Nueva Zelanda: el destino perfecto para el turismo de naturaleza
Nueva Zelanda ofrece impresionantes paisajes que van desde majestuosas montañas y valles hasta playas doradas y volcanes activos. Descubra aquí, por qué este destino es ideal para vivir una experiencia inolvidable.
Nueva Zelanda es un destino fascinante que cautiva tanto a los amantes de la naturaleza como a aquellos en busca de experiencias inolvidables. Ubicada a unos 2.000 kilómetros al sureste de Australia en el mar de Tasmania, asombra a los turistas por su diversidad geográfica con imponentes valles formados por glaciares hasta volcanes activos, playas doradas hasta frondosos bosques nativos que revelan paisajes que invitan a la exploración.
Además, la riqueza natural de este país se complementa con una fascinante mezcla cultural, pues la herencia de los maoríes se entrelaza con la influencia de los colonos europeos, principalmente británicos. Esta fusión ha dado lugar a una sociedad vibrante y diversa en la que las tradiciones ancestrales conviven con la modernidad en ciudades cosmopolitas como Auckland y Wellington, la capital.
La conservación tiene un papel tan importante, que a partir del 1 de octubre de 2024, la tasa turística y de conservación para visitantes internacionales (IVL) se incrementará considerablemente. Esta tarifa, que actualmente es de 35 dólares neozelandeses (aproximadamente $93.000 COP), subirá a 100 dólares neozelandeses (alrededor de $263.000 COP). Este impuesto tiene el objetivo de contribuir a la protección ambiental y reducir la presión que el turismo masivo ejerce sobre las infraestructuras locales. Asimismo, a partir de la misma fecha, los precios de los visados turísticos también se verán afectados, elevándose de US$131 ($556.000 COP aproximadamente) a US$211 ($896.000 COP aproximadamente).
“El gobierno está comprometido con el crecimiento sostenible del sector turístico, como parte de su meta de duplicar las exportaciones en los próximos diez años, y el turismo internacional es un pilar fundamental de la economía de Nueva Zelanda. Los visitantes internacionales generaron más de 11.000 millones de dólares en ingresos”, afirmó Matt Doocey, Ministro de Turismo y Hostelería, en un comunicado de prensa.
El ministro agrego que el turismo internacional también conlleva costos para las comunidades locales, incluyendo una mayor presión sobre la infraestructura regional y mayores gastos de mantenimiento en las áreas de conservación. El aumento del IVL busca que los visitantes contribuyan directamente a estos costos, que actualmente son cubiertos en su mayoría por los contribuyentes neozelandeses.
El aumento de la tasa también responde al creciente número de turistas que ha puesto una gran presión sobre el frágil entorno natural de Nueva Zelanda. Por ello, el gobierno confía en que esta medida no solo contribuirá a la protección ambiental, sino que también impulsará un turismo más sostenible, atrayendo a visitantes que gasten más y prolonguen su estancia.
Nueva Zelanda no es el único país que ha implementado un aumento en las tasas turísticas para mitigar los efectos del turismo masivo. Varios destinos han adoptado medidas similares, por ejemplo, países como Australia ya aplican una tarifa turística de aproximadamente 60 dólares australianos (unos 35 euros), mientras que el Reino Unido impone diversos impuestos a los viajeros. Esto refuerza la idea de que la tasa de Nueva Zelanda sigue siendo competitiva a nivel internacional. Según el Ministro Matt Doocey, muchos turistas internacionales valoran profundamente el entorno natural del país y están dispuestos a contribuir a su conservación, lo que respalda la justificación de esta medida.
En el comunicado, se anuncia que el dinero recaudado con la nueva tarifa se utilizará para varios fines, entre ellos la restauración de ecosistemas dañados, la protección de especies en peligro de extinción y la mejora de la infraestructura turística. Estos proyectos están diseñados no solo para proteger el entorno, sino también para mejorar la experiencia de los turistas que visitan las icónicas atracciones del país.
¿Quién debe pagar la IVL en Nueva Zelanda?
