Día Mundial del Turismo: destinos imperdibles en Colombia que le apuestan a la paz
Este año, el tema de la celebración internacional es “Turismo y Paz”, una oportunidad para reconocer que el sector turístico es un factor decisivo y vital para el fomento de la paz, el entendimiento entre naciones y culturas y el apoyo a los procesos de reconciliación.
María Alejandra Castaño Carmona
El Día Mundial del Turismo se celebra el 27 de septiembre de cada año desde 1980 y marca el aniversario de la adopción de los Estatutos de la Organización en 1970, allanando el camino para el establecimiento de la ONU Turismo cinco años después. Este año, el lema es Turismo y Paz.
“Este año, mientras celebramos el Día Mundial del Turismo, nuestro planeta está asolado por la guerra y la inseguridad. Casi uno de cada cuatro habitantes del planeta vive en zonas de conflicto, muchos de nosotros hemos presenciado en primera persona el sufrimiento causado por la guerra, cuyos efectos se dejan sentir mucho más allá de las zonas devastadas por los combates. ¡Debemos defender la paz! ¡Es urgente hacerlo! Pese a la amplitud y diversidad de la familia mundial del turismo, sus miembros están unidos por una humanidad compartida”, confesó Zurab Pololikashvili, secretario general de ONU Turismo.
Según ONU Turismo, además de ser un motor económico, el turismo tiene el potencial de unir a las personas en circunstancias no adversas, y esa es una de sus mayores fortalezas. Un sector turístico con vocación de paz respetará las fuerzas económicas y sociales y, por ende, asumirá su responsabilidad social. Tratará de contribuir a la democratización de la sociedad, de las relaciones internacionales y del sistema mundial, dentro de los límites de las oportunidades y consciente del poder de las alianzas.
“Nuestro sector es el más humano, pues cada viaje crea una conexión. El turismo une y acerca al mundo, genera confianza y respeto, sienta las bases de la cooperación y fomenta el crecimiento integrador y la prosperidad, aspectos que constituyen las salvaguardias más seguras contra los conflictos”, agregó Zurab Pololikashvili.
👀🌎📄 (Lea también: Día Mundial del Turismo 2024: importancia del sector en la consolidación de la paz)
En Colombia, durante décadas, el conflicto armado no dejó que se visitaran decenas de destinos con una naturaleza, belleza y biodiversidad única. Selvas, bosques, ríos, cañones, volcanes, playas y muchos otros ecosistemas se mantuvieron ocultos por cuenta de la presencia de grupos armados ilegales que controlaban los territorios. Sin embargo, en 2016 la firma del Acuerdo de Paz con la antigua guerrilla de las FARC abrió la puerta a varias de estas maravillas en el país.
Desde entonces, el turismo ha sido un importante actor en la construcción de la paz. Este sector, les ha permitido a territorios apartados y que por años estuvieron estigmatizados por la guerra, mostrar una nueva imagen y las iniciativas turísticas se han convertido en el motor de la economía y el desarrollo de varias de estas regiones.
Estas son solo algunas de las experiencias recomendadas.
1. Pinturas rupestres y riqueza natural en Guaviare
En la Serranía de la Lindosa está una de las colecciones de arte rupestre más grandes del mundo. Se pueden ver en Cerro Azul, Nuevo Tolima y El Raudal. En el primero, también conocido como Cerro Pintura, están la mayoría, con más de 1.200 metros cuadrados de pinturas, que, según estudios, tienen cerca de 12.000 años de antigüedad.
Este tesoro arqueológico está ubicado a 47 kilómetros de San José del Guaviare, por carretera destapada la mayoría del trayecto; por lo cual, lo ideal es ir con una agencia de viajes o un guía local.
Cerro Azul, “la puerta de Chiribiquete” y Patrimonio Histórico de la Humanidad, hace parte de las zonas arqueológicas declaradas área protegida en Colombia.
Allí se encuentra la Asociación Fantasías de Cerro Azul, Puerta de Chiribiquete, la organización de base comunitaria que tiene presencia en el territorio para la protección, salvaguarda y promoción de las pinturas rupestres del área arqueológica protegida de Cerro Azul. “Nuestro objetivo principal es el desarrollo de actividades de turismo comunitario en la vereda Cerro Azul, que permitan conservar la diversidad y riqueza natural y cultural presente en el territorio”, aseguran. Actualmente son más de 40 miembros activos dentro de la asociación quienes prestan servicios turísticos, como gastronomía, alojamiento y guianza interpretativa. “Aquí somos guardianes de Cerro Pinturas, en Cerro Azul, un importante sitio arqueológico, patrimonio de la nación”, enfatizan.
