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Lo que las máscaras ven en el Carnaval de Barranquilla

“A la máscara la hacen, pero ella tiene ojos y ella ve y advierte la pasión de quien se entrega ha ennegrecerla, convertirla en horroroso elemento del gozo terrenal. Ella, la máscara sabe de la emoción que en esa humilde casa de Galapa se vive en cada carnaval”.

Pedro Mendoza
10 de febrero de 2024 - 03:05 p. m.
Según las cifras de Civiatis, un  65% de los que reservan el tour del Carnaval de  Barranquilla son extranjeros.
Según las cifras de Civiatis, un 65% de los que reservan el tour del Carnaval de Barranquilla son extranjeros.
Foto: Pedro Mendoza

La elaboración y uso de máscaras es una magia que viajó en tiempos lejanos desde África hasta el Caribe colombiano.

Galapa es parte de este centro de elaboración artesanal en piezas de madera para el Carnaval de Barranquilla y luego con la modernización y los nuevos mercados hay objetos decorativos, todo aplicando diferentes técnicas donde el valor cultural es lo importante. Parecen un soplo de vida

Camina lento y es muy parco al hablar, nos sentamos en su taller ubicado en una de las calles de Galapa cerca de Barranquilla. Se llama Luis Alberto Pertuz, hizo 17 mascaras relacionadas con el carnaval , eran pequeñas y como si se tratará de un cuento macondiano, se las regaló al amor de su vida, tardaron 17 años para que ella le dijera que sí. Del matrimonio dos hijos. " Las máscaras no se qué se hicieron pero igual le volvería hacer esas o más” le dice a El Espectador.

Toma un trozo de madera y mientras me recuerda su fe y apego a las normas de la biblia, va trazando la máscara. Es rápido, pocas veces se ha cortado y aprendió el oficio cuando muy niño se escapaba y a escondidas aprendía a tallar la madera. Son esos saberes del campo que se mezclan con la brisa y la herencia indígena.

Al fondo la música de carnaval parece que invadiera el espacio. “Con el tumbao que te pone a bailar la reina está aquí se prendió el carnaval”, es parte del estribillo del tema oficial de este año, todos se lo saben, lo bailan o sencillamente trabajan escuchándolo como Luis Alberto.

“Mire le cuento. La máscara del Carnaval de Barranquilla se elabora en madera, es importante los colores”. Toma en sus manos una de las artesanías preferidas, el Burro Blanco con el que ganó un premio y viajó a la tierra el frío, Bogotá a mostrarla donde sus colores y líneas llamaron la atención.

Se la pone y deja media cara al descubierto, me dice: “En mi vida no hay nada que ocultar.

En el taller de artesanías se encuentra Andrea Vivero, gerente general de Caribia Tours, su trabajo es llevar a los turistas a tener nuevas experiencias, participar en ellas. Un grupo que ha llevado a donde Luis Alberto pintan unas iguanas con colores como el azul, negro y amarillo. Todos parecen niños.

“En Barranquilla tenemos toda la materia prima que nos da ser la sede del Carnaval, con músicos, artesanos, cocineros y bailarines que pueden vivir de su quehacer los 365 días del año. Eso es lo que hacemos en Caribia, convertir su talento en experiencias turísticas para que viajeros de todo el mundo puedan conocer la cultura caribe colombiana”, dice.

Habla de actividades de inmersión como cocinar una arepa con huevo con una matrona, los pasos básicos de los ritmos propios del Carnaval o “aprender a elaborar una artesanía típica con la dirección de un maestro artesano”, le dice a El Espectador.

Sostiene que están enfocados en viajeros de alto gasto que esperan vivir experiencias únicas con las comodidades de la mano de locales. “Para este Carnaval recibiremos grupos de Estados Unidos, México, España y Francia, cuyo gasto es hasta 3 veces mayor que el de un viajero convencional”

El turismo es muy importante para el Carnaval para estos cuatro días que termina el Carnaval propios y visitantes podrán ver y participar en 845 grupos folclóricos junto con 28 mil hacedores en desfiles y eventos propios de la fiesta.

María Carolina Padilla es Country Manager de Civitatis, una compañía líder en distribución online de actividades, excursiones y visitas guiadas en español en los principales destinos turísticos del mundo.