La IVL (Visa de Visitante con Impuesto) es un pago adicional que deben realizar algunos visitantes al llegar a Nueva Zelanda. Para determinar si debe pagarla, según la Oficina de Inmigración de Nueva Zelanda, se consideran varios factores como la nacionalidad, el motivo del viaje -por ejemplo si este es con propósito turístico-, y si necesita visa para entrar al país.
Esta tarifa se paga en estas dos situaciones:
- Al solicitar un Autorización Electrónica de Viaje de Nueva Zelanda.
- Al solicitar una visa: Si la visa que solicitó incluye el pago de la IVL.
Sin embargo, algunas personas están exentas de pagar la IVL, como los ciudadanos de Australia, Nueva Zelanda y varias naciones de las Islas del Pacífico. También están exentos los pasajeros en tránsito que hacen escala en el Aeropuerto Internacional de Auckland, así como los titulares de visas de residente de Nueva Zelanda, residente australiano, y aquellos que poseen una visa de visitante de negocios o una tarjeta de viaje de negocios de APEC.
Cinco planes que puede hacer en Nueva Zelanda
Monte Cook
El Monte Cook, también conocido como Aoraki en maorí, es la montaña más alta de Nueva Zelanda con 3.754 metros de altura. Ubicado en la Isla Sur, forma parte del Parque Nacional Aoraki/Mount Cook, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1953. Este imponente pico no solo es un símbolo geográfico, sino también cultural, siendo un lugar sagrado para los maoríes, pues según la leyenda de esta cultura, Aoraki era un joven que, junto con sus hermanos, se convirtió en piedra formando las montañas de la isla.
Este parque es un destino ideal para los amantes de la naturaleza y los deportes al aire libre. Ofrece una amplia gama de actividades como senderismo, ciclismo de montaña, esquí y vuelos escénicos en helicóptero. Además, su ubicación remota lo convierte en un lugar excepcional para la observación de estrellas, proporcionando una de las vistas más claras del cielo nocturno en el mundo.
Tongariro
El Parque Nacional de Tongariro, el más antiguo de Nueva Zelanda, se encuentra en el centro de la Isla Norte. Reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad de carácter mixto por su combinación de valores culturales y naturales, tiene en su corazón tres montañas volcánicas activas: Ruapehu, Ngauruhoe y Tongariro, las cuales tienen una gran importancia cultural para los maoríes, con varios sitios religiosos.
El parque ofrece una amplia gama de actividades turísticas que varían según la temporada. Durante el verano, las principales atracciones son el senderismo y el montañismo. La ruta más famosa es la Travesía del Tongariro (Tongariro Alpine Crossing), que forma parte del Circuito Norte de Tongariro, una de las nueve Grandes Caminatas de Nueva Zelanda. Por otro lado, el parque también ofrece oportunidades para la caza, la pesca, el ciclismo de montaña, la equitación, el rafting y los vuelos acrobáticos.
En invierno, el parque se transforma en un destino de deportes de nieve, con el esquí y el snowboard como actividades principales. La estación de esquí más grande, Whakapapa, se encuentra en la parte occidental del Monte Ruapehu, con 15 niveles de elevación y 55 km² de pistas.
Roys Peak
Roys Peak es una majestuosa montaña de 1.600 metros de altura, situada cerca de Wanaka, en la Isla Sur de Nueva Zelanda. Es famosa por su ruta de senderismo, el cual lo lleva hasta su cima, en donde donde se pueden admirar impresionantes vistas panorámicas de los lagos Wanaka y Hawea, así como del imponente monte Aspiring. El sendero, que comienza a solo 6 km de Wanaka, implica un ascenso de 1.200 metros a lo largo de 16 km ida y vuelta, convirtiéndolo en un desafío para los excursionistas, con una duración estimada de 5 a 6 horas para completar el recorrido hasta la cumbre y regresar.
La ruta es exigente, sin embargo, se destaca porque el camino transcurre por zonas de pradera sin sombra, con una subida constante y bien señalizada y a lo largo del ascenso, los senderistas pueden disfrutar de vistas cada vez más impresionantes, con un área de descanso a mitad de camino y un mirador cerca de la cima que ofrece una vista panorámica de 360 grados.
