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Diego Rosselli, un médico neurólogo de Bogotá, ha logrado a la fecha un hito impresionante: recorrer 1.092 municipios de Colombia. Acompañado de su Land Rover, apodado “El tinieblo rezandero”, Roselli ha documentado su travesía con el mismo rigor de su espíritu aventurero y en cada lugar que ha visitado se ha tomado la misma fotografía: él, posando con su compañero de cuatro ruedas y con la iglesia local como telón de fondo.
Proviene de una familia de médicos y su propia carrera en la rama ha sido destacada, pues fue miembro de la Academia Nacional de Medicina, decano de la Facultad de Medicina en la Universidad Militar y es magistrado del Tribunal Nacional de Ética Médica.
Sin embargo, siempre tuvo la urgencia de salir a recorrer su país, internarse en los lugares recónditos y entender parte de esa Colombia que pocos conocen. Se propuso entonces visitar cada uno de los 1.105 municipios en Colombia, y hoy, 20 años después de haber iniciado la labor titánica, solo le faltan 13 lugares para cumplir su meta. De hecho, planea terminar su travesía en julio próximo. El Espectador habló con él para conocer más de su historia.
¿Cómo surgió su pasión por viajar?
Desde que nací me la he pasado viajando, porque en mi familia éramos nueve hermanos. Entonces hicimos viajes con toda la familia en el que es mi Land Rover, que lo tenemos hace 58 años. Hicimos viajes a la costa, los llanos, San Agustín, al Ecuador, a Medellín.
Después comencé a viajar solo, cuando era joven fui excursionista y en cada época de vacaciones me cargaba una mochila al hombro para explorar Colombia. Me terminé convirtiendo en montañista y conquisté prácticamente todos los nevados de aquí.
El proyecto en sí, el primer esbozo, comenzó en 2004, hace ya 20 años. En enero de 2004, me propuse visitar las 100 principales ciudades de Colombia. El objetivo inicial era recorrer las ciudades capitales y los pueblos más grandes del país y en 2010 publiqué el libro titulado “Historias de cien ciudades”.
Luego, me di cuenta de que ya tenía 500 fotos de iglesias, porque necesitaba como comprobar mis viajes, fue entonces cuando pensé: “¿Por qué no expandir este proyecto a todos los municipios?”. Y así es como elaboré mi primer listado de pueblos con acceso por carreteras, sumando un total de 1067 municipios con acceso a ríos. Pero luego, cuando finalicé, me volví a preguntar, ¿por qué no continuar y visitarlos todos? Así fue como nació este desafío que aún hoy continúa creciendo.
¿Qué tan difícil ha sido completar la labor?
Ha sido difícil. Por ejemplo, en Juradó el acceso al municipio es exclusivamente a través de una línea de avionetas que operan desde Medellín. Otros lugares, como Roberto Payán, en Nariño, requieren navegar por el río Telembí para llegar. En casos como Taraira y Carurú, en Vaupés, la única opción viable es contratar una avioneta privada, lo cual implica un gasto considerable.
Casi todos los municipios cuentan con algún servicio de transporte, pero en algunos casos es necesario recurrir al transporte fluvial. Por ejemplo, en los municipios de Chocó, ubicados a lo largo del río Atrato, el acceso se realiza exclusivamente por lancha, lo cual también resulta costoso. De hecho, en un viaje que realicé el 2 de enero desde Quibdó hasta un pueblo llamado Curbaradó, el trayecto en lancha duró siete horas y tuvo un costo de alrededor de $270.000 por persona. Es importante tener en cuenta cómo las personas se movilizan en estas regiones, pues resulta mucho más costoso viajar en lancha que en autobús, lo que puede representar un desafío para algunos residentes.
#Los40inaccesibles
— Diego Rosselli (@darosselli) March 31, 2024
#22 Paimadó, Chocó, cabecera de Río Quito
Continúa el conteo regresivo de los 40 municipios que no tienen acceso por carretera. Uno cada 5 días.
La primera vez llegué por el río, desde Quibdó, pero descubrí que había trocha y regresé en el Caricare. pic.twitter.com/iYKhAePOV5
¿Qué destaca de los viajes que ha realizado?
Hay dos aspectos que resalto de Colombia y que me han sorprendido. En primer lugar, está la diversidad, que incluye no solo la biodiversidad, sino también la variedad de culturas, razas, ideologías, costumbres, comidas y paisajes. Personalmente, tengo una obsesión por la geografía, y analizo cuidadosamente la flora y la topografía de nuestro país. Y la primera sorpresa que encuentro es la belleza de nuestra topografía, la cual es tan variada y única, con playas en ambos océanos que son completamente diferentes entre sí.
Lo segundo es la amabilidad de la gente y la receptividad que he encontrado en todas partes. Cuando yo empecé evitaba tomar muchas fotos, porque no quería que la gente fuera a sospecha de mí, era como el miedo. Y después me di cuenta de que es ridículo. De todas maneras, sospechan, porque uno tiene cara de que no es de allí y ahí lo reconocen. Entonces, cuando ven que están tomando fotos, la gente se interesa. Pero la gente me invita a sus casas y me muestran que en serio los colombianos tienen una amabilidad increíble.
