Las cuevas han sido desde la antigüedad refugios naturales para el ser humano, ofreciéndole protección frente a los peligros del mundo exterior. Sin embargo, estas misteriosas formaciones subterráneas encierran mucho más que un simple cobijo, encierra un universo fascinante y desconocido para la mayoría, esculpido durante milenios, las cuales nos transportan a un mundo subterráneo de incomparable belleza, donde cada rincón es una ventana al pasado remoto de la humanidad.
“Las cavernas han sido refugios para la vida. Los humanos, por ejemplo, vimos protección contra las inclemencias del clima, los depredadores y animales que no podíamos controlar. Y no solo eso, fueron tan fundamentales porque al resguardarnos en una caverna, floreció el lenguaje”, dice Juan Carlos Higuera, director de la Sociedad Colombiana de Espeleología, una organización que se ha dedicado desde hace más de 10 años a la exploración de cuevas y cavernas desde un enfoque científico y deportivo. “Cuando estuvimos a salvo, cerca al fuego, surgían las historias. La familia se reunía alrededor del fuego en la caverna para relatar las cacerías, para resolver las preguntas de los niños y las inquietudes de las jóvenes. Es por ellas que existimos hoy”, agrega.
Y aunque con los años en el imaginario colectivo se arraigó la idea de que se trata de lugares oscuros, lejanos y en parte tenebrosos, recientemente se ha reanudado el interés por conocerlas y redescubrir esos mundos.
A esta actividad se le conoce como espeleología, que involucra dos ramas relevantes:
- La espeleología deportiva: Esta involucra a personas que disfrutan explorar cavernas utilizando cuerdas, enfrentando una realidad diferente y retadora en el interior de la Tierra. Conlleva afrontar abismos, agua, frío, oscuridad, animales, y enfrentarse a cuerpos de aguas profundos y poco iluminados.
- La espeleología científica: Involucra a actores en la ciencia formados en áreas como la geología, paleontología, biología, que se interesan en explorar y entender las cavidades del subsuelo.
“Curiosamente, muchos descubrimientos científicos importantes los han realizado los propios espeleólogos deportivos que, sin la intención de hacer ciencia, se encuentran con cosas extraordinarias en su afán de retarse a sí mismos”, señala Higuera.
Solo en Colombia se tiene el registro de cerca de 1.800 cuevas, aunque según Higuera, esta cifra puede ser incluso mucho más grande, siendo el departamento de Santander una de las zonas donde más abundan. Sin embargo, la actividad en Colombia hasta ahora es algo pequeño, comparado con Francia, España e incluso México. Por ejemplo, tan solo en los últimos 55 años, se han publicado alrededor de 275 documentos relacionados con cuevas, de los cuales menos del 20% tratan sobre la biología de estos ecosistemas. Una de las principales razones es la dificultad para acceder a los lugares, lo que implica recursos y logística que muchas veces no se cuenta a la mano.
Esto ha tratado de cambiar con la Ley 2237 de 2022, la cual busca proteger el patrimonio espeleológico en Colombia, pues obliga al Estado a tomar medidas para su conservación, estudio y uso sostenible. Sin embargo, Higuera señala que “aún en 2024 carecemos de las políticas públicas para implementarla adecuadamente. Es por eso que necesitamos que el Ministerio de Ambiente nos preste atención y se enfoque en desarrollar esas políticas públicas para que la ley se pueda materializar en la realidad. Porque una ley sin políticas públicas es como un cuerpo sin músculos, es decir, no tiene fuerza ni capacidad de acción real”.
Resalta que con la creación de esas políticas públicas, se podría regular y ordenar el tema del turismo en cuevas, que está floreciendo fuertemente pero de forma desorganizada, pues los operadores turísticos y los municipios donde se encuentran las cuevas más bellas de Colombia no están preparados para afrontar este reto. Eso deriva no solo en que se ofrezca un servicio deficiente sino en que se produzca daño al patrimonio e incluso negligencia en las atenciones.
Sin embargo, el experto celebra el interés responsable para ofrecer esta actividad y recomienda los siguientes lugares para explorar:
- La Cueva del Nitro en Zapatoca, en Santander, es la primera cueva iluminada en el país. Se logró gracias a un proyecto que buscaba replicar la experiencia de las famosas cuevas iluminadas de Francia. Con el apoyo de la Fundación “De los Alpes a los Andes”, se inauguró este atractivo el año pasado, alrededor de noviembre.
