Colombia verde: cinco destinos imperdibles para los amantes del ecoturismo
Colombia se destaca por su biodiversidad y paisajes, convirtiéndose en un destino ideal para el ecoturismo. Explore cinco lugares que invitan a los viajeros a sumergirse en la naturaleza, desde exuberantes selvas hasta montañas majestuosas. Cada destino presenta experiencias que promueven la conservación y el respeto por el medio ambiente.
El turismo ecológico ha emergido como una alternativa en la búsqueda de experiencias más sostenibles y responsables, convirtiéndose en un medio para conectar a los viajeros con la naturaleza de una manera que prioriza su conservación. En este contexto, Colombia se destaca por su diversidad biológica y paisajística, lo que lo convierte en un destino ideal para quienes desean explorar y proteger su entorno natural. A través de una serie de iniciativas y proyectos comunitarios, el ecoturismo en el país no solo busca brindar experiencias memorables a los visitantes, sino también asegurar que los beneficios económicos derivados de estas actividades lleguen a las comunidades locales, fortaleciendo así el tejido social y cultural de las regiones que lo albergan.
Se trata de una forma de turismo que se centra en la naturaleza y la vida silvestre, promoviendo la conservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible de las comunidades locales. Este tipo de turismo busca educar a los viajeros sobre la importancia de la biodiversidad, fomentar prácticas responsables y contribuir al bienestar de las comunidades anfitrionas, asegurando que los beneficios del turismo se distribuyan equitativamente.
Y es que de acuerdo con datos del Fondo Nacional de Turismo (Fontur), Colombia alberga el 20% de la biodiversidad mundial, a pesar de que solo representa el 0.7% de la superficie terrestre. Esta rica diversidad incluye más de 1,900 especies de aves, 1,500 especies de orquídeas y una amplia variedad de ecosistemas que van desde selvas tropicales hasta páramos.
“Al evaluar destinos de ecoturismo, se considera la biodiversidad y la importancia ecológica del lugar, junto con la implementación de prácticas sostenibles. También se valoran la accesibilidad, las experiencias educativas y de sensibilización sobre la conservación. Además, es crucial analizar cómo el ecoturismo beneficia a las comunidades locales, generando empleo y apoyando la economía”, dijo a El Espectador Michael Montaño, consultor turístico de Fontur.
Estos son algunos destinos que vale la pena tener en cuenta si está pensando en apostarle al ecoturismo:
👀🌎📄 (Lea también: ¿Cuál es la oferta de Colombia en turismo de naturaleza, aventura y bienestar?)
Bahía Solano (Chocó)
Es hogar de una variedad de especies, tanto de flora como de fauna. Se pueden encontrar aves como el pájaro carpintero negro y el colibrí de garganta rubí, así como mamíferos como el mono aullador y el perezoso de tres dedos. La región también alberga una amplia variedad de plantas tropicales, muchas de las cuales son endémicas y contribuyen a la salud del ecosistema local.
Las actividades en Bahía Solano incluyen avistamiento de ballenas jorobadas, que migran a estas aguas entre julio y octubre, senderismo por los bosques tropicales, paseos en kayak por ríos y manglares, y buceo en sus arrecifes coralinos. Los visitantes también pueden disfrutar de la pesca artesanal y participar en talleres de comunidades locales, aprendiendo sobre sus tradiciones y cultura.
Bahía Solano cuenta con varios proyectos que refuerzan su compromiso con el ecoturismo sostenible y la conservación del medio ambiente tales como el programa de guías comunitarios que capacita a los habitantes locales como guías turísticos, equipándolos con conocimientos sobre la biodiversidad y las prácticas sostenibles. Los guías son formados en técnicas de avistamiento de fauna, interpretación del ecosistema y promoción del respeto hacia la naturaleza.
