La conservación del medio ambiente, el desarrollo económico equitativo, la responsabilidad cultural y social, y la innovación en la oferta turística son aspectos fundamentales que se ven impactados positivamente cada vez que en algún lugar del mundo se promueven más opciones turísticas sostenibles.
De hecho, la Organización Mundial del Turismo (OMT) junto a otras entidades oficiales promueven políticas y prácticas que fomentan la sostenibilidad en el turismo, a través de la implementación de programas de certificación, la promoción de opciones responsables entre los actores de la industria turística y la sensibilización sobre la importancia de viajar de manera responsable.
Y teniendo en cuenta que el turismo sostenible no solo beneficia a los destinos y a la naturaleza, sino que también contribuye en ofrecer experiencias más auténticas y enriquecedoras a los viajeros, que cada vez muestran mayor interés por hacer parte de opciones más responsables y éticas durante sus viajes, los editores de Lonely Planet comparten 10 destinos sostenibles para visitar durante este 2024 que apenas comienza.
España
Uno de los destinos más populares del mundo por estar a la vanguardia de viajes verdes con planes que ponen como prioridad el turismo circular y sostenible. Esta país ha trabajado para expandir sus energías renovables, estimular el turismo fuera de temporada y popularizar destinos olvidados.
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Para 2024 Valencia se posiciona como la Capital Verde Europea, pues trabaja para conseguir la neutralidad de carbono en el turismo para el 2025 con nuevos carriles para bicicleta, zonas verdes y movilidad sostenible. Mientras que las islas Baleares han introducido restricciones turísticas y apuestan por las opciones que priorizan la cultura y gastronomía local, así como los espacios naturales. Además, una nueva oferta de líneas de tren permite prescindir del avión, incluidas las líneas del AVE a Asturias y el País Vasco.
Patagonia argentina y chilena
Dos países que comparten una maravilla natural imperdible. Del lado argentino, el Parque Nacional Patagonia inauguró un planetario y un centro de interpretación que se suman a las rutas por antiguos yacimientos de arte rupestre en Cañadón del Río Pinturas.
Mientras que al otro lado de la frontera, ya en Chile, el parque homónimo chileno ha reintroducido pumas, ñandúes y el amenazado huemul. Este parque es solo uno de los 17 que forman la Ruta de los Parques de Chile, de 2.800 km, que abarca selvas subantárticas, grandes campos de hielo y una de las redes de fiordos más extensas del planeta. La iniciativa pretende inspirar a los lugareños y ofrecer puestos de trabajo.
Groenlandia
Sorprenderse con las auroras y admirar el blanco y helado paisaje en una excursión de dos días con acampada en el segundo casquete glaciar más grande del mundo son experiencias que solo se pueden vivir en la isla más grande del planeta. En Groenlandia cerca del 90 % es inuit (nombre de los pueblos que habitan las regiones árticas de América del Norte) y para ellos la protección del medioambiente y la cultura son prioridad. Un ejemplo de ello es Disko LIVE, la primera estación de escucha permanente del Ártico, en donde se estudia la vida marina del ártico.
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Asimismo, en 2024 se inaugurarán dos nuevos aeropuertos internacionales: uno en la capital, Nuuk, y el otro en Ilulissat, que facilitarán las conexiones entre Groenlandia y Norteamérica y fortalecen el plan de la isla por ser una economía sostenible basada en el turismo y la pesca, y no en el petróleo y la minería.
Gales
Uno de los primeros países en legislar en materia de sostenibilidad ofrece experiencias que van desde visitar una antigua granja reconvertida en centro de investigación y reserva natural, hasta probar el primer café con insectos comestibles del Reino Unido.
Cabos escarpados, olas impetuosas, acantilados plagados de aves, calas de contrabandistas, rutas senderistas… El suroeste de Gales tiene mucho menos turismo que el norte y un aire indómito y salvaje, y pareciera que recorrerlo sin carro puede ser difícil, pero no, pues a principios del 2025 la línea principal del Sur de Gales tendrá nuevas estaciones de tren y más servicios, lo cual puede reducir la duración del trayecto entre Londres y Carmarthen en 20 min. Sin embargo, se puede visitar sin coche antes. Hay trenes a lugares como Tenby y Fishguard, y autobuses de nombre curioso (Puffin Shuttle, Poppit Rocket) que recorren la costa, por lo que es posible planificar rutas a pie por el Wales Coast Path, lo mejor para explorar esta costa protegida.
Camino portugués
Esta ruta peregrina es un trayecto panorámico por Portugal y Espala que inducen a bajar el ritmo y disfrutar en pueblos perdidos en el tiempo. Esta ruta de 620 km que conecta a Lisboa con Santiago de Compostela se puede realizar a pie, en bici o tren, y sin importar el transporte que escoja, el camino lo dejará conocer otros viajeros y disfrutar de paisajes naturales y arquitectónicos dignos de admirar.
