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Si busca una experiencia auténtica y sostenible, el turismo rural es una opción ideal. Estos destinos destacan por su compromiso con prácticas responsables y su capacidad para fomentar el desarrollo comunitario. Además de ofrecer vivencias únicas, permiten que las comunidades locales se conviertan en guardianas del entorno natural, asegurando la sostenibilidad de las actividades turísticas. En este marco, la iniciativa “Best Tourism Villages” de ONU turismo, desempeña un papel crucial al impulsar el desarrollo integral de estas comunidades, promoviendo su crecimiento económico, social y ambiental a nivel global.
Creada en 2021, surge como una estrategia innovadora para promover el turismo en zonas rurales, preservando simultáneamente los paisajes, la diversidad cultural, los valores locales y las tradiciones culinarias. Su objetivo fundamental es reconocer y destacar aquellos pueblos que representan ejemplos sobresalientes de destinos turísticos rurales, caracterizados por su capacidad para conservar y potenciar los valores, productos y estilos de vida comunitarios.
En su cuarta edición, la iniciativa reconoció a 55 pueblos de diversas regiones que sobresalieron entre más de 260 candidaturas de 60 países miembros. Durante la 122ª Sesión del Consejo Ejecutivo de esta organización, celebrada en Cartagena, se anunció su selección en una ceremonia especial, destacando a estos destinos por sus comunidades de baja densidad poblacional (hasta 15,000 habitantes), enclavadas en paisajes donde predominan actividades tradicionales como la agricultura, la silvicultura, la ganadería y la pesca, y que representan fielmente los valores y el estilo de vida de sus comunidades locales.
En Colombia se destacó Jardín, un municipio ubicado en el suroeste de Antioquia y certificado como Destino Turístico Sostenible. Ofrece un paisaje rodeado de naturaleza y es conocido por su amabilidad, arte, cultura y gastronomía. Entre sus atractivos destacan el Parque El Libertador, ideal para tertuliar mientras se disfruta del colorido de sus balcones, sus haciendas cafeteras, la Casa Museo Clara Rojas Peláez y la Basílica Menor de la Inmaculada Concepción, construida con piedras labradas a mano.
Estos fueron los otros 20 ganadores de Latinoamérica.
Capulálpam de Méndez, México
Capulálpam de Méndez, enclavado en la Sierra Norte de Oaxaca, es un Pueblo Mágico que cautiva por su extraordinaria belleza arquitectónica y natural. Sus casas de adobe, techos de teja y calles empedradas, enmarcadas por el templo de San Mateo construido en cantera amarilla, conforman un paisaje pintoresco que preserva la esencia de las tradiciones oaxaqueñas. Ubicado a 73 kilómetros de Ciudad de México, el pueblo debe su nombre náhuatl a la abundancia de árboles de capulín en la zona.
El destino ofrece una experiencia ecoturística incomparable, con bosques de coníferas de la Sierra Juárez que invitan a actividades como escalada, recorridos en bicicleta y caminatas. Además, su riqueza cultural se refleja en talleres artesanales donde se elaboran juguetes de madera, una tradición emblemática, y en su variada vida musical que ameniza las tardes con melodías locales. Entre sus principales atractivos destacan el Museo Comunitario, el Centro de Medicina Indígena Tradicional y diversos miradores naturales que permiten apreciar el paisaje serrano.
Caviahue-Copahue, Argentina
Caviahue y Copahue, dos localidades ubicadas en el norte de la provincia de Neuquén, estásn situadas en la cordillera de los Andes, a solo 18 kilómetros de distancia y ofrecen una experiencia única marcada por su impresionante entorno natural, sus termas milenarias y su estrecha relación con la cultura mapuche.
Se destaca, porque es un destino estacional que cobra vida entre diciembre y abril, transformándose en un complejo termal que atrae a visitantes de todas las edades en busca de tratamientos medicinales. Su complejo termal, construido en 1983, ofrece diversas piletas y tratamientos con aguas sulfurosas a 36 grados centígrados. Además, se destaca por sus paisajes dominados por araucarias milenarias, el volcán Copahue y atractivos naturales como el Salto del Agrio, las Lagunas Mellizas y el Lago Escondido.
Cuatro Ciénegas de Carranza, México
Cuatro Ciénegas, ubicado en el corazón de Coahuila, cautiva a los visitantes con su encanto colonial y paisajes espectaculares. Y es que este lugar se destaca porque sus calles están flanqueadas por casas antiguas con puertas que esconden patios sombreados, y que tienen un arraigo cultural importante al haber habitado alguna vez por los guerreros tobosos.
