Guía de viaje: ¿Qué hacer en Mompox? Destino de historia, cultura y naturaleza
Este pueblo, patrimonio de Colombia, tiene todos los elementos necesarios para un viaje seguro, único y especial. Recomendaciones de hospedajes, restaurantes y planes especializados en Mompox, la Tierra de Dios.
María Alejandra Castaño Carmona
Un sueño o la vida real... en tiempos de pandemia muchos se despiertan imaginando otra historia. Como Mompox, que, con la calidez de su gente, sus sabores, historias, tradiciones y arquitectura única, pareciera estar en un sueño.
“Mompox no existe. A veces soñamos con ella, pero no existe”, fueron las palabras del Libertador Simón Bolívar a José Palacios en su recorrido hacia Santa Marta, según cuenta Gabriel García Márquez, en El general en su laberinto. Este pueblo patrimonio ya tiene las puertas abiertas, con todos los protocolos de bioseguridad, para quienes quieran soñar con ella, mientras descubren sus riquezas.
“Mompox es una joya colonial a orillas del río Magdalena, está en el centro de la geografía de Bolívar y a su vez está ubicada en una isla fluvial llamada Isla Margarita o Isla de Mompox; la segunda más grande de Sudamérica, con una extensión de 2.932 kilómetros cuadrados”, cuenta Carlos Vargas, representante legal y guía local de Mompox Retro, agencia de viajes especialista en turismo inmersivo.
“Por la Tierra de Dios no se pasa, a Mompox se llega. Es un sitio con el que se sueña visitar por su historia, cultura y naturaleza, un patrimonio vivo ideal para desconectarse del mundo”, dice María Bernarda Palomino, gerente de la Corporación Más Mompox, unión de momposinos que trabajan por el desarrollo de la Tierra de Dios.
Con inmensas casonas de colores, aromas caribeños, calles empedradas, exquisita gastronomía, historias cantadas y contadas, Mompox, un destino recomendado para visitar en la nueva realidad, enamora a quien pisa su tierra y, pareciera, desaparece en ella.
(Lea también: “Mompox no existe. A veces soñamos con ella, pero no existe”)
¿Cómo llegar?
La manera más rápida de llegar a Mompox, desde Bogotá, es volando con Satena a Corozal. Desde allí, hay varias alternativas de transporte terrestre que varían según su presupuesto, y, cruzando el puente Roncador, inaugurado en marzo de este año, llegará en dos horas a la Ciudad Valerosa.
Actualmente, Satena está volando a 19 destinos desde Bogotá y a 29 en el país, de esta forma, contribuye con el desarrollo, la conectividad y la calidad de vida de los habitantes de las regiones de Colombia, en total, a hoy, la aerolínea cuenta con 70 rutas.
¿Dónde dormir?
Mompox cuenta con una amplia oferta de hospedaje. Puede encontrar hostales, hoteles y casas coloniales, entre otras.
“Actualmente hay 65 hospedajes registrados, 1.300 camas disponibles. Más del 80 % de la propuesta es del momposino y soñamos con que esto se conserve, no queremos que haya gentrificación. Queremos que los locales sigan siendo los dueños de su ciudad y que quienes nos visiten se encuentren con la esencia del momposino”, asegura la gerente de la Corporación Más Mompox.
Algunas de las opciones para dormir y disfrutar de las noches momposinas, ideales para caminar por la Albarrada, con la luz cálida de los faroles y el olor de los frutos de la ciudad, son La Casa Amarilla, Casa Hotel Boutique Ana Lorenza y Portal de la Marquesa.
Otra opción, un poco más lejos del río, pero también con todas las comodidades necesarias, es La Gloria; además, este hotel cuenta con el sello ‘Check in certificado, COVID-19 bioseguro’, desarrollado por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, otorgado por el Icontec y con el respaldo de la Organización Mundial de Turismo (OMT), que garantiza que usted está en un espacio seguro.
La Gloria Hotel hace parte de la cadena Bespoke Colombia, a la cuál también pertenece Hotel Casa La Fe y Posada La Fe, en Cartagena.
¿Qué comer?
Mompox también se caracteriza por su gastronomía única y tradicional. El queso de capa, la butifarra y el chorizo momposino, el histórico y a veces olvidado casabito, el dulce de limón, el pescado de río fresco con arroz con coco, el vino de corozo o los jugos de ese mismo fruto o de guayaba agria acompañarán su viaje.