El acceso a Bahía Solano es relativamente fácil, especialmente desde la ciudad de Quibdó. Existen vuelos comerciales regulares que conectan Quibdó con Bahía Solano, lo que facilita la llegada de turistas. La infraestructura local incluye opciones de alojamiento sostenibles, como eco-hoteles que minimizan su impacto ambiental.
El ecoturismo en Bahía Solano ha generado alrededor de 300 empleos directos en la comunidad en 2024, según cifras de la Alcaldía de Bahía Solano, abarcando diversas áreas como guías turísticos, personal en alojamientos sostenibles, y ventas de artesanías locales. Estos puestos de trabajo no solo ayudan a las familias a obtener ingresos estables, sino que también fomentan el desarrollo de pequeños negocios que ofrecen productos y servicios a los turistas.
Además, la economía local se ve beneficiada a través de un incremento en el turismo, que contribuye a la oferta de restaurantes, transporte y actividades recreativas. De acuerdo con la misma alcaldía, se estima que el ecoturismo podría aumentar los ingresos de la comunidad en un 20-30%, impulsando proyectos comunitarios y promoviendo la inversión en infraestructura.
San José del Guaviare
Alberga una rica variedad de especies, incluyendo aves como el guacamayo rojo y el pájaro carpintero, así como mamíferos como el tapir y el delfín rosado del Amazonas. Su diversidad de ecosistemas, que incluyen selvas tropicales, ríos y formaciones rocosas, proporciona un hábitat perfecto para numerosas especies.
Las actividades que se pueden realizar en San José del Guaviare son senderismo en la Serranía de La Lindosa, donde se pueden observar pinturas rupestres, navegación por los ríos Guaviare y Inírida, camping en áreas designadas y avistamiento de aves. También se pueden organizar expediciones a lugares como Ciudad de Piedra, donde los visitantes pueden explorar impresionantes formaciones rocosas y su biodiversidad.
El ecoturismo en San José del Guaviare se basa en prácticas sostenibles, como el proyecto ‘Guardianes de la Biodiversidad’ que se centra en la formación de guías comunitarios que educan a los visitantes sobre la rica biodiversidad de la región. A través de talleres y capacitaciones, se enseña a los guías sobre la flora y fauna locales, así como sobre las prácticas de conservación necesarias para proteger el ecosistema. Los guías son seleccionados de la comunidad, lo que les permite generar ingresos y mantener sus tradiciones culturales. El programa incluye actividades de avistamiento de aves y excursiones a sitios arqueológicos, combinando el aprendizaje con la experiencia de la naturaleza.
El acceso a San José del Guaviare es fácil desde Bogotá, con vuelos regulares que conectan la capital con el municipio. Además, se pueden encontrar opciones de transporte terrestre, lo que facilita la llegada de turistas. La infraestructura local también ha mejorado, con alojamientos que se ajustan a los principios del ecoturismo.
El ecoturismo ha generado aproximadamente 200 empleos directos este año en San José del Guaviare, impactando positivamente en la economía local. Estos empleos abarcan desde guías turísticos hasta servicios en hospedajes y restaurantes que ofrecen productos locales. Según la Alcaldía de San José del Guaviare, la actividad turística ha contribuido a un incremento estimado del 25% en los ingresos de la comunidad, lo que ha permitido el financiamiento de proyectos comunitarios y mejoras en la infraestructura local.
Puerto Carreño
Se sitúa en la confluencia de importantes ecosistemas, como el río Orinoco y la sabana del Llanos, que albergan una diversidad de especies. La vegetación incluye árboles nativos como el manglar y diversas plantas medicinales, cruciales para el equilibrio del ecosistema local.
Los visitantes de Puerto Carreño pueden disfrutar de las siguientes actividades: observación de aves, con más de 400 especies registradas, algunas son el tucán pico de quilla, conocido por su colorido y gran pico, la cigüeña jabirú, una especie que se encuentra en los humedales, el pájaro carpintero con su distintivo canto y comportamiento, y el guacamayo rojo, que se puede avistar en sus hábitats naturales cerca de los ríos. Los ríos que se pueden explorar son el río Orinoco, el principal, famoso por su biodiversidad y sus paisajes y el río Meta, donde los visitantes pueden disfrutar de paseos en kayak a lo largo de sus aguas, observando la flora y fauna que lo rodea.