Sin embargo, el atractivo de Cuatro Ciénegas va más allá de su arquitectura, extendiéndose a sus paisajes naturales extraordinarios y su rica gastronomía. Destaca la Poza Azul, una zona protegida con aguas minerales de un color celeste incomparable,que se erige como uno de sus principales tesoros, mientras que platos como el cortadillo, los tacos piratas y el queso con chile representan la identidad culinaria local.
El Tambo, Ecuador
El Tambo, uno de los cantones más pequeños de la provincia de Cañar, Ecuador. Su nombre proviene del vocablo quichua “Tampu”, que significa “lugar de descanso o posada”, en referencia a su histórica función como punto de reposo para los chasquis y comerciantes incas. Con un clima frío y una temperatura media anual de 12°C, destaca por su riqueza cultural y su producción agrícola, especialmente de papa, maíz, ocas, mellocos, trigo y cebada, gracias a la fertilidad de sus tierras.
Entre sus atractivos turísticos, el Parque Central alberga la Iglesia de San Juan Bautista, una joya de arquitectura neoclásica construida en bahareque y piedra tallada. En las calles cercanas, coloridas casas tradicionales complementan el encanto del lugar. Sin embargo, el Complejo Arqueológico de Coyoctor es el sitio más emblemático del cantón, con tinas de piedra, altares ceremoniales y vestigios de viviendas que narran su relevancia como centro ceremonial y astronómico.
El Valle de Antón, Panamá
El Valle de Antón es un encantador pueblo montañoso ubicado en el cráter de un volcán extinto, a 600 metros sobre el nivel del mar. Rodeado de exuberantes montañas y paisajes floridos, se destaca porque ofrece senderos como La India Dormida, una ruta circular que conduce a un mirador con vistas espectaculares, mientras que opciones como Cerro La Gaita y Cerro Gaital ofrecen experiencias más desafiantes con vistas panorámicas únicas, siendo esta última una de las caminatas más exigentes de Panamá.
El valle también cuenta con atractivos naturales como Chorro el Macho, una impresionante cascada, y los Pozos Termales, perfectos para un baño relajante. Además, el zoológico El Níspero es hogar de la rana dorada panameña, una especie en peligro que está siendo protegida y estudiada por instituciones como el Smithsonian. Para los amantes de la cultura local, el mercado dominical es un punto imprescindible, donde se pueden adquirir artesanías, molas tradicionales, sombreros panameños y productos frescos, mientras se apoya a las comunidades indígenas Ngäbe-Buglé y guna.
Gaiman, Argentina
El pintoresco pueblo de Gaiman, en la provincia de Chubut, Argentina, se destaca por su compromiso con la sostenibilidad y la preservación cultural. Fundado en 1865 por colonos galeses, Gaiman ha mantenido vivas sus tradiciones, reflejadas en su arquitectura, iglesias y costumbres, lo que lo convierte en un destino único. Su historia incluye hitos como la construcción de la Casa de Piedra en 1874 y la consolidación del primer municipio de Chubut.
Además de su riqueza cultural, Gaiman ofrece opciones de ecoturismo con caminatas, paseos en bicicleta y visitas a espacios como el Parque El Desafío, famoso por sus esculturas recicladas. Este pequeño rincón de la Patagonia combina historia, tradiciones y naturaleza, consolidándose como uno de los destinos rurales más destacados del mundo.
San Juan del Obispo, Guatemala
San Juan del Obispo es una pintoresca aldea situada a solo 4 kilómetros al sur de Antigua Guatemala, en las faldas del volcán de Agua, en el departamento de Sacatepéquez. Fundada por el obispo Francisco Marroquín, quien construyó allí el primer palacio arzobispal de Guatemala, esta localidad combina historia, cultura y encanto colonial. Con sus calles empedradas, antiguas iglesias y su proximidad a la ciudad colonial, es un destino ideal para quienes buscan desconexión y un ambiente lleno de tradición.
Entre sus principales actividades destacan la compra de jaleas en el Museo del Níspero, la degustación de vinos artesanales en Vino del Abuelo, y la visita al Museo San Juan del Obispo. También es posible disfrutar de vistas únicas de Antigua Guatemala desde su parque central, probar las tradicionales xecas en la Panadería El Rosario y adquirir dulces típicos en El Sabor del Volcán.
Huancaya, Perú
Huancaya, ubicado a 3,549 metros sobre el nivel del mar en la provincia de Yauyos, es uno de los destinos más accesibles y encantadores de Perú. Parte de la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas, este pueblo está rodeado de lagunas cristalinas, cascadas y paisajes impresionantes que lo convierten en un paraíso natural ideal. Entre los principales atractivos destacan las cascadas de Carhuayno, la laguna de Huallhua y los miradores de Vilca, como San Cristóbal y Canta Gallo, desde donde se puede apreciar el famoso Bosque del Amor.
