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¿Cómo cuidarse la piel a la hora de viajar?

El cuidado de la piel es esencial en los viajes, ya que el clima y las condiciones ambientales pueden afectar su salud. Aquí le decimos algunos consejos.

Leidy Barbosa
01 de noviembre de 2024 - 11:15 p. m.
Cuidados de la piel para diferentes climas.
Cuidados de la piel para diferentes climas.
Foto: pixabay
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En la planeación de un viaje, las preocupaciones suelen girar en torno a los destinos que se visitarán, los monumentos que se podrán ver o las aventuras se vivirán. Sin embargo, hay un detalle que muchos viajeros pasan por alto, pero que puede marcar la diferencia entre unas vacaciones perfectas y un contratiempo inesperado: el cuidado de la piel.

Y es que la piel es la primera en enfrentarse a variaciones bruscas de temperatura, exposición a ambientes distintos, alteraciones en las rutinas y el estrés propio de los viajes. Es por esto que mantener una rutina de cuidado facial, más allá de ser un acto de belleza, es fundamental para proteger y preservar su salud, especialmente cuando se está lejos de casa.

“La piel, siendo el órgano más extenso de nuestro cuerpo, merece una atención especial, particularmente en climas cálidos. Organizaciones como la Academia Americana de Dermatología y la Organización Mundial de la Salud, recomiendan un cuidado extensivo de esta, por lo que lo primero que debe tener un turista en cuenta es la hidratación constante, pues esa es la primera línea de defensa. Una piel bien hidratada no solo se ve más saludable, sino que también está mejor preparada para enfrentar las agresiones externas y menos propensa a irritaciones. Es importante mantener una rutina de hidratación consistente”, dice la Dra. Marilyn Sanabria, dermatóloga y miembro de la red de especialistas de la plataforma de salud DoctorAkí.

Explica que los entornos secos, como las zonas áridas o incluso durante un viaje en avión debido al aire presurizado, pueden absorber la humedad de la piel, provocando sequedad, tirantez y la acentuación de arrugas. Además, al estar a mayor altura, los pasajeros están expuestos a una mayor radiación ultravioleta, ya que los rayos UV pueden atravesar las ventanas de la aeronave. Para combatir estos efectos, es fundamental intensificar la hidratación antes, durante y después del vuelo, utilizando tanto productos tópicos como asegurando una adecuada ingesta de agua.

El segundo paso, es la protección solar, algo fundamental en este tipo de climas. Tenga en cuenta estas recomendaciones:

  • Para mantener la salud de la piel, es esencial aplicar un protector solar con un factor de protección solar (FPS) de 50 o superior, asegurándose de reaplicarlo cada dos horas. La elección y el uso adecuado del protector solar son decisiones fundamentales, es por esto que es mejor elegir un producto que cuente con características específicas para asegurar una protección integral, por ejemplo: que sea de amplio espectro, lo que garantiza la defensa no solo contra los rayos ultravioleta A y B, sino también contra la luz visible e infrarroja, además, es recomendable optar por productos que contengan ingredientes activos como óxido de zinc o dihidroxibenceno, ya que ofrecen una protección más eficaz contra los rayos solares.
  • Un error común es pensar que en días nublados, o con protecciones como las ventanilas de un avión se puede prescindir del protector solar, pero la realidad es que los rayos ultravioleta los atraviesan y pueden causar daño a la piel. Además, evite la exposición al sol entre las 10:00 y las 16:00, cuando la radiación es más intensa.
  • Complete su cuidado con el uso de gafas de sol que tengan filtro UV certificado. Adicional a esto puede usar ropa con protección solar integrada (UPF). Estos elementos adicionales proporcionan una barrera extra de protección a la piel.
  • Además de la deshidratación y la exposición solar, el estrés del viaje puede desencadenar la liberación de cortisol, afectando la función barrera de la piel y provocando rojeces o brotes de acné. Para combatirlo, puede hacer ejercicios de respiración y utilizar productos para la piel antes y despues del viaje suaves con la piel para minimizar sus efectos.

“Mantener una limpieza adecuada es igualmente importante para prevenir problemas cutáneos. Una buena rutina de limpieza ayuda a eliminar las células muertas y evita la aparición de acné, espinillas y puntos negros. Este paso es especialmente crucial en climas cálidos, donde el sudor y la exposición ambiental pueden aumentar la probabilidad de obstrucción de los poros”, recalca la experta.

Recomienda que al finalizar el día, se realice una limpieza profunda en la piel para eliminar restos de protector solar, sudor e impurezas del ambiente y luego, complemente esto con una buena hidratación nocturna, que ayudará a restaurar y fortalecer la barrera cutánea, esto preparará a la piel para enfrentar las agresiones del día siguiente.

“Algo que siempre hago hincapié es que cada piel es única y puede reaccionar de forma distinta a los productos y rutinas de cuidado. Es por esto que si tiene alguna duda o en caso de presentar alguna condición especial en la piel, consulte a un dermatólogo de confianza, quien podrá ofrecerle recomendaciones personalizadas y adecuadas a sus necesidades específicas”, aseguró Sanabria.

¿Y en climas fríos?

Para mantener una piel saludable en climas fríos, es fundamental establecer una rutina de hidratación consistente. Esto se debe a que la deshidratación de la piel durante el invierno puede comprometer seriamente la barrera cutánea, haciéndola más vulnerable a agentes externos irritantes. Según la experta, cuando esta barrera protectora se debilita, se vuelve más susceptible a la penetración de sustancias potencialmente agresivas presentes en productos de uso diario como jabones, detergentes, suavizantes, perfumes y cremas perfumadas, lo que puede desencadenar molestas dermatitis de contacto.

