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En noviembre de 2024, Ridley Scott sorprendió al mundo con Gladiator 2, la tan esperada secuela de uno de los filmes más icónicos del cine histórico. Esta nueva entrega revive la grandeza del Imperio Romano con una narrativa que explora nuevas tierras del Mediterráneo, un elenco renovado y un despliegue visual imponente que cautivó a las audiencias, transportando así a los espectadores nuevamente a la brutalidad y el esplendor de la Antigua Roma.
Ambientada 16 años después de los eventos de la primera película, la trama sigue a Lucius Verus, interpretado por Paul Mescal, quien, tras ser esclavizado por los soldados romanos, se convierte en gladiador. A lo largo de esta nueva aventura, Lucius deberá enfrentarse a su destino, marcado por su ascendencia y las intrigas de Marcinus, interpretado por Denzel Washington, para derrocar a los emperadores Caracalla y Geta.
El impacto de esta película va más allá de su fascinante historia, la calidad de sus efectos especiales y los nuevos personajes que trae, destacándose también por su extraordinaria producción y las icónicas locaciones que han despertado el interés de fanáticos y viajeros por igual. Y es que desde majestuosos paisajes europeos hasta las evocadoras tierras africanas, cada escenario fue cuidadosamente elegido para capturar el esplendor del Imperio Romano, buscando ofrecer una experiencia que combina historia, arte y aventura.
De hecho, un informe reciente del Centro Cinematográfico Marroquí, una de las locaciones icónicas para grabar esta saga, reveló que desde 2015 los ingresos generados por la filmación de películas extranjeras en Marruecos han superado los 1,1 mil millones de dirhams. Entre las producciones internacionales con mayor inversión en el país, destaca Gladiator II, que lidera la lista con un presupuesto de 306,1 millones de dirhams.
Esto ha posicionado al turismo como uno de los mayores éxitos de Marruecos en 2024. Según Fatima Zahra Ammor, ministra de Turismo del país, se proyecta alcanzar un año récord con la ambiciosa meta de atraer a 14 millones de visitantes. La funcionaria destacó que este logro evidencia el compromiso de Marruecos por diversificar sus mercados clave y fortalecer su reputación como un destino único, reconocido por su riqueza paisajística, cultural y tradicional.
Si quiere sumergirse por completo en la historia de Gladiator 2, aquí le mostramos los lugares en los que se filmó esta épica aventura.
Ouarzazate, Marruecos
Ouarzazate, conocida como “La puerta del desierto de Marruecos”, es un destino turístico cada vez más popular debido a su impresionante paisaje natural y su relevancia en la industria cinematográfica. Esta ciudad, situada a 1.160 metros sobre el nivel del mar y rodeada por una cadena montañosa, se ha convertido en un lugar clave para los cineastas internacionales, debido a que ofrece un paisaje diverso, con montañas, desiertos y oasis.
La ciudad se ha consolidado como un destino clave para la industria cinematográfica, gracias a sus reconocidos estudios de cine que han servido como escenario para producciones internacionales de gran renombre. Estos estudios están abiertos al público, permitiendo a los turistas recorrer los sets donde se han filmado icónicas películas y series, lo que convierte la visita en una experiencia única para los amantes del cine. Otro lugar destacado en esta ciudad es el Museo del Cine de Ouarzazate, que alberga una vasta colección de objetos, vestuarios y piezas utilizadas en rodajes realizados en la región.
Para los amantes de Gladiador, Ouarzazate ofrece una experiencia única que los transportará al corazón del Imperio Romano, pues la primera etapa del rodaje tuvo lugar en esta ciudad marroquí, específicamente en los Atlas Studios. Aquí se recrearon escenarios emblemáticos como las antiguas provincias romanas de Numidia, hogar de Máximo Décimo Meridio, y Mauritania. Además, las imponentes dunas y las formaciones rocosas de los alrededores de Ouarzazate sirvieron como telón de fondo para escenas exteriores, destacando el paisaje desértico que aportó realismo y espectacularidad a la película.
Si desea ir, entre los atractivos de la ciudad destaca la Kasbah de Taourirt, una fortaleza de adobe construida en el siglo XVIII, que fue clave en el control de la ruta del oro desde Marrakech a Tumbuctú. Esta kasbah, que conserva sus torres almenadas y muros de adobe, ofrece a los visitantes un vistazo a la historia y cultura de la región. También son recomendables el centro de artesanía, donde se pueden adquirir piezas locales como alfombras y cerámica, y el Mercado Central, ideal para conocer los sabores y productos típicos de Marruecos.
