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Explorar los encantadores pueblos patrimonio de Colombia es adentrarse en un viaje fascinante a través del tiempo. Cada calle empedrada y fachada colonial narra historias ancestrales, trasportando al visitante a épocas pasadas. Desde las imponentes iglesias hasta las plazas rebosantes de vida, pueblear se convierte en una experiencia auténtica y enriquecedora debido a que estos pueblos resguardan la riqueza de la cultura, la arquitectura y las tradiciones colombianas en diferentes regiones.
La Red Turística de Pueblos Patrimonio de Colombia es una iniciativa especial del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, llevada a cabo por el Fondo Nacional de Turismo (FONTUR). Su objetivo principal es promover el desarrollo sostenible, la preservación del patrimonio y la participación comunitaria en los municipios colombianos que poseen un alto valor histórico, son destacados destinos turísticos en el país y también han sido reconocidos con la declaratoria de Bien de Interés Cultural (BIC) a nivel nacional.
La Red Turística de Pueblos Patrimonio nació en 2010 con el objetivo de consolidar una plataforma de gestión que potenciara el patrimonio material e inmaterial cultural colombiano. Aunque estuvo un tiempo en pausa, en agosto del 2023 se anunció su reactivación a manos del viceministro de Turismo, Arturo Bravo, quien señaló entonces que “con la reactivación y futura apertura de la Red, avanzaremos en la generación de planes estratégicos de turismo que nos permitan proyectar a los destinos, generando más oportunidades de desarrollo y sostenibilidad para las comunidades que integran el programa”.
Para pertenecer a esta red, hay que pasar por un proceso minucioso llevado a cabo por convocatorias de MinCIT, en colaboración con entidades gubernamentales y organizaciones locales. Se evalúan diversos criterios, como la riqueza histórica y arquitectónica, la preservación del patrimonio cultural, la oferta turística, la infraestructura, entre otros.
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¿Cuáles son los pueblos patrimonio?
Aguadas, Caldas
Formando parte del Paisaje Cultural Cafetero (PCC) y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2011, Aguadas es reconocido por su riqueza artística, cultural, artesanal, folclórica, histórica y arquitectónica. Además, es el hogar de diversas ferias y fiestas que celebran sus tradiciones a lo largo del año. Por ejemplo, el Festival Nacional del Pasillo Colombiano en agosto y las Fiestas Patronales de la Inmaculada Concepción en diciembre.
Barichara, Santander
Barichara, un pueblo fundado en 1705, irradia calma y silencio, envuelto en un manto de piedra y cal, adornado con tonos verde, azul y amarillo. Sus fachadas sencillas se destacan armoniosamente entre calles empedradas, muros de tapia pisada, tejados de barro cocido, y puertas y ventanas de madera. Situado en la provincia de Guanentá, su Centro Histórico ha sido un Monumento Nacional desde 1975, hoy reconocido como Bien de Interés Cultural (BIC).
Ciénaga, Magdalena:
Ciénaga, conocida como “la capital del realismo mágico”, ha sido una fuente de inspiración para destacados escritores, incluido el Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, quien se vio cautivado por su encanto y la inmensidad de su historia. En 1994, fue declarada patrimonio cultural de Colombia, gracias a su rica herencia histórica y arquitectónica.
El Jardín, Antioquia:
El Jardín, conocido como “el pueblo más bonito de Antioquia”, es un tesoro escondido en el suroeste antioqueño, enclavado en la cordillera occidental y bañado por la belleza del río Claro y los imponentes Farallones del Citará en los límites con el Departamento del Chocó. Su historia se remonta a la época de las haciendas agrícolas y ganaderas, manteniéndose como un municipio productor desde entonces.
Guadalajara de Buga, Valle del Cauca:
Fundado en 1573, Guadalajara de Buga es considerado por muchos como el epicentro del turismo religioso en Colombia. Cada año, atrae a visitantes de todas partes con su fervor religioso, especialmente hacia la imagen del Santísimo Redentor, una monumental escultura de más de 2 metros de altura, a la cual se le atribuyen numerosos milagros. La arquitectura ecléctica del pueblo y su destacado papel histórico invitan a explorar sus tradiciones y creencias.
Jericó, Antioquia:
Jericó, conocida como “La Atenas del Suroeste”, es un encantador pueblo patrimonio ubicado en Antioquia, Colombia, desde 2013. Su historia se remonta a 1850, cuando fue reconocido como municipio y se construyó una capilla pajiza, dando inicio a su trazado urbano con la plaza principal como eje central, en honor a la Virgen de Las Mercedes.
Monguí, Boyacá:
Monguí, conocido como “El pueblo más lindo de Boyacá”, ha sido designado como Pueblo Patrimonio desde 2010. Este encantador pueblo andino destaca por sus casas antiguas y sus calles empedradas, que narran fielmente la historia del pasado indígena y colonial de la región.
Este municipio es reconocido a nivel mundial por la calidad de los balones de fútbol que se producen en el pueblo. Desde 1930, más de un centenar de familias han mantenido viva la tradición de elaborar los balones de cuero con una habilidad artesanal excepcional, transmitida de generación en generación.
Honda, Tolima:
Honda, conocida como “La ciudad de los puentes”, ha sido designada como Pueblo Patrimonio desde 2010. Su historia de progreso se remonta al siglo XVI, cuando se convirtió en un punto crucial para la comunicación y el comercio, siendo la salida principal de la rica producción minera de San Sebastián de Mariquita.