La oferta de restaurantes también es muy variada y hay para todos los gustos y presupuestos. El Restaurante Ambrosía, las delicias tradicionales con un toque gourmet de Santa Coa, en un ambiente mágico, y la vista y el delicioso sabor de los platos de Crónicas son algunas recomendaciones.
Si busca vivir la experiencia de comer junto al río, la comida típica del Comedor Costeño es la recomendada; si quiere un ambiente tranquilo, una buena conversación en una de las plazas principales de Mompox y probar una deliciosa pizza donde puede elegir sabores italianos o locales, Verde Oliva es la mejor opción; y, para seguir con las comidas rápidas, pero deliciosas, otra recomendación es Tierra de Dios, un emprendimiento que nació en la pandemia y se ha vuelto famoso por sus hamburguesas.
¿Qué hacer?
En el recorrido por las hermosas calles empedradas sobresalen la arquitectura religiosa y sus imponentes y coloridas iglesias, que en total son seis, más una basílica menor del Santísimo Cristo, antes iglesia San Agustín.
La iglesia y el convento de San Francisco, en la Plaza Sucre; San Juan de Dios, con un campanario en forma de torre y una amplia ventana sobre su puerta principal; Santo Domingo, y la iglesia de Santa Bárbara, una de las más hermosas, con su especial torre, son solo algunas de las postales que quedan de Mompox, cuyo centro histórico fue declarado Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural en 1959, y Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad el 6 de diciembre de 1995.
(En fotos: La magia de Mompox, un destino recomendado en la nueva realidad)
El Cementerio, el Colegio Pinillos y la Casa de la Cultura son otros de los atractivos de la Tierra de Dios, que cuenta con una amplia oferta de tours especializados.
Mompox Retro, por ejemplo, diseña rutas de turismo inmersivo desde y para las comunidades.
“Tenemos ocho rutas: una de turismo de naturaleza, donde hacemos avistamiento de aves en una embarcación pequeña por el río Magdalena, hasta la Ciénaga de Pijiño, allí se pueden ver más de 300 aves. Hay otras culturales como: La Ruta de Elementos de la Arquitectura Momposina y otra diseñada para niños llamada Pintemos la Historia”, dice Carlos Vargas.
“También tenemos la Ruta de la Filigrana, en donde pueden observar el proceso de elaboración de esta tradicional y reconocida técnica. Y otra relacionada con la gastronomía, donde se puede apreciar el proceso de elaboración y degustar nuestros productos tradicionales. Asimismo, contamos con La Ruta de la Alfombra Momposina, lanzada en estos tiempos de pandemia”, añade el guía turístico profesional.
Esta última, Mompox Retro la está trabajando con la Corporación Coralfombras y decenas de alfombristas, otros artistas momposinos, que quieren mostrar su talento, no solo en Semana Santa, a través de este arte efímero.
Un paseo para ver y conocer a Mompox desde el río, admirar un atardecer de colores y ver las luces amarillas de la ciudad, cuando anochece, es otro recorrido imperdible en su viaje a Mompox. Este trayecto lo hace La Valerosa Tours.
"Estamos preparados para recibir a los turistas. Tenemos todos los protocolos de bioseguridad y en todas las áreas: hoteles restaurantes, operadores, se han capacitado para ofrecer el mejor servicio conservando la bioseguridad”, enfatiza María Bernarda Palomino.
Y recuerda que “en Mompox cuentan con operadores turísticos especializados en naturaleza, en historia... Otro plan recomendado, que lo hace Covadonga Tours, por ejemplo, es: Como leer la ciudad a través de los símbolos. Mompox es una ciudad que está llena de símbolos en sus puertas, ventanas, y este es un buen plan para entender la ciudad a través de estos”.
“Hay una manera de contribuir a la protección de la humanidad y es no resignarse. No mirar con indiferencia cómo desaparece de nuestra mirada la infinita riqueza que forma el universo que nos rodea, con sus colores, sonidos y perfumes”, escribió Ernesto Sábato en La resistencia.
En Mompox podrá encontrar esa infinita riqueza, y, en estos tiempos de resistencia, le permitirá parar, respirar y empezar de nuevo, inspirado con las tradiciones momposinas, los sabores de la tierra, las sonrisas de los artesanos y las enseñanzas de los guías especializados, mientras sigue pensando si los días que pasó en estas tierras valerosas fueron un sueño, si Mompox existe...
