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1. Puente de Boyacá
Ventaquemada, Boyacá
El Puente de Boyacá, ubicado en el complejo histórico Campo de Boyacá, es el lugar donde se libró la batalla que consagró la independencia colombiana el 7 de agosto de 1819. Es un monumento declarado Patrimonio Cultural de la Nación y pertenece al Distrito Histórico y Cultural de la ciudad de Tunja, en el municipio de Ventaquemada.
Cerca del puente se erigen las estatuas de los próceres Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander; el obelisco y el arco del triunfo, entre otros monumentos.
Está ubicado a 18 kilómetros al sur de Tunja, la capital de Boyacá, y a 129 kilómetros aproximadamente desde Bogotá.
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2. Lanceros del Pantano de Vargas
Paipa, Boyacá
Es una estructura con la que se les hace un homenaje al general venezolano Juan José Rondón y a sus 14 lanceros, cuya participación fue decisiva en la batalla que se libró el 25 de julio de 1819 entre las tropas de Simón Bolívar y las del general español José María Barreiro. La obra se levanta en el sitio del combate.
El monumento del Pantano de Vargas fue elaborado por el maestro Rodrigo Arenas Betancourt y diseñado por el ingeniero Guillermo González Zuleta. Se erigió en 1969, en homenaje a los 150 años de la independencia.
Fue declarado bien de interés cultural por medio del decreto 1744 del 1 de septiembre de 1975 y es uno de los monumentos más grandes e imponentes de Colombia.
La escultura de bronce, acero y concreto que muestra a los catorce jinetes llaneros en sus cabalgaduras en plena carga, mide 100 metros de largo, 30 de ancho y 33 de alto.
Los 15 caballos son de bronce y pesan cada uno 3 toneladas; toda la estructura pesa aproximadamente 235 toneladas.
3. Hacienda el Salitre
Paipa, Boyacá
El 4 de agosto de 1819, tras la derrota del general Barreiro en el Pantano de Vargas, la Casona fue el lugar de reunión de los generales Bolívar y Soublette, quienes se alojaron en ella, con su estado mayor, durante tres días.
Cuando se consolidó la Independencia, la familia Ortiz recuperó la Casona, que desde entonces fue propiedad de notables familias boyacenses hasta que fue vendida al departamento de Boyacá.
Quienes hoy la visitan encuentran uno de los más fieles reflejos de la clásica casona colonial. Y esto se debe a la labor que realizó el artista Luis Alberto Acuña, que tuvo la misión de restaurarla durante el gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla, en los años cincuenta.
Actualmente es un hotel con 23 habitaciones de estilo colonial. Entre ellas está la Suite Lanceros, la habitación donde Simón Bolívar descansó.
El Hotel Hacienda del Salitre se encuentra a 15 minutos en carro del monumento de “Los Lanceros”.
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4. Socha, Boyacá
Socha Viejo es recordada por su participación en la campaña Libertadora, ya que allí, según cuentan documentos del Ministerio de Cultura, del 2 al 6 de julio de 1819, recibió la avanzada del ejército luego de superar los caminos helados del páramo de Pisba.
“Este ejército maltrecho, desnudo y hambriento fue acogido por los habitantes de Socha, quienes se desvisten en la casa de Dios, convocados por el alcalde y el sacerdote para que colaboraran con ropas y comida, al igual que lo hicieron los campesinos de los pueblos vecinos”, recuerda el documento Por los Caminos de la Ruta Libertadora.
Socha, cuna de heroínas como Matilde Anaray, se encuentra ubicado en la Cordillera Oriental al norte de Boyacá. Está a 117 kilómetros de Tunja y a 264 kilómetros de Bogotá.
Limita por el nororiente con el municipio de Socotá; por el noroccidente con el rio Chicamocha; y por el suroccidente con el municipio de Santa Teresa.
5. Museo de la Independencia - Casa del Florero
Bogotá
Ubicado en la esquina de la Plaza de Bolívar de Bogotá, el Museo de la Independencia – Casa del Florero es el epicentro de la historia de la libertad colombiana. Allí se puede encontrar la base del florero original por el que se despertó toda la contienda del 20 de julio.
Este museo, entidad del Ministerio de Cultura de Colombia, antes conocido como “Museo del 20 de julio”, construye participativamente con sus usuarios y comunidades una experiencia significativa en torno a los conceptos de independencia y ciudadanía.
A partir de su renovación en 2010, para conmemorar el Bicentenario de la Independencia de Colombia, el Museo entregó al público seis nuevas salas, cada una de ellas con herramientas interactivas que rompen con la idea de museo estático para proponer a los visitantes una comunicación directa no sólo con los sucesos que desataron la revuelta del 20 de julio de 1810, sino también con hechos actuales que han marcado la historia del país, tales como la Toma del Palacio de Justicia.
6. Museo Nacional de Colombia
Bogotá
El Museo Nacional en Bogotá guarda una serie de importantes colecciones permanentes, temporales e itinerantes que recrean la época de la independencia.
Las colecciones del Museo Nacional de Colombia ascienden a más de 20 mil piezas, es un símbolo de la historia y del patrimonio nacional.
Fue creado en 1823, y es uno de los más antiguos de América. Ofrece a sus visitantes diecisiete salas de exposición permanente, en las cuales se exhiben alrededor de 2.500 obras y objetos.
En su calendario de exposiciones temporales, el Museo presenta muestras de historia, arte y arqueología nacionales e internacionales.
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7. Tame, Arauca
El 12 de junio de 1819, en Tame, se encontraron los hombres de Simón Bolívar y los que lideraba Francisco de Paula Santander para conformar un ejército de más de 4.000 valientes que protagonizarían una campaña de 77 días para pelear por la independencia de la Nueva Granada.
Se dice que, en esta población, ubicada a 343 metros sobre el nivel del mar, en una meseta de la cordillera Oriental, nació el Ejército Nacional de Colombia. El día en que se encontraron Bolívar y Santander dieron un emotivo discurso en el que nombraron a Tame como la cuna de la libertad.
Un honor que Tame ha intentado aprovechar para atraer visitantes que no sólo quieran adentrarse en su historia sino disfrutar de los paisajes y las manifestaciones culturales de esta población.
Arauca, capital del departamento, está a orillas del río que lleva el mismo nombre, en la frontera con Venezuela. Es una ciudad llanera con atractivos como el parque de los Poetas y el Museo de la Cultura. A cinco minutos sobresale el puente José Antonio Páez, que une los dos países y desde el cual se contemplan atardeceres inolvidables.
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