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Ubicado en la región de Cataluña, el municipio de Pals, en la provincia de Girona, es uno de esos destinos que parecen haber sido sacados de un cuento medieval. Su encanto radica en la perfecta combinación de arquitectura histórica, paisajes naturales y una vibrante oferta gastronómica. Caminar por sus calles empedradas es un viaje en el tiempo, mientras que explorar sus alrededores revela una faceta contemporánea llena de actividades y oportunidades para el turismo sostenible.
El casco antiguo de Pals es el corazón del municipio y el principal motivo por el que miles de turistas lo visitan cada año. Declarado Conjunto Histórico-Artístico, este núcleo urbano conserva su esencia medieval con calles empedradas, torres centenarias y casas de piedra adornadas con flores. Uno de los puntos más destacados es la Torre de las Horas, una construcción románica del siglo XI que antiguamente formaba parte de un castillo que protegía la villa. Desde aquí, los visitantes pueden disfrutar de vistas panorámicas de los campos de arroz y la costa del Empordà.
Otro imperdible es la Iglesia de Sant Pere, una edificación que combina estilos románico, gótico y barroco, mostrando cómo la historia ha dejado su huella en este pequeño rincón de Girona. Las murallas que rodean el casco antiguo, cuidadosamente restauradas, también son un testimonio de la importancia estratégica que Pals tuvo durante la Edad Media.
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Los arrozales de Pals: un tesoro gastronómico
Pals es sinónimo de arroz. Los extensos arrozales que rodean el municipio no solo son un atractivo visual, sino también la base de su rica tradición culinaria. La variedad de arroz cultivada en la zona, conocida como arroz bomba, es altamente apreciada por su calidad y versatilidad en la cocina. Cada primavera, los campos se inundan para comenzar el proceso de cultivo, y en otoño, el paisaje se llena de vida con la cosecha.
A pocos kilómetros del casco antiguo, Pals permite el acceso a algunas de las playas de la Costa Brava. Playa de Pals, con su arena dorada y aguas cristalinas, es ideal tanto para familias como para amantes de los deportes acuáticos. Además, su ubicación cercana a las Islas Medas la convierte en un punto estratégico para el buceo y el snorkel.
Para quienes buscan conectar con la naturaleza, la Reserva Natural del Montgrí, las Islas Medas y el Bajo Ter ofrece senderos que recorren paisajes costeros, bosques mediterráneos y humedales. Esta área protegida es perfecta para el avistamiento de aves y actividades como el ciclismo o el senderismo.
Actividades culturales y festivales
Pals no solo es un destino para los amantes de la historia y la naturaleza, sino también para quienes disfrutan de las tradiciones culturales. A lo largo del año, el municipio organiza eventos que celebran su patrimonio y fomentan la participación de locales y turistas.
Uno de los más destacados es el Mercado Medieval, celebrado en Semana Santa. Durante este evento, las calles del casco antiguo se transforman en un mercado del siglo XV, con puestos de artesanía, comida típica y espectáculos de música y danza. La atmósfera es mágica, y los visitantes son transportados directamente a la época medieval.
En verano, la música toma protagonismo con el Festival de Música de Pals, que reúne artistas locales e internacionales en escenarios al aire libre, ofreciendo una experiencia inolvidable bajo las estrellas.
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