Un sueño o la vida real... en tiempos de pandemia muchos se despiertan imaginando otra historia. Como Mompox, que, con la calidez de su gente, sus sabores, historias, tradiciones y arquitectura única, pareciera estar en un sueño.
“Mompox no existe. A veces soñamos con ella, pero no existe”, fueron las palabras del Libertador Simón Bolívar a José Palacios en su recorrido hacia Santa Marta, según cuenta Gabriel García Márquez, en El general en su laberinto. Este pueblo patrimonio ya tiene las puertas abiertas, con todos los protocolos de bioseguridad, para quienes quieran soñar con ella, mientras descubren sus riquezas.
“Mompox es una joya colonial a orillas del río Magdalena, está en el centro de la geografía de Bolívar y a su vez está ubicada en una isla fluvial llamada Isla Margarita o Isla de Mompox; la segunda más grande de Sudamérica, con una extensión de 2.932 kilómetros cuadrados”, cuenta Carlos Vargas, representante legal y guía local de Mompox Retro, agencia de viajes especialista en turismo inmersivo.
“Por la Tierra de Dios no se pasa, a Mompox se llega. Es un sitio con el que se sueña visitar por su historia, cultura y naturaleza, un patrimonio vivo ideal para desconectarse del mundo”, dice María Bernarda Palomino, gerente de la Corporación Más Mompox, unión de momposinos que trabajan por el desarrollo de la Tierra de Dios.
Con inmensas casonas de colores, aromas caribeños, calles empedradas, exquisita gastronomía, historias cantadas y contadas, Mompox, un destino recomendado para visitar en la nueva realidad, enamora a quien pisa su tierra y, pareciera, desaparece en ella.
(Lea también: “Mompox no existe. A veces soñamos con ella, pero no existe”)
¿Cómo llegar?
La manera más rápida de llegar a Mompox, desde Bogotá, es volando con Satena a Corozal. Desde allí, hay varias alternativas de transporte terrestre que varían según su presupuesto, y, cruzando el puente Roncador, inaugurado en marzo de este año, llegará en dos horas a la Ciudad Valerosa.
Actualmente, Satena está volando a 19 destinos desde Bogotá y a 29 en el país, de esta forma, contribuye con el desarrollo, la conectividad y la calidad de vida de los habitantes de las regiones de Colombia, en total, a hoy, la aerolínea cuenta con 70 rutas.
¿Dónde dormir?
Mompox cuenta con una amplia oferta de hospedaje. Puede encontrar hostales, hoteles y casas coloniales, entre otras.
“Actualmente hay 65 hospedajes registrados, 1.300 camas disponibles. Más del 80 % de la propuesta es del momposino y soñamos con que esto se conserve, no queremos que haya gentrificación. Queremos que los locales sigan siendo los dueños de su ciudad y que quienes nos visiten se encuentren con la esencia del momposino”, asegura la gerente de la Corporación Más Mompox.
Algunas de las opciones para dormir y disfrutar de las noches momposinas, ideales para caminar por la Albarrada, con la luz cálida de los faroles y el olor de los frutos de la ciudad, son La Casa Amarilla, Casa Hotel Boutique Ana Lorenza y Portal de la Marquesa.
Otra opción, un poco más lejos del río, pero también con todas las comodidades necesarias, es La Gloria; además, este hotel cuenta con el sello ‘Check in certificado, COVID-19 bioseguro’, desarrollado por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, otorgado por el Icontec y con el respaldo de la Organización Mundial de Turismo (OMT), que garantiza que usted está en un espacio seguro.
La Gloria Hotel hace parte de la cadena Bespoke Colombia, a la cuál también pertenece Hotel Casa La Fe y Posada La Fe, en Cartagena.
¿Qué comer?
Mompox también se caracteriza por su gastronomía única y tradicional. El queso de capa, la butifarra y el chorizo momposino, el histórico y a veces olvidado casabito, el dulce de limón, el pescado de río fresco con arroz con coco, el vino de corozo o los jugos de ese mismo fruto o de guayaba agria acompañarán su viaje.
