Así es el Parque Nacional de Perú con certificación oro en turismo sostenible
El Parque Nacional Tingo María, ubicado en la región central peruana de Huánuco, se convirtió en el primer destino de Perú en obtener una “certificación internacional oro en turismo sostenible”, que le permite convertirse en una de las áreas naturales líderes a nivel mundial en sostenibilidad y conservación ambiental, informaron fuentes oficiales.
El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), un organismo adscrito al Ministerio del Ambiente, señaló en un comunicado que la certificación, otorgada por la organización 'Green Destinations', destaca el compromiso de los actores del sector público y privado de Huánuco con la conservación de la biodiversidad y el desarrollo del turismo responsable.
"Este reconocimiento es un testimonio del arduo trabajo realizado en la gestión sostenible de los recursos naturales y el desarrollo de iniciativas que benefician a las comunidades locales", agregó.
Entre los aspectos destacados que permitieron la obtención de la certificación se encuentran la conservación de la biodiversidad, la gestión responsable de los recursos, el compromiso con el desarrollo de las comunidades y la promoción de iniciativas de educación ambiental dirigidas a visitantes y residentes.
El Sernanp sostuvo que el Parque Nacional Tingo María es uno de los destinos turísticos más emblemáticos de Perú, debido a su geografía, biodiversidad y atractivos naturales "que permiten un contacto directo con la naturaleza".
Cinco atractivos del Parque Nacional Tingo María
Antes de hablar sobre lo que puede hacer en este lugar, es importante conocerlo en detalle. El Parque Nacional Tingo María (PNT) es una reserva ecológica ubicada en el departamento de Huánuco, Perú, en el distrito de Mariano Dámaso Beraún, provincia de Leoncio Prado. Creado en 1965, este parque abarca 4777,80 hectáreas de selva alta, conocida como yungas y entre sus principales atractivos se destacan la cadena montañosa de la Bella Durmiente, visible desde la ciudad de Tingo María, y la famosa Cueva de las Lechuzas, que forma parte de un complejo sistema de cavernas subterráneas.
El parque alberga una rica biodiversidad. En cuanto a fauna, se han registrado 364 especies de aves, incluyendo el emblemático gallito de las rocas y los guácharos. También se encuentran mamíferos como el jaguar, el puma y varias especies de felinos menores. La flora del parque es igualmente diversa, con una densa vegetación que incluye musgos, líquenes, bromelias y orquídeas.
Sin embargo, no solo destaca por ser un centro clave de biodiversidad, sino que desempeña un papel fundamental en la provisión de múltiples servicios ecosistémicos clave tanto para el medio ambiente como para las comunidades locales. Su importancia radica en ser un hábitat para una amplia variedad de especies, y en la relevancia de sus recursos hídricos, esenciales para las zonas aledañas. Los bosques y montañas del parque funcionan como una esponja natural, regulando el ciclo del agua y garantizando un suministro constante de agua limpia, crucial para el consumo humano y la agricultura, además estos actúan como sumideros de carbono, contribuyendo a reducir los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Es por ello que, gracias a su reciente certificación en turismo sostenible, el parque se consolida como un destino atractivo para los visitantes, combinando el disfrute de la naturaleza con un enfoque en la conservación y protección de su entorno.
- Cueva de las Lechuzas
La Cueva de las Lechuzas es una majestuosa formación kárstica, la cual, a pesar de su nombre, no alberga lechuzas, sino una numerosa población de guácharos (Steatornis caripenis), acompañada de murciélagos, loros, golondrinas y otras especies. Con una entrada de aproximadamente 20 x 25 metros, ubicada a 673 metros sobre el nivel del mar, la cueva da acceso a un sistema de galerías, las cuales están adornadas con impresionantes estalactitas y estalagmitas, creando un paisaje subterráneo de gran atractivo. Además de su valor turístico, la cueva es de gran importancia para la conservación, ya que alberga una comunidad única de artrópodos endémicos que dependen del ecosistema creado por los guácharos.
Para visitar la Cueva de las Lechuzas, se recomienda planificar una estancia de aproximadamente dos horas, llevar ropa y calzado adecuados para el terreno húmedo, y considerar la contratación de un guía local para enriquecer la experiencia. La ciudad de Tingo María, situada a 7 kilómetros de la cueva, ofrece diversas opciones de alojamiento y es accesible por vía aérea o terrestre desde Lima. Al visitar, es crucial respetar el entorno natural y la cultura local, siguiendo la regla de no dejar rastro y aprovechando la oportunidad de interactuar con los habitantes locales, pues Tingo María ofrece atractivos, como una rica gastronomía que combina sabores amazónicos y andinos, lo que hace de esta región un destino completo para los amantes de la naturaleza y la cultura.
