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Una nueva impresora 3D puede fabricar en un par de horas piezas tanto rígidas como flexibles del tamaño de una persona, lo que supone un avance en la reproducción de partes del cuerpo humano o la fabricación de piezas para aviones, automóviles o de edificios.
Esta máquina de 3,96 metros de altura estará disponible comercialmente en un año y medio con la promesa de la Universidad del Noroeste (NU) en Illinois (EE.UU.) de revolucionar el sector con una productividad récord gracias a su velocidad de impresión.
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Denominada HARP (Impresión Rápida de Gran Área), la nueva impresora garantiza velocidad y resolución, las características más importantes de las actuales impresoras tridimensionales, según un informe que fue publicado este viernes en la revista científica Science.
"La impresión 3D es conceptualmente muy poderosa, pero ha sido limitada en la práctica", dijo al presentar el proyecto Chad Mirkin, profesor de Química de UN y quien dirigió el desarrollo del nuevo equipo.
"Si podemos imprimir más rápidamente sin las limitaciones de materiales y tamaño, podemos revolucionar la manufactura. HARP está lista para lograrlo", aseguró el investigador.
La impresora utiliza una nueva versión de estereolitografía, el sistema que permite convertir plásticos líquidos en objetos sólidos y que ha sido la base de los desarrollos de las impresoras tridimensionales.
Como característica específica, HARP imprime verticalmente y usa rayos ultravioleta para solidificar las resinas líquidas convirtiéndolas en plástico de alta resistencia. El proceso permite imprimir objetos flexibles, sólidos o incluso de consistencia cerámica.
La nueva tecnología también logró superar el problema de las elevadas temperaturas -hasta de 180° C- que alcanzan las impresoras al trabajar a alta velocidad y utilizar luz ultravioleta.
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HARP emplea una sustancia no adhesiva "equivalente a un Teflón líquido" que enfría la máquina durante el proceso de impresión, y puede imprimir cerca 46 centímetros en una hora, lo que representa un récord en el campo de las impresoras 3D, explicó Mirkin.
Para formar los objetos, la impresora envía rayos ultravioletas a través de una ventana a una base 0.23 metros cuadrados mientras configura el producto en un movimiento ascendente.
El teflón líquido circula sobre ventana reduciendo la temperatura y luego es procesado en una unidad de enfriamiento.
"Nuestra tecnología genera el mismo calor que las otras. Pero tenemos una interfaz que elimina ese calor", dijo Mirkin.