“Hace algunos años las actividades que más reservaban eran las enfocadas en la historia de los destinos. Ya no se trata solo de ver monumentos, museos o edificios históricos, sino de interactuar con la gente local y participar en sus actividades cotidianas o festivas, esta es la tendencia de los viajes en la actualidad”, le dice a El Espectador.

Puntualiza que regresar de un viaje con un nuevo aprendizaje del destino, es un aspecto que un creciente número de viajeros han comenzado a darle relevancia.

“Es por esto por lo que experiencias como la del tour de artesanos del Carnaval de Barranquilla, actualmente es una de las actividades más reservadas de la capital del Atlántico. Poder ver cómo se hacen las artesanías y las figuras que adornan y animan el carnaval más alegre de Colombia”.

Según las cifras de Civiatis, un 65% de los que reservan el tour del Carnaval de Barranquilla son extranjeros, también hay gran número de colombianos que se animan a vivir esta experiencia.

Terminando de pintar la tradición

Los turistas están colocando los colores a las iguanas. Los interrumpen y les dice Luisa María Pertuz. “Van a dejar de pintar y tener una experiencia con la carimañola y un jugo de corozo, después mi papá, Luis Alberto les contará de las máscaras”.

A diferencia de su padre Luisa habla sin problemas, conoce de la cultura , la tradición oral de los artesanos. Se ríe con tranquilidad, en los días de Carnaval estará atenta de los puntos de venta con los diferentes productos. “Así también me lo gozo”.

Es comunicadora social se dedica a la dirección y gestión de la Fundación Congo Real que trabaja con artesanos en el departamento del Atlántico y tiene adjudicada la marca, Manos del Atlántico.

En estos días el trabajo se incrementa un poco más, cuando les solicitan en buenas cantidades piezas tradicionales como “la marimonda, el toro, la negrita o el Congo, “que sin duda alguna representan toda esa identidad de los diferentes personajes que tenemos. Para mí el carnaval significa la máxima expresión y representación de todas nuestras tradiciones”.

Luisa es amable, toma un poco de pintura y se la pasa a un entusiasta turista. Usa el azul y el amarillo sobre la iguana.

“Los colores significan todo, la vida está llena de diferentes matices y los colores son los que nos permiten identificar de alguna manera las emociones las percepciones, comunican y hacer uso de estos colores en la fibra del Carnaval nos permite de alguna manera seguir identificando a cada uno de esos personajes y de exaltar lo que representan”

El 80 % del Carnaval de Barranquilla se hace de Galapa, las carrozas, las máscaras, los disfraces, que se pueden ver en la Vía 40, incluso en el desfile que también se realiza en el sector de la 44 de la arenosa.

“Tienen esa particularidad un ADN y un gen carnavalero, somos personas muy festivas y de alguna manera esa creatividad no se ha perdido y ha ido trascendiendo en generación y generación " dice luisa mientras sale a despedir a los turistas visitantes. Era un grupo de 12 aprendices de la artesanía en el Carnaval, todos llevan su iguana pintada.

Luisa toma unas artesanías, en una bolsa lleva corchos de marimonda, de toro, servilleteros de tigre, máscaras de burro, portalápices de Congo y pulseras de negrita puloy. Se va con nosotros para Barranquilla, le preguntó. ¿En estos días de carnaval donde estará?

Se ríe, hay música del carnaval en el fondo de nuevo.

“Bueno, mis carnavales… casi siempre han sido trabajando, es irónico porque desde el punto de vista de los hacedores, nosotros estamos tan inmersos en todo este tema que muy poco lo disfrutamos, siempre estoy pendiente de los puntos de venta surtiendo llevando pedidos y hay poco espacio para poder disfrutarlo como se debe, sin embargo, quien lo vive es quien lo goza, así ha sido en un poco más de mis veinte años”.

Luis Alberto sale a despedirnos , en sus manos hay pintura de colores negro, amarillo y rojo. “Me van a ver estos días de carnaval las máscaras que hago pueden ver”.

Un texto del barranquillero Ernesto McCausland Sojo quien se fue a escribir sus crónicas a la eternidad, retrata la vida del artesano de Galapa.

“A la máscara la hacen, pero ella tiene ojos y ella ve y advierte la pasión de quien se entrega ha ennegrecerla, convertirla en horroroso elemento del gozo terrenal. Ella, la máscara sabe de la emoción que en esa humilde casa de Galapa se vive en cada carnaval”.

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Por Pedro Mendoza

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