Los lugares prohibidos en los que no pueden volar aviones comerciales
Adéntrese en las zonas más protegidas del espacio aéreo mundial, en las que el vuelo comercial no tiene acceso. Desde áreas de conflicto hasta zonas de alto valor cultural, descubra qué lugares están fuera de alcance y por qué.
Diego Suárez
Alrededor del mundo, existen territorios en los que está estrictamente prohibido que los aviones comerciales sobrevuelen o aterricen, independientemente de las rutas trazadas por aerolíneas. Desde zonas de guerra hasta áreas de alto valor cultural, ambiental o político, estos lugares están blindados por restricciones aéreas que aseguran que ninguna aeronave civil perturbe el orden, ponga en peligro la seguridad nacional o interfiera en operaciones especiales.
Según la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), junto con la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos y la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), existen zonas de exclusión aérea en diversas partes del planeta, y las razones de estas prohibiciones varían ampliamente: desde la protección del medioambiente hasta la seguridad de los pasajeros y ciudadanos en tierra. Estas entidades mantienen listados actualizados y emiten advertencias y boletines regulares que detallan las áreas restringidas y el tipo de limitaciones aplicadas. Las zonas restringidas más reconocidas incluyen ciudades con infraestructuras gubernamentales sensibles, sitios de patrimonio natural y cultural, así como regiones con conflictos armados.
La base militar Área 51
Ubicada en Nevada, EE. UU., es un ejemplo de restricción absoluta: se trata de una instalación ultrasecreta dedicada a la experimentación y desarrollo de tecnología militar avanzada, protegida por un espacio aéreo restringido donde no se permite acceso civil. Las aeronaves comerciales y privadas están prohibidas no solo por la confidencialidad, sino también para evitar incidentes en este espacio controlado y monitoreado.
Chernobyl
Ubicada en Ucrania, donde las autoridades establecieron una zona de exclusión de 30 kilómetros alrededor del sitio del desastre nuclear de 1986. Aunque la radiación en la superficie ha disminuido, sigue siendo peligrosa, y cualquier operación de aterrizaje en la zona representa un riesgo significativo de exposición para las tripulaciones y pasajeros, además de las consecuencias ambientales. La prohibición se extiende a vuelos comerciales por razones de seguridad sanitaria, y debido al suelo contaminado, también sería logísticamente complejo mantener operaciones aéreas seguras en la zona.
La Isla de Surtsey
Ubicada en Islandia, formada en una erupción volcánica entre 1963 y 1967, se mantiene bajo estricto control de acceso para fines de conservación científica. Los biólogos han utilizado esta isla como un laboratorio natural para observar la sucesión ecológica, estudiando cómo la vida coloniza un nuevo entorno desde cero. Aterrizar aquí está prohibido para evitar cualquier interferencia externa en los procesos naturales y proteger la investigación en curso. El impacto del ser humano en esta frágil ecología sería devastador, por lo que cualquier avión comercial que se acerque tendría consecuencias tanto científicas como ambientales.
La Antártida
Es otra región que impone límites significativos, aunque técnicamente se permite el acceso controlado para investigaciones científicas. Sin embargo, las instalaciones y pistas de aterrizaje en el continente están diseñadas para soportar únicamente vuelos especializados que transportan científicos y suministros. Las condiciones climáticas extremas, la falta de infraestructura, y la necesidad de proteger uno de los ecosistemas más frágiles del planeta justifican la prohibición de vuelos comerciales comunes. Este continente se rige por el Tratado Antártico, que prohíbe cualquier actividad que pueda afectar su entorno y establece estrictas regulaciones para el tránsito aéreo.
Centro Espacial Kennedy
Ubicada en Florida, EE. UU., alberga la mayoría de los lanzamientos espaciales de la NASA, y el espacio aéreo alrededor de este sitio se restringe durante lanzamientos y otras operaciones importantes. Cualquier aterrizaje en esta zona podría interferir con las misiones y poner en peligro tanto a las tripulaciones de vuelo como al personal en tierra. Durante los periodos de actividad, el área está altamente vigilada y cerrada a la aviación civil, con el objetivo de proteger la infraestructura y garantizar la seguridad de las misiones espaciales y el personal de la NASA.
Buckingham Palace y el Palacio de Westminster
Ubicados en el Reino Unido son otros lugares con restricciones de aterrizaje, dado que ambos son símbolos históricos y lugares de gran importancia para la seguridad nacional del Reino Unido. El espacio aéreo sobre estos monumentos está vigilado y cualquier intento de aterrizaje no autorizado se considera una amenaza a la seguridad. Además, se busca proteger estos sitios de cualquier posible daño que una aeronave pudiera ocasionar en caso de accidente, asegurando que el acceso aéreo esté controlado de acuerdo con estrictos protocolos.
