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La inmensidad azul arribando a la costa: eso es lo que ves minutos antes de aterrizar en la ciudad de Manta. Dicen los mantenses que, si tienes suerte, entre junio y octubre de cada año puedes ver desde el avión los saltos acrobáticos de las ballenas jorobadas. Un espectáculo fascinante e imperdible que muy pocos lugares en el mundo se dan la dicha de tener.
Manta, también conocida como San Pablo de Manta, es una ciudad ecuatoriana localizada en una bahía que le ha dado la característica de puerto internacional en la costa del océano Pacífico. Es la urbe más grande y poblada de Manabí, una de las 24 provincias que conforman la República del Ecuador.
Cuando pisas tierra manabita lo primero que sientes es calor, ese que solo brindan las personas y que te hace sentir seguro, querido y protegido. No por nada, Manabí es reconocida como la región de la amabilidad y la hospitalidad. Y es que ser manabita es mucho más que pertenecer a un territorio, es una combinación de tradiciones, historia y resiliencia.
En abril de 2016 un fuerte terremoto golpeó la costa pacífica ecuatoriana, principalmente las provincias de Manabí y Esmeraldas, lo que causó la pérdida de decenas de vidas humanas y la destrucción de varias edificaciones. Sin embargo, el pueblo manabita supo cómo renacer de las cenizas: transformó la tragedia en una oportunidad para innovar en sectores como la agroindustria y el turismo. Hoy, la diversidad de sus paisajes, los sabores únicos de su gastronomía y la riqueza de su cultura convierten a Manabí en uno de los destinos favoritos tanto para turistas nacionales como extranjeros.
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Arqueología y playas vírgenes
Manabí es privilegiada por sus 350 kilómetros de mar, desde Ayampe, al sur, hasta Cojimíes, al norte. Esta provincia tiene más del 60% de las costas del Ecuador y, por ello, el turismo de playa es uno de los más importantes. Sin embargo, en sus paisajes también se dibujan montañas, cascadas y ríos.
La playa de Los Frailes es una de las más hermosas del país y está ubicada en el Parque Nacional Machalilla, a 10 kilómetros de la ciudad de Puerto López. Es una playa virgen que casi siempre suele estar vacía, quizá porque queda en un lugar aislado y su acceso se realiza después de un largo recorrido. Sin embargo, todo el esfuerzo que significa llegar a ella vale la pena. El color turquesa de sus aguas, su arena blanca y su paisaje decorado de cerros y peñascos te enamoran a primera vista.
En el Parque Nacional Machalilla también se encuentra la Isla de la Plata, conocida como la “pequeña Galápagos” por su frondosa vegetación, sus playas de aguas cristalinas y su vida marina. Allí se encuentran algunas de las especies que habitan en las llamadas “Islas Encantadas”, como los piqueros de patas azules, las fragatas y los lobos marinos.
En esta área protegida de la costa ecuatoriana también resaltan sitios arqueológicos que mantienen viva la cultura Manteña, una población precolombina que habitó hace miles de años en la región litoral del Ecuador. Uno de estos lugares es la Comuna Ancestral Agua Blanca, un importante complejo arqueológico que contiene piezas invaluables y una famosa laguna de agua sulfurosa a la que se le atribuyen propiedades curativas. Dice la comunidad indígena que si te sumerges en sus aguas profundas y soportas el fuerte y penetrante olor del azufre, tu cuerpo rejuvenecerá como recompensa.
Agua Blanca es el claro ejemplo de cómo los pueblos ancestrales pueden fortalecer sus territorios a través del turismo comunitario. Sus habitantes se dedican a la elaboración de artesanías, la venta de gastronomía típica y el procesamiento del palo santo para la obtención de aceites y otros productos. Por medio de las actividades turísticas, esta comunidad comparte y protege su cultura.
La historia de la antigua civilización Manteña también se puede apreciar en el Complejo Arqueológico Cerro de Hojas y Jaboncillo, el mayor sitio arqueológico de Ecuador. Este macro-asentamiento abarca un polígono de siete mil hectáreas y está ubicado en la parroquia urbana Picoazá, en el cantón Portoviejo, provincia de Manabí, Ecuador. Con una amplia oferta de turismo educativo y cultural, es, sin duda alguna, uno de los lugares más fascinantes para visitar en la costa ecuatoriana.
Experiencias ecoturísticas
En Manabí, existen más de 10 cantones con áreas silvestres protegidas, como es el caso de Pacoche Lodge & Reserve, una reserva privada dedicada a la conservación de la biodiversidad que se encuentra en uno de los últimos relictos de bosque semi-seco tropical de la costa ecuatoriana.
