La tierra prometida
Una aventura natural y llena de matices es lo que se espera de un viaje hacia la tierra bananera de Urabá, región que sigue marcada por el escozor de una etapa de violencia pero que vive un renacimiento e invita a cientos de personas a visitarla y a gozar de sus hermosos paisajes.
Redacción Buen Viaje
En cualquiera de las tres subzonas del golfo antioqueño, se pueden encontrar playas fusionadas con los volcanes de lodo, ver tortugas, resguardos indígenas, serranías y piscinas naturales.
Urabá, que significa ‘tierra prometida’ en lengua katía, grita naturaleza. Por eso, los planes turísticos siempre lo llevarán en una expedición que despertará los sentidos.
No se pierda del Parque Nacional Natural de Los Katíos, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1994, y aprecie los humedales, los bosques, varias especies de aves y, si tiene suerte, es posible que vea algún jaguar. En Urabá podrá revolcarse con la familia en el lodo de los volcanes, el plan favorito de la mayoría. Uno de los más populares es el de la Hacienda Virgen del Cobre, a 20 minutos del casco urbano del municipio de Necoclí.
También es muy común conocer a las etnias kuna y embera katía y adentrarse en su cultura, o que en cada uno de los hoteles y agencias de viajes se programe una visita a una plantación bananera. Sin duda, una travesía repleta de tonalidades.
En cualquiera de las tres subzonas del golfo antioqueño, se pueden encontrar playas fusionadas con los volcanes de lodo, ver tortugas, resguardos indígenas, serranías y piscinas naturales.
Urabá, que significa ‘tierra prometida’ en lengua katía, grita naturaleza. Por eso, los planes turísticos siempre lo llevarán en una expedición que despertará los sentidos.
No se pierda del Parque Nacional Natural de Los Katíos, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1994, y aprecie los humedales, los bosques, varias especies de aves y, si tiene suerte, es posible que vea algún jaguar. En Urabá podrá revolcarse con la familia en el lodo de los volcanes, el plan favorito de la mayoría. Uno de los más populares es el de la Hacienda Virgen del Cobre, a 20 minutos del casco urbano del municipio de Necoclí.
También es muy común conocer a las etnias kuna y embera katía y adentrarse en su cultura, o que en cada uno de los hoteles y agencias de viajes se programe una visita a una plantación bananera. Sin duda, una travesía repleta de tonalidades.