Whatsapp, Telegram, Signal... ¿qué las diferencia y cuál sería mejor usar?
La actualización de la política de privacidad de Whatsapp suscitó la pregunta de si sería mejor pasarse a Telegram, plataforma que, sin embargo, también recopila datos personales.
Desde el próximo 8 de febrero entrará a regir la nueva política de privacidad de Whatsapp (salvo en los países de la Unión Europea). La actualización ha llamado la atención sobre todo por los datos de los usuarios que esta aplicación compartirá con Facebook, ambas propiedad de Facebook Inc.
Entre los datos que recopila la empresa están el número telefónico, información de transacciones (si se utilizan los servicios de pago) y la ubicación a través de la dirección IP. Según Whatsapp, esta información se emplea para “operar y proporcionar nuestros servicios, que incluyen proporcionarte soporte técnico, completar compras o transacciones, mejorar, corregir y personalizar nuestros servicios, así como conectarlos con los productos de las empresas de Facebook que uses”.
En otras palabras, la idea es integrar la información que Whatsapp comparte y recibe para que, por ejemplo, el usuario reciba en Facebook o Instagram publicidad más pertinente.
No aceptar estas condiciones implica no poder usar Whatsapp. La empresa aclara, sin embargo, que, con el cifrado de extremo a extremo, los mensajes de los usuarios se encriptan “de modo que no pueden ser leídos ni por nosotros (Whatsapp) ni por terceros”.
Esta actualización ha suscitado la pregunta de si es mejor pasarse a otras aplicaciones, como Telegram o Signal.
Para responder la pregunta, es necesario, primero, entender qué implica la política de Whatsapp que ahora se pone sobre la mesa. Consultamos sobre esto a Carolina Botero, directora de la Fundación Karisma, que vela por los derechos humanos en entornos digitales, y columnista de este diario.
Botero explica que la empresa está “haciendo explícita la forma como Whatsapp se integrará en el negocio con Facebook, al fin y al cabo pertenece a esa empresa y por tanto va a compartir datos de tus comunicaciones con Facebook”. Añade que, a su vez, Facebook usará esta información para su negocio, que consiste en el perfilamiento de los usuarios (con base en los datos personales) con el fin de hacer publicidad dirigida.
Botero reitera que Whatsapp “no está metiéndose con las comunicaciones (el mensaje) y seguirá cifrando el canal (la forma como esto sucede también puede variar en las diferentes herramientas) pero está explicando cuáles son los metadatos [información distinta de los mensajes que enviamos y recibimos] que recoge, guarda y comparte con Facebook”. Aunque no se comparta lo que hablamos con otras personas, “a veces con que se sepa con quién hablo, desde dónde y cuándo puede ser información que no quiero que otros tengan”, dice la directora de Karisma.
Al hablar de una comparación con otras plataformas, la experta asegura que Whatsapp “recoge más metadatos que Telegram y muchos más que Signal, pero menos que el Messenger de Facebook”. Whatsapp asegura que esos datos se usan para mejorar su servicio, entre otras cosas. Sin embargo, Botero señala que se recopilan y guardan para que estén disponibles si son solicitados, por ejemplo, por la Policía.
Ahora bien, ¿qué aplicación usar? Probablemente la respuesta dependerá de los usos, beneficios o características que para el consumidor sean prioridad, además de que las personas con las que interactuamos utilicen o estén dispuestos a usar canales de comunicación alternativos.
Si se trata de experiencia de usuario, una plataforma como Telegram puede ser muy similar a Whatsapp. Cuenta con características como la confirmación de que un mensaje fue entregado o leído, se pueden hacer llamadas, compartir archivos, entre otros. Sin embargo, esta aplicación también recolecta datos de los consumidores y, al igual que Whatsapp, no encripta los metadatos. Aunque Telegram contaba ya con mensajes que se pueden “autodestruir” (algo similar a lo que recientemente anunció Whatsapp), no todos los mensajes están cifrados de punto a punto, como sí sucede en la plataforma propiedad de Facebook Inc.
En 2019, en medio de la protestas convocadas en el marco del Paro Nacional, Karisma entregó una serie de recomendaciones de seguridad digital, entre las que estaba comunicarse de forma segura. Para la fundación la mejor aplicación en ese momento era Signal.
“No recomendamos usar WhatsApp, porque almacena y comparte metadatos con otras aplicaciones y empresas relacionadas con Facebook. Tampoco aconsejamos usar Telegram, porque los chats y grupos no tienen cifrado de extremo a extremo”, explicó Karisma en ese momento. Añadió: “Signal permite configurar un pin adicional para ver los mensajes en la aplicación, lo que es una capa adicional de seguridad. También impide que se tomen capturas de pantalla de las conversaciones”.
Según el portal securemessagingapps.com, que se dio a la tarea de comparar distintos aspectos de las aplicaciones de mensajería que se precian de su seguridad, con el fin de evaluarlas, las más adecuadas son Signal —por sus sólidas características de seguridad y modelo de financiación no basado en datos—, Threema —que se puede usar de forma anónima y bajo un modelo pagado por el usuario— y Wire —pese a algunas diferencias en los niveles de seguridad, es recomendado por igual a Threema para el “usuario promedio”—. El sitio cuenta con una tabla comparativa entre los atributos de las plataformas, como la recolección de datos, la encriptación, la posibilidad de acceder de forma anónima, entre otros.