2. Rafting, memora histórica y ecoturismo en Caquetá
Caguán Expeditions es uno de los proyectos más destacados de firmantes de paz. Este nació en el año 2017 en Miravalle, región del río Pato, en el municipio de San Vicente del Caguán, Caquetá, cuando evidenciaron que el ecoturismo es una herramienta de transformación del territorio, que contribuye con la reincorporación de las comunidades firmantes de paz, el arraigo y a la reconciliación con las naturalezas.
Según el equipo de Caguán Expeditions, son un equipo de personas con historias de vida diferentes: líderes firmantes de paz, comunidades campesinas y profesionales emprendedores sociales de diversos orígenes y regiones de Colombia. “Cada encuentro entre visitantes, viajeros y comunidades, representa una experiencia profunda de convivencia, aprendizaje y paz”, enfatizan.
Caguán Expeditions ofrece actividades y experiencias de naturaleza, aventura y memoria histórica facilitando encuentros humanos. “Queremos dar la voz a quienes vivieron el conflicto armado, como una herramienta para superar la estigmatización, la reconciliación social y transformación del territorio. Pasamos de las armas a los remos; de las marchas a las expediciones y el trekking”, aseguran desde el proyecto de paz. Ellos diseñan y ofrecen experiencias de viaje, contacto e inmersión con la naturaleza, la memoria histórica y la aventura, bajo la guía y acompañamiento de firmantes de paz y comunidades campesinas locales de la Zona de Reserva Campesina Pato Balsillas y la cuenca amazónica del río Caguán, Caquetá.
3. Rafting y el poder del agua en el río la Miel, Norcasia, Caldas
¿Usted disfruta del agua? ¿Le gusta comer rico? ¿Lo anima conocer historias de vida inspiradoras? ¿Quiere conocer cascadas? ¿Los viajes de aventura y naturaleza lo seducen? ¿Quiere contribuir con el desarrollo sostenible del país por medio del turismo? ¿Busca pagar precios justos y, más allá del placer inmediato que generan los viajes, poder llevarse memorias inolvidables a su hogar? Si su respuesta es sí para alguna de estas preguntas, Norcasia posiblemente podría ser su próximo destino de viaje.
No importa cuántas fotos haya visto, cuántas historias le hayan contado, cuántos escritos haya leído, un viaje a Norcasia le brinda la posibilidad de sorprenderse y admirar. No solo por sus paisajes imponentes, con muchas tonalidades de verde, o por el privilegio de respirar aire puro y estar rodeado de agua, sino también por las vivencias que se pueden disfrutar.
“Donde antes bajan flotando los muertos, hoy bajan flotando los vivos”, asegura Oliver Pescador, líder turístico del municipio más joven de Caldas. Y agrega: “En Norcasia Travel brindamos experiencias enmarcadas en turismo comunitario y rural. Tenemos una propuesta de valor muy importante: los viajeros vienen a aprender, conocer, hacer sinergias y ser solidarios. Nuestra promesa está sustentada sobre las personas, con nombres y apellidos; sobre lugares, exuberantes paisajes y experiencias significativas. Acá se viene a probar todo lo que está dentro de un territorio lleno de magia”, resalta Oliver Pescador, creador y fundador, hace siete años, de Norcasia Travel.
👀🌎📄 (Le puede interesar: Turismo comunitario y rural: ¿Qué hacer en Norcasia? Destino de paz y naturaleza)
4. Rafting y belleza natural en el Cañón del Güejar, Meta
El Cañón del Río Güejar es otro destino en Colombia que sobresale por su belleza e inmensidad, pero también, porque hace algunos años era imposible visitarlo por el conflicto armado que lo atravesaba. Este lugar, rodeado de naturaleza y bosque virgen, cuenta con una riqueza inmensa con cascadas, bosque y rocas milenarias de más de 50 metros de altura, y es la puerta de entrada a la Serranía de la Macarena.
En sus aguas verdes, la comunidad ha creado una aventura ideal para los amantes de la biodiversidad y los deportes extremos, el rafting, una actividad donde se puede apreciar de forma natural y responsable la belleza de la zona.