“Es importante entender que la deshidratación puede desencadenar un ciclo perjudicial: la piel seca produce picazón, el rascado intensifica la irritación y el enrojecimiento, y si nuestras manos no están adecuadamente limpias al momento de rascarnos, podemos introducir bacterias, virus y hongos, complicando aún más la situación. Este círculo vicioso puede evitarse manteniendo una hidratación constante y adecuada de la piel”, subrayó la dermatóloga.

Asegura que la clave está en seleccionar productos específicamente formulados con ingredientes protectores y humectantes como pantenol, vaselina, lanolina y ácido hialurónico. Estos componentes ayudan a restaurar y mantener la barrera cutánea en óptimas condiciones, previniendo la temida descamación y el prurito característico de la piel deshidratada. Sin embargo, enfatiza que la prevención es fundamental, pues una piel bien hidratada es una piel protegida, menos propensa a irritaciones y más resistente a las agresiones ambientales.

Estos son tres puntos claves que debe considerar en climas fríos:

  • Protección e hidratación intensiva: En climas fríos, ajuste su rutina para proteger la piel del frío, la sequedad y el viento. Para ello, opte por cremas y lociones más ricas y grasosas que proporcionen una nutrición adicional para combatir la sequedad. No olvide protegerse también de la radiación ultravioleta; según la Dra. Sanabria, incluso en días nublados, los rayos UV pueden atravesar las nubes y dañar la piel. Además, se recomienda utilizar productos de limpieza suaves, como jabones o dermolimpiadores con un pH similar al de la piel, evitando aquellos que contengan alcohol o fragancias.
  • Evita el exceso de deshidratación: Realice baños cortos con agua tibia y seque su piel con suaves toques, esto ayudará a evitar la pérdida de hidratación. Asimismo, procure evitar la calefacción excesiva, ya que puede resecar el ambiente y afectar la piel. Por otro lado, si está en exteriores, use guantes para proteger sus manos de la sequedad y el frío, y asegúrese de beber suficiente agua para mantener la hidratación interna y externa.
  • Ingredientes clave para la hidratación: Los ingredientes activos como el ácido hialurónico, la glicerina, el pantenol, la urea y las ceramidas son esenciales para mantener una piel saludable e hidratada. El ácido hialurónico retiene agua para una apariencia juvenil, la glicerina atrae humedad para suavizar, el pantenol refuerza la barrera cutánea, la urea hidrata profundamente y exfolia suavemente, y las ceramidas preservan la estructura de la piel y evitan la sequedad al unir las células.

Por otro lado, la dermatóloga señala que la salud de la piel no solo depende del cuidado externo, sino también de una nutrición adecuada y de hábitos de vida saludables. Por lo tanto, recomienda ajustar la alimentación e hidratación según el clima en el que se encuentre. Algunos de estos consejos son:

  • Alimentos para la hidratación y fortalecimiento de la piel: Una dieta equilibrada es clave para nutrir la piel desde el interior. Incluya alimentos ricos en omega-3, como el salmón y las nueces, para mantener la hidratación natural y acompañe esto con frutas y verduras ricas en antioxidantes y vitamina C, las cuales combaten el envejecimiento prematuro y fortalecen las defensas de la piel. Reduzca el consumo de alimentos procesados y azucarados, ya que estos pueden afectar negativamente la salud cutánea.
  • Hábitos de vida y su impacto en la piel: Los hábitos de vida influyen directamente en la salud de la piel. Limite el consumo de alcohol y evite el tabaco, esto se debe a que ambos factores contribuyen a la deshidratación y el envejecimiento.
  • Duerma bien: Priorice un descanso adecuado, debido a que dormir entre 7 y 8 horas diarias permite que el cuerpo, incluida la piel, se regenere de manera eficiente.
  • Alimentos refrescantes y ligeros para el calor: En climas cálidos, elija alimentos frescos como ensaladas, frutas, verduras y pescado, que ayudan a mantener la hidratación y frescura del cuerpo. Los alimentos ricos en líquidos, como batidos de frutas y gazpachos, también son excelentes opciones para el calor. Tenga en cuenta que en épocas de calor, comer en exceso puede hacernos sentir pesados y lentos, es por esto que es preferible comer pequeñas porciones varias veces al día para mantenerse energizado.
  • Alimentos para el frío: Para combatir el frío, es fundamental incluir en la dieta alimentos que aporten energía y refuercen el sistema inmunológico. Las legumbres, como lentejas, garbanzos y judías, son opciones ricas en nutrientes y energía, ideales para consumir al menos tres veces por semana, en porciones moderadas si se acompañan de ingredientes calóricos. Por otro lado, las frutas de temporada, como naranjas, kiwis y mandarinas, destacan por su alto contenido de vitamina C, esencial para proteger el sistema inmune.

“Un ultimo consejo sería que las personas también protejan su zona labial. Esta requiere una atención específica, dado que es particularmente susceptible a las condiciones climáticas adversas. La aplicación regular de un bálsamo labial específico es esencial para prevenir la aparición de grietas, fisuras e irritaciones, manteniendo esta delicada área debidamente hidratada y protegida. Adicional a esto, es aconsejable buscar zonas de sombra siempre que sea posible, incluso durante los días más fríos, para minimizar el impacto de la radiación solar sobre la piel”, finaliza.

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Leidy Barbosa

Por Leidy Barbosa

Periodista de la Universidad Externado de Colombia, con énfasis en la producción audiovisual y en animación digital. Apasionada por temas medioambientales y sociales.@leidyramirezbLbarbosa@elespectador.com

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