¿Pensando en un destino de naturaleza no tradicional? Recomendaciones en El Líbano
Fincas cafeteras, páramos y rica gastronomía son algunos imperdibles de este municipio del norte del departamento de Tolima.
¿Aún no ha decido a dónde viajar en la temporada de mitad de año? El Líbano, a dos horas de Ibagué, es una buena opción para descansar y disfrutar de la oferta turística de este municipio del norte del Tolima, famoso por su agradable clima templado y su exquisito café.
“El Líbano espera con sus puertas abiertas a todos los tolimenses. Cada vez son más los atractivos que tiene nuestro municipio, para todos los gustos y bolsillos”, afirmó el periodista y escritor libanense José Alberto Mojica, quien regresó a su tierra y ahora es uno de los anfitriones de ‘La Ranchita del Líbano’: una nueva posada cafetera boutique que evoca la nostalgia y el patrimonio de los ancestros antioqueños y caldenses que colonizaron al norte del Tolima.
Y aunque moverse en este municipio es muy fácil, ‘la posada cafetera también es un operador que facilita el transporte y las excursiones a los sitios de interés.
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“Nos hemos aliado con operadores turísticos, restaurantes, cafés y otros emprendedores que decidimos apostarle al turismo y al desarrollo social de nuestra región”, señaló Mojica, y añadió: “el turismo es la industria más democrática que existe: beneficia y da empleo a transportadores, restaurantes, cocineros y meseros, hoteles, cafés y bares. A muchísimas personas. Y debemos trabajar de la mano si queremos consolidarnos como un destino, más ahora con las obras de ampliación de la vía Cambao - Líbano - Murillo - Manizales”.
Fincas cafeteras auténticas como San Carlos, El Cortijo, Las Mercedes, El Aguador y los Ángeles, entre muchas más, ofrecen recorridos por los cafetales. Y dentro del pueblo se puede visitar la Casa de la Cultura Luis Flores, con su fuente de piedra rodeada de jardines, y con museos que les rinden tributo a los célebres escritores e intelectuales libanenses. Una cuadra abajo queda la Plaza de Mercado, donde se pueden conseguir verduras y frutas frescas, y deleitarse con tamales, caldo de pajarilla y con la emblemática Lechona de los Carillo que, en contraste con la de Ibagué y la del sur del Tolima, sí lleva arroz. No deje de probar el sabroso Salchichón Tovar, elaborado con especias del medio oriente y el plato más emblemático del pueblo.
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Para disfrutar de un rico café producido en estas tierras, están los legendarios Café Águila y Moca, en el parque principal; y para los paladares más exquisitos se destacan Meridiano, especializado en cafés especiales, y Casa Artesandia y Cafebojo, donde, además, se pueden adquirir bonitos recuerdos con la imagen de El Líbano. Detrás del hospital, por la avenida tercera, queda Fénix, un muy agradable café con una vista privilegiada del frondoso Monte Tauro.
A 15 minutos del casco urbano queda la vereda La Trina, cuyas fincas fueron adaptadas con piscinas y restaurantes para recibir a los turistas. Allí se destaca Mineima, que ofrece servicio de alojamiento y un restaurante donde preparan los más exquisitos platos de la cocina local e internacional. Y desde allí se observa un bellísimo espectáculo natural al atardecer: miles de garzas que llegan a dormir a un árbol gigante y centenario.
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Al otro extremo del municipio, en los miradores del sector de La Polca, queda Sky: un restaurante y glamping que ofrece las mejores vistas de todo el norte del Tolima.
Murillo: termales y frailejones, más imperdibles si está en El Líbano
A 40 minutos de El Líbano queda Murillo: ese pueblo de arrieros de casas coloridas de madera que conserva la arquitectura de ‘tabla parada’, con el Nevado del Ruiz como telón de fondo. En el camino vale la pena hacer una parada en El Agrado: un restaurante que mira a los espectaculares valles de la región y con senderos que llevan a un bosque de niebla.
Y después de caminar por las calles de Murillo y disfrutar de una sabrosa oblea de arequipe con mora y de su legendario brandy con leche, y de deleitarse con el café de altura en Café Salinas, producido por dos hermanos agricultores, la siguiente parada debe ser Villa Lore: un restaurante y glamping donde se puede dormir bajo las estrellas, atendido por el reconocido y carismático ortopedista libanense Carlos Alberto Piraquive.
Y también, Murillo arriba, se llega a Termales de La Cabaña. Una caminata medianamente exigente, acompañada por miles de frailejones, y que llegan a unas termales de aguas medicinales y de colores, y a cascadas azufradas verdes, azules y amarillas, y más adelante a lagunas sagradas. La vista del Cañón del Río Lagunilla, por donde bajó la avalancha del Volcán Nevado del Ruiz que sepultó a Armero en noviembre del 1985, quita el aliento de tanta belleza.