- La Bella Durmiente (Puma Rinri)
La montaña Puma Ringri, más conocida como La Bella Durmiente, es un elemento icónico y fundamental del Parque Nacional Tingo María, pues esta formación geológica domina el paisaje de la ciudad de Tingo María, que se asienta a una altitud de poco más de 600 metros sobre el nivel del mar, creando un contraste impresionante entre la urbe y la naturaleza exuberante que la rodea. Se destaca por que cuando se mira desde la ciudad de Tingo María, se puede ver la silueta de una mujer acostada, lo que ha hecho que se creen mitos y leyendas de ella profundamente arraigadas en la cultura y tradición local.
Para apreciar en todo su esplendor, los visitantes tienen una opción privilegiada: el Mirador de la Cruz, ubicado en el cerro San Francisco. Este punto de observación ofrece una vista panorámica que permite contemplar cómo la silueta de la montaña se asemeja a una mujer recostada. De hecho, al ascender al cerro San Francisco, los visitantes pueden disfrutar de una caminata a través de senderos que serpentean por la vegetación tropical, ofreciendo vistas cada vez más impresionantes a medida que se gana altura. Una vez en la cima, además de la vista de La Bella Durmiente, se puede apreciar una panorámica de 360 grados que abarca la ciudad de Tingo María, el valle del Huallaga y las montañas circundantes cubiertas de selva.
- Circuito Turístico Tres de Mayo
Tres de Mayo, ofrece una experiencia ecoturística completa dentro del Parque Nacional Tingo María, pues los visitantes pueden disfrutar de un recorrido de cinco kilómetros que incluye la visita a un orquideario, un mariposario y tres impresionantes cataratas: Gloriapata, Sol Naciente (con una caída de más de 30 metros) y Salto del Ángel. La aventura comienza cruzando el río Huallaga por un puente colgante y continúa con una caminata de tres horas (ida y vuelta) a través de exuberante vegetación. Además de las cataratas, el recorrido ofrece la oportunidad de observar aves, incluyendo el emblemático gallito de las rocas, así como diversa flora y fauna local.
Este lugar no solo proporciona experiencias naturales, sino que también ofrece opciones de alojamiento como camping o bungalós construidos con bambú. Los visitantes pueden participar en actividades como observación de aves, senderismo y ecoturismo, guiados por miembros de las comunidades locales y personal del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado, además de sumergirse completamente en la cultural del lugar al poder interactuar con los pobladores de los caseríos cercanos como Tres de Mayo, Juan Santos Atahualpa y Río Oro.
- Catarata Gloriapata
La Catarata Gloriapata, situada en el corazón del Parque Nacional de Tingo María, es una joya natural que cuenta con una imponente caída principal de aproximadamente 25 metros, y que al caer forma una piscina natural. Sus aguas claras invitan a los visitantes a sumergirse y disfrutar de un baño revitalizante después de la caminata del circuito Tres de Mayo.
La segunda caída, aunque más modesta con sus 4 metros de altura, sigue siendo impactante. Esta cascada forma un efecto escalonado que añade movimiento al paisaje, rodeado por la exuberante vegetación de la selva alta peruana, donde destacan helechos gigantes, orquídeas silvestres y plantas epífitas, reflejando la biodiversidad del lugar. Por otro lado, más allá de su belleza natural, la Catarata Gloriapata tiene un profundo significado para las comunidades locales, quienes la consideran un sitio de poder espiritual, por lo que es común que los visitantes realicen rituales de agradecimiento a la Pachamama, honrando el agua y la vida que esta cascada representa.
- Balneario de aguas sulfurosas en Jacintillo
Las aguas sulfurosas de Jacintillo son una formación natural que nace de la fisura de una roca gigante en la base del Cerro Cotomono. Esta poza semicircular de aproximadamente 30 metros de dimensión se caracteriza por sus aguas de color turquesa con una temperatura promedio de 18 ºC, además de que tiene una alta concentración de azufre, lo que le confiere propiedades curativas, especialmente para tratar enfermedades de la piel.