El Monte Everest
Ubicado en Nepal, limita el acceso aéreo a vuelos de emergencia, debido a las condiciones atmosféricas extremas y al terreno irregular, que hacen extremadamente peligrosos los aterrizajes convencionales. La altitud elevada afecta el rendimiento de las aeronaves, y la topografía de montañas elevadas representa un desafío significativo para cualquier tipo de vuelo. Aunque helicópteros especiales pueden operar para rescates, los vuelos comerciales están prohibidos, ya que aterrizar allí representa un riesgo insostenible tanto para los pasajeros como para el equipo técnico.
Isla de North Sentinel
India, North Sentinel es una isla ubicada en el Archipiélago de Andamán y Nicobar, en el océano Índico. Es famosa por ser hogar de la tribu sentinelesa, uno de los grupos humanos más aislados del mundo. Esta tribu ha rechazado el contacto con el exterior durante siglos, lo que ha llevado al gobierno indio a imponer una estricta prohibición de acceso tanto marítimo como aéreo a la isla. La protección de esta tribu y su estilo de vida ha sido prioritaria, ya que cualquier intento de acercamiento podría poner en riesgo tanto a los sentineleses como a los visitantes debido a la falta de inmunidad a enfermedades modernas. La isla es selvática, rodeada por arrecifes de coral, y es de difícil acceso. La zona está considerada un santuario y está estrictamente controlada por las autoridades para preservar la cultura y salud de los habitantes originales.
El espacio aéreo de la Ciudad del Vaticano
Italia La Ciudad del Vaticano es el estado independiente más pequeño del mundo, enclavado en la ciudad de Roma. Es el centro espiritual de la Iglesia Católica y residencia del Papa. Aunque la ciudad está rodeada por la capital italiana, el sobrevuelo sobre la Ciudad del Vaticano está restringido por razones de seguridad. Las rutas comerciales aéreas en Roma deben evitar el espacio aéreo inmediato alrededor de la plaza de San Pedro y la Basílica de San Pedro, pues es un lugar de gran importancia religiosa y política. El Vaticano también alberga diversas instituciones religiosas y patrimoniales, como los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina. Las restricciones aéreas en la zona garantizan la protección de la seguridad del Papa y de los visitantes internacionales, además de preservar la privacidad y el carácter simbólico del lugar.
Isla Bouvet
Noruega Bouvet es una isla deshabitada en el Atlántico Sur, un territorio bajo soberanía noruega. Es una de las islas más remotas del planeta, y su ubicación, a más de 2,000 kilómetros al sur de Sudáfrica, la hace un lugar de difícil acceso. La isla es conocida por su vasto paisaje de hielo y montañas rocosas. El gobierno noruego ha establecido estrictas regulaciones para proteger el ecosistema frágil de la isla. La fauna que habita la zona incluye focas y pingüinos, y la flora es escasa debido al clima extremo. No hay vuelos comerciales a la isla debido a su aislamiento y las restricciones de acceso para preservar su naturaleza virgen. El espacio aéreo sobre Bouvet está controlado para evitar la perturbación de la vida silvestre y los ecosistemas únicos.
Casa Blanca, Washington, D.C.
Está altamente restringido por razones de seguridad nacional. La zona, conocida como la DC ADIZ (Zona de Defensa Aérea de Washington), se extiende por unas 30 millas náuticas alrededor de la ciudad, y los aviones deben estar en comunicación constante con los controladores aéreos y seguir rutas aprobadas. El sobrevuelo directo sobre la Casa Blanca está prohibido, y se activan medidas de defensa inmediatas ante intrusos. Además, otras áreas clave como el Capitolio y el Pentágono también están sometidas a restricciones, con un sistema avanzado de defensa aérea para interceptar vuelos no autorizados. Las excepciones son raras y se limitan a vuelos comerciales con rutas específicas o emergencias.
Los vuelos comerciales que llegan a Washington, D.C. deben seguir rutas estrictamente controladas para evitar las zonas restringidas cerca de la Casa Blanca y el Capitolio. Los vuelos hacia el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan (DCA) suelen aproximarse desde el sur y seguir trayectorias que se alejan de las áreas sensibles, como la Casa Blanca, a través de rutas de aproximación controladas. Para los vuelos que van al Aeropuerto Internacional de Dulles (IAD) o al Aeropuerto Internacional de Baltimore-Washington (BWI), generalmente se eligen rutas al norte o al este de la ciudad, evitando el espacio aéreo restringido del centro de Washington. En el caso de los aterrizajes en DCA, a menudo se utiliza la River Visual Approach, que permite a los aviones aterrizar sobre el río Potomac sin cruzar áreas de alto riesgo. Los vuelos de tránsito que pasan por Washington deben evitar el centro de la ciudad, pasando por fuera de la zona de exclusión aérea, generalmente al sur de la ciudad. En situaciones de emergencia, los controladores aéreos guían a los aviones a rutas seguras, asegurándose de que no se acerquen a zonas sensibles.