También hay una alternativa más corta en el Camino de la Costa, desde Oporto por playas agrestes y sitios históricos como Viana do Castelo y Valença. Creado en el 2023, el proyecto Caminho da Arte incorporará obras de arte contemporáneo a este tramo de la ruta y la primera pieza será del arquitecto portugués Álvaro Siza.
Palaos
Combinando tecnología y tradiciones locales, este pequeño país del Pacífico es pionero en demostrar que los viajes sostenibles pueden atenuar el cambio climático.Hacer buceo, kayak, excursionismo y otras actividades que apuestan por las prácticas sostenibles, mientras lo recompensan por no dejar huella en el entorno son actividades comunes en este destino. La aplicación Ol’au Palau (olaupalau.com) recompensa a los viajeros con experiencias exclusivas al tomar decisiones como usar cremas solares seguras para los arrecifes o comer en restaurantes locales que usan ingredientes locales de cultivo sostenible.
De esta manera los visitantes podrán canjear sus puntos y acceder a experiencias culturales y naturales que solo están al alcance de las familias palauanas y sus amistades. Ol’au Palau es la última novedad de este líder mundial del turismo sostenible. En el 2017 se lanzó Palau Pledge, que vinculaba el turismo responsable con la política de inmigración y exigía que los visitantes aceptaran el compromiso (sellado en sus pasaportes al llegar) de proteger la cultura y el entorno natural para las generaciones futuras.
Hokkaidō, Japón
Con un 20 % del territorio de Japón y solo un 5 % de su población, Hokkaidō posee grandes extensiones de montañas y naturaleza, y fuera de resorts de invierno como Niseko, es una tierra relativamente ignota. Esta otra cara de Japón se destaca por su apuesta por las actividades respetuosas con el medio ambiente y por el renacer cultural de su pueblo autóctono: los ainu.
El objetivo es ofrecer una experiencia de calidad, por el bien de toda la comunidad. Ello incluye revitalizar la lengua y la cultura ainu, incluidas la música, la danza, la artesanía y la cocina. Mientras que seis parques nacionales albergan gran cantidad de fauna, excelentes rutas senderistas, manantiales termales y zonas de acampada bien equipadas. Por toda la isla abundan las oportunidades para montar en bici. Y lo mejor es que se respira auténtica aventura.
Ecuador
Gracias al nuevo visado nómada digital de Ecuador los viajeros pueden prolongar su estancia y realizar múltiples visitas. En las islas Galápagos, uno de los destinos más conocidos, está limitado el acceso para proteger el ecosistema, no obstante, al interior del país existen grandes bosques tropicales, ríos salvajes, 20 volcanes activos, 10 parques nacionales y un 6 % de todas las especies terrestres del mundo por conocer.
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En Galápagos no sobran las actividades verdes y podrá conoce el primer aeropuerto del mundo que funciona con energía renovable. Además, muchos alojamientos del bosque nuboso y los eco-lodges playeros cuentan con sistemas hidrológicos propios y credenciales de sostenibilidad. Asimismo, la nueva reserva marina, Hermandad, quedará situada al norte de las islas y sumará 52.000 km2, a los 130.000 km2 ya existentes, que protegen a las tortugas marinas, los tiburones y otras especies migratorias, formando un corredor por el Pacífico hasta Costa Rica.
Rutas Bálticas
Estos caminos que serpentean entre dunas, bosques y ríos son una ruta hacia el descubrimiento de nuestro yo interior. La Ruta Senderista de la Costa Báltica bordea las costas de Estonia, Letonia y Lituania en un despliegue casi continuo de belleza natural, desde los austeros paisajes nórdicos de Estonia, con rocas gigantes y cascadas, hasta la fina arena del istmo de Curlandia, en Lituania.
La Ruta Forestal, más larga, atraviesa los bosques del interior. Abarca el lago Peipus, en Estonia oriental, y una red de parques nacionales, incluido el valle del río Gauja en Letonia, con sus estallidos de color otoñales. Durante la mayor parte del trayecto se tiene la sensación de tener el mundo entero a plena disposición; pero en este viaje también se podrán ver encantadoras aldeas de cabañas de troncos, pintorescos pueblos históricos y vibrantes centros metropolitanos.
‘Ecolodges’, Sudáfrica
Pinguinos que habitan la costa, leones y rinocerontes negros que merodean la jungla, el fybbos (arbusto endémico) y un sinumero de atractivos naturales y sostenibles hacen que este destino sea una oda a la naturaleza.
En el extremo sur del país se podrá alojar en la Grootbos Private Nature Reserve, construida para mimetizarse con el paisaje. Más al este, en la Gondwana Game Reserve, que apuesta por la conservación, se puede conocer bien el bush africano gracias a una ruta a pie de tres días. Es buena idea optar por la desconexión digital mientras se siguen los pasos de Los Cinco Grandes en compañía de guardabosques que también son expertos cuentacuentos. Las noches se pasan bajo las estrellas, en glamping de lujo pero sin dejar huella. Y con un poco de suerte se podrá pasear entre jirafas y cebras como se hacía antaño.
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