Las caminatas ecológicas pueden llevar a los visitantes a través de senderos que cruzan áreas de sabana y bosques inundables. Los trayectos más populares son el sendero de la Isla de La Ciénaga, donde se pueden ver diferentes especies de plantas medicinales y conocer sobre su uso tradicional y la caminata hacia la Laguna de los Mirlos, un lugar ideal para el avistamiento de aves y disfrutar de la paz del entorno.
Puerto Carreño implementa prácticas de turismo ecológico tales como el proyecto ‘Reforestación de la Sabana’ que se centra en la reforestación de áreas degradadas en la sabana de Vichada. La iniciativa involucra a la comunidad local en la siembra de especies nativas, lo que no solo ayuda a restaurar el ecosistema, sino que también proporciona sombra y refugio a diversas especies de fauna, incluidas aves migratorias y mamíferos.
El ecoturismo en Puerto Carreño ha generado aproximadamente 150 empleos directos en 2024, impactando positivamente en la economía local. Estos empleos abarcan desde guías turísticos hasta personal en hospedajes y restaurantes que ofrecen productos locales. Según la Alcaldía de Puerto Carreño, la actividad turística ha contribuido a un incremento estimado del 30% en los ingresos de la comunidad, mejorando la calidad de vida de sus habitantes y promoviendo el desarrollo de infraestructuras y servicios locales.
Tolú (Sucre)
Se sitúa en la región del Caribe colombiano, donde la diversidad de ecosistemas incluye playas, manglares y áreas de coral. Algunas especies emblemáticas son la tortuga carey que puede ser avistada durante la temporada de anidación en las playas, el flamenco, conocido por su color vibrante, se encuentra en las salinas cercanas, y el delfín mular que suele aparecer en las aguas del mar Caribe.
Tolú permite actividades de ecoturismo, tales como el avistamiento de aves en la Ciénaga de la Caimanera, donde se pueden observar flamencos y diversas aves migratorias, y el snorkeling y buceo en los arrecifes de coral cercanos, que albergan una vida marina. Además, es de fácil acceso gracias a su infraestructura de transporte, tiene carreteras pavimentadas conectan Tolú con otras ciudades importantes, como Sincelejo y Cartagena.
El ecoturismo en Tolú se basa en prácticas sostenibles como el proyecto ‘Cuidando Nuestras Tortugas’, que está diseñado para la conservación de las tortugas marinas, especialmente la tortuga carey, que anida en las playas de Tolú. Voluntarios y miembros de la comunidad participan en la identificación y protección de nidos. Se realizan recorridos nocturnos en las playas para detectar nuevas anidaciones y evitar que los depredadores se alimenten de los huevos. Se llevan a cabo talleres y charlas en escuelas locales y comunidades, sensibilizando sobre la importancia de las tortugas en el ecosistema marino. Estos talleres también se ofrecen a los turistas que visitan la región, promoviendo un turismo responsable, y los turistas pueden participar en la liberación de crías de tortuga al mar, lo que les brinda una experiencia inolvidable y les enseña sobre la conservación de la vida marina.
El ecoturismo en Tolú ha tenido un impacto positivo en la economía local, generando aproximadamente 150 empleos directos en 2024, en actividades relacionadas con el turismo, como guías, personal de hospedaje y operadores turísticos. De acuerdo con la Alcaldía de Tolú, se estima que esta actividad ha aumentado los ingresos de las familias locales en un 25%, mejorando la calidad de vida y fomentando el desarrollo de proyectos comunitarios, como la construcción de infraestructuras básicas.
