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Sonidos de marimbas, sabores que complacen cualquier paladar, bebidas tradicionales, misticismo, cultura, biodiversidad, manglares, selva, mar, ballenas, aves, tierra fértil... El Pacífico colombiano es un destino que, por su riqueza natural, cada día resuena en más partes del mundo.
La calidez de su gente, siempre dispuesta a ofrecer sus mejores historias, sabores y sonrisas, permite que quienes visiten esta zona descubran un destino que cada vez está más preparado para recibir viajeros de todo el mundo.
“El Pacífico colombiano es la zona cultural y la región más diversa —allí se concentra el 30 % de las comunidades indígenas y el 44 % de la población afro del país—, cuenta con aproximadamente 900 especies de aves, es la cuna donde las ballenas yubartas dan a luz a sus crías y tiene 19 parques naturales, donde se pueden explorar playas, montañas, páramos y volcanes. Chocó, Cauca, Valle y Nariño son paraísos con mucho potencial por explorar”, dice Camilo Lloreda, gerente de la RAP Pacífico.
Uno de estos pedazos de paraíso está en el Valle, en Buenaventura, un destino que tiene una amplia biodiversidad, producto de la fusión única de la selva húmeda tropical —con sus ríos y cascadas— y sus playas oscuras que dan acceso al mar de aguas de color verde esmeralda.
La conexión entre la ancestralidad y la tradición también es evidente en las muestras musicales y gastronómicas que se encuentran en el destino, los sonidos y sabores frescos, para muchos afrodisíacos, son el complemento perfecto para un viaje rodeado de atardeceres de colores y naturaleza exuberante.
El puerto, el museo y la galería
Desde antes de aterrizar en el aeropuerto Gerardo Tobar López, de Buenaventura, se puede apreciar la riqueza a la que llegará; contrario a lo que muchos pensarían el océano Pacífico, punto central de la decena de atractivos de Buenaventura, no se logra ver con claridad; y en cambio, sobresale la espesa selva húmeda tropical del Chocó biogeográfico; tonos verdes claros y otros más oscuros de los árboles y los ríos que rodean el “bello puerto de mar”.
Caminar y disfrutar del movimiento de pasajeros del Muelle Turístico, andar por el malecón Bahía de la Cruz, visitar el Faro, sorprenderse con los cerca de 2.000 curiosos objetos registrados en el Museo de Ciencias, Cultural e Histórico de Buenaventura, un lugar hecho de contenedores, donde podrá encontrar un gato con dos cabezas, restos del buque Tritonia, objetos de famosos músicos como Petronio Álvarez y Yuri Buenaventura y el primer heliógrafo, entre muchas otras curiosidades e historias que cuenta Julio Rodríguez Bonilla, un porteño empeñado en darle contexto al Distrito Especial, industrial, portuario, biodiverso y ecoturístico.
Más tarde, cuando los olores de las hierbas de azotea y los mariscos frescos empiecen a sobresalir, puede visitar la emblemática Galería José Hilario López, una plaza de mercado remodelada hace pocos meses y un referente vital para la memoria colectiva y la historia cultural del Pacífico colombiano, donde podrá probar todas las delicias de la gastronomía de este destino.
Biodiversidad única
Buenaventura es mucho más que el constante tráfico de los gigantes barcos de carga y las populares playas de Juanchaco y Ladrilleros, que sin duda hacen parte de los atractivos más famosos del lugar. Según el portal oficial del turismo en Colombia, Bahía Málaga es una de las zonas con más especies de fauna y flora continental y marina en el planeta, albergando alrededor de 1.396 especies distribuidas entre moluscos, crustáceos, algas marinas, aves, reptiles, anfibios, y mamíferos costeros y acuáticos.
“En Isla Palma es donde se encuentra la mayor cantidad de osos perezosos del mundo, también hay aves, tortugas, iguanas, armadillos… En esta zona, la de Negritos, es donde más ballenas jorobadas vienen a parir a sus crías… Tenemos agua dulce y agua salada, cuevas naturales, estuarios, cascadas que caen al mar…”, dice Gustavo Adolfo Asprilla, más conocido como “Hormiguita”, un experto en fauna y flora y guía turístico de la zona, cuyas historias y conocimientos sorprenden a los viajeros, a quienes no les queda más que admirar la inmensa biodiversidad con la que cuenta el distrito de Buenaventura.
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“Hormiguita” también cuenta que, para la protección de los atractivos y sus ecosistemas, los Consejos Comunitarios de La Plata-Bahía Málaga, Ladrilleros, Puerto España-Miramar, Juanchaco, La Barra y Chucheros ensenada El Tigre trabajan con Parques Nacionales Naturales para que haya un desarrollo sostenible del lugar.
