París vista desde el café: algunas cafeterías históricas de la ciudad
La ciudad, centro de la intelectualidad occidental, alberga estos icónicos lugares frecuentados por grandes pensadores.
Los Juegos Olímpicos han llegado a París, vistiendo la ciudad con un ambiente festivo y atrayendo a visitantes de todo el mundo. Sin embargo, más allá de las emocionantes competiciones, la Ciudad de la Luz ofrece experiencias únicas que no deben pasarse por alto, pues esta ciudad no solo deslumbra con sus monumentos icónicos, sino también con sus cafeterías, auténticos testigos de la historia y cultura local.
Desde las terrazas de estos establecimientos, tanto locales como turistas pueden sumergirse en la esencia de la vida parisina. Observar el bullicio de la ciudad mientras se disfruta de un exquisito café y deliciosas creaciones de pastelería, además, estos lugares tiene una historía amplia y exquisita, pues han sido punto de encuentro de intelectuales y artistas durante siglos, por lo que ofrecen un viaje en el tiempo a través de su arquitectura y atmósfera inigualables.
Aquí le traemos una lista de algunas de las cafeterías más bellas para que disfrute en su estadía.
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Café de Flore:
El Café de Flore, ubicado en el corazón de Saint-Germain-des-Prés en París, es un establecimiento legendario que ha sido testigo de la historia y la cultura francesa desde finales del siglo XIX. Fundado probablemente en 1887, (ya que no se tiene certeza de su fundación) este café debe su nombre a una estatua de la diosa Flora que alguna vez estuvo cerca y a lo largo de los años, se convirtió en un punto de encuentro icónico para intelectuales, artistas y celebridades.
Durante la primera mitad del siglo XX, el Café de Flore fue el epicentro de movimientos artísticos y filosóficos revolucionarios. Acogió a figuras como Guillaume Apollinaire y sus amigos dadaístas y surrealistas, y más tarde se convirtió en el hogar del existencialismo con Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir como clientes habituales. De hecho, durante la ocupación nazi, el café se mantuvo como un refugio de libertad intelectual. En las décadas posteriores, el Café de Flore continuó atrayendo a personalidades destacadas del mundo de la literatura, el cine y la moda. Escritores como Ernest Hemingway y Truman Capote, cineastas de la Nouvelle Vague, y diseñadores de moda como Yves Saint Laurent frecuentaron el lugar.
Hoy en día, el Café de Flore mantiene su estatus como un símbolo de la vida intelectual y cultural parisina, atrayendo tanto a celebridades como a turistas que buscan experimentar un pedazo de la historia de París.
Les Deux Magots:
Otra icónica cafetería en el mismo vecindario que Café de Flore, es Les Deux Magots el cual ha sido un emblemático establecimiento con una rica historia cultural que se remonta a finales del siglo XIX. Su nombre proviene de dos estatuas chinas que provenían de una antigua tienda de novedades que ocupaba el mismo lugar. Desde sus inicios como café-licorería alrededor de 1885, se convirtió rápidamente en un punto de encuentro para figuras literarias destacadas, pues acogió a numerosos movimientos culturales, desde los surrealistas liderados por André Breton hasta los existencialistas con Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir. El café fue frecuentado por una larga lista de artistas, escritores y pensadores influyentes, incluyendo a Picasso, Hemingway, y muchos otros, convirtiéndose en un símbolo de la efervescencia cultural de Saint-Germain-des-Prés.
En la actualidad, Les Deux Magots mantiene su compromiso con la cultura a través de diversas iniciativas literarias. El café otorga varios premios literarios a lo largo del año, incluyendo el prestigioso Prix des Deux Magots, creado en 1933. Además, organiza eventos regulares como “El Lunes de los Escritores”, donde autores se encuentran con el público, y “Los Jueves de Jazz”, que ofrecen conciertos en vivo.
