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La aviación es un facilitador económico muy importante en el mundo. La conectividad aérea permite el turismo y facilita el comercio, así como la conexión e inclusión social y la promoción del intercambio de conocimientos e ideas, según comparte la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). También, apoya la competitividad económica, el aumento de la productividad, la mejora de la eficiencia y el fomento de la innovación. No obstante, a su vez, la relación es recíproca: la competitividad operativa y regulatoria de los entes gubernamentales es necesaria para el desarrollo de la conectividad aérea. Además, esta depende de múltiples factores externos que interfieren con su óptima ejecución.
Pensando en esto, es frecuente conocer estudios sobre la industria aérea y sus constantes cambios, uno de los más recientes es el informe de OBS Business School: “El sector aéreo comercial, obligado a reinventarse”, dirigido por el profesor Eduardo Irastorza, donde concluye que la industria aeroespacial es uno de los pocos sectores de prestigio en los que Europa mantiene una posición importante en la economía global; sin embargo, la competencia es cada vez mayor y ya no se limita a la estadounidense. China es el país con el mayor volumen de viajes internos y, además, posee una avanzada tecnología. En este contexto, la UE lo tiene difícil para renovar sus flotas, principalmente por falta de presupuesto, y si a esto sumamos el costo del desarrollo y la implementación de nuevas y muy caras motorizaciones limpias, el horizonte puede parecer oscuro.
Por otro lado, los países de Europa parecen priorizar otras cuestiones, como bien ha demostrado Francia restringiendo el número de vuelos “de corto trayecto”; es decir, de menos de dos horas y media.
“Detrás de esta política, en apariencia tan verde, se puede reconocer el interés de París en proyectar su poderosa industria ferroviaria y su oferta comercial de alta velocidad en un mercado liberalizado, potenciando de paso su turismo interno”, asegura Irastorza.
El auge de las compañías asiáticas
Hoy en día, según el informe de OBS Business School, las compañías aéreas occidentales siguen siendo las que lideran el ranking tanto en beneficios como en volumen de vuelos y en valor comercial. La estadounidense Delta Airlines es la compañía más rentable del mundo, gracias sobre todo a sus vuelos internos norteamericanos, que implican una enorme proporción de sus beneficios. Y a ella le siguen United Airlines Holding y American Airlines. El cuarto lugar del ranking lo tiene la europea Lufthansa, que ha mejorado la eficiencia en su gestión.
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Sin embargo, el actual ranking de compañías aéreas sufrirá notables cambios, según afirma el informe. Como indica el ranking de Statista Research Department, que analiza las aerolíneas comerciales más grandes del mundo según sus ingresos, ya hay dos compañías chinas entre las diez primeras. Son el nuevo gigante China Southern Airlines y China Airlines.
“Es indudable que para competir en el futuro inmediato con el muy intervenido mercado chino las compañías de los países occidentales deberán contar con un respaldo más decidido y coordinado de sus respectivos gobiernos”, afirma Eduardo Irastorza. Según el informe, “se está produciendo una polarización de la oferta con opciones de futuro solo para las compañías low cost y las premium. El resto lo tienen complicado”.
Latinoamérica despliega sus alas
Al igual que el resto del mundo, Latinoamérica sufrió severamente los efectos de la pandemia en su sector aéreo. Tras un moderado crecimiento en los años que precedieron al covid-19, justo antes de que sus efectos se hicieran notar en 2020, la zona experimentó un significativo crecimiento de su tráfico de pasajeros.
Según OBS Business School, compañías como Latam, que se estaban consolidando en el mercado internacional con una oferta cuantitativa y cualitativamente muy competitiva vieron detenido su ascenso. No obstante, sus cifras de beneficios están muy por encima de su competencia, más del doble que Avianca y dos veces más que Aeroméxico. La clave de su éxito, según el experto, reside en una ordenada integración de los actores que la conformaron y a una cuidada selección de sus destinos, concentrándose en los más rentables. De hecho, se lee en el informe: “Latam puede ser considerada como la primera compañía aérea verdaderamente multinacional de la zona”.
Asimismo, OBS Business School comparte que, de aquí a algo más quince años, los cielos de Latinoamérica verán un significativo aumento de los aviones de mediana capacidad surcándolos. Son los más empleados en todo el mundo para obtener el equilibrio entre capacidad y rentabilidad.
Vuelos sostenibles
El transporte aéreo es uno de los principales sectores que también contribuye al calentamiento global. Como indica el profesor: “El mayor reto es conseguir eliminar las emisiones de dióxido de carbono no solo por cuestiones medioambientales, sino también para calmar la presión de la opinión pública que en Europa es, con mucho, la más concienciada y movilizada del mundo en la lucha contra el cambio climático”.
Esto pasa por el empleo de lo que se conoce como SAF (Sustainable Aviation Fuel), mucho más limpio que el fuel tradicional. Para alcanzar las cero emisiones hoy serían necesarios 23.000 millones de litros de este combustible, y en 2050 esta cifra ascenderá hasta los 449.000 millones, según el estudio.