Ríos de aguas cristalinas que descienden de la cordillera Occidental y una accidentada costa sobre el océano Pacífico hacen de Buenaventura el destino ideal para visitar en “la nueva normalidad”, cuando los viajeros están buscando destinos de naturaleza poco concurridos.
Entre los lugares recomendados están las cascadas de La Sierpe, caídas de agua que salen de la selva directo al mar en saltos de hasta sesenta metros de altura, formando piscinas naturales. Otras cascadas para visitar en su recorrido son las Tres Marías y Ostional.
Con la misma particularidad del destino, la marea que a diario sube y baja es un elemento clave que debe tener en cuenta, pues, como al vaivén de un cuerpo alegre que se mueve al ritmo de un currulao, la marea cambia a lo largo del día, permitiendo, o impidiendo, el paso de los viajeros y hasta de los mismos bonaverenses.
Para los que buscan playa, Chucheros, Juan de Dios, Piangua Grande, Piangüita, Bocana y otras más turísticas como La Barra, Juanchaco y Ladrilleros, lo complacerán con sus kilómetros de arena suave. Otra imperdible es la de Magüipi, que cuenta con la reconocida certificación internacional Bandera Azul.
Un espectáculo natural
Además de todos sus atractivos naturales, por esta época del año, Buenaventura también se convierte en el escenario de uno de los espectáculos más maravillosos de la naturaleza: el avistamiento de ballenas yubartas o jorobadas, que cada año recorren unos 8.500 kilómetros desde la Antártida y el sur de Chile hasta las cálidas aguas del Pacífico colombiano, donde pueden descansar, aparearse y dar a luz y criar a sus ballenatos.
Según Parques Nacionales Naturales de Colombia, “se estima que cada año entre el 15 de julio y el 15 de octubre se presenta el mayor número de individuos en el Pacífico”, convirtiendo estas cálidas aguas en la más gigantesca sala cuna del mundo.
Nunca habrá suficientes palabras para describir lo que se siente vivir el avistamiento de ballenas, una actividad que, sobre todo, se debe hacer con cuidado y responsabilidad.
Lograr ver las aletas, colas y, a veces, hasta los saltos que dejan expuestos sus cuerpos de hasta 16 metros de largo, es una experiencia que todos deberían ver por lo menos una vez en su vida.
(Lea también: 7 destinos en Colombia para ver ballenas jorobadas)
Hacerlo en Buenaventura es muy fácil, ya que hay múltiples opciones donde está permitido ver ballenas. Tenga en cuenta que, como es un espectáculo natural, debe tener paciencia y aunque es muy probable que estos inmensos se dejen ver, en algunas ocasiones hay que contar con más de un día por si en el momento de su experiencia no contó con la suerte de verlas y oírlas desde la embarcación donde deberá ir acompañado de un guía.
Verlas frente a frente y, luego, a través de su cámara, mantener una distancia prudente, permanecer en silencio para no interferir con las actividades de las ballenas y sus ballenatos, aplicarse bloqueador solar y dejarse sorprender y emocionar, incluso hasta las lágrimas, con esta experiencia, son otros consejos que puede tener en cuenta para un avistamiento inolvidable.
Viajar a Buenaventura en breves
- Cómo llegar
Desde Bogotá, Satena tiene dos vuelos directos a la semana hacia Buenaventura (martes y viernes). Asimismo, puede salir desde Cali y, tras unas dos horas y media de viaje, llegará al puerto, punto de partida hacia algunos de los lugares más bonitos del Pacífico.
- Dónde dormir
Cada día, Buenaventura cuenta con más opciones para todos los gustos y presupuestos. Una buena elección cerca del puerto y del muelle turístico es el Cosmos Pacífico Hotel, mientras que una alternativa cómoda y tranquila es el Hotel Bahía del Sol, en Ladrilleros.
- Dónde comer
Buenaventura se destaca por su gastronomía: toyo, piangua, calamar, camarón y pescados son algunas de las opciones que podrá encontrar en encocados, el tradicional trío, cazuelas o arroces. No deje de visitar La Galería y Kalunga para probar estas delicias.
- Bebidas ancestrales
Las características curativas y afrodisiacas de las bebidas del Pacífico son muy apetecidas por los viajeros. No deje de probar el arrechón, el tumbacatre o el pipilongo, entre otros derivados del Viche en Buenaventura. Una buena opción son las de Marina Gamboa, en Juanchaco.
*Invitación de Fontur.