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El ayuntamiento publicó el bando para participar en el "Arte del gondolero", un curso que cuesta unos 1.000 euros y con el que se pretende, sobre todo, según explican los medios locales, dar "un relevo generacional a esta profesión".
Una vez superada una prueba preliminar de aptitud para el remo realizada en la proa de una góndola, los aspirantes a gondoleros recibirán lecciones teóricas y prácticas durante un total de 40 horas.
Después, cuando obtengan la titulación, podrán solicitar la licencia y sumarse a los 433 gondoleros actualmente autorizados en Venecia.
Para apuntarse se debe ser mayor de edad; haber completado la educación obligatoria; estar en posesión de los requisitos de idoneidad moral; estar en posesión de un certificado de calificación de natación y estar en posesión de un certificado de constitución sana y robusta.
A continuación los aspirantes deberán presentar a la administración municipal un certificado del médico del trabajo obtenido tras pruebas toxicológicas.
Todo ello tiene un coste que corre íntegramente a cargo de los participantes: 216 euros a abonar al ayuntamiento y otros 50 a la Asociación de Gondoleros de Venecia, más otros 800 por el curso.
Durante las 40 horas del curso se aprenderá a usar el remo, pero también se deberá estudiar el código de navegación, inglés y la historia de Venecia.
Recientemente, el ayuntamiento ha revisado al alza las tarifas de los paseos en góndola: desde las 9.00 a las 19.00, la media hora cuesta 90 euros, desde las 19.00 la cifra sube a 110 euros por 35 minutos.
Para cualquier otro servicio de distinta duración “el precio se calcula proporcionalmente al tiempo” y en cualquier caso podrán embarcar un máximo de cinco personas.
Los ingresos del gondolero dependen de muchas variables, empezando por los viajes que realiza en un año, las horas, si forma parte de agencias o trabaja por cuenta propia, pero las cifras pueden superar los 3.000 euros al mes, explican los medios.
La profesión de gondolero forma parte integral de la historia de Venecia desde 1094. Estos barcos de 11 metros fueron utilizados inicialmente por las clases bajas, pero más tarde se convirtieron en el medio de transporte preferido también para los aristócratas, especialmente después de que en el siglo XV se prohibieron los caballos en las estrechas calles de la ciudad.
En el siglo XVI había alrededor de 10.000 góndolas en Venecia, mientras que hoy en día sólo quedan 433 gondoleros activos.
Antiguamente la profesión era exclusivamente masculina y las licencias se transmitían de padres a hijos.
Sin embargo, hoy la profesión está abierta a todos los ciudadanos de la UE y desde 2009, cuando Giorgia Boscolo se convirtió en la primera mujer gondolera, otras 14 mujeres han seguido sus pasos.