Villagarzón (Putumayo)
Villagarzón está situada en la Amazonía colombiana, lo que le otorga una variedad de ecosistemas, desde selvas tropicales hasta ríos. Algunas especies emblemáticas que se pueden encontrar en la zona son los delfines rosados, que habitan los ríos amazónicos, el mono aullador negro conocido por su distintivo canto, y el pájaro carpintero de pico de loro, una especie colorida que se observa en los bosques.
Villagarzón ofrece diversas actividades de ecoturismo que permiten a los visitantes explorar la biodiversidad de la región, tales como las caminatas por la selva, y los paseos en canoa. Apoyándose en prácticas sostenibles tales como el proyecto Sabores de la Amazonía’ que se centra en la producción sostenible de alimentos típicos de la región amazónica, promoviendo la agricultura orgánica y la gastronomía local. Su objetivo es empoderar a los agricultores de Villagarzón y fomentar un turismo que valore la biodiversidad y los sabores autóctonos. Se ofrecen talleres y capacitaciones a los agricultores locales sobre técnicas de cultivo orgánico, uso de abonos naturales y prácticas de conservación del suelo. De tal forma que se establece una cooperativa de agricultores que trabaja en conjunto para comercializar productos como yuca, plátano y cacao. Esta red permite a los miembros acceder a mejores precios y mercados, aumentando sus ingresos. Así tal se desarrollan recorridos turísticos que incluyen visitas a fincas locales donde los turistas pueden participar en actividades como la cosecha de productos y la preparación de platos tradicionales. Estas experiencias permiten a los visitantes conocer de cerca la cultura y las prácticas sostenibles de la región.
Villagarzón es accesible gracias a su conexión por carretera con otras ciudades de Putumayo y vuelos regulares desde ciudades principales como Leticia. Esta infraestructura facilita la llegada de turistas a la región. De acuerdo con la Alcaldía de Villagarzón, el ecoturismo en ese territorio ha generado aproximadamente 100 empleos directos este año, incluyendo guías turísticos, operadores de canoas y personal de hospedaje. Se estima que esta actividad ha incrementado los ingresos de la comunidad en un 30%, impulsando el desarrollo de pequeños negocios y cooperativas de producción.
👀🌎📄 ¿Ya está enterado de las últimas noticias del turismo en Colombia y en el mundo? Lo invitamos a verlas en El Espectador.
El turismo ecológico ha emergido como una alternativa en la búsqueda de experiencias más sostenibles y responsables, convirtiéndose en un medio para conectar a los viajeros con la naturaleza de una manera que prioriza su conservación. En este contexto, Colombia se destaca por su diversidad biológica y paisajística, lo que lo convierte en un destino ideal para quienes desean explorar y proteger su entorno natural. A través de una serie de iniciativas y proyectos comunitarios, el ecoturismo en el país no solo busca brindar experiencias memorables a los visitantes, sino también asegurar que los beneficios económicos derivados de estas actividades lleguen a las comunidades locales, fortaleciendo así el tejido social y cultural de las regiones que lo albergan.
Se trata de una forma de turismo que se centra en la naturaleza y la vida silvestre, promoviendo la conservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible de las comunidades locales. Este tipo de turismo busca educar a los viajeros sobre la importancia de la biodiversidad, fomentar prácticas responsables y contribuir al bienestar de las comunidades anfitrionas, asegurando que los beneficios del turismo se distribuyan equitativamente.
Y es que de acuerdo con datos del Fondo Nacional de Turismo (Fontur), Colombia alberga el 20% de la biodiversidad mundial, a pesar de que solo representa el 0.7% de la superficie terrestre. Esta rica diversidad incluye más de 1,900 especies de aves, 1,500 especies de orquídeas y una amplia variedad de ecosistemas que van desde selvas tropicales hasta páramos.
“Al evaluar destinos de ecoturismo, se considera la biodiversidad y la importancia ecológica del lugar, junto con la implementación de prácticas sostenibles. También se valoran la accesibilidad, las experiencias educativas y de sensibilización sobre la conservación. Además, es crucial analizar cómo el ecoturismo beneficia a las comunidades locales, generando empleo y apoyando la economía”, dijo a El Espectador Michael Montaño, consultor turístico de Fontur.
