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Tres destinos de lujo para vivir experiencias exclusivas en pareja

Recomendaciones en América Latina para disfrutar de unos días de romance y tranquilidad en la naturaleza, desde la Patagonia Argentina hasta Bocas del Toro, en Panamá.

10 de febrero de 2023 - 04:18 p. m.
Casa-Chic Carmelo Club de Campo cuenta con sofisticados espacios de ocio: solárium, gimnasio, piscina panorámica, sala de juegos, entre otros.
Casa-Chic Carmelo Club de Campo cuenta con sofisticados espacios de ocio: solárium, gimnasio, piscina panorámica, sala de juegos, entre otros.
Foto: Cortesía Madre Travel
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1. Romance en Uruguay

En Carmelo, Uruguay, Casa-Chic ofrece días tranquilos a las parejas de enamorados en sus acogedoras casas de playa con vista al Río de la Plata. El lugar tiene un clima tan privado que es posible montar una cena a la luz de las velas en uno de los encantadores kioscos de la propiedad, cubiertos de flores, y sentir que estás a solas con tu amor.

Los enamorados también pueden disfrutar de la piscina infinita, un relajante masaje al aire libre, en el lugar de su elección, o incluso dar un paseo por los viñedos para una Experiencia de Vino en la Bodega Buena Vista, tradicional de la región, que se encuentra en la misma propiedad que Casa-Chic. De clima templado y suelo arenoso, la ciudad de Carmelo es famosa por ser una ruta del vino, y sus diversas bodegas producen deliciosos syrah, sauvignon blanc, pinot noir, tannat, viognier, entre otros.

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La buena noticia es que, además de ser de fácil acceso en automóvil, el hotel ahora tiene la facilidad de recibir visitantes por vía aérea, con la reciente apertura del Aeropuerto Internacional Carmelo en diciembre de 2022. Para el fin de semana del 10 al 12 de febrero, el hotel tiene un valor especial de USD $600, en la suite Standard, con derecho a vino espumoso de bienvenida y cena de tres tiempos.

2. Ritual de amor

El día de San Valentín también se puede celebrar de una forma completamente diferente. Eso es lo que propone La Coralina Island House en la paradisíaca Bocas del Toro, Panamá. Como una forma de celebrar el amor, el destino se unió a Cacao Blessings, un proyecto para empoderar a las mujeres que cultivan cacao en la región, para crear Florescer, una experiencia sensorial que tiene al cacao como centro de atención.

Es sabido que Panamá produce una de las frutas más deliciosas del mundo y sus chocolates son únicos. El encuentro Florescer se realizará el 14 de febrero, y contará con una degustación “de la fruta al bombón”; un ritual de fuego, en el que los participantes pueden establecer una intención; y una cena de 3 tiempos, a cargo del chef del hotel, Rodrigo Vázquez, quien utilizará todas las partes del cacao para crear el menú.

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Y todo esto en el hotel que se ha convertido en un destino de bienestar y exclusividad en el Caribe panameño. Rodeado por el bosque tropical del país, La Coralina tiene una decoración balinesa y cuenta con lujosas villas de hasta 150 metros cuadrados. Las parejas también pueden disfrutar de momentos únicos en la piscina de agua tibia del spa después de una sesión de reflexología, completa con una copa de champán.

3. Felices para siempre

En el extremo sur de América Latina, a 70 km de Puerto Madryn, en la Patagonia Argentina, un refugio en la naturaleza espera a las parejas en busca de días apacibles, en los que el único compromiso es reservar una mañana para ver a los ilustres habitantes de la región, los pingüinos.

Allí, alojarse en el Hotel de Campo El Pedral significa tener la oportunidad de ver de cerca decenas de miles de pingüinos de la especie de Magallanes, así como elefantes marinos y orcas. El hotel se encuentra a pocos minutos en coche de Punta Ninfas, una especie de montaña rocosa a 200 metros sobre la playa, el lugar perfecto para observar animales.

También es en febrero cuando el clima invita a caminar al atardecer y observar la luz de la luna reflejada en el mar, preferiblemente acompañada de una buena copa de vino, luego de degustar un asado de cordero patagónico. El Pedral tiene solo ocho habitaciones y capacidad para 17 huéspedes. El ambiente rústico, con muebles centenarios recuerda a las antiguas haciendas y hace desear a cualquiera no marcharse nunca más de allí.

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