No se trata de ser un hacker o un geek. Se trata de empoderarnos a través de la curiosidad y la libertad de escoger. Las herramientas para cifrar y las estrategias de seguridad digital están disponibles en línea, son gratuitas y fáciles de usar. Esta guía provee algunos consejos para compartir imágenes privadas de una forma más segura, pero hay mucho más que puedes descubrir en www.antivigilancia.org.
Nunca se te olvide que cada archivo que enviamos a través de una aplicación también llega a un servidor propiedad de una compañía. No tenemos acceso a los datos de esos servidores, pero las empresas que son dueñas de ellos sí y también los gobiernos. Y, aunque muchos servicios prometen seguridad y confidencialidad, hemos visto muchas filtraciones, en Snapchat y Ashley Madison, por ejemplo.
La vida es efímera. Podemos aceptar esto y borrar cada desnudo inmediatamente después de enviarlo (con el modo de autodestrucción activo). Pero guardarlos en un fólder cifrado también puede ser un buen camino. Recuerda que tu teléfono puede crear backups de tus fotos en varias carpetas: es crucial asegurarte que cada copia ha sido borrada. CC cleaner es una aplicación que ayuda a borrar los rastros de los archivos, disponible para Android, Windows y Mac OS. En caso de que quieras guardar estas imágenes en tu computador, asegúrate de usar carpetas cifradas y que sólo tú te sepas la contraseña.
Pero lo máximo acá (lo que mantiene tu trasero a salvo, incluso de la Agencia Nacional de Seguridad de EE. UU.) es usar la suite de PGO, disponible para Windows, Linux y Mac OS. Sólo tienes que crear tus llaves (memorizar la privada, compartir la pública) y usarlas cada vez que quieras enviar desnudos u otros archivos privados.
Una aplicación confiable para compartir cosas íntimas debería ser de código abierto, ofrecer cifrado de principio a fin, bloqueo para capturar pantalla, mensajes que se autodestruyen, que se borran de los dispositivos y los servidores, no debe requerir correo electrónico, número de teléfono o nombre real como datos de suscripción. Esta es una combinación de criterios que no encontramos en ninguna de las aplicaciones que acá mencionamos. Todo lo que probamos tiene ventajas y riesgos. Así que lo más importante acá es saber qué está en juego cuando se usa alguno de estos servicios.
Nunca uses mensajes de texto (SMS), iMessage, Whatsaap, Telegram, Facebook (¡por Dios, no!), Tinder, Happn o cualesquier otras aplicaciones de mensajería que muestra tu teléfono o que te permite descargar las imágenes que son compartidas con otros. También es sabio evitar aplicaciones que no utilicen cifrado de principio a fin, ya que los mensajes sin cifrar son mucho más fáciles de interceptar. Aplicaciones como Confide y Wickr utilizan este tipo de cifrado y hacen que las imágenes desaparezcan después de ser vistas. Esto es muy diferente de Snapchat, por ejemplo, en donde se requiere un número de teléfono para registrar al usuario y que mantiene las imágenes en línea durante 24 horas. Confide y Wickr dificultan mucho más las impresiones de pantalla y te permite saber cuándo alguien lo intenta. El registro en ambos servicios no requiere un número de teléfono. Evita vincular tus cuentas en estas aplicaciones con tu cuenta de correo personal o tu perfil de Facebook, ya que así tus desnudos quedan atados a estas cuentas en algún nivel.
Arte: Galatea La Llorona
Fotos: Fannie Sosa, Carrie Mae Weems, Aleta Valente, Ana Mendieta
Ilustraciones: Ana Pands