Videojuegos en físico y digitales, una discusión generacional, estética y ambiental

Antes era mucho más común que las salas de estar o los cuartos de televisión, tuvieran un espacio dedicado única y exclusivamente para la biblioteca de videojuegos.

Foto: Viax Esports

Hay quienes invierten en bibliotecas para coleccionar libros, unos más que hacen lo propio con vinilios para atesorar música, y también hay quienes dedican su tiempo y recursos en adquirir videojuegos en físico: desde CD’s (muy populares no solo para juegos, sino también música y películas en la década de los 90′s y 00′s) hasta los famosos cartuchos de la Nintendo 64. Incluso, la moderna Nintendo Switch conserva la venta de micro SD’s para sus títulos en un mundo que se ha despojado de este tipo de comercialización y ha abrazado el mundo digital.

Ahora es más común tener bibliotecas de videojuegos en la nube, la memoria interna o incluso un disco duro. Sin embargo, esto no siempre fue así. Los cartuchos fueron la primera opción para la fabricación de juegos por su precio y la relativa garantía de evitar daños. Con el paso del tiempo los CD’s se tomaron el mercado como una opción de almacenar mayor cantidad de información. La PlayStation 1 fue la consola que popularizó esta forma de jugar y desde ese momento la gran mayoría de desarrolladores utilizan los CD’s para vender títulos.

Sin embargo, con los cambios en la tecnología parecen haber desaparecido de la faz de la tierra las tiendas de música vendiendo álbumes en físico o los kioscos de películas ofreciendo miles de filmes para ver en casa. Una transición que también se vio claramente en la industria de los videojuegos, aunque hay quienes se resisten al cambio.

Ventajas de los videojuegos en físico

Para muchos jugadores (gamers) es fácil dejarse seducir por la experiencia tangible de tener en sus manos un disco físico. Esto es algo propio de las personas que crecieron con las primeras consolas de videojuegos.

Hay otros que disfrutan hacer de sus compras una colección. Esto no solo tiene un valor monetario, sino también sentimental para quienes llenan anaqueles con sus títulos favoritos. Una afición muy bien pagada por los más puristas.

La reventa o intercambio de CD’s o cartuchos era muy habitual, incluso algunos distribuidores hoy nutren sus tiendas con los juegos que otros vendieron. Esta es una actividad que además crea comunidad entre amigos que se prestan los juegos.

Desventajas de los videojuegos en físico

El precio puede variar entre la antigüedad del título y el lugar de compra, pero en almacenes de cadenas o distribuidores autorizados de las compañías de las consolas, hoy no hay mucha variedad y lo poco que hay es mucho más costoso que su versión digital.

Aunque resulte muy satisfactorio para los usuarios, acumular y acumular portadas de videojuegos en sus casas, es inevitable que consuma espacio vital. También es común que el paso del tiempo y el polvo deterioren el estado de los discos.

Es más común que un disco se raye, se rompa o simplemente el uso lo dañe. Esto va a depender mucho del dueño del juego, pero en términos generales conservar un título en físico requiere un gran esfuerzo logístico y económico.

Uno de los factores más importante es el ambiental. Los juegos físicos aparte de consumir espacio, consumen recursos vitales como agua y plástico que después se pueden convertir en desechos que toman miles de años en descomponerse naturalmente.

Aparte de tener que sacar un disco o cartucho de su estuche, ponerlo en la bandeja de entrada e iniciar el juego, ritual que es valioso para algunos, los discos no pueden corregir errores de programación. Algo que a los juegos digitales solo les cuesta una actualización en línea.

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Ventajas de los videojuegos digitales

Hoy es muy fácil acceder a la tienda en línea de Xbox o PlayStation para comprar inmediatamente un juego digital. Las grandes filas para comprar el último videojuego parecen haber quedado en el pasado.

Si con los títulos físicos se pueden crear bibliotecas, con su versión digital también se pueden hacer de manera virtual. Otra ventaja es que después de descargar un juego, la instalación se puede repetir infinidad de veces.

Los títulos digitales tienen acceso multidispositivo porque los juegos se compran a nombre de una cuenta, y no de una consola. Esto permite que quien compre un videojuego, pueda jugarlo en su casa, la de un amigo y sin restricción geográfica.

Desventajas de los videojuegos digitales

Una de las quejas de los usuarios respecto a este tipo de juegos es la dependencia con el servidor. La empresa desarrolladora del título tiene la potestad de eliminarlo de la web y con él se va la inversión hecha por el gamer de tener un videojuego digital.

Algunos señalan que esa hermandad fundamentada en el préstamo de CD’s fue destruida por los juegos digitales, ya que estos son intransferibles. Es posible compartir la cuenta con la que se compró, pero sí juega un amigo, no puede jugar el dueño.

Cada vez es más común que los gamers dependan de internet para poder jugar. Con las copias de juegos digitales la mayoría de las funciones y actualizaciones se hacen con una conexión a internet, que de no ser buena, limita las posibilidades de uso.

Aunque hoy en día la Xbox Series S y una versión de la PS5 son consolas sin bandeja de entrada para discos e invierten ese dinero en ofrecer mayor capacidad de almacenamiento, es recurrente que muchos jugadores se vean obligados a desinstalar un juego, para descargar otro porque su almacenamiento es muy pequeño.

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Según cifras de Statista, en 2023 se vendieron 6.300 millones de dólares, por concepto de juegos digitales, solo en América Latina. Sin embargo, parece que el futuro está apuntando a juegos en streaming que funcionen bajo suscripciones mensuales y actualizaciones constantes en un servidor web. Esto quiere decir que ya no serán necesarias las consolas, algo que parece aún muy adelantado para quienes no se acostumbran a que los CD’s y cartuchos son parte de una historia cada vez más lejana.