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Los colombianos volvemos a tener la posibilidad de viajar tras las medidas dispuestas por el Gobierno Nacional. El Decreto 1168 permitió toda la actividad turística desde el primero de septiembre con cuatro excepciones: bares, discotecas, eventos masivos y consumo de alcohol en espacios públicos y establecimientos de comercio. Entonces, en este distanciamiento individual responsable, lo fundamental es la disciplina ciudadana y el seguimiento, de manera estricta, de los protocolos de bioseguridad.
De acuerdo con el último análisis de Airbnb, los residentes del país quieren viajar localmente y en familia o con pequeños grupos de amigos; de hecho, el 70 % de las búsquedas realizadas en la plataforma durante julio de 2020 fueron para destinos domésticos.
En este escenario, los viajes a destinos cercanos cobrarán protagonismo, no sólo por la facilidad de movilización, sino porque muchos desean cambiar de ambiente, salir de la rutina, reconectarse con la naturaleza y vivir experiencias únicas.
Estas son siete casas, cerca de Bogotá, para pasar unos días de descanso y relajación, además, son algunos de los espacios con mejores reseñas en Airbnb. Hay para todos los gustos.
1. Hacienda San Ángel, Tota (Boyacá)
Esta amplia casa campestre incrustada en la montaña tiene una playa privada y jardines que complementan una vista única a la laguna de Tota. Con disponibilidad para recibir a 11 huéspedes, zona de BBQ, paisajes de agua y montaña, cancha de microfútbol, este espacio se convierte en un tesoro para grupos de amigos o familias que sueñan con escapar de la ciudad y reconectarse con la naturaleza.
La Hacienda San Ángel está ubicada en Tota, el municipio más antiguo de Boyacá, según su año de fundación, y que comparte la laguna que lleva su nombre con los municipios de Cuítiva y Aquitania.
Esta laguna es un eslabón más de la gran cadena turística de Boyacá, formada por paisajes campestres, ciudades y pueblos con reliquias arquitectónicas coloniales.
Según el análisis realizado por la plataforma Airbnb, Boyacá es uno de los destinos que más genera interés para pasar vacaciones de fin de año, pues en lugares como Sogamoso (a 25 kilómetros de Tota) la porción de búsquedas para check-ins en enero 2021 creció un 200 % vs. 2019.
2. Casa en el aire, Choachí (Cundinamarca)
Esta microcasa de madera, ubicada en una reserva natural en la zona rural de Choachí, es un santuario para respirar aire puro y descansar. Desde desayunar en el balcón frente a un paisaje de frondosos árboles, hasta leer en medio de los muebles construidos con materiales ecológicos. Cada experiencia en Casa en el aire será un reencuentro con la naturaleza.
Este acogedor lugar está entre árboles, flores, el cantar de los pájaros y el sonido del agua; en la reserva natural podrá encontrar dos quebradas: el Uval y Cucuate, una cascada pequeña, senderos ecológicos, el Jardín de la Felicidad y un vivero. Además, quienes visiten la casa, pueden pasar la tarde en el techo vivo de la Casa Gestante (la principal), que tiene una vista increíble.
La reserva tiene un área de una hectárea y es una muestra de la biodiversidad de nuestro país, ya que allí se encuentran 210 especies de plantas y árboles, animales como zarigüeyas, ardillas, comadrejas, 38 especies de aves, 99 especies de mariposas, y además, ha sido reforestada con especies nativas.
En la Casa en el aire son respetuosos con el ambiente. Su objetivo es aportar a la creación de conciencia sobre la conservación y protección de la naturaleza.
3. Hichatana, Villa de Leyva (Boyacá)
Más cerca del cielo y con una vista al infinito, esta casa de campo está ubicada a tres kilómetros de la famosa Plaza Principal de Villa de Leyva, una de las más grandes de América. Aunque la ubicación central de Hichatana resulta ideal para conocer el municipio, la sala amplia con chimenea y vista hacia las montañas, así como su jardín con frutales, es suficiente para alejarse del ritmo vertiginoso de la ciudad y refugiarse en la calma del paisaje boyacense.
