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Cuando se habla de luces y festividades navideñas en Colombia, el Pueblito Boyacense en Duitama, Boyacá, se destaca como uno de los destinos más tradicionales. Cada diciembre, este conjunto arquitectónico que replica los municipios más emblemáticos de Boyacá se transforma en un espectáculo de luces que no solo atrae a miles de visitantes, sino que también impulsa la economía de la región.
El alumbrado del Pueblito Boyacense es una tradición que nació hace una década como una iniciativa conjunta entre la comunidad local y la alcaldía de Duitama. Su objetivo inicial era destacar la belleza arquitectónica del lugar durante la época navideña. Con el tiempo, esta iniciativa creció hasta convertirse en un evento de gran magnitud, conocido hoy como uno de los más importantes del departamento, según el registro en de la Gobernación de Boyacá en su página web.
Cada rincón del Pueblito Boyacense es decorado con luces multicolores, figuras navideñas y pesebres, que representan no solo el espíritu de la Navidad, sino también la riqueza cultural de Boyacá. Los residentes participan activamente en la decoración, lo que refuerza el sentido de pertenencia y la unión comunitaria.
¿Qué ver en el alumbrado del Pueblito Boyacense?
El alumbrado ofrece una experiencia que combina tradición, creatividad y modernidad, sumergiendo a los visitantes en un recorrido mágico lleno de sorpresas. Su entrada tiene un costo de $12,000 por persona. Una visita promedio dura aproximadamente tres horas, lo que permite disfrutar plenamente de sus detalles y atracciones. La experiencia combina historia, arte y una atmósfera festiva que invita a explorar cada rincón con calma.
- Calles iluminadas: Cada una de las siete casas que representan los municipios boyacenses se decora con temas únicos y luces que resaltan sus detalles arquitectónicos. Estas casas corresponden a municipios como Villa de Leyva, Monguí, Tibasosa, Tenza, y otros más, cada una con su estilo distintivo. En las noches, las fachadas se transforman en obras de arte luminosas que cuentan historias de la región.
- Iglesia iluminada: En el corazón del Pueblito, la iglesia se alza como un símbolo de espiritualidad y tradición, completamente adornada con luces que destacan sus líneas arquitectónicas y crean un efecto deslumbrante. Su resplandor guía a los visitantes y se convierte en el punto central de muchas fotografías.
- Esculturas iluminadas: A lo largo del recorrido, es posible encontrar figuras como un gran balón de fútbol que rinde homenaje a la pasión deportiva, un cóndor imponente que representa la fauna andina, y hasta un dinosaurio que fascina a los más pequeños, todos decorados con luces que capturan la imaginación.
- Pesebres temáticos: Los pesebres se instalan en plazas y jardines, algunos con figuras a tamaño real y diseños que integran elementos típicos de la cultura boyacense. Cada uno tiene un enfoque único, reflejando la diversidad y creatividad de la región.
- Música y presentaciones artísticas: Grupos locales interpretan villancicos, danzas y música tradicional, complementando el ambiente festivo y brindando momentos inolvidables para las familias.
- Gastronomía: En puestos y restaurantes, los visitantes pueden disfrutar de platos típicos como el cocido boyacense, las arepas de maíz pelado y dulces como el postre de natas. La comida, acompañada de bebidas calientes, es perfecta para el clima frío. La comida que más ofrecen los residentes es la agua panela con arepa boyacense y queso, cuesta alrededor de $15.000.
- Artesanías: El alumbrado también es una oportunidad para adquirir recuerdos únicos como ruanas, cerámica y tejidos elaborados por artesanos locales, promoviendo el talento de la región.
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Inversión económica y proyecciones turísticas
El Secretario de Turismo de la Gobernación de Boyacá, Eduin Contreras, explicó a El Espectador que “la organización del alumbrado de este año requirió una inversión aproximada de $2.500 millones. Estos recursos se destinaron a la compra de luces LED, el diseño de figuras temáticas, la contratación de artistas locales y la logística del evento”.
La importancia económica del evento no se limita a la inversión inicial. “Proyectamos la llegada de cerca de 80,000 visitantes durante la temporada, lo que representa un aumento del 25% respecto al año pasado. Este flujo turístico genera un impacto positivo en sectores clave como la hotelería, la gastronomía y el comercio”, afirmó Contreras.
El recaudo económico también es significativo. “Estimamos que los turistas gastarán en promedio 50,000 pesos por persona, lo que se traduce en ingresos superiores a los 4,000 millones de pesos para la región. Este evento no solo enriquece nuestra cultura, sino que también es un motor de desarrollo para Duitama y sus alrededores”, agregó.
Contreras destacó el impacto social del alumbrado. “Este evento genera empleo para más de 500 personas, desde decoradores y técnicos hasta comerciantes y guías turísticos. Además, promueve el sentido de identidad y orgullo entre los habitantes del municipio”.
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