- Las cavernas turísticas son las del Parque Kárstico del Peñón, en Santander, zona que alberga la mayor cantidad de cavernas en Colombia y donde se pueden apreciar formaciones de gran belleza. Ahí encontrará La Caverna La Tronera, la cual es famosa por el hallazgo en 2011 de restos fósiles de osos perezosos gigantes que podían alcanzar hasta 5 metros de altura. Es conocida como “el cementerio fósil del perezoso” debido a la gran cantidad de estos fósiles encontrados, y también se la apoda “el corazón del mundo” por la ilusión óptica de forma de corazón que crea la envergadura de su entrada de 60 metros de diámetro, la cual se va angostando a medida que se desciende.
- La Caverna Casa de Piedra es una cavidad ubicada en las inmediaciones del municipio de Morales, al sur de Bolívar, una región conocida por tener numerosas cuevas inundadas. Esta caverna en particular tiene casi 1 kilómetro de recorrido y su exploración se realiza a través de kayak. Al ingresar, se llega a una playa de arena con una sima ubicada a 70 metros, por donde se filtra la luz que ilumina el agua interior y podrá ver mucha biodiversidad ahí.
¿Como hacer turismo de Cuevas en Colombia?
Primero, la espeleología, como actividad deportiva, se divide en dos tipos:
1. Espeleología horizontal: Es perfecta para principiantes, aquí se enfrentará a retos como el trepado, la travesía por chimeneas, la línea de mano, el aseguramiento y el autoaseguramiento, todo bajo la guía de un instructor. Además, dependiendo de la cueva, Higuera comenta que los niños desde los 7 años pueden comenzar a hacer esta actividad, siempre con supervisión de un adulto.
2. Espeleología vertical: Es más para espeleólogos experimentados, debido a que requiere una técnica mucho más avanzada, pues tendrá desafíos como: Escaladas y descensos por pasadizos verticales, rappel, scrambling y escaleras de cuerda. Requiere un nivel de exigencia físico mucho más alto.
¿Qué equipos necesita?
Ropa:
- Casco con linterna frontal y fuente de luz alternativa
- Ropa interior de poliéster o de polipropileno, que permita transpirar la piel, pero que regule su temperatura.
- Overol
- Rodilleras y coderas.
- Camisa y pantalones adicionales
- Botas para escalar.
- Guantes.
Elementos de seguridad:
Si va a hacer espeleología con un instructor o guía, ellos generalmente proporcionarán el equipo, sin embargo, tenga en cuenta que debe tener los siguientes elementos:
- Casco
- Fuente de luz (que no sean velas o de gas para la preservación del ecosistema)
- Cuerda
- Kit de primeros auxilios
- Bolsa en PVC, ya que es un material que aguantará la humedad y no es abrasivo para el ecosistema.
Cursos:
Según Higuera, si usted está iniciando en el mundo del turismo en cuevas, lo más recomendable es comenzar con una visita guiada. Esto le permitirá conocer los atractivos de las cavernas a un ritmo adecuado para su nivel, con actividades sencillas que le ayudarán a conocer más de este mundo y ambientarse de manera progresiva. Sin embargo, si esta actividad le apasiona, la trayectoria típica para la mayoría de los espeleólogos principiantes es la siguiente:
- Curso de iniciación o introducción: Este curso lo ayuda a sentar las bases para sus experiencias de espeleología independientes. Aprenderá sobre detección de peligros, navegación en cuevas, historia de cuevas, identificación de formaciones minerales y fósiles únicas y procedimientos de emergencia. Higuera es uno de los expertos que da este curso, y dura un aproximado de tres días. Al final se visita una cueva para poner en práctica lo aprendido.
- Curso de espeleología intermedio: Una vez que tenga las bases, estará listo para aprender técnicas de espeleología, usar equipos como cuerdas y escaleras, y explorar cuevas y minas profundas. Este curso tiene una duración de 4 días más la visita a la cueva.
- Cursos avanzados de espeleología: Si le apasiona la espeleología, el curso avanzado le enseñará técnicas de cuerda simple (SRT), rápel, instalación de puntos de anclaje y uso de colgadores en “Y”, así como técnicas de autorrescate. Su duración es de 15 días, e incluye la visita a la cueva.
“La verdadera vida, aquella que nos llena de emociones y experiencias inolvidables, se encuentra al otro lado del miedo”, señala Higuera. Por ello, recomienda aventurarse sin temor, pues explorar las maravillas geológicas como las cavernas de Colombia no solo nutre el espíritu de aventura, sino que también reconforta el alma con recuerdos imborrables.
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