Estos son algunos destinos que vale la pena tener en cuenta si está pensando en apostarle al ecoturismo:
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Bahía Solano (Chocó)
Es hogar de una variedad de especies, tanto de flora como de fauna. Se pueden encontrar aves como el pájaro carpintero negro y el colibrí de garganta rubí, así como mamíferos como el mono aullador y el perezoso de tres dedos. La región también alberga una amplia variedad de plantas tropicales, muchas de las cuales son endémicas y contribuyen a la salud del ecosistema local.
Las actividades en Bahía Solano incluyen avistamiento de ballenas jorobadas, que migran a estas aguas entre julio y octubre, senderismo por los bosques tropicales, paseos en kayak por ríos y manglares, y buceo en sus arrecifes coralinos. Los visitantes también pueden disfrutar de la pesca artesanal y participar en talleres de comunidades locales, aprendiendo sobre sus tradiciones y cultura.
Bahía Solano cuenta con varios proyectos que refuerzan su compromiso con el ecoturismo sostenible y la conservación del medio ambiente tales como el programa de guías comunitarios que capacita a los habitantes locales como guías turísticos, equipándolos con conocimientos sobre la biodiversidad y las prácticas sostenibles. Los guías son formados en técnicas de avistamiento de fauna, interpretación del ecosistema y promoción del respeto hacia la naturaleza.
El acceso a Bahía Solano es relativamente fácil, especialmente desde la ciudad de Quibdó. Existen vuelos comerciales regulares que conectan Quibdó con Bahía Solano, lo que facilita la llegada de turistas. La infraestructura local incluye opciones de alojamiento sostenibles, como eco-hoteles que minimizan su impacto ambiental.
El ecoturismo en Bahía Solano ha generado alrededor de 300 empleos directos en la comunidad en 2024, según cifras de la Alcaldía de Bahía Solano, abarcando diversas áreas como guías turísticos, personal en alojamientos sostenibles, y ventas de artesanías locales. Estos puestos de trabajo no solo ayudan a las familias a obtener ingresos estables, sino que también fomentan el desarrollo de pequeños negocios que ofrecen productos y servicios a los turistas.
Además, la economía local se ve beneficiada a través de un incremento en el turismo, que contribuye a la oferta de restaurantes, transporte y actividades recreativas. De acuerdo con la misma alcaldía, se estima que el ecoturismo podría aumentar los ingresos de la comunidad en un 20-30%, impulsando proyectos comunitarios y promoviendo la inversión en infraestructura.
San José del Guaviare
Alberga una rica variedad de especies, incluyendo aves como el guacamayo rojo y el pájaro carpintero, así como mamíferos como el tapir y el delfín rosado del Amazonas. Su diversidad de ecosistemas, que incluyen selvas tropicales, ríos y formaciones rocosas, proporciona un hábitat perfecto para numerosas especies.
Las actividades que se pueden realizar en San José del Guaviare son senderismo en la Serranía de La Lindosa, donde se pueden observar pinturas rupestres, navegación por los ríos Guaviare y Inírida, camping en áreas designadas y avistamiento de aves. También se pueden organizar expediciones a lugares como Ciudad de Piedra, donde los visitantes pueden explorar impresionantes formaciones rocosas y su biodiversidad.
El ecoturismo en San José del Guaviare se basa en prácticas sostenibles, como el proyecto ‘Guardianes de la Biodiversidad’ que se centra en la formación de guías comunitarios que educan a los visitantes sobre la rica biodiversidad de la región. A través de talleres y capacitaciones, se enseña a los guías sobre la flora y fauna locales, así como sobre las prácticas de conservación necesarias para proteger el ecosistema. Los guías son seleccionados de la comunidad, lo que les permite generar ingresos y mantener sus tradiciones culturales. El programa incluye actividades de avistamiento de aves y excursiones a sitios arqueológicos, combinando el aprendizaje con la experiencia de la naturaleza.
