¿Cómo enfrentar el turismo masivo en el mundo? Esto dice ONU Turismo
Entrevista con Natalia Bayona, directora ejecutiva y líder de la estrategia de innovación, educación e inversiones de ONU Turismo, la agencia especializada de las Naciones Unidas.
Diego Suárez
En las últimas décadas, el turismo masivo ha transformado tanto destinos icónicos como rincones ocultos del mundo, trayendo consigo beneficios económicos sustanciales y desafíos complejos. A medida que millones de viajeros buscan explorar nuevas culturas y paisajes, las comunidades anfitrionas enfrentan el reto de equilibrar el desarrollo económico con la preservación de su identidad cultural y medioambiental. Este fenómeno, impulsado por la globalización y las facilidades de transporte, plantea preguntas cruciales sobre la sostenibilidad y el futuro del turismo global.
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En las últimas décadas, el turismo masivo ha transformado tanto destinos icónicos como rincones ocultos del mundo, trayendo consigo beneficios económicos sustanciales y desafíos complejos. A medida que millones de viajeros buscan explorar nuevas culturas y paisajes, las comunidades anfitrionas enfrentan el reto de equilibrar el desarrollo económico con la preservación de su identidad cultural y medioambiental. Este fenómeno, impulsado por la globalización y las facilidades de transporte, plantea preguntas cruciales sobre la sostenibilidad y el futuro del turismo global.
España ha sido epicentro de multitudinarias protestas en contra del turismo masivo en los últimos días. De acuerdo con la Corporación de Radio y Televisión Española (RTVE), 50.000 personas salieron a marchar el 21 de julio en Mallorca, ciudad española, exigiendo límites al turismo, pues el modelo turístico de la isla “empobrece a los trabajadores y enriquece solo a unos pocos” según los organizadores de la protesta. Esas manifestaciones se suman a las realizadas en Barcelona la primera semana de julio, en donde los protestantes rociaron con agua a los visitantes y gritaban “turistas iros a casa”. Además, los habitantes de las Islas Canarias españolas también protestaron en contra del turismo masivo, lo hicieron convocando una huelga de hambre durante el mes de abril.
Ante ese panorama, la colombiana Natalia Bayona, directora ejecutiva y líder de la estrategia de innovación, educación e inversiones de ONU Turismo, habló con El Espectador sobre el turismo masivo en el mundo.
Ha habido en los últimos meses protestas multitudinarias en varias ciudades del mundo en contra del turismo masivo, ¿cómo entender este fenómeno?
Es muy importante entender el fenómeno del turismo masivo porque nos va a indicar de dónde venimos y para dónde vamos. Recuerdo que antes de la pandemia también tuvimos protestas, enfocadas en la regulación de los turistas, pues no estaban dejando el impacto correcto en la economía. Luego, llegó el covid y el turismo perdió al 100% su impacto, siendo la única economía en tener tal disminución. Además, descendimos en un 74% los viajeros. Eso generó una ansiedad en las personas de querer volver a viajar, que proyecta, según ONU Turismo, un aumento de dos cifras porcentuales en el turismo mundial, respecto a lo que teníamos antes de la pandemia. Hoy vemos que la recuperación es absoluta, entonces tenemos que pensar en el desarrollo tanto para los destinos maduros como para los emergentes. En los destinos maduros, por ejemplo, existen varios problemas con los apartamentos turísticos porque en su mayoría son ilegales, no pagan impuestos y están mezclados con barrios residenciales, esa es la primera causa-efecto que ONU Turismo evidencia. Todas las pymes y apartamentos turísticos deben pagar impuestos, ninguno puede estar exento. No puede pasar que los ciudadanos de una ciudad sientan que están perdiendo identidades por las prácticas de turismo. Yo veo acciones clarísimas en los mercados maduros, como el de New York, en Barcelona, de aquí a cinco años no van a existir pisos turísticos en las Islas Canarias, en Medellín también se van a regular. Entonces, la respuesta a las manifestaciones ha sido correcta.
El segundo punto es el desarrollo puro y duro de fortalecer el tejido empresarial. Volviendo a las pymes, cada vez más hay un movimiento con el lujo invisible en apostar por los artesanos locales, manteniendo el ecosistema nacional, donde no se pierda la identidad de los epicentros turísticos. Se está viendo con las regulaciones propuestas en Europa y Estados Unidos que apuestan por el turismo sostenible y generan impacto.