Desde el próximo 8 de febrero entrará a regir la nueva política de privacidad de Whatsapp (salvo en los países de la Unión Europea). La actualización ha llamado la atención sobre todo por los datos de los usuarios que esta aplicación compartirá con Facebook, ambas propiedad de Facebook Inc.
Entre los datos que recopila la empresa están el número telefónico, información de transacciones (si se utilizan los servicios de pago) y la ubicación a través de la dirección IP. Según Whatsapp, esta información se emplea para “operar y proporcionar nuestros servicios, que incluyen proporcionarte soporte técnico, completar compras o transacciones, mejorar, corregir y personalizar nuestros servicios, así como conectarlos con los productos de las empresas de Facebook que uses”.
En otras palabras, la idea es integrar la información que Whatsapp comparte y recibe para que, por ejemplo, el usuario reciba en Facebook o Instagram publicidad más pertinente.
No aceptar estas condiciones implica no poder usar Whatsapp. La empresa aclara, sin embargo, que, con el cifrado de extremo a extremo, los mensajes de los usuarios se encriptan “de modo que no pueden ser leídos ni por nosotros (Whatsapp) ni por terceros”.
Esta actualización ha suscitado la pregunta de si es mejor pasarse a otras aplicaciones, como Telegram o Signal.
Para responder la pregunta, es necesario, primero, entender qué implica la política de Whatsapp que ahora se pone sobre la mesa. Consultamos sobre esto a Carolina Botero, directora de la Fundación Karisma, que vela por los derechos humanos en entornos digitales, y columnista de este diario.
Botero explica que la empresa está “haciendo explícita la forma como Whatsapp se integrará en el negocio con Facebook, al fin y al cabo pertenece a esa empresa y por tanto va a compartir datos de tus comunicaciones con Facebook”. Añade que, a su vez, Facebook usará esta información para su negocio, que consiste en el perfilamiento de los usuarios (con base en los datos personales) con el fin de hacer publicidad dirigida.
Botero reitera que Whatsapp “no está metiéndose con las comunicaciones (el mensaje) y seguirá cifrando el canal (la forma como esto sucede también puede variar en las diferentes herramientas) pero está explicando cuáles son los metadatos [información distinta de los mensajes que enviamos y recibimos] que recoge, guarda y comparte con Facebook”. Aunque no se comparta lo que hablamos con otras personas, “a veces con que se sepa con quién hablo, desde dónde y cuándo puede ser información que no quiero que otros tengan”, dice la directora de Karisma.
Al hablar de una comparación con otras plataformas, la experta asegura que Whatsapp “recoge más metadatos que Telegram y muchos más que Signal, pero menos que el Messenger de Facebook”. Whatsapp asegura que esos datos se usan para mejorar su servicio, entre otras cosas. Sin embargo, Botero señala que se recopilan y guardan para que estén disponibles si son solicitados, por ejemplo, por la Policía.
Ahora bien, ¿qué aplicación usar? Probablemente la respuesta dependerá de los usos, beneficios o características que para el consumidor sean prioridad, además de que las personas con las que interactuamos utilicen o estén dispuestos a usar canales de comunicación alternativos.
Si se trata de experiencia de usuario, una plataforma como Telegram puede ser muy similar a Whatsapp. Cuenta con características como la confirmación de que un mensaje fue entregado o leído, se pueden hacer llamadas, compartir archivos, entre otros. Sin embargo, esta aplicación también recolecta datos de los consumidores y, al igual que Whatsapp, no encripta los metadatos. Aunque Telegram contaba ya con mensajes que se pueden “autodestruir” (algo similar a lo que recientemente anunció Whatsapp), no todos los mensajes están cifrados de punto a punto, como sí sucede en la plataforma propiedad de Facebook Inc.
En 2019, en medio de la protestas convocadas en el marco del Paro Nacional, Karisma entregó una serie de recomendaciones de seguridad digital, entre las que estaba comunicarse de forma segura. Para la fundación la mejor aplicación en ese momento era Signal.
“No recomendamos usar WhatsApp, porque almacena y comparte metadatos con otras aplicaciones y empresas relacionadas con Facebook. Tampoco aconsejamos usar Telegram, porque los chats y grupos no tienen cifrado de extremo a extremo”, explicó Karisma en ese momento. Añadió: “Signal permite configurar un pin adicional para ver los mensajes en la aplicación, lo que es una capa adicional de seguridad. También impide que se tomen capturas de pantalla de las conversaciones”.
Según el portal securemessagingapps.com, que se dio a la tarea de comparar distintos aspectos de las aplicaciones de mensajería que se precian de su seguridad, con el fin de evaluarlas, las más adecuadas son Signal —por sus sólidas características de seguridad y modelo de financiación no basado en datos—, Threema —que se puede usar de forma anónima y bajo un modelo pagado por el usuario— y Wire —pese a algunas diferencias en los niveles de seguridad, es recomendado por igual a Threema para el “usuario promedio”—. El sitio cuenta con una tabla comparativa entre los atributos de las plataformas, como la recolección de datos, la encriptación, la posibilidad de acceder de forma anónima, entre otros.