“El Cañón del Río Güejar es uno de los lugares más hermosos que puedes visitar en el Llano. La actividad de rafting consiste en un descenso de 17 kilómetros por el río, con una duración aproximada de cinco horas según los niveles de agua del río”, aseguran desde la agencia de viajes Ecoturismo Sierra de la Macarena. Y agregan: “los guías preparan e instruyen a los turistas para la travesía, dan a cada persona un casco de seguridad, un chaleco flotador y un remo que posteriormente con una breve instrucción sobre cómo remar será suficiente para iniciar la travesía”.
5. Inmensidad y admiración en el Fin del Mundo en Putumayo
Otro de los destinos más impresionantes del país por su belleza, inmensidad, por los paisajes que lo rodean y por la cordialidad de su gente es el Fin del Mundo, una cascada con una caída de aproximadamente 80 metros, que está ubicada entre Mocoa y Villagarzón, en Putumayo, un departamento donde el paso de la guerra fue tal, que ocho de cada 10 de sus habitantes (282.598 de 348.000) fueron afectados por el conflicto y son reconocidos en el Registro Único de Víctimas. Hoy, gracias al ecoturismo, este destino se destaca por su belleza natural.
Tenga en cuenta que, para llegar a la imponente cascada, hay que recorrer un camino donde se encuentran pozos para nadar y cascadas más pequeñas cada una con un encanto particular.
Muy cerca de la entrada a esta maravilla natural se encuentra la Posada Turística Dantayaco, un refugio de lujo en la naturaleza, donde el confort se encuentra con la paz y se puede disfrutar del lujo de la tranquilidad. Desde allí, podrá visitar la belleza de los paisajes del Putumayo y disfrutar de autenticas delicias gastronómicas. Además, desde la habitación de la posada Dantayaco, podrá ser testigo de impresionantes vistas y del paso de aves y primates que alegran el paisaje. Un lugar perfecto para desconectar y reconectar con la naturaleza.
👀🌎📄 (Lea también: Los mejores restaurantes del mundo en 2024: uno en Colombia se posiciona en el top 3)
“Conscientes de nuestros atractivos, quisimos empezar con la bandera del turismo, pero no la hemos tenido fácil. Cuando empezamos tocaba luchar contra el estigma de ser un lugar violento. Después de un gran trabajo ya teníamos un buen flujo turístico, pero llegó la avalancha de Mocoa en 2017 y de nuevo se paró la actividad. Y cuando nos volvimos a recuperar llegó la pandemia”, dice Juan Pablo Ramírez, líder de turismo en la región y creador de la posada turística.
👀🌎📄 ¿Ya está enterado de las últimas noticias del turismo en Colombia y en el mundo? Lo invitamos a verlas en El Espectador.
El Día Mundial del Turismo se celebra el 27 de septiembre de cada año desde 1980 y marca el aniversario de la adopción de los Estatutos de la Organización en 1970, allanando el camino para el establecimiento de la ONU Turismo cinco años después. Este año, el lema es Turismo y Paz.
“Este año, mientras celebramos el Día Mundial del Turismo, nuestro planeta está asolado por la guerra y la inseguridad. Casi uno de cada cuatro habitantes del planeta vive en zonas de conflicto, muchos de nosotros hemos presenciado en primera persona el sufrimiento causado por la guerra, cuyos efectos se dejan sentir mucho más allá de las zonas devastadas por los combates. ¡Debemos defender la paz! ¡Es urgente hacerlo! Pese a la amplitud y diversidad de la familia mundial del turismo, sus miembros están unidos por una humanidad compartida”, confesó Zurab Pololikashvili, secretario general de ONU Turismo.
Según ONU Turismo, además de ser un motor económico, el turismo tiene el potencial de unir a las personas en circunstancias no adversas, y esa es una de sus mayores fortalezas. Un sector turístico con vocación de paz respetará las fuerzas económicas y sociales y, por ende, asumirá su responsabilidad social. Tratará de contribuir a la democratización de la sociedad, de las relaciones internacionales y del sistema mundial, dentro de los límites de las oportunidades y consciente del poder de las alianzas.
“Nuestro sector es el más humano, pues cada viaje crea una conexión. El turismo une y acerca al mundo, genera confianza y respeto, sienta las bases de la cooperación y fomenta el crecimiento integrador y la prosperidad, aspectos que constituyen las salvaguardias más seguras contra los conflictos”, agregó Zurab Pololikashvili.
