Aislamiento por coronavirus: Los expertos en viajar también se quedan en casa
Influenciadores de viajes, que siempre nos han inspirado a recorrer el mundo, esta vez nos recomiendan quedarnos en casa. Autoaislarse es la mejor medida para prevenir la propagación del COVID-19. Estos son sus consejos.
María Alejandra Castaño Carmona - mcastano@elespectador.com
“El turismo es un sector que ocupa una posición privilegiada a la hora de liderar la futura recuperación. Nuestro sector proporcionará los puestos de trabajo a las personas que necesiten volver a la actividad e impulsará un crecimiento económico que ayudará a comunidades y países enteros a recuperarse”, dice Urab Pololikashvili, secretario general de la Organización Mundial del Turismo.
“Pero, por ahora, debemos ser pacientes y estar preparados. Quedándonos hoy en casa, podremos viajar mañana. Y viajar mañana servirá para crear empleo, celebrar la cultura y promover la amistad y el entendimiento entre todos los países”, añade el ejecutivo.
Ahora ya sabemos que la vida es salir a comer con nuestra familia o amigos, ir a cine o a teatro, salir al parque o a una terraza a tomar el sol. También perdernos en una calle desconocida, abrazar a nuestros abuelos, a nuestros padres, a nuestra familia, a nuestra pareja. Salir a montar bicicleta, a correr, a caminar, a respirar.
“Esta es una invitación a la conexión con lo que pasa a nuestro alrededor. No salga de su casa; ya después, cuando pase esta crisis, seguiremos viajando sin olvidarnos de cómo nuestros comportamientos diarios afectan o benefician todo nuestro entorno para siempre”, dice Juan Vergara, más conocido en el ámbito digital como Juan la Vuelta al Mundo.
Estos son otros consejos de influenciadores de viajes colombianos.
No estamos enseñados a pensar en comunidad; por eso no nos importan los glaciares, el páramo, ni el Amazonas, si les quitan las aletas a los tiburones o si construyen puertos dañando manglares. Este virus nos está trayendo grandes lecciones como personas: a cuidarnos en equipo.
He llegado a oír que solo se mueren los viejitos o los niños: pero, todos hemos sido niños, y la mayoría vamos a ser ancianos, y cómo sea, o tengamos la edad que tengamos, el individuo va por encima de todo.
También tenemos que entender que podemos dejar atrás por unos días toda esa rutina en la que vivimos para empezar a pensar en nosotros mismos, en nuestras familias, en nuestros hogares, en la vida, en que no hay fronteras y una cantidad de valores perdidos que esta pandemia nos está dejando descubrir.
Yo me quedo en casa para evitar que el sistema de salud colapse, y por el cuidado de todas las personas que están trabajando por nosotros; es momento de pensar en todos.
Las mejores ideas, las mejores empresas, los mejores cambios llegarán de la mano de esta situación. De seguro ya hay muchas personas y empresas replanteándose qué giro darle a sus vidas y a sus negocios, a sus hábitos y a sus apegos.
No se les olvide que siempre se sale más fuerte después de las crisis.
Los “millennials” y “centennials” somos dos generaciones que estamos acostumbrados a la inmediatez y muy poco acostumbrados al encierro. En este momento podemos intentar que eso cambie. Pero también hay que pensar que el aislamiento, aunque necesario, puede llegar a ser perjudicial para la salud mental, y, por lo tanto, si sentimos que las emociones nos sobrepasan, hay que acudir de inmediato adonde un profesional.
Evitemos caer en la ansiedad y el estrés del encierro, tratemos de estar distraídos en casa, de pasar más tiempo con nosotros mismos, que es algo que llevamos años pidiendo.
Y, recomiendo, que si hay viajes, no los cancelen, mejor reprogramen.
Es probable que podamos perder plata, pero la tranquilidad no se compra con nada, y aunque no se pueda entrar a la mayoría de países, tampoco se justifica hacerlo cuando casi todo está cerrado, y, sobre todo, se está en riesgo de contagiarse y luego contagiar a nuestros seres cercanos, y eso sí no tiene perdón.
Hay que cuidar a nuestros padres, a nuestros abuelos, a todos los que nos rodean, porque, aunque el virus puede no ser letal, en estos momentos el sistema de salud del país no está preparado para tener tantas personas contagiadas. No podemos permitir que aumente la propagación.
Mi recomendación es poder aplazar y no cancelar, eso también es muy importante. Hay facilidades con las aerolíneas, hoteles y agencias para que los reprogramemos. En todas las industrias se está viendo el impacto económico, entonces si podemos aplazar para contribuir con el sector turismo, sería lo ideal. Y soñemos con que en algunos meses esto haya pasado, y ahí sí, viajemos más.
Es, entonces, un buen escarmiento para el ser humano, es una buena medida para tomar acciones y volver a lo básico: a la familia, al amor, a nuestra conexión interna.
Por ahora viajar en los recuerdos y en los sueños, empezar a preparar cosas para el futuro: planificar viajes para más adelante, conectarnos con lo que habíamos olvidado, mirar nuestras acciones y emprender quizás en algo digital, que es lo que nos pide en este momento el mundo.