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Alrededor del mundo, existen territorios en los que está estrictamente prohibido que los aviones comerciales sobrevuelen o aterricen, independientemente de las rutas trazadas por aerolíneas. Desde zonas de guerra hasta áreas de alto valor cultural, ambiental o político, estos lugares están blindados por restricciones aéreas que aseguran que ninguna aeronave civil perturbe el orden, ponga en peligro la seguridad nacional o interfiera en operaciones especiales.
Según la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), junto con la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos y la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), existen zonas de exclusión aérea en diversas partes del planeta, y las razones de estas prohibiciones varían ampliamente: desde la protección del medioambiente hasta la seguridad de los pasajeros y ciudadanos en tierra. Estas entidades mantienen listados actualizados y emiten advertencias y boletines regulares que detallan las áreas restringidas y el tipo de limitaciones aplicadas. Las zonas restringidas más reconocidas incluyen ciudades con infraestructuras gubernamentales sensibles, sitios de patrimonio natural y cultural, así como regiones con conflictos armados.
La base militar Área 51
Ubicada en Nevada, EE. UU., es un ejemplo de restricción absoluta: se trata de una instalación ultrasecreta dedicada a la experimentación y desarrollo de tecnología militar avanzada, protegida por un espacio aéreo restringido donde no se permite acceso civil. Las aeronaves comerciales y privadas están prohibidas no solo por la confidencialidad, sino también para evitar incidentes en este espacio controlado y monitoreado.
Chernobyl
Ubicada en Ucrania, donde las autoridades establecieron una zona de exclusión de 30 kilómetros alrededor del sitio del desastre nuclear de 1986. Aunque la radiación en la superficie ha disminuido, sigue siendo peligrosa, y cualquier operación de aterrizaje en la zona representa un riesgo significativo de exposición para las tripulaciones y pasajeros, además de las consecuencias ambientales. La prohibición se extiende a vuelos comerciales por razones de seguridad sanitaria, y debido al suelo contaminado, también sería logísticamente complejo mantener operaciones aéreas seguras en la zona.
La Isla de Surtsey
Ubicada en Islandia, formada en una erupción volcánica entre 1963 y 1967, se mantiene bajo estricto control de acceso para fines de conservación científica. Los biólogos han utilizado esta isla como un laboratorio natural para observar la sucesión ecológica, estudiando cómo la vida coloniza un nuevo entorno desde cero. Aterrizar aquí está prohibido para evitar cualquier interferencia externa en los procesos naturales y proteger la investigación en curso. El impacto del ser humano en esta frágil ecología sería devastador, por lo que cualquier avión comercial que se acerque tendría consecuencias tanto científicas como ambientales.
La Antártida
Es otra región que impone límites significativos, aunque técnicamente se permite el acceso controlado para investigaciones científicas. Sin embargo, las instalaciones y pistas de aterrizaje en el continente están diseñadas para soportar únicamente vuelos especializados que transportan científicos y suministros. Las condiciones climáticas extremas, la falta de infraestructura, y la necesidad de proteger uno de los ecosistemas más frágiles del planeta justifican la prohibición de vuelos comerciales comunes. Este continente se rige por el Tratado Antártico, que prohíbe cualquier actividad que pueda afectar su entorno y establece estrictas regulaciones para el tránsito aéreo.
Centro Espacial Kennedy
Ubicada en Florida, EE. UU., alberga la mayoría de los lanzamientos espaciales de la NASA, y el espacio aéreo alrededor de este sitio se restringe durante lanzamientos y otras operaciones importantes. Cualquier aterrizaje en esta zona podría interferir con las misiones y poner en peligro tanto a las tripulaciones de vuelo como al personal en tierra. Durante los periodos de actividad, el área está altamente vigilada y cerrada a la aviación civil, con el objetivo de proteger la infraestructura y garantizar la seguridad de las misiones espaciales y el personal de la NASA.
Buckingham Palace y el Palacio de Westminster
Ubicados en el Reino Unido son otros lugares con restricciones de aterrizaje, dado que ambos son símbolos históricos y lugares de gran importancia para la seguridad nacional del Reino Unido. El espacio aéreo sobre estos monumentos está vigilado y cualquier intento de aterrizaje no autorizado se considera una amenaza a la seguridad. Además, se busca proteger estos sitios de cualquier posible daño que una aeronave pudiera ocasionar en caso de accidente, asegurando que el acceso aéreo esté controlado de acuerdo con estrictos protocolos.