Villa de Leyva, ubicado a 160 kilómetros de Bogotá, está cargado de arquitectura colonial y es uno de los Pueblos Patrimonio de Colombia más populares para los colombianos que quieren alejarse del ritmo de la ciudad y adentrarse en una villa tranquila, llena de historias y verdes paisajes.
(Lea también: 7 Pueblos Patrimonio de Colombia para visitar en familia)
4. Lugar de paz de Pialpí, San Antonio del Tequendama (Cundinamarca)
Esta casa de campo en el pico de la montaña, rodeada por bosques andinos tropicales, jardines de orquídeas y enormes rocas antiguas, es un tesoro por descubrir a solo una hora y media de Bogotá.
Este espacio, ideal para avistamiento de aves y caminatas entre un amplio jardín, se encuentra a 40 minutos del famoso Salto del Tequendama, a 15 minutos de la cascada El Tambo y a 30 minutos de la laguna de Pedro Palo.
(Lea también: 7 lugares ideales para el avistamiento de aves en Colombia)
San Antonio de Tequendama, que se sitúa a 56 kilómetros de Bogotá, carga un legado histórico y patrimonial reflejado en los registros artísticos de las culturas amerindias panche y muisca. En sus paisajes y reservas naturales los viajeros suelen encontrar un escape perfecto para descubrir la tranquilidad de la naturaleza mientras apoyan el ecoturismo.
5. Unkai, una casita en el árbol, Choachí (Cundinamarca)
Este espacio circular rodeado de bosques y quebradas nació para que sus huéspedes se conecten con la fuerza creadora de la naturaleza, como describe su anfitrión en el anuncio. Además, Unkai es uno de los espacios que en los últimos meses se ha comprometido con el Protocolo Global de Limpieza Avanzada de Airbnb, un riguroso conjunto de estándares de limpieza desarrollados con expertos líderes en salud y hospitalidad para mitigar el impacto del COVID-19.
Por su parte, a tan solo 32 kilómetros de Bogotá, Choachí esconde algunos de los paraísos naturales más sorprendentes del departamento y responde a la tendencia identificada por Airbnb en su último análisis, según el cual la porción de búsquedas para destinos de hasta 80 km de distancia aumentó más del doble en relación con un año atrás.
Entre deportes extremos, talleres de yoga o agricultura y cascadas naturales como La Chorrera, la más alta de Colombia y la número 60 del mundo, los viajeros encuentran en este municipio un escape de la rutina y una posibilidad de aventura a pocos minutos de la ciudad.
6. Paraíso Tropical, Tobia (Cundinamarca)
A dos horas de Bogotá, este espacio rodeado de árboles tropicales es un escape de clima cálido que puede recibir hasta 12 huéspedes. Ideal para las familias o grupos de amigos que buscan privacidad y aventura. En Paraíso Tropical es posible disfrutar de la piscina, montar caballo, hacer un BBQ o practicar ciclismo de montaña.
Este municipio es un lugar para aventureros y amantes de los deportes extremos; está rodeado por parques naturales, cascadas y túneles. A 74 kilómetros de Bogotá, alberga grandes cultivos de caña de azúcar y árboles frutales de naranja, mandarina, plátano y yuca que adornan el paisaje compuesto por montañas y ríos.
7. Elegante villa privada de estilo mexicano, Anapoima (Cundinamarca)
Esta es una verdadera villa de estilo mexicano a 10 minutos de Anapoima, con una capacidad para 17 personas y una enorme terraza con increíbles vistas a las montañas, en uno de los mejores climas del mundo.
Atención obsesiva al detalle, exuberantes jardines tropicales privados, increíble piscina privada, jacuzzi, BBQ a gas y todo lo necesario para tener unos días de descanso, sin descuidar nunca la comodidad y la elegancia.