El tercer punto es la sostenibilidad, como hacemos para que los dos sectores más importantes del turismo, que son los recursos naturales y humanos, tengan el valor correcto y no se desvirtúen. Hemos visto prácticas en Italia, en donde ya se están planteando las tasas y limitación de los aforos. En distintos lugares se proponen las ecotasas que no es nada distinto a una tasa que va a reintegrarse y ese impuesto, que es muy mínimo, de 10 euros, se use bien para la estructura de los recursos naturales. El turismo tiene que ser riqueza humana y económica, estamos pasando por un excelente momento en números, pero también es momento de regular ese tipo de variantes y retos que plantea el sector.
¿Se puede decir que responde a un auge del turismo mundial tras la pandemia? Las proyecciones señalan que el sector, además, superará este año cifras históricas y seguirá creciendo.
Hay muchas variables. En efecto, la primera es la pandemia, que fue muy bien tratada por países como España, haciendo una mezcla entre turismo y salud. Pero, hubo otros países que con sus medidas generaron le generaron a la gente ansiedad por viajar, que después desencadenó en el turismo masivo. Hay otras variables, como la inversión en turismo, que está creciendo como nunca antes había crecido. Sobre todo por parte del sector privado, existe una inversión en hotelería y desarrollo de destinos turísticos.
Tercero, efectivamente también debemos tener en cuenta que existen unos flujos masivos por las conexiones aéreas, ejemplos de ello son Colombia y los Árabes. Además, no nos podemos olvidar de que ha habido Mundial, Eurocopa, Copa América y Olímpicos en menos de seis meses, y eso indudablemente genera que la gente se movilice de un destino a otro.
¿Ha habido falta de preparación o regulación de los gobiernos locales para atender la afluencia masiva de turistas?
Yo creo que nadie se esperaba un crecimiento tan acelerado, porque el turismo es el área más afectada cuando hay una guerra, pandemia, etc. La democratización e innovación ha hecho que efectivamente vayan primero que la regulación y eso siempre pasa, el turismo no va a ser la excepción. Los apartamentos turísticos han innovado como negocio, lo cual no tiene nada de malo, pero al ser negocio debe ser regulado como tal. Yo veo que en el caso de Medellín y New York, por ejemplo, ha habido una buena recepción y eso con el tiempo se demostrará.
¿Hacia dónde deberían ir encaminadas las medidas para solventar el problema?
No hay una regla general para todo el mundo, porque todos los territorios son distintos, no podemos comparar a Medellín, que es un destino emergente, con Barcelona, que tiene una economía madura. Hay que crear una gobernanza, donde todos los actores estén representados, la educación, el sector privado, el público, con una matriz de resultados que indique cómo hay que regular. Cada ciudad tiene su solución, lo importante es actuar rápido y tratar que esto no afecte el desarrollo de un territorio, ni que la imagen de turismo se vaya efectuando.
¿Cuáles pueden ser las consecuencias para el sector, a mediano y largo plazo, de este tipo de manifestaciones?
El efecto puede ser totalmente negativo, porque el turismo es un sector que tiene como primer indicador la confianza e imagen, sin eso, no puede haber turismo. Lo cual, genera un mal posicionamiento del sector en el cual no podemos caer. Entonces, hay que regular para evitar la pérdida de imagen.
¿Cómo encontrar un punto de equilibrio para que el turismo no se convierta en un problema para países o ciudades que reciben demasiados visitantes?
El impacto se mide a través de cuatro categorías: el impacto en el empleo de calidad, en el desarrollo e inversión en el territorio, gracias al turismo, en el desarrollo humano y en la preservación de los recursos naturales a pesar de su uso. Esas 4 variables se juntan y determinan si el impacto es bueno.
¿Qué recomendaciones ha hecho ONU Turismo sobre este asunto?
Nosotros tenemos recomendaciones de turismo urbano que hemos presentado, y siempre tenemos el mensaje de la innovación y la tecnología, que nos ayuda a medir los datos y recomendaciones para cada coyuntura de turismo en cada territorio.
Con todo este panorama como telón de fondo, ¿qué papel juega la propuesta y el impulso del turismo sostenible?
El turismo sostenible es la variable de llegada de turistas que generan impacto económico, y la preservación de los recursos naturales. Si esas variables existen, tendremos un turismo sostenible.