Por otro lado, en las afueras de Ouarzazate se encuentra el kasbah de Aït Benhaddou, una joya arquitectónica y cultural que se destaca como uno de los sitios más emblemáticos de la región. Esta ciudadela de adobe, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ha servido como escenario para reconocidas producciones cinematográficas como Gladiador y Juego de Tronos. Su encanto reside en sus intrincados laberintos de calles estrechas y sus majestuosas torres de barro, que evocan la grandeza de épocas pasadas.
Fuerte Ricasoli, Malta
El Fuerte Ricasoli, ubicado en Kalkara, Malta, es una imponente fortificación construida por la Orden de San Juan entre 1670 y 1698. Situado estratégicamente en la Punta de la Horca, en la bahía de Rinella, fue diseñado para proteger la entrada al Gran Puerto, trabajando en conjunto con el cercano Fuerte de San Telmo. Con sus robustas murallas de piedra caliza y su arquitectura abaluartada, es la fortificación más grande de Malta, destacándose como un símbolo de la ingeniería militar de la época.
En las últimas décadas, el Fuerte Ricasoli ha resurgido como un escenario cinematográfico de gran relevancia internacional. Por ejemplo, Ridley Scott lo eligió para recrear la grandeza de la antigua Roma en Gladiator, donde se construyó una réplica parcial del Coliseo con estatuas y detalles que capturaron la esencia del Imperio Romano. En sus muros se filmaron memorables escenas de gladiadores y batallas navales que contribuyeron al impacto visual de la película. Sin embargo, también ha sido escenario de otras producciones como la serie Juego de Tronos, donde se convirtió en la icónica Fortaleza Roja, mientras que en películas como Troya, Ágora y Assassin’s Creed se utilizó para recrear ambientes históricos y épicos.
Aunque en los últimos años estuvo abandonado y cerrado al público, las autoridades maltesas están considerando reabrir el Fuerte Ricasoli como una atracción turística en los proximos años. Esto incluiría visitas guiadas a los sets de filmación y paseos por sus murallas de 20 metros de altura. Desde los miradores del Fuerte de San Telmo o a bordo de embarcaciones que cruzan entre La Valeta y Kalkara, los visitantes pueden disfrutar de vistas privilegiadas de este icónico lugar.
Sussex, Reino Unido
El Devil’s Dyke, también conocido como Devil’s Ditch o Reach Dyke, es una fortificación histórica en forma de foso y vallum ubicada en Inglaterra. Con una extensión de 12 kilómetros, esta estructura, que incluye un terraplén de hasta seis metros de altura y un foso de cuatro metros de profundidad, se construyó con fines defensivos y permitía el paso de caballería y carros por su cima de tres metros de ancho. Es la más extensa de varias fortificaciones similares de la región, siendo el Fleam Dyke la segunda en importancia.
Este paisaje de apariencia mística fue escogido por Ridley Scott como una de las principales localizaciones para Gladiator II, recreando aquí las tierras del Lacio en las afueras de Roma, utilizando el entorno natural para filmar escenas clave que representaban las intrigas y batallas de la trama. De hecho, en esta secuela, el equipo usó técnicas creativas y efectos especiales para transformar el paisaje inglés en un reflejo convincente de la Roma imperial.
Otro paisaje en Inglaterra que fue usado, esta vez, para la primera entrega fueron los bosques de Bourne Wood, en Surrey, para filmar la batalla inicial. En esa ocasión, se permitió incluso quemar parte del bosque para recrear el caos de la guerra.
Otras locaciones para Gladiator I
El anfiteatro de El Djem, también conocido como Coliseo de Thysdrus, es una monumental construcción romana situada en la ciudad de El Djem, en el actual Túnez. Construido en el año 238 d. C. bajo el procónsul Gordiano y el reinado de Maximino el Tracio, es el mayor anfiteatro romano de África y el cuarto más grande del mundo, después del Coliseo de Roma y los anfiteatros de Capua y Pozzuoli. Con capacidad para unos 35,000 espectadores, sus dimensiones alcanzan los 147.9 metros de largo y 122 metros de ancho, siendo un impresionante testimonio del poderío arquitectónico romano en la provincia de África.
En su época de esplendor, este anfiteatro fue escenario de diversos espectáculos como combates de gladiadores, carreras de carros y cacerías de animales. La estructura actualmente aún conserva un grado de preservación notable, incluyendo los fosos de los leones y un sofisticado sistema de cisternas para recoger agua de lluvia. Este excepcional estado ha permitido su reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, atrayendo a unos 530,000 visitantes anualmente.
El anfiteatro de El Djem fue también uno de los escenarios icónicos de la película Gladiator 1, donde su imponente arquitectura sirvió para recrear la Roma imperial. Este lugar histórico se destaca no solo por su valor arqueológico, sino también por su capacidad para transportar a los visitantes a la época romana, ofreciendo una experiencia más íntima y menos concurrida en comparación con otros anfiteatros similares.
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