¿Qué tipo de viajero es usted?
En general, soy un viajero solitario. Cuando me preguntan sobre mi estilo de viaje, no soy gregario; no disfruto viajando en grupos ni en tours organizados. Por ejemplo, cuando viajo internacionalmente, prefiero aventurarme solo.
En Colombia, también suelo hacerlo y es que mi proyecto se vuelve algo costoso. De hecho, cuando la gente se pregunta cómo logro hacerlo siendo un trabajador de tiempo completo, mi secreto es que mis dos carros prácticamente nunca están en Bogotá. Los guardo en algún lugar de Colombia y vuelo allí. Además, viajar solo también es una elección consciente, ya que duplicaría los costos invitar a alguien, y considero que a veces es más seguro, ya que el temor al viajar por Colombia siempre está presente, y viajar solo puede llamar menos la atención.
¿Ha tenido alguna vez algún inconveniente?
Justamente esta Semana Santa experimenté un buen susto cuando fui retenido por el Eln en el río San Juan. Pasamos por cuatro retenes en los que nos detuvieron mientras iba con mi hija. Fue una situación algo aterradora porque nunca se sabe cómo reaccionarán. Nos pidieron explicaciones, nos llevaron aparte, hicieron llamadas por radio y verificaron nuestros nombres. No estoy seguro si nos buscaron en internet o no. Y yo les expliqué que soy un profesor universitario que viaja por el Chocó con mi hija, que íbamos era para entrar y salir al día siguiente. Incluso tenía el ticket de regreso en la lancha y todo, creo que eso ayudó. Al final el comandante se portó bastante bien conmigo, me despidió de abrazo, me dijo “profesor que le vaya bien, que tenga un buen viaje”.
*LOS 40 INACCESIBLES*
— Diego Rosselli (@darosselli) December 19, 2023
A partir del 1 de enero, y cada 5 días, iré poniendo la foto de uno de los 40 municipios (del total de 1065) que no tienen acceso por carretera. Para julio 2024 espero haber visitado TODOS los municipios de Colombia.
Atentos pues. #los40inaccesibles pic.twitter.com/HFDC16nXU1
¿Tiene algún consejo para aquellos que sueñan con recorrer el país, pero no cuentan con muchos recursos?
Bueno, yo diría que todo depende del presupuesto que uno tenga. Es importante ser consciente de cuánto se está dispuesto a gastar en un viaje. En Colombia, tener un vehículo 4x4 es una excelente idea. A menudo, al recorrer el país, uno se sorprende al ver carros comunes circulando por carreteras en mal estado. Aunque es posible explorar con cualquier tipo de vehículo, como un automóvil básico, un 4x4 permite aventurarse por caminos más difíciles.
Si desea conocer verdaderamente Colombia, le recomendaría evitar las carreteras principales y adentrarse por las secundarias. Hay muchos pueblos fuera de las rutas turísticas habituales que son realmente encantadores. Por ejemplo, fui al Chocó durante la temporada alta, lo cual resultó ser una excelente idea. En sí, lo que recomendaría es ir a lugar de ir a destinos turísticos menos conocidos, ofrecen vistas geniales y no son tan complicados de visitar.
¿Qué lugares recomienda visitar?
Entre mis sitios favoritos, recomendaría empezar por Nariño, un departamento absolutamente hermoso con atractivos para todos los gustos, especialmente en paisajes. La Laguna de la Cocha es impresionante. Además, toda la región cuenta con muchas carreteras hermosas y paisajes de cañones espectaculares, como el cañón del río Guáitara y el cañón del río Juanambú, que separan Pasto hacia el sur y el norte, respectivamente. Aunque pueden ser un poco temidos por los precipicios, a mí me encantan.
Otro destino que recomendaría es Guaviare o el Pacífico, con Quibdó como base, que ofrece la oportunidad de explorar muchas regiones fascinantes. También pueden visitar el santuario de Santo EcceHomo en Raspadura, una iglesia bellísima y poco conocida, que es el Santo Patrono del Chocó. O para quienes disfrutan de la historia, es fascinante saber que antes de que Quibdó fuera la capital y antes de que el Chocó se llamara Chocó, se conocía como Citará y era una provincia del estado de Cauca.
¿Por qué es importante redescubrir el país como colombianos?
Hay muchas bellezas en Colombia dignas de visitar, vale la pena. He visitado 30 países, así que no puedo decir que no he viajado al extranjero, pero a veces subestimamos lo nuestro. Lo más importante, y lo he mencionado antes, pero vale la pena repetirlo, es nuestra diversidad. Deberíamos verla como un valor agregado y sentirnos orgullosos de nuestra diversidad étnica en lugar de ser racistas o clasistas hacia los indígenas y los afrodescendientes.
En general, con algunas excepciones, le digo a la gente: “Si estás dispuesto a pagar ocho millones de pesos por ir a Taraira, ¿cuánto te costaría ir a Roma? Con ocho millones de pesos en Roma, ¿qué puedes hacer?” Entonces, ¿por qué todo el mundo quiere ir a Roma? Yo quiero ir a Taraira.