Las aerolíneas que más esfuerzo están haciendo para incorporar carburantes limpios a sus flotas, comprando millones de galones de biocombustible de aviación sostenible son, según datos de Statista, las norteamericanas United Airlines y Delta.
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Por otro lado, según el informe, se prevé que los cielos asiáticos serán los más sobrevolados por aviones comerciales debido a su enorme densidad de población y a su crecimiento económico, que superará a Occidente. Indonesia y Filipinas son otras dos naciones superpobladas y dinámicas, y África y Latinoamérica también verán crecer notablemente su número de pasajeros. Incluso Oriente Medio superará a Europa. La más reciente revelación en esta área es Turquía.
La valoración de las aerolíneas
Según OBS Business School, las compañías aéreas orientales son las que hoy reciben las mejores valoraciones de los clientes. Emirates, Japan Airlines, Qatar Airways o la muy consolidada Singapore Airlines ocupan los primeros puestos al reinventar el concepto del “placer de volar” con una oferta multisensorial y personalizada.
Las tarifas
Por otro lado, el informe de OBS prevé que las tarifas experimentarán en los próximos meses un notable ascenso, aunque estas subidas serán diferentes en cada región del planeta. Los vuelos intercontinentales desde y hacia Asia serán, de lejos, los que más suban. Por otro lado, aquellos vuelos que conectan extremo oriente con Europa incrementarán sus tarifas un 12 % en su clase turista y un 7 % en business. Los vuelos entre Europa y Norteamérica experimentarán una menor subida, que estará por el 3,7 %.
Las aerolíneas europeas, más sensibles a la crisis de la energía que las norteamericanas, incrementarán hasta un 5,5 % sus precios en clase turista y un 6 % en business, y el sector, como siempre, necesitará ayudas para sobreponerse a la recesión.
Mirando al futuro
Tal como lo dice el informe, si adoptamos por un momento el punto de vista del consumidor, veremos que pocas veces lo ha tenido tan complicado para volar: tarifas al alza, menos poder adquisitivo, complicaciones geopolíticas que generan inseguridad y, sobre todas ellas, un sector que atraviesa la fase de transformación más importante de su historia, marcada por el empleo de nuevas y más limpias motorizaciones, nuevos formatos de avión que transforman la experiencia de vuelo.
El pasajero quiere vivir experiencias integrales, desde antes de tomar el avión a mucho después de haberse bajado. Esto exige a las aerolíneas establecer acuerdos con compañías de otros sectores para crear experiencias integradas. Los sectores de hostelería, entretenimiento, contenidos y tantos otros deberán trabajar juntos para seguir sorprendiendo y atrayendo a un pasajero que cada vez más trasciende a este papel y asume el de viajero, con todo lo que eso supone, en el espíritu y en la forma.
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“Hablamos de un escenario 3.0 en el que la personalización se lleve al extremo gracias a la eficiente gestión de las más avanzadas herramientas de Big Data. Con ellas, las propuestas dejarán de ser reactivas y se convertirán en tan proactivas como las que ya todos vivimos al interactuar con Amazon, Google o YouTube. Será una competición abierta y global entre grandes alianzas multisectoriales para convertir no sólo al pasajero en auténtico viajero, sino para hacerle sentir el dueño de su destino en todos los sentidos”, se lee en el informe.
Según el profesor Irastorza, el sector comercial aéreo del futuro será:
- Más exigente: lo mejor será siempre lo que él considera mejor. Ganará el que mejor conozca sus gustos y antes responda a ellos.
- Más integral: esperará una propuesta que cubra todas sus necesidades y deseos. Ganará el que ofrezca una auténtica experiencia multisensorial.
- Más diverso culturalmente: sus gustos y preferencias mandan y determinan la oferta. Ganará el que mejor entienda y responda a nuevos e importantes mercados.
- Más diverso físicamente: la inclusión ya no será una opción sino una obligación legal. Ganará el que incluya entre sus valores la inclusión y sepa hacerlo realidad.
- Más solidario: querrá que toda la sociedad se beneficie de que él viaje. Ganará el que más sinceramente aplique la responsabilidad social corporativa.
- Más mayor: la esperanza de vida crece, pero también los factores limitantes a cubrir. Ganará el que sepa ganarse la confianza de los más escépticos.
- Más experimentador: conquistar su fidelidad será el mayor reto. Ganará el que haga de sus clientes sus mejores embajadores.
- Más eficiente en sus gastos a los que considerará inversiones. Ganará el que entienda que solo sobrevivirán los eficientes. Ser eficaz no basta.
- Más digital: toda la tecnología deberá estar a su alcance en la experiencia. Ganará el que mejor combine átomos y bits.
- Más emocional: como diría Constantino Kavafis, el viaje será tan importante como el destino. Ganará el que sepa convertir su aerolínea en una Love Mark.
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