Este lugar no solo es apreciado por sus propiedades medicinales, sino también por su belleza natural. Los habitantes locales disfrutan de un espectáculo único durante las tardes, cuando los guácharos llegan para bañarse y los monos se acercan a beber de la fuente.
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El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), un organismo adscrito al Ministerio del Ambiente, señaló en un comunicado que la certificación, otorgada por la organización 'Green Destinations', destaca el compromiso de los actores del sector público y privado de Huánuco con la conservación de la biodiversidad y el desarrollo del turismo responsable.
"Este reconocimiento es un testimonio del arduo trabajo realizado en la gestión sostenible de los recursos naturales y el desarrollo de iniciativas que benefician a las comunidades locales", agregó.
Entre los aspectos destacados que permitieron la obtención de la certificación se encuentran la conservación de la biodiversidad, la gestión responsable de los recursos, el compromiso con el desarrollo de las comunidades y la promoción de iniciativas de educación ambiental dirigidas a visitantes y residentes.
El Sernanp sostuvo que el Parque Nacional Tingo María es uno de los destinos turísticos más emblemáticos de Perú, debido a su geografía, biodiversidad y atractivos naturales "que permiten un contacto directo con la naturaleza".
Cinco atractivos del Parque Nacional Tingo María
Antes de hablar sobre lo que puede hacer en este lugar, es importante conocerlo en detalle. El Parque Nacional Tingo María (PNT) es una reserva ecológica ubicada en el departamento de Huánuco, Perú, en el distrito de Mariano Dámaso Beraún, provincia de Leoncio Prado. Creado en 1965, este parque abarca 4777,80 hectáreas de selva alta, conocida como yungas y entre sus principales atractivos se destacan la cadena montañosa de la Bella Durmiente, visible desde la ciudad de Tingo María, y la famosa Cueva de las Lechuzas, que forma parte de un complejo sistema de cavernas subterráneas.
El parque alberga una rica biodiversidad. En cuanto a fauna, se han registrado 364 especies de aves, incluyendo el emblemático gallito de las rocas y los guácharos. También se encuentran mamíferos como el jaguar, el puma y varias especies de felinos menores. La flora del parque es igualmente diversa, con una densa vegetación que incluye musgos, líquenes, bromelias y orquídeas.
Sin embargo, no solo destaca por ser un centro clave de biodiversidad, sino que desempeña un papel fundamental en la provisión de múltiples servicios ecosistémicos clave tanto para el medio ambiente como para las comunidades locales. Su importancia radica en ser un hábitat para una amplia variedad de especies, y en la relevancia de sus recursos hídricos, esenciales para las zonas aledañas. Los bosques y montañas del parque funcionan como una esponja natural, regulando el ciclo del agua y garantizando un suministro constante de agua limpia, crucial para el consumo humano y la agricultura, además estos actúan como sumideros de carbono, contribuyendo a reducir los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Es por ello que, gracias a su reciente certificación en turismo sostenible, el parque se consolida como un destino atractivo para los visitantes, combinando el disfrute de la naturaleza con un enfoque en la conservación y protección de su entorno.
- Cueva de las Lechuzas
La Cueva de las Lechuzas es una majestuosa formación kárstica, la cual, a pesar de su nombre, no alberga lechuzas, sino una numerosa población de guácharos (Steatornis caripenis), acompañada de murciélagos, loros, golondrinas y otras especies. Con una entrada de aproximadamente 20 x 25 metros, ubicada a 673 metros sobre el nivel del mar, la cueva da acceso a un sistema de galerías, las cuales están adornadas con impresionantes estalactitas y estalagmitas, creando un paisaje subterráneo de gran atractivo. Además de su valor turístico, la cueva es de gran importancia para la conservación, ya que alberga una comunidad única de artrópodos endémicos que dependen del ecosistema creado por los guácharos.
Para visitar la Cueva de las Lechuzas, se recomienda planificar una estancia de aproximadamente dos horas, llevar ropa y calzado adecuados para el terreno húmedo, y considerar la contratación de un guía local para enriquecer la experiencia. La ciudad de Tingo María, situada a 7 kilómetros de la cueva, ofrece diversas opciones de alojamiento y es accesible por vía aérea o terrestre desde Lima. Al visitar, es crucial respetar el entorno natural y la cultura local, siguiendo la regla de no dejar rastro y aprovechando la oportunidad de interactuar con los habitantes locales, pues Tingo María ofrece atractivos, como una rica gastronomía que combina sabores amazónicos y andinos, lo que hace de esta región un destino completo para los amantes de la naturaleza y la cultura.