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En Colombia, durante décadas, el conflicto armado no dejó que se visitaran decenas de destinos con una naturaleza, belleza y biodiversidad única. Selvas, bosques, ríos, cañones, volcanes, playas y muchos otros ecosistemas se mantuvieron ocultos por cuenta de la presencia de grupos armados ilegales que controlaban los territorios. Sin embargo, en 2016 la firma del Acuerdo de Paz con la antigua guerrilla de las FARC abrió la puerta a varias de estas maravillas en el país.
Desde entonces, el turismo ha sido un importante actor en la construcción de la paz. Este sector, les ha permitido a territorios apartados y que por años estuvieron estigmatizados por la guerra, mostrar una nueva imagen y las iniciativas turísticas se han convertido en el motor de la economía y el desarrollo de varias de estas regiones.
Estas son solo algunas de las experiencias recomendadas.
1. Pinturas rupestres y riqueza natural en Guaviare
En la Serranía de la Lindosa está una de las colecciones de arte rupestre más grandes del mundo. Se pueden ver en Cerro Azul, Nuevo Tolima y El Raudal. En el primero, también conocido como Cerro Pintura, están la mayoría, con más de 1.200 metros cuadrados de pinturas, que, según estudios, tienen cerca de 12.000 años de antigüedad.
Este tesoro arqueológico está ubicado a 47 kilómetros de San José del Guaviare, por carretera destapada la mayoría del trayecto; por lo cual, lo ideal es ir con una agencia de viajes o un guía local.
Cerro Azul, “la puerta de Chiribiquete” y Patrimonio Histórico de la Humanidad, hace parte de las zonas arqueológicas declaradas área protegida en Colombia.
Allí se encuentra la Asociación Fantasías de Cerro Azul, Puerta de Chiribiquete, la organización de base comunitaria que tiene presencia en el territorio para la protección, salvaguarda y promoción de las pinturas rupestres del área arqueológica protegida de Cerro Azul. “Nuestro objetivo principal es el desarrollo de actividades de turismo comunitario en la vereda Cerro Azul, que permitan conservar la diversidad y riqueza natural y cultural presente en el territorio”, aseguran. Actualmente son más de 40 miembros activos dentro de la asociación quienes prestan servicios turísticos, como gastronomía, alojamiento y guianza interpretativa. “Aquí somos guardianes de Cerro Pinturas, en Cerro Azul, un importante sitio arqueológico, patrimonio de la nación”, enfatizan.
2. Rafting, memora histórica y ecoturismo en Caquetá
Caguán Expeditions es uno de los proyectos más destacados de firmantes de paz. Este nació en el año 2017 en Miravalle, región del río Pato, en el municipio de San Vicente del Caguán, Caquetá, cuando evidenciaron que el ecoturismo es una herramienta de transformación del territorio, que contribuye con la reincorporación de las comunidades firmantes de paz, el arraigo y a la reconciliación con las naturalezas.
Según el equipo de Caguán Expeditions, son un equipo de personas con historias de vida diferentes: líderes firmantes de paz, comunidades campesinas y profesionales emprendedores sociales de diversos orígenes y regiones de Colombia. “Cada encuentro entre visitantes, viajeros y comunidades, representa una experiencia profunda de convivencia, aprendizaje y paz”, enfatizan.
Caguán Expeditions ofrece actividades y experiencias de naturaleza, aventura y memoria histórica facilitando encuentros humanos. “Queremos dar la voz a quienes vivieron el conflicto armado, como una herramienta para superar la estigmatización, la reconciliación social y transformación del territorio. Pasamos de las armas a los remos; de las marchas a las expediciones y el trekking”, aseguran desde el proyecto de paz. Ellos diseñan y ofrecen experiencias de viaje, contacto e inmersión con la naturaleza, la memoria histórica y la aventura, bajo la guía y acompañamiento de firmantes de paz y comunidades campesinas locales de la Zona de Reserva Campesina Pato Balsillas y la cuenca amazónica del río Caguán, Caquetá.
3. Rafting y el poder del agua en el río la Miel, Norcasia, Caldas
¿Usted disfruta del agua? ¿Le gusta comer rico? ¿Lo anima conocer historias de vida inspiradoras? ¿Quiere conocer cascadas? ¿Los viajes de aventura y naturaleza lo seducen? ¿Quiere contribuir con el desarrollo sostenible del país por medio del turismo? ¿Busca pagar precios justos y, más allá del placer inmediato que generan los viajes, poder llevarse memorias inolvidables a su hogar? Si su respuesta es sí para alguna de estas preguntas, Norcasia posiblemente podría ser su próximo destino de viaje.
