¿Cuántas veces hemos recibido un mensaje directo, sin un “hola” o un “buen día”? Este pequeño gesto de cortesía, que parece tan insignificante, tiene un impacto profundo en la manera en que nos relacionamos. Saludar no solo es una forma de ser educado, sino que también establece un tono positivo para la conversación. Es un recordatorio de que, al otro lado de la pantalla, hay una persona que merece nuestro respeto y atención.
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Saludar en persona y saludar en Whatsapp
En este sentido, saludar por WhatsApp es tan importante como hacerlo en persona. Aunque la comunicación digital nos hace sentir distantes y muchas veces impersonal, el valor social y humano de un saludo sigue siendo el mismo. Cuando nos encontramos con alguien cara a cara, ¿acaso no es común decir “hola” antes de pedir algo o iniciar una charla? Ese mismo principio debería aplicarse en nuestras conversaciones digitales. Saludar no solo es una señal de cortesía, sino una forma de reconocer la presencia del otro, ya sea en una interacción física o virtual.
Decir “hola”, “buen día” o “cómo estás” no debería verse como una pérdida de tiempo, sino como una inversión en la calidad de la comunicación. Un simple saludo puede marcar la diferencia entre una interacción fría y una cálida. Además, este gesto ayuda a construir puentes, a reducir malentendidos y a crear un ambiente más amigable y colaborativo.
En una sociedad donde la inmediatez es la norma, tomarse un segundo para saludar puede parecer anticuado, pero es precisamente en estos pequeños detalles donde radica la humanidad de nuestras conversaciones digitales. Recordemos que, al fin y al cabo, estamos hablando con personas, no con máquinas.
La próxima vez que envíes un mensaje, no olvides saludar. Es un pequeño acto que puede tener un gran impacto.
*Contenido generado por IA, bajo la supervisión de un periodista.
