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Los usuarios de Facebook e Instagram pronto ya no podrán ser dirigidos a anuncios basados en su interés en ciertos temas delicados, como la orientación sexual y la afiliación política, un cambio importante para la principal red social.
“No ha sido una decisión simple y ha requerido poner en la balanza intereses contrapuestos, dado que había argumentos tanto a favor como en contra”, apuntó en un comunicado el vicepresidente de Meta, Graham Mudd.
La decisión implica que los clientes de las redes sociales (los que pagan para que sus anuncios aparezcan en Facebook o Instagram) ya no podrán seguir lanzando campañas que lleguen únicamente a internautas que se identifiquen como progresistas, por ejemplo, como católicos o como miembros del colectivo LGBT, etc.
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Además, y para evitar casos de discriminación, también quedarán prohibidos algunos conceptos vinculados al mundo de la salud como “concienciación acerca del cáncer de pulmón” y “quimioterapia”.
La compañía ingresó US$84.000 millones de dólares en 2020, principalmente por publicidad. A los anunciantes les atrae poder dirigirse a los consumidores de forma muy precisa y a gran escala a través de miles de categorías de interés.
La decisión pretende evitar que las organizaciones usen estas categorías para alentar a usuarios a tener conductas perjudiciales o peligrosas, y se basa en comentarios de expertos en derechos civiles y legisladores, según explicó Mudd.
A partir del 19 de enero, se eliminarán las relacionadas con orientación sexual, salud, religión, afiliación política, etc. Esto afectará a Facebook, Instagram, Messenger y a la red publicitaria propiedad de la compañía dedicada a la compra-venta de espacios en otros portales de internet.
Previo al asalto al Capitolio en enero, el sitio del Proyecto de Transparencia Tecnológica denunció anuncios armamentistas dirigidos a miembros de grupos de extrema derecha en Washington.
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Autoridades de vivienda de Estados Unidos también demandaron a Facebook en 2019 por permitir anuncios inmobiliarios que “excluyen a personas de color, familias con niños, mujeres y personas con discapacidades”.
Los anunciantes pueden utilizar otras herramientas para segmentar como la geolocalización, por ejemplo, y la plataforma ahora ofrece a los usuarios más control sobre el tipo y la cantidad de anuncios que quieren ver.
Meta, que dejó de llamarse Facebook hace apenas dos semanas, se encuentra en el ojo del huracán después de que una exempleada filtrara a la prensa y al Gobierno de EE.UU. miles de documentos internos que indican que la compañía priorizó en múltiples ocasiones sus beneficios a la seguridad y el bienestar de los usuarios.
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