Milford Sound
Milford Sound, conocido como Piopiotahi en maorí, es un valle ubicado en el suroeste de la Isla Sur de Nueva Zelanda y forma parte del Parque Nacional de Fiordland y del área Patrimonio de la Humanidad Te Wahipounamu. El valle se extiende 15 kilómetros tierra adentro desde el mar de Tasmania y está rodeado por impresionantes acantilados que superan los 1.200 metros de altura, donde se destacan formaciones rocosas como The Elephant y Lion Mountain. Su paisaje se caracteriza por densos bosques húmedos que cubren las escarpadas laderas, mientras que sus aguas son frecuentadas por focas, delfines y pingüinos.
Este lugar es uno de los destinos turísticos más populares de Nueva Zelanda, atrayendo a cerca de 550,000 visitantes al año a pesar de su ubicación remota. La mayoría de los turistas exploran el valle a través de cruceros que duran entre 1 y 2 horas, aunque también se ofrecen opciones de senderismo y canotaje.
Un atractivo único es el observatorio acuático que permite a los visitantes ver corales negros cerca de la superficie, un fenómeno inusual facilitado por una capa de agua dulce teñida por una sustancia del bosque. Aunque las opciones de alojamiento en el área son limitadas, Milford Sound sigue siendo un destino imprescindible para quienes buscan experimentar la belleza natural de Nueva Zelanda.
Cathedral Cove
Cathedral Cove es uno de los lugares más pintorescos y famosos de la península de Coromandel, en la parte norte de Nueva Zelanda. Su característica más destacada es una impresionante caverna con una arcada gigante que une dos ensenadas remotas, formada por la erosión de los acantilados de roca blanca que dominan la costa. Esta formación, a menudo llamada “roca-donut” por su forma, se encuentra en una playa de arena blanca rodeada de árboles pohutukawa o Metrosideros excelsa conocidos por sus intensas flores rojas que florecen en Navidad.
La zona ofrece numerosas actividades para los visitantes, incluyendo senderismo, buceo en la Reserva Marina de Cathedral Cove, paseos en bote para explorar la costa, y la oportunidad de visitar lugares cercanos como el Santuario de Vida Silvestre de Whenuakura (también conocido como “Donut Island”) y Hot Water Beach, donde los visitantes pueden disfrutar de piscinas termales en la arena.
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Nueva Zelanda es un destino fascinante que cautiva tanto a los amantes de la naturaleza como a aquellos en busca de experiencias inolvidables. Ubicada a unos 2.000 kilómetros al sureste de Australia en el mar de Tasmania, asombra a los turistas por su diversidad geográfica con imponentes valles formados por glaciares hasta volcanes activos, playas doradas hasta frondosos bosques nativos que revelan paisajes que invitan a la exploración.
Además, la riqueza natural de este país se complementa con una fascinante mezcla cultural, pues la herencia de los maoríes se entrelaza con la influencia de los colonos europeos, principalmente británicos. Esta fusión ha dado lugar a una sociedad vibrante y diversa en la que las tradiciones ancestrales conviven con la modernidad en ciudades cosmopolitas como Auckland y Wellington, la capital.
La conservación tiene un papel tan importante, que a partir del 1 de octubre de 2024, la tasa turística y de conservación para visitantes internacionales (IVL) se incrementará considerablemente. Esta tarifa, que actualmente es de 35 dólares neozelandeses (aproximadamente $93.000 COP), subirá a 100 dólares neozelandeses (alrededor de $263.000 COP). Este impuesto tiene el objetivo de contribuir a la protección ambiental y reducir la presión que el turismo masivo ejerce sobre las infraestructuras locales. Asimismo, a partir de la misma fecha, los precios de los visados turísticos también se verán afectados, elevándose de US$131 ($556.000 COP aproximadamente) a US$211 ($896.000 COP aproximadamente).
“El gobierno está comprometido con el crecimiento sostenible del sector turístico, como parte de su meta de duplicar las exportaciones en los próximos diez años, y el turismo internacional es un pilar fundamental de la economía de Nueva Zelanda. Los visitantes internacionales generaron más de 11.000 millones de dólares en ingresos”, afirmó Matt Doocey, Ministro de Turismo y Hostelería, en un comunicado de prensa.