La oferta de restaurantes también es muy variada y hay para todos los gustos y presupuestos. El Restaurante Ambrosía, las delicias tradicionales con un toque gourmet de Santa Coa, en un ambiente mágico, y la vista y el delicioso sabor de los platos de Crónicas son algunas recomendaciones.
Si busca vivir la experiencia de comer junto al río, la comida típica del Comedor Costeño es la recomendada; si quiere un ambiente tranquilo, una buena conversación en una de las plazas principales de Mompox y probar una deliciosa pizza donde puede elegir sabores italianos o locales, Verde Oliva es la mejor opción; y, para seguir con las comidas rápidas, pero deliciosas, otra recomendación es Tierra de Dios, un emprendimiento que nació en la pandemia y se ha vuelto famoso por sus hamburguesas.
¿Qué hacer?
En el recorrido por las hermosas calles empedradas sobresalen la arquitectura religiosa y sus imponentes y coloridas iglesias, que en total son seis, más una basílica menor del Santísimo Cristo, antes iglesia San Agustín.
La iglesia y el convento de San Francisco, en la Plaza Sucre; San Juan de Dios, con un campanario en forma de torre y una amplia ventana sobre su puerta principal; Santo Domingo, y la iglesia de Santa Bárbara, una de las más hermosas, con su especial torre, son solo algunas de las postales que quedan de Mompox, cuyo centro histórico fue declarado Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural en 1959, y Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad el 6 de diciembre de 1995.
(En fotos: La magia de Mompox, un destino recomendado en la nueva realidad)
El Cementerio, el Colegio Pinillos y la Casa de la Cultura son otros de los atractivos de la Tierra de Dios, que cuenta con una amplia oferta de tours especializados.
Mompox Retro, por ejemplo, diseña rutas de turismo inmersivo desde y para las comunidades.
“Tenemos ocho rutas: una de turismo de naturaleza, donde hacemos avistamiento de aves en una embarcación pequeña por el río Magdalena, hasta la Ciénaga de Pijiño, allí se pueden ver más de 300 aves. Hay otras culturales como: La Ruta de Elementos de la Arquitectura Momposina y otra diseñada para niños llamada Pintemos la Historia”, dice Carlos Vargas.
“También tenemos la Ruta de la Filigrana, en donde pueden observar el proceso de elaboración de esta tradicional y reconocida técnica. Y otra relacionada con la gastronomía, donde se puede apreciar el proceso de elaboración y degustar nuestros productos tradicionales. Asimismo, contamos con La Ruta de la Alfombra Momposina, lanzada en estos tiempos de pandemia”, añade el guía turístico profesional.
Esta última, Mompox Retro la está trabajando con la Corporación Coralfombras y decenas de alfombristas, otros artistas momposinos, que quieren mostrar su talento, no solo en Semana Santa, a través de este arte efímero.
Un paseo para ver y conocer a Mompox desde el río, admirar un atardecer de colores y ver las luces amarillas de la ciudad, cuando anochece, es otro recorrido imperdible en su viaje a Mompox. Este trayecto lo hace La Valerosa Tours.
"Estamos preparados para recibir a los turistas. Tenemos todos los protocolos de bioseguridad y en todas las áreas: hoteles restaurantes, operadores, se han capacitado para ofrecer el mejor servicio conservando la bioseguridad”, enfatiza María Bernarda Palomino.
Y recuerda que “en Mompox cuentan con operadores turísticos especializados en naturaleza, en historia... Otro plan recomendado, que lo hace Covadonga Tours, por ejemplo, es: Como leer la ciudad a través de los símbolos. Mompox es una ciudad que está llena de símbolos en sus puertas, ventanas, y este es un buen plan para entender la ciudad a través de estos”.
“Hay una manera de contribuir a la protección de la humanidad y es no resignarse. No mirar con indiferencia cómo desaparece de nuestra mirada la infinita riqueza que forma el universo que nos rodea, con sus colores, sonidos y perfumes”, escribió Ernesto Sábato en La resistencia.
En Mompox podrá encontrar esa infinita riqueza, y, en estos tiempos de resistencia, le permitirá parar, respirar y empezar de nuevo, inspirado con las tradiciones momposinas, los sabores de la tierra, las sonrisas de los artesanos y las enseñanzas de los guías especializados, mientras sigue pensando si los días que pasó en estas tierras valerosas fueron un sueño, si Mompox existe...