El acceso a San José del Guaviare es fácil desde Bogotá, con vuelos regulares que conectan la capital con el municipio. Además, se pueden encontrar opciones de transporte terrestre, lo que facilita la llegada de turistas. La infraestructura local también ha mejorado, con alojamientos que se ajustan a los principios del ecoturismo.
El ecoturismo ha generado aproximadamente 200 empleos directos este año en San José del Guaviare, impactando positivamente en la economía local. Estos empleos abarcan desde guías turísticos hasta servicios en hospedajes y restaurantes que ofrecen productos locales. Según la Alcaldía de San José del Guaviare, la actividad turística ha contribuido a un incremento estimado del 25% en los ingresos de la comunidad, lo que ha permitido el financiamiento de proyectos comunitarios y mejoras en la infraestructura local.
Puerto Carreño
Se sitúa en la confluencia de importantes ecosistemas, como el río Orinoco y la sabana del Llanos, que albergan una diversidad de especies. La vegetación incluye árboles nativos como el manglar y diversas plantas medicinales, cruciales para el equilibrio del ecosistema local.
Los visitantes de Puerto Carreño pueden disfrutar de las siguientes actividades: observación de aves, con más de 400 especies registradas, algunas son el tucán pico de quilla, conocido por su colorido y gran pico, la cigüeña jabirú, una especie que se encuentra en los humedales, el pájaro carpintero con su distintivo canto y comportamiento, y el guacamayo rojo, que se puede avistar en sus hábitats naturales cerca de los ríos. Los ríos que se pueden explorar son el río Orinoco, el principal, famoso por su biodiversidad y sus paisajes y el río Meta, donde los visitantes pueden disfrutar de paseos en kayak a lo largo de sus aguas, observando la flora y fauna que lo rodea.
Las caminatas ecológicas pueden llevar a los visitantes a través de senderos que cruzan áreas de sabana y bosques inundables. Los trayectos más populares son el sendero de la Isla de La Ciénaga, donde se pueden ver diferentes especies de plantas medicinales y conocer sobre su uso tradicional y la caminata hacia la Laguna de los Mirlos, un lugar ideal para el avistamiento de aves y disfrutar de la paz del entorno.
Puerto Carreño implementa prácticas de turismo ecológico tales como el proyecto ‘Reforestación de la Sabana’ que se centra en la reforestación de áreas degradadas en la sabana de Vichada. La iniciativa involucra a la comunidad local en la siembra de especies nativas, lo que no solo ayuda a restaurar el ecosistema, sino que también proporciona sombra y refugio a diversas especies de fauna, incluidas aves migratorias y mamíferos.
El ecoturismo en Puerto Carreño ha generado aproximadamente 150 empleos directos en 2024, impactando positivamente en la economía local. Estos empleos abarcan desde guías turísticos hasta personal en hospedajes y restaurantes que ofrecen productos locales. Según la Alcaldía de Puerto Carreño, la actividad turística ha contribuido a un incremento estimado del 30% en los ingresos de la comunidad, mejorando la calidad de vida de sus habitantes y promoviendo el desarrollo de infraestructuras y servicios locales.
Tolú (Sucre)
Se sitúa en la región del Caribe colombiano, donde la diversidad de ecosistemas incluye playas, manglares y áreas de coral. Algunas especies emblemáticas son la tortuga carey que puede ser avistada durante la temporada de anidación en las playas, el flamenco, conocido por su color vibrante, se encuentra en las salinas cercanas, y el delfín mular que suele aparecer en las aguas del mar Caribe.