El ministro agrego que el turismo internacional también conlleva costos para las comunidades locales, incluyendo una mayor presión sobre la infraestructura regional y mayores gastos de mantenimiento en las áreas de conservación. El aumento del IVL busca que los visitantes contribuyan directamente a estos costos, que actualmente son cubiertos en su mayoría por los contribuyentes neozelandeses.
El aumento de la tasa también responde al creciente número de turistas que ha puesto una gran presión sobre el frágil entorno natural de Nueva Zelanda. Por ello, el gobierno confía en que esta medida no solo contribuirá a la protección ambiental, sino que también impulsará un turismo más sostenible, atrayendo a visitantes que gasten más y prolonguen su estancia.
Nueva Zelanda no es el único país que ha implementado un aumento en las tasas turísticas para mitigar los efectos del turismo masivo. Varios destinos han adoptado medidas similares, por ejemplo, países como Australia ya aplican una tarifa turística de aproximadamente 60 dólares australianos (unos 35 euros), mientras que el Reino Unido impone diversos impuestos a los viajeros. Esto refuerza la idea de que la tasa de Nueva Zelanda sigue siendo competitiva a nivel internacional. Según el Ministro Matt Doocey, muchos turistas internacionales valoran profundamente el entorno natural del país y están dispuestos a contribuir a su conservación, lo que respalda la justificación de esta medida.
En el comunicado, se anuncia que el dinero recaudado con la nueva tarifa se utilizará para varios fines, entre ellos la restauración de ecosistemas dañados, la protección de especies en peligro de extinción y la mejora de la infraestructura turística. Estos proyectos están diseñados no solo para proteger el entorno, sino también para mejorar la experiencia de los turistas que visitan las icónicas atracciones del país.
¿Quién debe pagar la IVL en Nueva Zelanda?
La IVL (Visa de Visitante con Impuesto) es un pago adicional que deben realizar algunos visitantes al llegar a Nueva Zelanda. Para determinar si debe pagarla, según la Oficina de Inmigración de Nueva Zelanda, se consideran varios factores como la nacionalidad, el motivo del viaje -por ejemplo si este es con propósito turístico-, y si necesita visa para entrar al país.
Esta tarifa se paga en estas dos situaciones:
- Al solicitar un Autorización Electrónica de Viaje de Nueva Zelanda.
- Al solicitar una visa: Si la visa que solicitó incluye el pago de la IVL.
Sin embargo, algunas personas están exentas de pagar la IVL, como los ciudadanos de Australia, Nueva Zelanda y varias naciones de las Islas del Pacífico. También están exentos los pasajeros en tránsito que hacen escala en el Aeropuerto Internacional de Auckland, así como los titulares de visas de residente de Nueva Zelanda, residente australiano, y aquellos que poseen una visa de visitante de negocios o una tarjeta de viaje de negocios de APEC.
Cinco planes que puede hacer en Nueva Zelanda
Monte Cook
El Monte Cook, también conocido como Aoraki en maorí, es la montaña más alta de Nueva Zelanda con 3.754 metros de altura. Ubicado en la Isla Sur, forma parte del Parque Nacional Aoraki/Mount Cook, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1953. Este imponente pico no solo es un símbolo geográfico, sino también cultural, siendo un lugar sagrado para los maoríes, pues según la leyenda de esta cultura, Aoraki era un joven que, junto con sus hermanos, se convirtió en piedra formando las montañas de la isla.
Este parque es un destino ideal para los amantes de la naturaleza y los deportes al aire libre. Ofrece una amplia gama de actividades como senderismo, ciclismo de montaña, esquí y vuelos escénicos en helicóptero. Además, su ubicación remota lo convierte en un lugar excepcional para la observación de estrellas, proporcionando una de las vistas más claras del cielo nocturno en el mundo.
Tongariro
El Parque Nacional de Tongariro, el más antiguo de Nueva Zelanda, se encuentra en el centro de la Isla Norte. Reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad de carácter mixto por su combinación de valores culturales y naturales, tiene en su corazón tres montañas volcánicas activas: Ruapehu, Ngauruhoe y Tongariro, las cuales tienen una gran importancia cultural para los maoríes, con varios sitios religiosos.
