Watson para oncología: una máquina para medicina más humana
Esta institución se apoyará en técnicas de inteligencia artificial y análisis de datos para complementar los diagnósticos y avenidas de tratamiento de algunos de sus pacientes con cáncer.
Santiago La rotta
En el mundo, 58 hospitales en 13 países utilizan servicios de análisis de datos e inteligencia artificial para complementar los diagnósticos y las posibilidades de tratamiento que diseñan sus doctores, principalmente en el área de oncología. En Latinoamérica, dos instituciones brasileñas y una mexicana hacen uso de esta tecnología y, desde hoy, la Fundación Santa Fe, en Bogotá, se une a este grupo.
La salud en general y la oncología en particular son algunas de las áreas en las que IBM ha enfocado a Watson, su paraguas de servicios de inteligencia artificial y big data, que es bien reconocido por ganar un juego de Jeopardy en 2011, pero que viene produciendo resultados interesantes en la asistencia médica a los oncólogos.
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“Hay que ser muy claros: Watson no reemplaza a un médico ni al cuidado humano”, asegura Andrés Rodríguez, director de oncología de la Fundación Santa Fe. En palabras sencillas, el sistema ofrece el análisis y la compilación de una cantidad sobrehumana de información que, en conjunto con la historia clínica de un paciente, puede abrir otras avenidas de tratamiento, una especie de segunda opinión sobre un caso en particular.
Más allá de jugar Jeopardy, Watson ha estado ocupado leyendo sobre medicina, pero también analizando los procedimientos y trámites que el Ministerio de Justicia de Brasil puede acelerar para mejorar la atención al ciudadano.
Este sistema es una de las grandes apuestas de IBM y su pilar más fuerte en lo que ha denominado computación cognitiva: una estrategia que pretende revolucionar el análisis de datos mediante el uso de tecnologías como inteligencia artificial, aprendizaje de máquinas y reconocimiento de lenguaje, entre otras, para proveer productos que lleguen a una amplia variedad de clientes, bien sean hospitales o agricultores.
En 2015, IBM compró la parte digital de The Weather Company, dueña de The Weather Channel (aunque en el negocio no estaba incluido el canal de televisión). La porción de la compañía que adquirió era responsable en su momento del procesamiento diario de unos 40 TB de datos relacionados con el clima. Al año siguiente, IBM comenzó a ofrecer pronósticos del clima a pequeña escala, útiles en su mayoría para zonas pequeñas y muy específicas e ideales para agricultores o empresas con operaciones claves en una zona determinada. Los datos de los sensores y estaciones climáticas que alimentan la plataforma también van para Watson.
Como cualquier otro producto de inteligencia artificial, Watson va refinando sus conocimientos y su procesamiento en la medida que recibe mayor información para su entrenamiento. Los entrenadores oficiales del sistema son los médicos del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, quienes curan buena parte de la información que alimenta la enorme base de datos del sistema. Este también revisa unas 300 revistas científicas, 200 libros especializados y 15 millones de páginas de texto para realizar valoraciones sobre casos reales que le presentan los médicos.
“Lo que recibimos de Watson es ayuda para procesar la enorme cantidad de información relevante que hay en el mundo de la medicina y la oncología. Un médico, por más actualizado que esté, no puede estar al tanto de todo lo que se publica en su campo. Watson sí, y esta información puede ser relevante para un caso”, señala el doctor Rodríguez. De acuerdo con los análisis de IBM, hasta 2020 la información médica mundial se duplicará cada 73 días.
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Ahora, Rodríguez es rápido en asegurar que Watson no será la primera opción para todos los pacientes, pues cada caso, y cada patología, tiene caminos definidos. “Watson será un aliado en los casos más complejos, en los que los tratamientos no surtan los efectos deseados o en los que haya otras enfermedades de base que compliquen las cosas”. En la fundación, Watson será aplicado en 11 tipos de cáncer, especialmente en los de mayor incidencia en Colombia: seno, tiroides, próstata y gastro.
Todo el procesamiento del sistema se hace en la nube de Watson, que a su vez accede a bases de datos de la fundación para alimentar sus diagnósticos. El sistema en sí es una plataforma de procesamiento, no de almacenamiento de los datos, algo que resulta importante desde el punto de vista de privacidad y seguridad de información confidencial y delicada, como datos de salud.
Rodríguez cuenta que la decisión de incluir a Watson no fue un asunto fácil, ni rápido. “Esto es como un matrimonio. Yo comencé a oír de esta tecnología hace dos o tres años y desde entonces estuvimos analizando si era posible, y cómo, construir una relación a futuro. La fundación es una institución muy seria, que no invierte en algo sin pensarlo ni analizarlo. Y en esto aplica un refrán que dice que la moda más segura es la penúltima moda. Watson ya tiene un tiempo y unos resultados y pensamos que nos puede ayudar a ofrecer más avenidas de tratamiento para nuestros pacientes”.
Bajo el acuerdo que suscribieron IBM y la Fundación Santa Fe, Watson podrá procesar la información de unos 500 pacientes anualmente, aunque Rodríguez asegura que esto puede incrementarse en el futuro, conforme se estabilice una relación que de todas formas es nueva. Las partes no revelaron el costo del proyecto.