* Estamos cubriendo de manera responsable esta pandemia, parte de eso es dejar sin restricción todos los contenidos sobre el tema que puedes consultar en el especial sobre Coronavirus.
“El turismo es un sector que ocupa una posición privilegiada a la hora de liderar la futura recuperación. Nuestro sector proporcionará los puestos de trabajo a las personas que necesiten volver a la actividad e impulsará un crecimiento económico que ayudará a comunidades y países enteros a recuperarse”, dice Urab Pololikashvili, secretario general de la Organización Mundial del Turismo.
“Pero, por ahora, debemos ser pacientes y estar preparados. Quedándonos hoy en casa, podremos viajar mañana. Y viajar mañana servirá para crear empleo, celebrar la cultura y promover la amistad y el entendimiento entre todos los países”, añade el ejecutivo.
Ahora ya sabemos que la vida es salir a comer con nuestra familia o amigos, ir a cine o a teatro, salir al parque o a una terraza a tomar el sol. También perdernos en una calle desconocida, abrazar a nuestros abuelos, a nuestros padres, a nuestra familia, a nuestra pareja. Salir a montar bicicleta, a correr, a caminar, a respirar.
“Esta es una invitación a la conexión con lo que pasa a nuestro alrededor. No salga de su casa; ya después, cuando pase esta crisis, seguiremos viajando sin olvidarnos de cómo nuestros comportamientos diarios afectan o benefician todo nuestro entorno para siempre”, dice Juan Vergara, más conocido en el ámbito digital como Juan la Vuelta al Mundo.
Estos son otros consejos de influenciadores de viajes colombianos.
No estamos enseñados a pensar en comunidad; por eso no nos importan los glaciares, el páramo, ni el Amazonas, si les quitan las aletas a los tiburones o si construyen puertos dañando manglares. Este virus nos está trayendo grandes lecciones como personas: a cuidarnos en equipo.
He llegado a oír que solo se mueren los viejitos o los niños: pero, todos hemos sido niños, y la mayoría vamos a ser ancianos, y cómo sea, o tengamos la edad que tengamos, el individuo va por encima de todo.
También tenemos que entender que podemos dejar atrás por unos días toda esa rutina en la que vivimos para empezar a pensar en nosotros mismos, en nuestras familias, en nuestros hogares, en la vida, en que no hay fronteras y una cantidad de valores perdidos que esta pandemia nos está dejando descubrir.
Yo me quedo en casa para evitar que el sistema de salud colapse, y por el cuidado de todas las personas que están trabajando por nosotros; es momento de pensar en todos.
Las mejores ideas, las mejores empresas, los mejores cambios llegarán de la mano de esta situación. De seguro ya hay muchas personas y empresas replanteándose qué giro darle a sus vidas y a sus negocios, a sus hábitos y a sus apegos.
No se les olvide que siempre se sale más fuerte después de las crisis.
Los “millennials” y “centennials” somos dos generaciones que estamos acostumbrados a la inmediatez y muy poco acostumbrados al encierro. En este momento podemos intentar que eso cambie. Pero también hay que pensar que el aislamiento, aunque necesario, puede llegar a ser perjudicial para la salud mental, y, por lo tanto, si sentimos que las emociones nos sobrepasan, hay que acudir de inmediato adonde un profesional.
Evitemos caer en la ansiedad y el estrés del encierro, tratemos de estar distraídos en casa, de pasar más tiempo con nosotros mismos, que es algo que llevamos años pidiendo.
Y, recomiendo, que si hay viajes, no los cancelen, mejor reprogramen.
Es probable que podamos perder plata, pero la tranquilidad no se compra con nada, y aunque no se pueda entrar a la mayoría de países, tampoco se justifica hacerlo cuando casi todo está cerrado, y, sobre todo, se está en riesgo de contagiarse y luego contagiar a nuestros seres cercanos, y eso sí no tiene perdón.
Hay que cuidar a nuestros padres, a nuestros abuelos, a todos los que nos rodean, porque, aunque el virus puede no ser letal, en estos momentos el sistema de salud del país no está preparado para tener tantas personas contagiadas. No podemos permitir que aumente la propagación.
Mi recomendación es poder aplazar y no cancelar, eso también es muy importante. Hay facilidades con las aerolíneas, hoteles y agencias para que los reprogramemos. En todas las industrias se está viendo el impacto económico, entonces si podemos aplazar para contribuir con el sector turismo, sería lo ideal. Y soñemos con que en algunos meses esto haya pasado, y ahí sí, viajemos más.
Es, entonces, un buen escarmiento para el ser humano, es una buena medida para tomar acciones y volver a lo básico: a la familia, al amor, a nuestra conexión interna.
Por ahora viajar en los recuerdos y en los sueños, empezar a preparar cosas para el futuro: planificar viajes para más adelante, conectarnos con lo que habíamos olvidado, mirar nuestras acciones y emprender quizás en algo digital, que es lo que nos pide en este momento el mundo.
* Estamos cubriendo de manera responsable esta pandemia, parte de eso es dejar sin restricción todos los contenidos sobre el tema que puedes consultar en el especial sobre Coronavirus.