Tolú permite actividades de ecoturismo, tales como el avistamiento de aves en la Ciénaga de la Caimanera, donde se pueden observar flamencos y diversas aves migratorias, y el snorkeling y buceo en los arrecifes de coral cercanos, que albergan una vida marina. Además, es de fácil acceso gracias a su infraestructura de transporte, tiene carreteras pavimentadas conectan Tolú con otras ciudades importantes, como Sincelejo y Cartagena.
El ecoturismo en Tolú se basa en prácticas sostenibles como el proyecto ‘Cuidando Nuestras Tortugas’, que está diseñado para la conservación de las tortugas marinas, especialmente la tortuga carey, que anida en las playas de Tolú. Voluntarios y miembros de la comunidad participan en la identificación y protección de nidos. Se realizan recorridos nocturnos en las playas para detectar nuevas anidaciones y evitar que los depredadores se alimenten de los huevos. Se llevan a cabo talleres y charlas en escuelas locales y comunidades, sensibilizando sobre la importancia de las tortugas en el ecosistema marino. Estos talleres también se ofrecen a los turistas que visitan la región, promoviendo un turismo responsable, y los turistas pueden participar en la liberación de crías de tortuga al mar, lo que les brinda una experiencia inolvidable y les enseña sobre la conservación de la vida marina.
El ecoturismo en Tolú ha tenido un impacto positivo en la economía local, generando aproximadamente 150 empleos directos en 2024, en actividades relacionadas con el turismo, como guías, personal de hospedaje y operadores turísticos. De acuerdo con la Alcaldía de Tolú, se estima que esta actividad ha aumentado los ingresos de las familias locales en un 25%, mejorando la calidad de vida y fomentando el desarrollo de proyectos comunitarios, como la construcción de infraestructuras básicas.
Villagarzón (Putumayo)
Villagarzón está situada en la Amazonía colombiana, lo que le otorga una variedad de ecosistemas, desde selvas tropicales hasta ríos. Algunas especies emblemáticas que se pueden encontrar en la zona son los delfines rosados, que habitan los ríos amazónicos, el mono aullador negro conocido por su distintivo canto, y el pájaro carpintero de pico de loro, una especie colorida que se observa en los bosques.
Villagarzón ofrece diversas actividades de ecoturismo que permiten a los visitantes explorar la biodiversidad de la región, tales como las caminatas por la selva, y los paseos en canoa. Apoyándose en prácticas sostenibles tales como el proyecto Sabores de la Amazonía’ que se centra en la producción sostenible de alimentos típicos de la región amazónica, promoviendo la agricultura orgánica y la gastronomía local. Su objetivo es empoderar a los agricultores de Villagarzón y fomentar un turismo que valore la biodiversidad y los sabores autóctonos. Se ofrecen talleres y capacitaciones a los agricultores locales sobre técnicas de cultivo orgánico, uso de abonos naturales y prácticas de conservación del suelo. De tal forma que se establece una cooperativa de agricultores que trabaja en conjunto para comercializar productos como yuca, plátano y cacao. Esta red permite a los miembros acceder a mejores precios y mercados, aumentando sus ingresos. Así tal se desarrollan recorridos turísticos que incluyen visitas a fincas locales donde los turistas pueden participar en actividades como la cosecha de productos y la preparación de platos tradicionales. Estas experiencias permiten a los visitantes conocer de cerca la cultura y las prácticas sostenibles de la región.
Villagarzón es accesible gracias a su conexión por carretera con otras ciudades de Putumayo y vuelos regulares desde ciudades principales como Leticia. Esta infraestructura facilita la llegada de turistas a la región. De acuerdo con la Alcaldía de Villagarzón, el ecoturismo en ese territorio ha generado aproximadamente 100 empleos directos este año, incluyendo guías turísticos, operadores de canoas y personal de hospedaje. Se estima que esta actividad ha incrementado los ingresos de la comunidad en un 30%, impulsando el desarrollo de pequeños negocios y cooperativas de producción.
👀🌎📄 ¿Ya está enterado de las últimas noticias del turismo en Colombia y en el mundo? Lo invitamos a verlas en El Espectador.