- La Bella Durmiente (Puma Rinri)
La montaña Puma Ringri, más conocida como La Bella Durmiente, es un elemento icónico y fundamental del Parque Nacional Tingo María, pues esta formación geológica domina el paisaje de la ciudad de Tingo María, que se asienta a una altitud de poco más de 600 metros sobre el nivel del mar, creando un contraste impresionante entre la urbe y la naturaleza exuberante que la rodea. Se destaca por que cuando se mira desde la ciudad de Tingo María, se puede ver la silueta de una mujer acostada, lo que ha hecho que se creen mitos y leyendas de ella profundamente arraigadas en la cultura y tradición local.
Para apreciar en todo su esplendor, los visitantes tienen una opción privilegiada: el Mirador de la Cruz, ubicado en el cerro San Francisco. Este punto de observación ofrece una vista panorámica que permite contemplar cómo la silueta de la montaña se asemeja a una mujer recostada. De hecho, al ascender al cerro San Francisco, los visitantes pueden disfrutar de una caminata a través de senderos que serpentean por la vegetación tropical, ofreciendo vistas cada vez más impresionantes a medida que se gana altura. Una vez en la cima, además de la vista de La Bella Durmiente, se puede apreciar una panorámica de 360 grados que abarca la ciudad de Tingo María, el valle del Huallaga y las montañas circundantes cubiertas de selva.
- Circuito Turístico Tres de Mayo
Tres de Mayo, ofrece una experiencia ecoturística completa dentro del Parque Nacional Tingo María, pues los visitantes pueden disfrutar de un recorrido de cinco kilómetros que incluye la visita a un orquideario, un mariposario y tres impresionantes cataratas: Gloriapata, Sol Naciente (con una caída de más de 30 metros) y Salto del Ángel. La aventura comienza cruzando el río Huallaga por un puente colgante y continúa con una caminata de tres horas (ida y vuelta) a través de exuberante vegetación. Además de las cataratas, el recorrido ofrece la oportunidad de observar aves, incluyendo el emblemático gallito de las rocas, así como diversa flora y fauna local.
Este lugar no solo proporciona experiencias naturales, sino que también ofrece opciones de alojamiento como camping o bungalós construidos con bambú. Los visitantes pueden participar en actividades como observación de aves, senderismo y ecoturismo, guiados por miembros de las comunidades locales y personal del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado, además de sumergirse completamente en la cultural del lugar al poder interactuar con los pobladores de los caseríos cercanos como Tres de Mayo, Juan Santos Atahualpa y Río Oro.
- Catarata Gloriapata
La Catarata Gloriapata, situada en el corazón del Parque Nacional de Tingo María, es una joya natural que cuenta con una imponente caída principal de aproximadamente 25 metros, y que al caer forma una piscina natural. Sus aguas claras invitan a los visitantes a sumergirse y disfrutar de un baño revitalizante después de la caminata del circuito Tres de Mayo.
La segunda caída, aunque más modesta con sus 4 metros de altura, sigue siendo impactante. Esta cascada forma un efecto escalonado que añade movimiento al paisaje, rodeado por la exuberante vegetación de la selva alta peruana, donde destacan helechos gigantes, orquídeas silvestres y plantas epífitas, reflejando la biodiversidad del lugar. Por otro lado, más allá de su belleza natural, la Catarata Gloriapata tiene un profundo significado para las comunidades locales, quienes la consideran un sitio de poder espiritual, por lo que es común que los visitantes realicen rituales de agradecimiento a la Pachamama, honrando el agua y la vida que esta cascada representa.
- Balneario de aguas sulfurosas en Jacintillo
Las aguas sulfurosas de Jacintillo son una formación natural que nace de la fisura de una roca gigante en la base del Cerro Cotomono. Esta poza semicircular de aproximadamente 30 metros de dimensión se caracteriza por sus aguas de color turquesa con una temperatura promedio de 18 ºC, además de que tiene una alta concentración de azufre, lo que le confiere propiedades curativas, especialmente para tratar enfermedades de la piel.
Este lugar no solo es apreciado por sus propiedades medicinales, sino también por su belleza natural. Los habitantes locales disfrutan de un espectáculo único durante las tardes, cuando los guácharos llegan para bañarse y los monos se acercan a beber de la fuente.
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