El parque ofrece una amplia gama de actividades turísticas que varían según la temporada. Durante el verano, las principales atracciones son el senderismo y el montañismo. La ruta más famosa es la Travesía del Tongariro (Tongariro Alpine Crossing), que forma parte del Circuito Norte de Tongariro, una de las nueve Grandes Caminatas de Nueva Zelanda. Por otro lado, el parque también ofrece oportunidades para la caza, la pesca, el ciclismo de montaña, la equitación, el rafting y los vuelos acrobáticos.
En invierno, el parque se transforma en un destino de deportes de nieve, con el esquí y el snowboard como actividades principales. La estación de esquí más grande, Whakapapa, se encuentra en la parte occidental del Monte Ruapehu, con 15 niveles de elevación y 55 km² de pistas.
Roys Peak
Roys Peak es una majestuosa montaña de 1.600 metros de altura, situada cerca de Wanaka, en la Isla Sur de Nueva Zelanda. Es famosa por su ruta de senderismo, el cual lo lleva hasta su cima, en donde donde se pueden admirar impresionantes vistas panorámicas de los lagos Wanaka y Hawea, así como del imponente monte Aspiring. El sendero, que comienza a solo 6 km de Wanaka, implica un ascenso de 1.200 metros a lo largo de 16 km ida y vuelta, convirtiéndolo en un desafío para los excursionistas, con una duración estimada de 5 a 6 horas para completar el recorrido hasta la cumbre y regresar.
La ruta es exigente, sin embargo, se destaca porque el camino transcurre por zonas de pradera sin sombra, con una subida constante y bien señalizada y a lo largo del ascenso, los senderistas pueden disfrutar de vistas cada vez más impresionantes, con un área de descanso a mitad de camino y un mirador cerca de la cima que ofrece una vista panorámica de 360 grados.
Milford Sound
Milford Sound, conocido como Piopiotahi en maorí, es un valle ubicado en el suroeste de la Isla Sur de Nueva Zelanda y forma parte del Parque Nacional de Fiordland y del área Patrimonio de la Humanidad Te Wahipounamu. El valle se extiende 15 kilómetros tierra adentro desde el mar de Tasmania y está rodeado por impresionantes acantilados que superan los 1.200 metros de altura, donde se destacan formaciones rocosas como The Elephant y Lion Mountain. Su paisaje se caracteriza por densos bosques húmedos que cubren las escarpadas laderas, mientras que sus aguas son frecuentadas por focas, delfines y pingüinos.
Este lugar es uno de los destinos turísticos más populares de Nueva Zelanda, atrayendo a cerca de 550,000 visitantes al año a pesar de su ubicación remota. La mayoría de los turistas exploran el valle a través de cruceros que duran entre 1 y 2 horas, aunque también se ofrecen opciones de senderismo y canotaje.
Un atractivo único es el observatorio acuático que permite a los visitantes ver corales negros cerca de la superficie, un fenómeno inusual facilitado por una capa de agua dulce teñida por una sustancia del bosque. Aunque las opciones de alojamiento en el área son limitadas, Milford Sound sigue siendo un destino imprescindible para quienes buscan experimentar la belleza natural de Nueva Zelanda.
Cathedral Cove
Cathedral Cove es uno de los lugares más pintorescos y famosos de la península de Coromandel, en la parte norte de Nueva Zelanda. Su característica más destacada es una impresionante caverna con una arcada gigante que une dos ensenadas remotas, formada por la erosión de los acantilados de roca blanca que dominan la costa. Esta formación, a menudo llamada “roca-donut” por su forma, se encuentra en una playa de arena blanca rodeada de árboles pohutukawa o Metrosideros excelsa conocidos por sus intensas flores rojas que florecen en Navidad.
La zona ofrece numerosas actividades para los visitantes, incluyendo senderismo, buceo en la Reserva Marina de Cathedral Cove, paseos en bote para explorar la costa, y la oportunidad de visitar lugares cercanos como el Santuario de Vida Silvestre de Whenuakura (también conocido como “Donut Island”) y Hot Water Beach, donde los visitantes pueden disfrutar de piscinas termales en la arena.
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