La Closerie des Lilas
La Closerie des Lilas, ubicada en el 171 del boulevard de Montparnasse en París, es otro de los cafés históricos que han sido testigo de la vida intelectual y artística de la ciudad durante más de un siglo. Este establecimiento emblemático ha servido como punto de encuentro para numerosos artistas, escritores y pensadores influyentes, convirtiéndose en un símbolo de la efervescencia cultural parisina, esto se debe a que eesde finales del siglo XIX hasta bien entrado el siglo XX, la cafetería acogió a figuras legendarias de diversas disciplinas.
Poetas como Baudelaire y Verlaine, artistas como Marcel Duchamp, escritores como Ernest Hemingway y F. Scott Fitzgerald, e incluso figuras políticas como Lenin, todos encontraron en este café un espacio para el intercambio de ideas y la creación artística. El local fue escenario de tertulias literarias, debates filosóficos, y momentos históricos, como la lectura del manuscrito de “El Gran Gatsby” de Fitzgerald a Hemingway. En la actualidad, este establecimiento mantiene su estatus como un lugar de encuentro cultural, combinándolo con una oferta gastronómica moderna, ya que cuenta con un bar, un restaurante gourmet y una brasserie, preservando el ambiente refinado y artístico que lo ha caracterizado durante generaciones.
Le Café Procope
Le Café Procope, fundado en 1686 en el corazón de París, es considerado el café-restaurante más antiguo de la ciudad y un símbolo de su rica historia intelectual y cultural. Ubicado en el número 13 de la rue de l’Ancienne Comédie, en el distrito de Saint-Germain-des-Prés, su elegante fachada azul y sus balcones de hierro forjado atraen la atención de los transeúntes, invitándoles a explorar siglos de historia literaria y política francesa.
A lo largo de su existencia, ha sido testigo de momentos cruciales en la historia de Francia. Por ejemplo, durante el Siglo de las Luces, fue el lugar de reunión predilecto de grandes pensadores como Voltaire, Rousseau, Diderot y d’Alembert, quienes concibieron allí la idea de la Encyclopédie. Más tarde, durante la Revolución Francesa, el café se convirtió en un foco revolucionario, frecuentado por figuras como Danton y Marat. En el siglo XIX, acogió a escritores y poetas como Victor Hugo, Balzac y George Sand, consolidando su reputación como café literario por excelencia.
Aunque cerró sus puertas en 1890, el Procope renació en 1957, conservando su esencia histórica mientras se adaptaba a los tiempos modernos. Hoy en día, el café-restaurante sigue siendo un lugar emblemático, decorado con recuerdos de su pasado ilustre, como el sombrero de Napoleón y documentos históricos, además, fue declarado Monumento Histórico en 1962.
Café de la Paix
El Café de la Paix, ubicado en el corazón de París, es uno de los cafés-restaurantes más emblemáticos y famosos de la ciudad. Fundado en 1862 y declarado Monumento Histórico en 1975, este establecimiento se encuentra en una ubicación privilegiada, en la intersección del Boulevard des Capucines y la Place de l’Opéra, ofreciendo vistas impresionantes a la Ópera Garnier. A lo largo de su rica historia, el café ha sido frecuentado por numerosas personalidades ilustres, desde compositores como Tchaikovsky y Massenet, hasta escritores como Victor Hugo, Émile Zola y Guy de Maupassant.
Durante la Belle Époque, fue un lugar de encuentro para figuras como Sergei Diaghilev y el futuro rey Eduardo VII de Inglaterra. En la actualidad, el Café de la Paix fue renovado por el arquitecto de interiores Pierre-Yves Rochon, quien logró modernizar el espacio manteniendo su esencia histórica. El restaurante ahora cuenta con dos ambientes distintos: una sala principal con columnas estriadas y techos artesonados, y un área más informal inspirada en un jardín de invierno. La cocina, dirigida por el Chef Laurent André, ofrece platos clásicos de la gastronomía francesa con un toque contemporáneo, incluyendo la icónica sopa de cebolla que ha estado en el menú desde 1862.
