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Muchas gracias. Eso traduce “Masha Danki” en papiamento, el idioma hablado en las islas ABC (Aruba, Bonaire y Curazao). Y es que el sentimiento de gratitud es lo que deja el paso por Aruba, una isla holandesa, que no solo emana calidez por su clima tropical, sino por la gente que la habita. Esto la ha hecho merecedora de ser reconocida como “la isla más feliz”.
Prácticamente, desde su niñez, los arubeños aprenden a ponerse al servicio de los turistas, ya que este sector es su principal fuente económica (el 89 %). De hecho, si se preguntan qué productos exporta Aruba, la respuesta es solo una: la felicidad.
Y esto se demuestra en el testimonio de Sjeidy Feliciano, gerente de comunicaciones de la Autoridad de Turismo de Aruba (ATA), quien asegura que uno de los factores que más resaltan de su cultura es el amor y la pasión con la que los arubeños tratan al turista, que es absolutamente genuina y auténtica.
Y agrega: “La gente se siente en familia cuando vienen y por eso siempre quieren regresar, porque lo que nos hace diferentes es la gente y el agradecimiento que tenemos con el turismo por darnos la oportunidad de ser quienes somos y estar donde estamos, además de ser tan abiertos a los cambios que también esto implica”.
Es por esto que una sonrisa espontánea acompaña perfectamente cada experiencia vivida en el paso por sus paisajes naturales, el recorrido cultural, la ruta gastronómica que ofrece y las cristalinas aguas caribeñas que la rodean.
Aruba es uno de los cuatro países del Reino de los Países Bajos, pero está ubicado en América del Sur, más específicamente, frente a las costas de Venezuela. Y la influencia europea se nota desde que se pisa esta isla, por la pintoresca arquitectura en tonos pastel que adorna sus calles. Sin embargo, el impacto cultural del grafiti colombiano también ha sido inspiración para la creación de icónicos murales que resaltan la flora y fauna de este país.
Y es que, contrario a lo que muchos creen, Aruba no es solo playa, sol y mar: el 20 % de la isla lo ocupa el Parque Nacional Arikok, que conserva especies de aves endémicas, árboles de hasta cien años, cuevas, cactus, cultivos de sábila, formaciones geológicas de lava, cuarzo y arte rupestre de más de mil años de antigüedad. Además, este tesoro nacional, que se puede recorrer en caminatas guiadas, tiene preciosos miradores hacia bahías ocultas como Moro, Boca Prins y Dos Playa.
Una experiencia inolvidable en mar abierto
Si de contemplar sus aguas cristalinas se trata, la mejor opción es recorrerlas a bordo de un catamarán, que no se limita a ser un medio de transporte. Desde el primer momento, se vive toda una fiesta, al ritmo de la música arubeña que ambienta el recorrido, bebidas ilimitadas y un delicioso almuerzo. Además, en el caso del anfitrión Pelican Adventures Aruba, el catamarán hace dos paradas mar adentro para disfrutar de actividades de esnórquel con el equipo necesario.
El avistamiento de diferentes peces, con la experiencia de sentirlos rodeando el cuerpo, hace que los turistas vivan un momento único de conexión con la naturaleza.
Aruba, sinónimo de tranquilidad
La isla es un paraíso natural si de playas se habla. Y no solo por la maravillosa combinación de la arena suave con los matices de azul de sus aguas, sino porque son la opción perfecta de desconexión y descanso total sin nada que perturbe la calma. Son playas limpias, tranquilas y, de hecho, merecedoras de reconocimientos.
Es el caso de Eagle Beach, que ha sido catalogada como la novena playa más hermosa del mundo, pero que no opaca la belleza de otras como Baby Beach, solitaria playa donde también se puede practicar esnórquel y contemplar varias especies de coloridos peces a pocos metros de la orilla.
Por su parte, Mangel Halto es una playa alejada, perfecta para quienes buscan tomar el sol casi que en privacidad y hacer esnórquel, gracias a las aguas calmas y poco profundas, llenas de vida marina y una misteriosa red de manglares.
Para conocer cada una de ellas, ABC Tours es una de las empresas que presta el servicio de recorrido a la isla de extremo a extremo en un Jeep Safari, acompañado de la calidez de un guía que lleva a los turistas a los lugares más icónicos.
En este recorrido también se puede visitar uno de los atractivos turísticos más importantes de Aruba, como Secret Natural Pool, piscina natural formada por rocas y círculos de piedras volcánicas. Lanzarse a sus aguas desde la altura de las rocas brinda toda una sensación de libertad y paz.
Una isla que enamora el paladar
Aruba es una mezcla cultural incomparable. Sus lugareños no solo son nacidos allí, sino que es hogar de personas de varias nacionalidades que decidieron vivir en la isla más feliz del mundo. De hecho, se calcula que hay personas de más de 40 nacionalidades habitándola, incluyendo holandeses, estadounidenses, colombianos y personas de diversas partes de Suramérica.
Y esto no solo se percibe desde la variedad de idiomas que se escuchan en el territorio, sino en la capacidad de sus sabores para cautivar el paladar de quienes la visitan. Influencias italianas, tailandesas, holandesas y hasta mexicanas hacen parte de esta herencia multicultural que convierte cada platillo en una experiencia inolvidable.
Y, por supuesto, no se deja atrás el tinte playero, que permite que los turistas puedan disfrutar de preparaciones de mar en muelles flotantes, como camarones gigantes fritos.
Otra de las fuentes económicas de Aruba está a cargo de Balashi, cerveza local emblemática del país, cuyo sabor y aroma brillan en el paladar de quien la toma y compite contra cualquier cerveza extranjera. Mango Magic es una de las más apetecidas por los turistas, gracias a la peculiar combinación de sabores con tonos sutiles de mango.
Una mina de áloe
La sábila fue traída de Holanda y de África hasta Aruba hace más de 160 años y, desde entonces, se ha convertido en un importante tesoro para la isla, ya que el cristal del áloe es utilizado para la creación de productos cosméticos, sobre todo para el cuidado de la piel por sus efectos beneficiosos sobre ella. Al visitar la Fábrica y Museo del Áloe de Aruba, se puede hacer un recorrido guiado por toda la planta, para evidenciar todo el proceso de creación de estos productos y, finalmente, llevarse alguno de ellos.
Invitada por la Autoridad de Turismo de Aruba (ATA).