Su fascinante microclima es hábitat de un sin número de animales como los monos aulladores y más de 250 especies de aves, de las cuales 55 son endémicas de la zona. A través de diferentes actividades educativas y culturales, esta reserva pretende aumentar la conciencia ambiental y fomentar el turismo sostenible en la región. Es un lugar ideal para aquellos que quieren salir del estrés cotidiano y vivir la naturaleza en su máximo esplendor.
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Manabí también tiene una de las mejores experiencias ecoturísticas del mundo: el avistamiento de ballenas jorobadas. Entre junio y octubre de cada año, estos cetáceos llegan a las costas ecuatorianas para aparearse y dar a luz a sus crías. Durante su visita, ofrecen a locales y turistas un espectáculo inolvidable. Los escasos segundos en los que la ballena sale a la superficie, respira y muestra el lomo y la cola, se recuerdan para toda la vida. La ciudad de Puerto López, una población de pescadores que en los últimos años se ha convertido en un pequeño centro turístico, es uno de los destinos predilectos para realizar esta actividad.
Montecristi, entre sombreros y artesanías
Durante los primeros años de la república, Montecristi fue la primera capital de Manabí. Hoy en día, esta ciudad rica en historia y tradición es un viejo guardián de la cultura manabita. Entre sus mayores atractivos turísticos se encuentran las artesanías elaboradas en paja toquilla, mimbre, piquigua, plástico y madera. Caminar por esta ciudad es como recorrer un gran mercado artesanal lleno de colores, formas y texturas. Sin embargo, su mayor identidad está en los sombreros finos de paja toquilla, cuyo tejido tradicional es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Los artesanos de Montecristi son los únicos que poseen los conocimientos ancestrales necesarios para la fabricación artesanal de este sombrero. Su tejido se conservó y se transmitió de generación en generación y, en la actualidad, solo ellos pueden elaborar el sombrero fino de paja toquilla con una técnica de tejido manual. Los más finos llegan a semejarse a una tela y se obtienen luego de cinco o seis meses de arduo trabajo, por lo que pueden llegar a costar hasta 5000 dólares. Esta prenda de vestir es, sin duda, la expresión más fiel de la cultura milenaria y ancestral de Manabí.
Gastronomía manabita, la mejor del Ecuador
Manabí es el destino turístico gastronómico del Ecuador y sus platos típicos constituyen una experiencia culinaria única tanto para nacionales como extranjeros. El plátano, el maní y los mariscos frescos son los principales ingredientes de su cocina. Con ellos se preparan deliciosas y diversas comidas como la tonga y el corviche.
La tonga es un plato típico que lleva la esencia del pueblo manabita. Está elaborado a base de arroz, salsa de maní, gallina criolla y plátano, todo esto envuelto en varias capas de hojas de plátano. La mezcla del maní con el arroz, impensable para los paladares colombianos más conservadores, crea un sabor único que vale la pena degustar.
Históricamente, la pesca ha sido una de las mayores actividades económicas de esta región. Esto explica la gran variedad de platos que se preparan a base de mariscos y pescados como el ceviche de pinchagua, el viche y la cazuela manaba. Y, por su puesto, si se habla de gastronomía manabita, no se puede dejar de mencionar el encebollado, una sopa deliciosa que se consume tradicionalmente los domingos por la mañana como primer remedio para la resaca. El encebollado fue considerado por la página gastronómica Taste Atlas como la mejor sopa de pescado del continente y la segunda mejor del mundo. Una preparación única que te arranca suspiros con cada bocado.
¿Cómo llegar a Manabí?
Desde el 27 de junio de 2023, con la inauguración de la conexión aérea Panamá - Manta, Copa Airlines conecta internacionalmente a Manabí con más de 80 destinos en Norte, Centro, Suramérica y el Caribe. Para llegar desde Colombia es necesario tomar un vuelo con escala en Ciudad de Panamá y el viaje dura en aproximadamente 4 horas. La ruta directa de la aerolínea panameña tiene tres frecuencias semanales, los martes, viernes y domingos.
Gracias a esta nueva ruta, los habitantes de Manta y Manabí ya no tienen que desplazarse a otras ciudades principales como Quito o Guayaquil para conectar con América y el Caribe, lo que les permite ahorrarse tiempo en la llegada a su destino con conexiones rápidas, fáciles y cómodas a través del Hub de las Américas.
* Invitación del Ministerio de Turismo de Ecuador y Copa Airlines.
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