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Para quienes no puedan caminar están las termales de El Sifón, a las que se llega en carro. Quedan a pocos metros de la carretera y es posible meterse allí, en sus aguas calientes y medicinales. “Eso sí: para visitar estas maravillas de Murillo hay que ir en camioneta o en carros altos, pues la vía no está en óptimo estado. Se puede contratar el transporte en el parque de Murillo, o si quieren, desde La Ranchita les facilitamos las excursiones”, expresó Mojica al extender la invitación a que visiten su tierra.
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¿Aún no ha decido a dónde viajar en la temporada de mitad de año? El Líbano, a dos horas de Ibagué, es una buena opción para descansar y disfrutar de la oferta turística de este municipio del norte del Tolima, famoso por su agradable clima templado y su exquisito café.
“El Líbano espera con sus puertas abiertas a todos los tolimenses. Cada vez son más los atractivos que tiene nuestro municipio, para todos los gustos y bolsillos”, afirmó el periodista y escritor libanense José Alberto Mojica, quien regresó a su tierra y ahora es uno de los anfitriones de ‘La Ranchita del Líbano’: una nueva posada cafetera boutique que evoca la nostalgia y el patrimonio de los ancestros antioqueños y caldenses que colonizaron al norte del Tolima.
Y aunque moverse en este municipio es muy fácil, ‘la posada cafetera también es un operador que facilita el transporte y las excursiones a los sitios de interés.
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“Nos hemos aliado con operadores turísticos, restaurantes, cafés y otros emprendedores que decidimos apostarle al turismo y al desarrollo social de nuestra región”, señaló Mojica, y añadió: “el turismo es la industria más democrática que existe: beneficia y da empleo a transportadores, restaurantes, cocineros y meseros, hoteles, cafés y bares. A muchísimas personas. Y debemos trabajar de la mano si queremos consolidarnos como un destino, más ahora con las obras de ampliación de la vía Cambao - Líbano - Murillo - Manizales”.
Fincas cafeteras auténticas como San Carlos, El Cortijo, Las Mercedes, El Aguador y los Ángeles, entre muchas más, ofrecen recorridos por los cafetales. Y dentro del pueblo se puede visitar la Casa de la Cultura Luis Flores, con su fuente de piedra rodeada de jardines, y con museos que les rinden tributo a los célebres escritores e intelectuales libanenses. Una cuadra abajo queda la Plaza de Mercado, donde se pueden conseguir verduras y frutas frescas, y deleitarse con tamales, caldo de pajarilla y con la emblemática Lechona de los Carillo que, en contraste con la de Ibagué y la del sur del Tolima, sí lleva arroz. No deje de probar el sabroso Salchichón Tovar, elaborado con especias del medio oriente y el plato más emblemático del pueblo.
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Para disfrutar de un rico café producido en estas tierras, están los legendarios Café Águila y Moca, en el parque principal; y para los paladares más exquisitos se destacan Meridiano, especializado en cafés especiales, y Casa Artesandia y Cafebojo, donde, además, se pueden adquirir bonitos recuerdos con la imagen de El Líbano. Detrás del hospital, por la avenida tercera, queda Fénix, un muy agradable café con una vista privilegiada del frondoso Monte Tauro.
A 15 minutos del casco urbano queda la vereda La Trina, cuyas fincas fueron adaptadas con piscinas y restaurantes para recibir a los turistas. Allí se destaca Mineima, que ofrece servicio de alojamiento y un restaurante donde preparan los más exquisitos platos de la cocina local e internacional. Y desde allí se observa un bellísimo espectáculo natural al atardecer: miles de garzas que llegan a dormir a un árbol gigante y centenario.
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Al otro extremo del municipio, en los miradores del sector de La Polca, queda Sky: un restaurante y glamping que ofrece las mejores vistas de todo el norte del Tolima.
Murillo: termales y frailejones, más imperdibles si está en El Líbano
A 40 minutos de El Líbano queda Murillo: ese pueblo de arrieros de casas coloridas de madera que conserva la arquitectura de ‘tabla parada’, con el Nevado del Ruiz como telón de fondo. En el camino vale la pena hacer una parada en El Agrado: un restaurante que mira a los espectaculares valles de la región y con senderos que llevan a un bosque de niebla.
Y después de caminar por las calles de Murillo y disfrutar de una sabrosa oblea de arequipe con mora y de su legendario brandy con leche, y de deleitarse con el café de altura en Café Salinas, producido por dos hermanos agricultores, la siguiente parada debe ser Villa Lore: un restaurante y glamping donde se puede dormir bajo las estrellas, atendido por el reconocido y carismático ortopedista libanense Carlos Alberto Piraquive.
Y también, Murillo arriba, se llega a Termales de La Cabaña. Una caminata medianamente exigente, acompañada por miles de frailejones, y que llegan a unas termales de aguas medicinales y de colores, y a cascadas azufradas verdes, azules y amarillas, y más adelante a lagunas sagradas. La vista del Cañón del Río Lagunilla, por donde bajó la avalancha del Volcán Nevado del Ruiz que sepultó a Armero en noviembre del 1985, quita el aliento de tanta belleza.
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