Brasserie Lipp
Fundada por Léonard Lipp y su esposa Pétronille en 1880, la Brasserie Lipp se estableció en el 151 del Boulevard Saint-Germain. Originalmente, se especializó en platos sencillos pero de alta calidad a precios asequibles, como cervelat remoulade y choucroute garnie, acompañados de cerveza de primera calidad. Esta combinación lo convirtió rápidamente en un éxito. Sin embargo, lo que lo ha hecho popular a lo largo de su historia, es porque ha sido un imán para intelectuales, artistas y figuras públicas, como los escritores Saint-Exupéry, artistas como Picasso y actores como Jean-Paul Belmondo y Jean-Pierre Marielle frecuentaban el lugar.
Actualmente, Lipp mantiene su estatus como una institución parisina, combinando su rica historia con una cocina tradicional francesa. Además, patrocina el Prix Cazes, un premio literario anual que lleva el nombre de uno de sus antiguos propietarios, subrayando su continuo vínculo con la vida cultural de París.
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La Palette
La Palette la cual está ubicada en el VI distrito de París, es un café y brasserie emblemático fundado originalmente como punto de encuentro para los estudiantes de la cercana Escuela Superior de Bellas Artes. De hecho, el establecimiento atrajo a lo largo de su historia a artistas renombrados como Paul Cézanne, Pablo Picasso y Georges Braque y luego con el tiempo se transformó en un lugar de moda, atrayendo a la juventud parisina, turistas y personalidades como el ex presidente Jacques Chirac.
El café cuenta con dos salones: un pequeño bar y un gran salón posterior decorado con cerámicas de los años 1930-40 y numerosas pinturas. Su terraza soleada y florida es considerada uno de los lugares más encantadores del barrio de Saint-Germain-des-Prés, además su fachada y una de las salas fueron declaradas Monumento Histórico en 1984. Ha sido tan famosa que también ha atraído visitas de celebridades como Jim Morrison, Ernest Hemingway, Julia Roberts y Harrison Ford.
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Los Juegos Olímpicos han llegado a París, vistiendo la ciudad con un ambiente festivo y atrayendo a visitantes de todo el mundo. Sin embargo, más allá de las emocionantes competiciones, la Ciudad de la Luz ofrece experiencias únicas que no deben pasarse por alto, pues esta ciudad no solo deslumbra con sus monumentos icónicos, sino también con sus cafeterías, auténticos testigos de la historia y cultura local.
Desde las terrazas de estos establecimientos, tanto locales como turistas pueden sumergirse en la esencia de la vida parisina. Observar el bullicio de la ciudad mientras se disfruta de un exquisito café y deliciosas creaciones de pastelería, además, estos lugares tiene una historía amplia y exquisita, pues han sido punto de encuentro de intelectuales y artistas durante siglos, por lo que ofrecen un viaje en el tiempo a través de su arquitectura y atmósfera inigualables.
Aquí le traemos una lista de algunas de las cafeterías más bellas para que disfrute en su estadía.
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Café de Flore:
El Café de Flore, ubicado en el corazón de Saint-Germain-des-Prés en París, es un establecimiento legendario que ha sido testigo de la historia y la cultura francesa desde finales del siglo XIX. Fundado probablemente en 1887, (ya que no se tiene certeza de su fundación) este café debe su nombre a una estatua de la diosa Flora que alguna vez estuvo cerca y a lo largo de los años, se convirtió en un punto de encuentro icónico para intelectuales, artistas y celebridades.
Durante la primera mitad del siglo XX, el Café de Flore fue el epicentro de movimientos artísticos y filosóficos revolucionarios. Acogió a figuras como Guillaume Apollinaire y sus amigos dadaístas y surrealistas, y más tarde se convirtió en el hogar del existencialismo con Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir como clientes habituales. De hecho, durante la ocupación nazi, el café se mantuvo como un refugio de libertad intelectual. En las décadas posteriores, el Café de Flore continuó atrayendo a personalidades destacadas del mundo de la literatura, el cine y la moda. Escritores como Ernest Hemingway y Truman Capote, cineastas de la Nouvelle Vague, y diseñadores de moda como Yves Saint Laurent frecuentaron el lugar.