El Monte Everest
Ubicado en Nepal, limita el acceso aéreo a vuelos de emergencia, debido a las condiciones atmosféricas extremas y al terreno irregular, que hacen extremadamente peligrosos los aterrizajes convencionales. La altitud elevada afecta el rendimiento de las aeronaves, y la topografía de montañas elevadas representa un desafío significativo para cualquier tipo de vuelo. Aunque helicópteros especiales pueden operar para rescates, los vuelos comerciales están prohibidos, ya que aterrizar allí representa un riesgo insostenible tanto para los pasajeros como para el equipo técnico.
Isla de North Sentinel
India, North Sentinel es una isla ubicada en el Archipiélago de Andamán y Nicobar, en el océano Índico. Es famosa por ser hogar de la tribu sentinelesa, uno de los grupos humanos más aislados del mundo. Esta tribu ha rechazado el contacto con el exterior durante siglos, lo que ha llevado al gobierno indio a imponer una estricta prohibición de acceso tanto marítimo como aéreo a la isla. La protección de esta tribu y su estilo de vida ha sido prioritaria, ya que cualquier intento de acercamiento podría poner en riesgo tanto a los sentineleses como a los visitantes debido a la falta de inmunidad a enfermedades modernas. La isla es selvática, rodeada por arrecifes de coral, y es de difícil acceso. La zona está considerada un santuario y está estrictamente controlada por las autoridades para preservar la cultura y salud de los habitantes originales.
El espacio aéreo de la Ciudad del Vaticano
Italia La Ciudad del Vaticano es el estado independiente más pequeño del mundo, enclavado en la ciudad de Roma. Es el centro espiritual de la Iglesia Católica y residencia del Papa. Aunque la ciudad está rodeada por la capital italiana, el sobrevuelo sobre la Ciudad del Vaticano está restringido por razones de seguridad. Las rutas comerciales aéreas en Roma deben evitar el espacio aéreo inmediato alrededor de la plaza de San Pedro y la Basílica de San Pedro, pues es un lugar de gran importancia religiosa y política. El Vaticano también alberga diversas instituciones religiosas y patrimoniales, como los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina. Las restricciones aéreas en la zona garantizan la protección de la seguridad del Papa y de los visitantes internacionales, además de preservar la privacidad y el carácter simbólico del lugar.
Isla Bouvet
Noruega Bouvet es una isla deshabitada en el Atlántico Sur, un territorio bajo soberanía noruega. Es una de las islas más remotas del planeta, y su ubicación, a más de 2,000 kilómetros al sur de Sudáfrica, la hace un lugar de difícil acceso. La isla es conocida por su vasto paisaje de hielo y montañas rocosas. El gobierno noruego ha establecido estrictas regulaciones para proteger el ecosistema frágil de la isla. La fauna que habita la zona incluye focas y pingüinos, y la flora es escasa debido al clima extremo. No hay vuelos comerciales a la isla debido a su aislamiento y las restricciones de acceso para preservar su naturaleza virgen. El espacio aéreo sobre Bouvet está controlado para evitar la perturbación de la vida silvestre y los ecosistemas únicos.
Casa Blanca, Washington, D.C.
Está altamente restringido por razones de seguridad nacional. La zona, conocida como la DC ADIZ (Zona de Defensa Aérea de Washington), se extiende por unas 30 millas náuticas alrededor de la ciudad, y los aviones deben estar en comunicación constante con los controladores aéreos y seguir rutas aprobadas. El sobrevuelo directo sobre la Casa Blanca está prohibido, y se activan medidas de defensa inmediatas ante intrusos. Además, otras áreas clave como el Capitolio y el Pentágono también están sometidas a restricciones, con un sistema avanzado de defensa aérea para interceptar vuelos no autorizados. Las excepciones son raras y se limitan a vuelos comerciales con rutas específicas o emergencias.
Los vuelos comerciales que llegan a Washington, D.C. deben seguir rutas estrictamente controladas para evitar las zonas restringidas cerca de la Casa Blanca y el Capitolio. Los vuelos hacia el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan (DCA) suelen aproximarse desde el sur y seguir trayectorias que se alejan de las áreas sensibles, como la Casa Blanca, a través de rutas de aproximación controladas. Para los vuelos que van al Aeropuerto Internacional de Dulles (IAD) o al Aeropuerto Internacional de Baltimore-Washington (BWI), generalmente se eligen rutas al norte o al este de la ciudad, evitando el espacio aéreo restringido del centro de Washington. En el caso de los aterrizajes en DCA, a menudo se utiliza la River Visual Approach, que permite a los aviones aterrizar sobre el río Potomac sin cruzar áreas de alto riesgo. Los vuelos de tránsito que pasan por Washington deben evitar el centro de la ciudad, pasando por fuera de la zona de exclusión aérea, generalmente al sur de la ciudad. En situaciones de emergencia, los controladores aéreos guían a los aviones a rutas seguras, asegurándose de que no se acerquen a zonas sensibles.
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