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El viajar ha tenido transformaciones y con ellas las experiencias que hoy se buscan son diferentes. Una de las tendencias para 2025 es que el turismo nocturno será protagonista. En San Pedro de Atacama se puede encontrar una aventura única, llena de experiencias, conexión y naturaleza que hace de la noche una aliada.
Este pueblo árido, enclavado en los Andes chilenos, es pequeño, de casas tonos tierra, que antes fueron blancas, y es la mejor parada para disfrutar del desierto, los salares, valles, lagunas y volcanes que hacen de esta una zona de climas extremos, porque acá está el desierto más seco del mundo, uno de los destinos de moda para 2025.
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Lo primero que llegó acá fueron las mineras y, luego de años de extracción, hoy el turismo es la mejor carta de presentación que tiene San Pedro de Atacama, y ha sido tanto su auge que está marcando una tendencia para 2025, destacándose entre los destinos de mayor crecimiento, según Booking.com. Este pequeño oasis chileno, en pleno desierto de Atacama, es uno de los pocos lugares en el mundo donde el cielo nocturno se convierte en un espectáculo natural incomparable. En una encuesta de Booking.com para detectar las nuevas tendencias de viaje del próximo año, más del 65 % de los viajeros encuestados de 33 países afirmaron que buscan experiencias nocturnas, y aquí, entre las estrellas, encuentran una conexión profunda con el universo.
Caminar entre estos valles y dunas, ya sea por la hora del día, la temporada del año o la luz del sol, es como sentir que se está en la Luna, en Marte, en donde sea, pero muy lejos; la sensación es extrema por lo desgastante, no solo por sus más de 2.400 m. s. n. m., sino también por el frío de las noches, el calor incesante del día y la belleza de sus paisajes, sus salares; la contemplación, en todo el sentido de la palabra, se logra en este destino.
Como hoja de ruta, al llegar a Santiago, un vuelo entre la capital chilena y Calama es lo más adecuado. Desde ahí cerca de dos horas en auto marcan la llegada a San Pedro de Atacama.
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Entre los planes, quizá la mejor forma de empezar es por el Valle de la Luna, uno de los imperdibles, ya que transporta a los visitantes a paisajes que parecen de otro mundo. Dunas interminables a la vista, grandes formaciones rocosas de color rojizo, el olor único del azufre, la aridez; todo es una experiencia que se vive al dar una caminata que puede tener diferentes exigencias y distancias.
Su terreno desafiante y la altura demandan un esfuerzo físico moderado, pero recompensan con vistas inolvidables y un fenómeno acústico único: si se hace silencio, el crujir de las rocas al expandirse y contraerse por el calor genera un eco que cuenta historias de lluvias torrenciales y refugios milenarios en cavernas. Además, la Cordillera de la Sal, formación geológica emblemática, acompaña esta aventura que quizás es más recomendable hacer por la tarde, para no sufrir tanto ante las altas temperaturas.
Astronomía y magia nocturna
San Pedro no solo es conocido por salares, lagunas y paisajes, sino también por ser la mejor ventana de este lado del mundo ante el cosmos. El Observatorio ALMA, uno de los más avanzados del mundo, es solo para profesionales, pero alrededor del pueblo hay muchos otros observatorios que aprovechan las condiciones de baja humedad para ofrecer a sus visitantes una experiencia astronómica sin igual. Imaginar un planeta distante mientras se observan las estrellas aquí no es solo un sueño, sino una realidad. El plan es simple: lo ideal para disfrutar aún más la experiencia es descansar buena parte del día, para así en la noche contemplar el cielo hasta altas horas. Al llegar al observatorio, hay una charla instructiva sobre los planetas, estrellas y constelaciones, y cómo fue descubierto cada uno; luego enseñan a usar los telescopios para ver Saturno, por ejemplo.
Este tipo de experiencias, en especial esta de astronomía, son parte de las predicciones de viajes de Booking.com para 2025, en la que el turismo nocturno será uno de las protagonistas. Por ejemplo, de las más de 27.000 personas encuestadas, de las cerca de mil que participaron en Colombia, el 91 % de los colombianos están interesados en experiencias donde puedan contemplar las estrellas.
La oferta en San Pedro de Atacama también incluye visitar la Reserva Nacional Los Flamencos y la laguna Chax, en ambas se podrá disfrutar de los flamencos rosados, aves que han desarrollado una notable adaptación a los cambios de temperatura entre el día y la noche, gracias a la protección que les brindan sus plumas. Su dieta se compone de microalgas e invertebrados, que procesan y mezclan con saliva para producir una leche de buche de color rojo intenso, es por esto el color rosa.
Como casi en todo destino, la clave está en la planeación. Con tarifas que van desde 35.000 pesos chilenos por tours guiados hasta paquetes completos de cuatro días que promedian 200.000 pesos en actividades, San Pedro de Atacama es un destino versátil, aunque la diferencia del peso colombiano frente al dólar en comparación con el peso chileno es un punto a considerar. Eso sí, la opción de pagar en efectivo en los parques facilita el acceso a las maravillas naturales.
Flotar en el agua
La Laguna Cejar, a 20 kilómetros de San Pedro de Atacama dentro del Salar de Atacama, es otro imperdible de este viaje. Ya sea por su llamativo color calipso y las formaciones salinas que la rodean o sus aguas altamente salinas, que son las que permiten que los cuerpos floten con facilidad, gracias a una densidad de sal superior al peso de una persona, ofreciendo una experiencia similar a la del mar Muerto.
Acá lo ideal es sumergirse por no más de 25 o 30 minutos. La sensación de flotar, de sentir incluso que se está caminando sobre el agua, es algo único. Aunque la ducha al salir es obligatoria, la cantidad de sal deja una resequedad en la piel y un color gris que, sin exagerar, da la sensación de haberse revolcado en cemento; ojo, no es broma.
En San Pedro todo huele a rica rica, una hierba aromática que está en todo, en los cocteles, en las bebidas frías, incluso hasta en los pasillos de Our Habitas Atacama, quizá el mejor lugar para hospedarse, a un precio promedio de $ 800.000 colombianos la noche.
En San Pedro de Atacama, el tiempo y el espacio se transforman constantemente, ya sea por la época del año o el clima. Es un lugar donde el desierto cobra vida, las estrellas cuentan historias y los viajeros se van no solo con fotos espectaculares, sino con una nueva perspectiva del universo y por supuesto de sí mismos.
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