El lugar también se destaca también porque ofrece actividades como pesca, paseos en bote, canotaje y senderismo, siendo perfecto para disfrutar en familia o con amigos.
Ralco, Chile
Ralco, ubicado en la región del Biobío, Chile, se destaca por su enfoque en el turismo comunitario y la riqueza cultural del pueblo mapuche pewenche. Este destino es el corazón del territorio Pewenche y concentra el 76% de la infraestructura turística de Alto Biobío, lo que lo convierte en un punto ideal para explorar la herencia natural y cultural de la región.
Entre sus atractivos principales se encuentran la Tienda Ruka Pewenche Kudaw, donde más de 200 productores locales ofrecen artesanías y productos agro-pastoriles, y el Museo Pewenche, que exhibe aspectos fundamentales de la vida pewenche, como su espiritualidad, gastronomía y medicina tradicional.
Otros pueblos destacados
- Leymebamba, Perú: Leymebamba, situado en la región Amazonas, es un destino que combina la herencia de la civilización Chachapoyas con paisajes impresionantes. Destacan sitios arqueológicos como la Laguna de los Cóndores y el Museo de Leymebamba, que preserva valiosas expresiones culturales. Además, sus iniciativas de ecoturismo comunitario permiten a los visitantes participar en actividades como cabalgatas, tours guiados y degustación de comida casera.
- Mindo, Ecuador: Mindo, ubicado en un entorno de bosques nublados, es conocido por su turismo ecológico y cultural. Este pueblo combina prácticas sostenibles con actividades de aventura, como canopy y tubing. Además, ofrece recorridos nocturnos para explorar la biodiversidad local, y destaca por su compromiso con la conservación, impulsando iniciativas agroecológicas y promoviendo la riqueza natural y cultural de la región.
- Palizada, México: Palizada, reconocido por su arquitectura colonial y sus coloridas casas de tejas francesas, es un encantador destino en Campeche. Sus ríos navegables y su rica historia lo convierten en un lugar único para disfrutar del turismo cultural y natural.
- Portobelo, Panamá: Portobelo, situado en la costa del Caribe, combina su pasado histórico como puerto colonial con la riqueza cultural de las tradiciones afroantillanas. Sus fortalezas, declaradas Patrimonio de la Humanidad, y festivales como el del Cristo Negro atraen a turistas interesados en la historia, la religión y la cultura viva del Caribe panameño.
- Pueblo de Maras, Perú: Maras, en el Valle Sagrado de los Incas, es famoso por sus salineras y su vibrante tradición artesanal. Sus habitantes preservan su identidad cultural a través de talleres de artesanía y experiencias comunitarias que incluyen la participación en actividades agrícolas.
- Quinua, Perú: Quinua, conocida como la “Cuna de la Libertad Americana,” es un destino cargado de historia y cultura en Ayacucho. Su cerámica tradicional y sitios emblemáticos como la Pampa de la Quinua destacan la importancia de este pueblo en la independencia peruana. El turismo vivencial permite a los visitantes conectarse con las costumbres locales a través de talleres y ceremonias andinas.
- San Rafael de la Laguna, Ecuador: En las faldas de los Andes, San Rafael de la Laguna se distingue por sus festividades ancestrales y artesanías en totora. Este pintoresco pueblo invita a explorar el Lago San Pablo en recorridos ecológicos y a participar en talleres de artesanía, fomentando la preservación de su rica herencia cultural mientras promueve un turismo responsable.
- Sibayo, Perú: Conocido como el “Pueblo de Piedra,” Sibayo, en el Cañón del Colca, mantiene su arquitectura tradicional y promueve el turismo rural sostenible. Sus habitantes integran actividades como el tejido artesanal y la cocina típica en experiencias turísticas, destacando el compromiso con su identidad cultural y el desarrollo económico comunitario.
- Trevelin, Argentina: Trevelin, en la Patagonia, es un pueblo de origen galés rodeado de paisajes de montaña y ríos cristalinos. Su herencia cultural se refleja en las casas de té galesas y las tradiciones de sus habitantes, quienes preservan su historia a través de museos y eventos comunitarios, mientras disfrutan de un entorno natural ideal para actividades al aire libre.
- Uaxactún, Guatemala: Uaxactún, en el corazón del Petén, combina arqueología maya con la conservación de su biodiversidad. Este pequeño poblado alberga ruinas antiguas y proyectos comunitarios enfocados en el turismo sostenible.
- Villa Tulumba, Argentina: Villa Tulumba, en la provincia de Córdoba, es un encantador pueblo colonial con calles empedradas y una rica herencia religiosa.
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