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Se calcula que la población indígena global alcanza los 476 millones de personas, representando cerca del 6% del total mundial. Colombia es hogar de al menos 115 comunidades indígenas que hablan 65 lenguas nativas, consideradas como patrimonio cultural e inmaterial del país. Esta riqueza cultural posiciona al país como uno de los más representativos en cuanto a población y diversidad de pueblos originarios del continente.
Para conmemorar la diversidad cultural y el legado de las comunidades indígenas a nivel global, se celebra cada 9 de agosto el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. Esta fecha fue designada en 1982, coincidiendo con el primer encuentro de trabajo de la ONU enfocado en los derechos de la comunidad. En esta fecha tan significativa, Civitatis, la empresa líder en distribución online de excursiones y actividades del mundo, presenta una selección de experiencias que brindan la oportunidad de interactuar con las comunidades indígenas presentes en el territorio nacional.
“La mayoría de los tours y excursiones a comunidades indígenas están lideradas por guías nativos, los cuales se encargan de mostrar los lugares sagrados a través de sus ojos, enfocados en transmitir el respeto y cuidado por el territorio que se está recorriendo, así como por las costumbres y prácticas culturales, fomentando una conexión auténtica con los turistas. Actualmente, existe un creciente interés por parte de los viajeros por reservar experiencias que les permitan una inmersión real con la herencia cultural de los lugares que visitan”, explica María Carolina Padilla, country manager Civitatis.
Visita a una comunidad Inga en Sibundoy: el punto de encuentro para este tour es el Monumento Antonio Nariño, ubicado en la plaza principal de Pasto. Desde ahí inicia el trayecto atravesando un segmento de la selva húmeda amazónica y bordeando la cordillera andina hasta llegar al valle de Sibundoy, localizado al noroeste del departamento de Putumayo. En este lugar, se realizará una visita a una comunidad Inga o Camsá, una etnia indígena característica de esta zona del país.
Durante la actividad que tiene una duración de diez horas, los habitantes de la tribu compartirán su cultura y tradiciones, mostrando su aldea y viviendas a los visitantes. Estos últimos tendrán la oportunidad de conocer aspectos de la medicina tradicional de la tribu, una sabiduría transmitida de generación en generación. Se explicarán los principios básicos de la cosmovisión andina desde la perspectiva de los Ingas y explorarán las chagras, que son pequeñas parcelas de cultivo indígena. Como parte de la experiencia los visitantes tendrán la oportunidad de degustar un saludable almuerzo preparado con productos de los cultivos locales y para finalizar en las horas de la tarde podrán asistir a una ceremonia espiritual de armonización, que promete una renovación completa.
Excursión a Silvia y visita a una Comunidad Misak: la excursión inicia en Popayán, desde donde se emprende un viaje de una hora y media por carretera hasta Silvia, un municipio del Cauca situado en el valle de la Cordillera Central. Allí, los visitantes realizan un breve recorrido para explorar el pueblo antes de dirigirse a la región de Guambia, en donde está ubicada la comunidad Misak o Guambiana, en la que podrá interactuar con sus habitantes y aprender sobre sus costumbres y su modo de vida tradicional. También podrá visitar sus lugares sagrados y conocer sobre sus artesanías y coloridos trajes típicos.
El viaje concluye con una visita a la universidad Misak, donde se comparten las particularidades de esta entidad educativa dedicada al desarrollo sostenible y a la promoción de las artes, como la música y la danza tradicional.
Taller de mochilas con la comunidad Arhuaca: este tour inicia en Palomino, desde donde parte un minibús hacia la majestuosa Sierra Nevada de Santa Marta, donde se encuentra el pueblo indígena Arhuaco, o Iku, como se le conoce con su lengua nativa.
Durante la excursión los guías serán los encargados de dirigir una caminata de 30 minutos a través de un sendero rodeado de una exuberante vegetación hasta llegar a la población. Cuando se establece el diálogo con los habitantes de la comunidad, comienzan a compartir sus prácticas ancestrales y las tradiciones profundamente enraizadas en su cultura, como la elaboración de la mochila Arhuaca. Los más hábiles en esta práctica, comparten con los visitantes el meticuloso proceso de creación de estas mochilas, que representa una extensión del útero de cada mujer de la comunidad y de la madre tierra universal. Esta tradición es un reflejo de su filosofía y simbolismo indígena, mostrando el esmero y la dedicación que cada pieza requiere.
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