En el mundo, 58 hospitales en 13 países utilizan servicios de análisis de datos e inteligencia artificial para complementar los diagnósticos y las posibilidades de tratamiento que diseñan sus doctores, principalmente en el área de oncología. En Latinoamérica, dos instituciones brasileñas y una mexicana hacen uso de esta tecnología y, desde hoy, la Fundación Santa Fe, en Bogotá, se une a este grupo.
La salud en general y la oncología en particular son algunas de las áreas en las que IBM ha enfocado a Watson, su paraguas de servicios de inteligencia artificial y big data, que es bien reconocido por ganar un juego de Jeopardy en 2011, pero que viene produciendo resultados interesantes en la asistencia médica a los oncólogos.
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“Hay que ser muy claros: Watson no reemplaza a un médico ni al cuidado humano”, asegura Andrés Rodríguez, director de oncología de la Fundación Santa Fe. En palabras sencillas, el sistema ofrece el análisis y la compilación de una cantidad sobrehumana de información que, en conjunto con la historia clínica de un paciente, puede abrir otras avenidas de tratamiento, una especie de segunda opinión sobre un caso en particular.
Más allá de jugar Jeopardy, Watson ha estado ocupado leyendo sobre medicina, pero también analizando los procedimientos y trámites que el Ministerio de Justicia de Brasil puede acelerar para mejorar la atención al ciudadano.
Este sistema es una de las grandes apuestas de IBM y su pilar más fuerte en lo que ha denominado computación cognitiva: una estrategia que pretende revolucionar el análisis de datos mediante el uso de tecnologías como inteligencia artificial, aprendizaje de máquinas y reconocimiento de lenguaje, entre otras, para proveer productos que lleguen a una amplia variedad de clientes, bien sean hospitales o agricultores.
En 2015, IBM compró la parte digital de The Weather Company, dueña de The Weather Channel (aunque en el negocio no estaba incluido el canal de televisión). La porción de la compañía que adquirió era responsable en su momento del procesamiento diario de unos 40 TB de datos relacionados con el clima. Al año siguiente, IBM comenzó a ofrecer pronósticos del clima a pequeña escala, útiles en su mayoría para zonas pequeñas y muy específicas e ideales para agricultores o empresas con operaciones claves en una zona determinada. Los datos de los sensores y estaciones climáticas que alimentan la plataforma también van para Watson.
Como cualquier otro producto de inteligencia artificial, Watson va refinando sus conocimientos y su procesamiento en la medida que recibe mayor información para su entrenamiento. Los entrenadores oficiales del sistema son los médicos del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, quienes curan buena parte de la información que alimenta la enorme base de datos del sistema. Este también revisa unas 300 revistas científicas, 200 libros especializados y 15 millones de páginas de texto para realizar valoraciones sobre casos reales que le presentan los médicos.
“Lo que recibimos de Watson es ayuda para procesar la enorme cantidad de información relevante que hay en el mundo de la medicina y la oncología. Un médico, por más actualizado que esté, no puede estar al tanto de todo lo que se publica en su campo. Watson sí, y esta información puede ser relevante para un caso”, señala el doctor Rodríguez. De acuerdo con los análisis de IBM, hasta 2020 la información médica mundial se duplicará cada 73 días.
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Ahora, Rodríguez es rápido en asegurar que Watson no será la primera opción para todos los pacientes, pues cada caso, y cada patología, tiene caminos definidos. “Watson será un aliado en los casos más complejos, en los que los tratamientos no surtan los efectos deseados o en los que haya otras enfermedades de base que compliquen las cosas”. En la fundación, Watson será aplicado en 11 tipos de cáncer, especialmente en los de mayor incidencia en Colombia: seno, tiroides, próstata y gastro.
Todo el procesamiento del sistema se hace en la nube de Watson, que a su vez accede a bases de datos de la fundación para alimentar sus diagnósticos. El sistema en sí es una plataforma de procesamiento, no de almacenamiento de los datos, algo que resulta importante desde el punto de vista de privacidad y seguridad de información confidencial y delicada, como datos de salud.
Rodríguez cuenta que la decisión de incluir a Watson no fue un asunto fácil, ni rápido. “Esto es como un matrimonio. Yo comencé a oír de esta tecnología hace dos o tres años y desde entonces estuvimos analizando si era posible, y cómo, construir una relación a futuro. La fundación es una institución muy seria, que no invierte en algo sin pensarlo ni analizarlo. Y en esto aplica un refrán que dice que la moda más segura es la penúltima moda. Watson ya tiene un tiempo y unos resultados y pensamos que nos puede ayudar a ofrecer más avenidas de tratamiento para nuestros pacientes”.
Bajo el acuerdo que suscribieron IBM y la Fundación Santa Fe, Watson podrá procesar la información de unos 500 pacientes anualmente, aunque Rodríguez asegura que esto puede incrementarse en el futuro, conforme se estabilice una relación que de todas formas es nueva. Las partes no revelaron el costo del proyecto.