Playa de Belén, Norte de Santander:
Este encantador lugar se destaca por su combinación única de desgastadas montañas, exuberantes cultivos y arquitectura colonial, que le han valido el título de “El Pueblito más lindo de Norte de Santander”, otorgado en 1995 por el departamento. Uno de los principales atractivos de La Playa de Belén es el área natural de Los Estoraques, donde impresionantes esculturas naturales, esculpidas por el agua, el viento y el sol, ofrecen un paisaje único.
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Salamina, Caldas:
Salamina, en el departamento de Caldas, ha sido reconocida como Pueblo Patrimonio desde 2010. Fundado en 1825, este municipio se destaca por su rico patrimonio arquitectónico, lo que le valió la declaración como Monumento Nacional en 1992, hoy en día clasificado como Bien de Interés Cultural (BIC).
Este encantador pueblo atrae a turistas nacionales y extranjeros por su herencia cultural, su patrimonio arquitectónico, su gastronomía típica y sus artesanías autóctonas. Una vez aquí, los visitantes pueden disfrutar del aroma del café, la calidez y amabilidad de sus habitantes, y los pintorescos paisajes que lo hacen sentirse como en casa.
San Juan de Girón, Santander:
Este municipio, situado a solo 15 minutos del Aeropuerto Internacional Palonegro, se enorgullece de su arquitectura típica española, caracterizada por casas en bahareque, tapia pisada, tejas de barro y fachadas blancas, con puertas y ventanas de un distintivo color marrón. Esta arquitectura evoca el pasado colonial y le valió el reconocimiento como Monumento Nacional en 1963, siendo considerado en la actualidad Bien de Interés Cultural (BIC).
Villa de Guaduas, Cundinamarca:
Villa de Guaduas, en el departamento de Cundinamarca, ha sido designada como Pueblo Patrimonio desde 2010. Su estructura arquitectónica es un testimonio vivo de la historia del país. Los registros históricos señalan su fundación en 1572, ubicada en el antiguo Camino Real que conectaba Honda con Santa Fe.
Es conocido como la tierra natal de Policarpa Salavarrieta, figura importante en la lucha por la independencia de Colombia.
Santa Cruz de Lorica, Córdoba:
Santa Cruz de Lorica, ubicada en el departamento de Córdoba, ha sido designada como Pueblo Patrimonio desde 2010. Conocida como “Tierra de aguas encontradas”, destaca por su arquitectura que fusiona elementos republicanos con lo vernáculo y lo mudéjar, una mezcla de estilos que incluye influencias andaluzas y árabes.
Santa Cruz de Mompox, Bolívar:
La ciudad de Santa Cruz de Mompox, ubicada en el departamento de Bolívar, ha sido designada como Pueblo Patrimonio desde 2010. Conocida como “La tierra de Dios”, fue declarado Monumento Nacional en 1959 y posteriormente, en 1995, la UNESCO lo reconoció como Patrimonio de la Humanidad. La arquitectura colonial de Mompox está compuesta por una sucesión de edificios domésticos, torres, templos y capillas, que se encuentran enmarcadas por el río Magdalena.
Santa Fe de Antioquia, Antioquia:
La ciudad es elogiada por los historiadores como “El más bello relicario de la Colonia” en Antioquia, debido a su impresionante arquitectura colonial, sus calles empedradas y sus imponentes iglesias. Para los miembros del Centro de Historia de Santa Fe de Antioquia, la ciudad es el lugar donde se fundó el primer hogar antioqueño, el primer templo y altar para adorar al “Dios verdadero”, así como el primer núcleo social que dio origen al departamento de Antioquia. Su espíritu, sus costumbres y su idiosincrasia han contribuido a moldear la identidad de la región.
Villa de Leyva, Boyacá:
Las calles empedradas de Villa de Leyva, junto con las fachadas blancas adornadas con flores multicolores, los ventanales y las puertas de madera de sus iglesias, conventos y monasterios, son testigos del pasado colonial de la ciudad y reflejan un presente próspero y dinámico. En 1954, fue declarada Monumento Nacional, hoy en día es considerada Bien de Interés Cultural (BIC), destacándose por su arquitectura colonial, su enorme plaza principal empedrada y sus paisajes, que incluyen zonas totalmente desérticas propicias para la observación astronómica.
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El Socorro, Santander:
El Socorro, situado en el departamento de Santander, ha sido designado como Pueblo Patrimonio desde 2014. Fundado en 1683, es uno de los pueblos más antiguos de América y desempeñó un papel crucial en la historia nacional de Colombia. Uno de sus momentos más trascendentales fue la Insurrección de Los Comuneros en 1781, una revuelta popular en respuesta a las alzas tributarias impuestas por la corona española. Además, en El Socorro se firmó el Acta de Independencia Nacional, un hito importante en el camino hacia la independencia de Colombia.
Pore, Casanare:
Pore es un encantador municipio ubicado en el norte de Casanare, que se convirtió en el último pueblo en ser designado como Pueblo Patrimonio en 2018. Sus calles empedradas y sus construcciones coloniales añaden un encanto especial a este lugar, donde los pobladores comienzan sus días con el aroma del guayuyo y el sonido de las tonadas del arpa. Pero lo que lo hace más especialmente es su historia, ya que este territorio fue cuna de la independencia de Colombia y durante 10 meses, fungió como la capital de la República, un hecho del que los llaneros se enorgullecen y que forma parte fundamental de su legado histórico.