Hoy en día, el Café de Flore mantiene su estatus como un símbolo de la vida intelectual y cultural parisina, atrayendo tanto a celebridades como a turistas que buscan experimentar un pedazo de la historia de París.
Les Deux Magots:
Otra icónica cafetería en el mismo vecindario que Café de Flore, es Les Deux Magots el cual ha sido un emblemático establecimiento con una rica historia cultural que se remonta a finales del siglo XIX. Su nombre proviene de dos estatuas chinas que provenían de una antigua tienda de novedades que ocupaba el mismo lugar. Desde sus inicios como café-licorería alrededor de 1885, se convirtió rápidamente en un punto de encuentro para figuras literarias destacadas, pues acogió a numerosos movimientos culturales, desde los surrealistas liderados por André Breton hasta los existencialistas con Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir. El café fue frecuentado por una larga lista de artistas, escritores y pensadores influyentes, incluyendo a Picasso, Hemingway, y muchos otros, convirtiéndose en un símbolo de la efervescencia cultural de Saint-Germain-des-Prés.
En la actualidad, Les Deux Magots mantiene su compromiso con la cultura a través de diversas iniciativas literarias. El café otorga varios premios literarios a lo largo del año, incluyendo el prestigioso Prix des Deux Magots, creado en 1933. Además, organiza eventos regulares como “El Lunes de los Escritores”, donde autores se encuentran con el público, y “Los Jueves de Jazz”, que ofrecen conciertos en vivo.
La Closerie des Lilas
La Closerie des Lilas, ubicada en el 171 del boulevard de Montparnasse en París, es otro de los cafés históricos que han sido testigo de la vida intelectual y artística de la ciudad durante más de un siglo. Este establecimiento emblemático ha servido como punto de encuentro para numerosos artistas, escritores y pensadores influyentes, convirtiéndose en un símbolo de la efervescencia cultural parisina, esto se debe a que eesde finales del siglo XIX hasta bien entrado el siglo XX, la cafetería acogió a figuras legendarias de diversas disciplinas.
Poetas como Baudelaire y Verlaine, artistas como Marcel Duchamp, escritores como Ernest Hemingway y F. Scott Fitzgerald, e incluso figuras políticas como Lenin, todos encontraron en este café un espacio para el intercambio de ideas y la creación artística. El local fue escenario de tertulias literarias, debates filosóficos, y momentos históricos, como la lectura del manuscrito de “El Gran Gatsby” de Fitzgerald a Hemingway. En la actualidad, este establecimiento mantiene su estatus como un lugar de encuentro cultural, combinándolo con una oferta gastronómica moderna, ya que cuenta con un bar, un restaurante gourmet y una brasserie, preservando el ambiente refinado y artístico que lo ha caracterizado durante generaciones.
Le Café Procope
Le Café Procope, fundado en 1686 en el corazón de París, es considerado el café-restaurante más antiguo de la ciudad y un símbolo de su rica historia intelectual y cultural. Ubicado en el número 13 de la rue de l’Ancienne Comédie, en el distrito de Saint-Germain-des-Prés, su elegante fachada azul y sus balcones de hierro forjado atraen la atención de los transeúntes, invitándoles a explorar siglos de historia literaria y política francesa.
A lo largo de su existencia, ha sido testigo de momentos cruciales en la historia de Francia. Por ejemplo, durante el Siglo de las Luces, fue el lugar de reunión predilecto de grandes pensadores como Voltaire, Rousseau, Diderot y d’Alembert, quienes concibieron allí la idea de la Encyclopédie. Más tarde, durante la Revolución Francesa, el café se convirtió en un foco revolucionario, frecuentado por figuras como Danton y Marat. En el siglo XIX, acogió a escritores y poetas como Victor Hugo, Balzac y George Sand, consolidando su reputación como café literario por excelencia.