No importa cuántas fotos haya visto, cuántas historias le hayan contado, cuántos escritos haya leído, un viaje a Norcasia le brinda la posibilidad de sorprenderse y admirar. No solo por sus paisajes imponentes, con muchas tonalidades de verde, o por el privilegio de respirar aire puro y estar rodeado de agua, sino también por las vivencias que se pueden disfrutar.
“Donde antes bajan flotando los muertos, hoy bajan flotando los vivos”, asegura Oliver Pescador, líder turístico del municipio más joven de Caldas. Y agrega: “En Norcasia Travel brindamos experiencias enmarcadas en turismo comunitario y rural. Tenemos una propuesta de valor muy importante: los viajeros vienen a aprender, conocer, hacer sinergias y ser solidarios. Nuestra promesa está sustentada sobre las personas, con nombres y apellidos; sobre lugares, exuberantes paisajes y experiencias significativas. Acá se viene a probar todo lo que está dentro de un territorio lleno de magia”, resalta Oliver Pescador, creador y fundador, hace siete años, de Norcasia Travel.
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4. Rafting y belleza natural en el Cañón del Güejar, Meta
El Cañón del Río Güejar es otro destino en Colombia que sobresale por su belleza e inmensidad, pero también, porque hace algunos años era imposible visitarlo por el conflicto armado que lo atravesaba. Este lugar, rodeado de naturaleza y bosque virgen, cuenta con una riqueza inmensa con cascadas, bosque y rocas milenarias de más de 50 metros de altura, y es la puerta de entrada a la Serranía de la Macarena.
En sus aguas verdes, la comunidad ha creado una aventura ideal para los amantes de la biodiversidad y los deportes extremos, el rafting, una actividad donde se puede apreciar de forma natural y responsable la belleza de la zona.
“El Cañón del Río Güejar es uno de los lugares más hermosos que puedes visitar en el Llano. La actividad de rafting consiste en un descenso de 17 kilómetros por el río, con una duración aproximada de cinco horas según los niveles de agua del río”, aseguran desde la agencia de viajes Ecoturismo Sierra de la Macarena. Y agregan: “los guías preparan e instruyen a los turistas para la travesía, dan a cada persona un casco de seguridad, un chaleco flotador y un remo que posteriormente con una breve instrucción sobre cómo remar será suficiente para iniciar la travesía”.
5. Inmensidad y admiración en el Fin del Mundo en Putumayo
Otro de los destinos más impresionantes del país por su belleza, inmensidad, por los paisajes que lo rodean y por la cordialidad de su gente es el Fin del Mundo, una cascada con una caída de aproximadamente 80 metros, que está ubicada entre Mocoa y Villagarzón, en Putumayo, un departamento donde el paso de la guerra fue tal, que ocho de cada 10 de sus habitantes (282.598 de 348.000) fueron afectados por el conflicto y son reconocidos en el Registro Único de Víctimas. Hoy, gracias al ecoturismo, este destino se destaca por su belleza natural.
Tenga en cuenta que, para llegar a la imponente cascada, hay que recorrer un camino donde se encuentran pozos para nadar y cascadas más pequeñas cada una con un encanto particular.
Muy cerca de la entrada a esta maravilla natural se encuentra la Posada Turística Dantayaco, un refugio de lujo en la naturaleza, donde el confort se encuentra con la paz y se puede disfrutar del lujo de la tranquilidad. Desde allí, podrá visitar la belleza de los paisajes del Putumayo y disfrutar de autenticas delicias gastronómicas. Además, desde la habitación de la posada Dantayaco, podrá ser testigo de impresionantes vistas y del paso de aves y primates que alegran el paisaje. Un lugar perfecto para desconectar y reconectar con la naturaleza.
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“Conscientes de nuestros atractivos, quisimos empezar con la bandera del turismo, pero no la hemos tenido fácil. Cuando empezamos tocaba luchar contra el estigma de ser un lugar violento. Después de un gran trabajo ya teníamos un buen flujo turístico, pero llegó la avalancha de Mocoa en 2017 y de nuevo se paró la actividad. Y cuando nos volvimos a recuperar llegó la pandemia”, dice Juan Pablo Ramírez, líder de turismo en la región y creador de la posada turística.
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