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Cinco países que cobran un impuesto por visitarlos

El turismo masivo ha llevado a varios destinos a implementar tasas turísticas para financiar la conservación y mejorar la infraestructura.

04 de octubre de 2024 - 10:00 p. m.
 Su número ya supera las cifras prepandemia, aunque en algunos puntos turísticos ha crecido de forma paralela cierto rechazo ante este elevado número de visitantes que abarrotan playas, algunos barrios y las zonas céntricas de algunas ciudades y lugares turísticos. EFE/ Fernando Alvarado
Su número ya supera las cifras prepandemia, aunque en algunos puntos turísticos ha crecido de forma paralela cierto rechazo ante este elevado número de visitantes que abarrotan playas, algunos barrios y las zonas céntricas de algunas ciudades y lugares turísticos. EFE/ Fernando Alvarado
Foto: EFE - FERNANDO ALVARADO

El turismo masivo ha ejercido una presión significativa sobre las infraestructuras locales, los servicios públicos y el mercado inmobiliario de muchos destinos populares. Este fenómeno ha llevado a numerosas ciudades y sitios turísticos a implementar tarifas de entrada como medida para mitigar los impactos negativos del turismo excesivo, permitiendo a las autoridades locales recaudar los fondos necesarios para hacer frente a los desafíos que plantean el alto flujo de visitantes.

Los ingresos generados por estas tarifas de entrada se destinan principalmente a la conservación y el mantenimiento de los lugares turísticos, así como a la mejora de la seguridad y la infraestructura del destino. Además, estos fondos juegan un papel crucial en la gestión del flujo de visitantes, ayudando a prevenir el desgaste excesivo de los sitios turísticos.

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Nueva Zelanda:

Nueva Zelanda es un destino que cautiva por su diversidad geográfica y cultural. El país ofrece una mezcla única de paisajes impresionantes, desde valles glaciares hasta volcanes activos, y una rica herencia cultural que combina las tradiciones maoríes con la influencia de los colonos europeos. Este atractivo ha llevado a un aumento significativo del turismo, lo que ha puesto presión sobre el entorno natural y la infraestructura local.

En respuesta a estos desafíos, el gobierno neozelandés anunció un aumento sustancial en la tasa turística y de conservación para visitantes internacionales (IVL) a partir del 1 de octubre de 2024. La tarifa se incrementará de 35 a 100 dólares neozelandeses, con el objetivo de contribuir a la protección ambiental y al desarrollo de un turismo más sostenible.

España:

España, siendo uno de los destinos turísticos más populares del mundo, ha experimentado un crecimiento significativo en el número de visitantes en las últimas décadas. Este aumento ha traído consigo una serie de desafíos para varias ciudades y regiones, especialmente para Barcelona, Málaga y los archipiélagos de Baleares y Canarias, en las cuales se ha podido ver desde hace poco duras protestas en contra de ese turismo masivo.

Por ello, se ha puesto una tasa turística, el cual es un impuesto aplicado en determinados destinos turísticos del país, específicamente en Cataluña y las Islas Baleares, con el objetivo de reducir el impacto medioambiental y fomentar un turismo responsable. Este impuesto se cobra a los visitantes que se alojan en establecimientos turísticos, incluyendo hoteles, apartamentos, albergues y cruceros. La tarifa varía según el tipo de alojamiento y la región, oscilando entre 1 y 4 euros por noche en la mayoría de los casos, con tarifas más altas en Barcelona debido a un recargo municipal adicional en donde este impuesto puede llegar a costar entre 5€ y 7,50€ por noche. Los fondos recaudados se destinan a acciones de conservación del medio ambiente y mejora de la sostenibilidad turística.

Italia:

El impuesto turístico en Italia es una tasa local aplicada a los visitantes que se hospedan en diversos tipos de establecimientos turísticos. Su objetivo principal es financiar los servicios turísticos, mejorar las infraestructuras y promover iniciativas culturales en las zonas de destino. Las tarifas varían considerablemente entre ciudades y dependen de factores como la categoría del alojamiento, la duración de la estancia y la temporada. Por ejemplo, en Roma las tasas oscilan entre 4 y 10 euros por noche, mientras que en Venecia se aplica una tarifa fija de 5 euros, con exenciones para niños menores de 10 años y descuentos para jóvenes de entre 10 y 16 años.

En otros destinos, como Florencia, las tasas alcanzan un precio de hasta 8 euros por noche en hoteles de 5 estrellas. Por otro lado, ciudades como Padua tienen tarifas más bajas, que varían entre 0,50 y 1,50 euros. Es importante señalar que estas tasas pueden cambiar y que algunas ciudades aplican variaciones según la temporada o la duración de la estancia. Además, muchas ciudades ofrecen exenciones o descuentos para determinados grupos, como niños o personas con discapacidad.

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Francia

El sistema de tasa turística en Francia, conocido como “Taxe de Séjour”, es un impuesto que se aplica a los visitantes por cada persona y por cada noche de alojamiento en establecimientos turísticos. El monto de esta tasa varía según la categoría y clasificación del alojamiento, lo que significa que cuanto mayor sea la calidad del hospedaje, más alta será la tarifa, es por esta variabilidad que el gobierno tiene una página web destinada a los viajeros y que les permite conocer los tipos de impuestos turísticos que se aplican en el territorio de un municipio.

Es importante destacar que existen exenciones para ciertos grupos, como los menores de 18 años, trabajadores temporales en el municipio y personas en alojamientos de emergencia. Los turistas pueden consultar la importación exacta de la tasa turística a través de la página web, una factura proporcionada por el alojamiento, o directamente en el ayuntamiento o la oficina de turismo local.

Japón

En Japón existe un “impuesto al turismo internacional” de 1.000 yenes (aproximadamente 8 euros o 9,20 dólares) por salida, aplicable a todos los turistas internacionales que abandonan el país por avión o barco, independientemente de su nacionalidad o propósito de viaje. El impuesto está diseñado para recaudar fondos destinados a mejorar y ampliar la infraestructura turística del país y se cobra generalmente como parte del precio del billete de avión o barco, siendo las aerolíneas y líneas de cruceros responsables de su recaudación y pago al gobierno.

Existen varias exenciones, incluyendo miembros de tripulación, menores de 2 años, ciertos diplomáticos y personal militar extranjero, así como situaciones específicas de tránsito o emergencia.

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