Aunque cerró sus puertas en 1890, el Procope renació en 1957, conservando su esencia histórica mientras se adaptaba a los tiempos modernos. Hoy en día, el café-restaurante sigue siendo un lugar emblemático, decorado con recuerdos de su pasado ilustre, como el sombrero de Napoleón y documentos históricos, además, fue declarado Monumento Histórico en 1962.
Café de la Paix
El Café de la Paix, ubicado en el corazón de París, es uno de los cafés-restaurantes más emblemáticos y famosos de la ciudad. Fundado en 1862 y declarado Monumento Histórico en 1975, este establecimiento se encuentra en una ubicación privilegiada, en la intersección del Boulevard des Capucines y la Place de l’Opéra, ofreciendo vistas impresionantes a la Ópera Garnier. A lo largo de su rica historia, el café ha sido frecuentado por numerosas personalidades ilustres, desde compositores como Tchaikovsky y Massenet, hasta escritores como Victor Hugo, Émile Zola y Guy de Maupassant.
Durante la Belle Époque, fue un lugar de encuentro para figuras como Sergei Diaghilev y el futuro rey Eduardo VII de Inglaterra. En la actualidad, el Café de la Paix fue renovado por el arquitecto de interiores Pierre-Yves Rochon, quien logró modernizar el espacio manteniendo su esencia histórica. El restaurante ahora cuenta con dos ambientes distintos: una sala principal con columnas estriadas y techos artesonados, y un área más informal inspirada en un jardín de invierno. La cocina, dirigida por el Chef Laurent André, ofrece platos clásicos de la gastronomía francesa con un toque contemporáneo, incluyendo la icónica sopa de cebolla que ha estado en el menú desde 1862.
Brasserie Lipp
Fundada por Léonard Lipp y su esposa Pétronille en 1880, la Brasserie Lipp se estableció en el 151 del Boulevard Saint-Germain. Originalmente, se especializó en platos sencillos pero de alta calidad a precios asequibles, como cervelat remoulade y choucroute garnie, acompañados de cerveza de primera calidad. Esta combinación lo convirtió rápidamente en un éxito. Sin embargo, lo que lo ha hecho popular a lo largo de su historia, es porque ha sido un imán para intelectuales, artistas y figuras públicas, como los escritores Saint-Exupéry, artistas como Picasso y actores como Jean-Paul Belmondo y Jean-Pierre Marielle frecuentaban el lugar.
Actualmente, Lipp mantiene su estatus como una institución parisina, combinando su rica historia con una cocina tradicional francesa. Además, patrocina el Prix Cazes, un premio literario anual que lleva el nombre de uno de sus antiguos propietarios, subrayando su continuo vínculo con la vida cultural de París.
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La Palette
La Palette la cual está ubicada en el VI distrito de París, es un café y brasserie emblemático fundado originalmente como punto de encuentro para los estudiantes de la cercana Escuela Superior de Bellas Artes. De hecho, el establecimiento atrajo a lo largo de su historia a artistas renombrados como Paul Cézanne, Pablo Picasso y Georges Braque y luego con el tiempo se transformó en un lugar de moda, atrayendo a la juventud parisina, turistas y personalidades como el ex presidente Jacques Chirac.
El café cuenta con dos salones: un pequeño bar y un gran salón posterior decorado con cerámicas de los años 1930-40 y numerosas pinturas. Su terraza soleada y florida es considerada uno de los lugares más encantadores del barrio de Saint-Germain-des-Prés, además su fachada y una de las salas fueron declaradas Monumento Histórico en 1984. Ha sido tan famosa que también ha atraído visitas de celebridades como Jim Morrison, Ernest Hemingway, Julia Roberts y Harrison Ford.
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