La selección femenina de fútbol de Colombia continúa su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024 con un crucial encuentro contra Canadá este 31 de julio. Tras un inicio complicado y una importante recuperación, las dirigidas por Ángelo Marsiglia buscarán asegurar su pase a los cuartos de final en un partido que promete ser decisivo, pues un triunfo ante Canadá no solo clasificaría a Colombia entre las ocho mejores del torneo, sino que también mantendría vivo el sueño de alcanzar una medalla olímpica, un logro sin precedentes para el fútbol femenino colombiano en esta competición.
Si planea apoyar a la selección colombiana en el estadio Allianz Riviera y a la vez disfrutar de una aventura inolvidable, Niza le ofrece una experiencia única, pues esta joya de la Costa Azul, que cautiva con su mezcla de historia y modernidad, está ubicada en las costas pedregosas de la Baie des Anges, ofreciendo impresionantes vistas costeras y ambientes pintorescos.
Estos son algunos lugares recomendados para visitar la ciudad.
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Paseo de los Ingleses
La Promenade des Anglais, emblema de Niza y uno de los paseos marítimos más famosos del mundo, tiene sus raíces en los albores del siglo XIX. Su historia comenzó como un modesto sendero de piedra de apenas dos metros de ancho, conocido como “Chemin des Anglais”, que conectaba la orilla derecha del río Paillon con el barrio de la Croix de Marbre. De hecho, fue originalmente concebido como un proyecto municipal, sin embargo, a medida que se ampliaba, las villas y jardines originales fueron sustituidos por lujosos palacios, hoteles, casinos y edificios residenciales, transformando el paisaje urbano y reflejando la opulencia de la Riviera Francesa a como la conocemos hoy en día.
Un elemento emblemático del paseo son sus características sillas azules, introducidas en 1948 para reemplazar las de mimbre, y cuyo color azul, adoptado en 1850, simboliza el cielo y el mar Mediterráneo. Además, este ligar alberga edificios históricos notables como el lujoso Hotel Negresco, cuya historia está ligada al boom turístico de la zona, y el Palacio Masséna, ahora convertido en museo.
Casco antiguo de Niza
El casco antiguo de Niza, conocido como Vieux Nice, es un laberinto de calles estrechas y adoquinadas que refleja vívidamente el pasado italiano de la ciudad. Este barrio histórico, situado bajo la colina del castillo Colline du Chateau, cautiva a visitantes y residentes con su atmósfera única, pues tiene fachadas de colores pastel y rojo oscuro, decoradas con un estilo de la Venecia italiana.
Pasear por el casco antiguo de Niza es una experiencia inigualable, llena de puntos de interés histórico y cultural. Entre los lugares imprescindibles se encuentra la Catedral de St. Réparate, una joya del siglo XVII con su espléndido interior decorado en azul y blanco, por otro lado, otro punto destacado es el Palacio Lascaris, que es ejemplo de la arquitectura genovesa del siglo XVII el cual ahora alberga un museo. Además, las estrechas y pintorescas calles del casco antiguo están llenas de boutiques, galerías, cafés y restaurantes, ofreciendo a los visitantes una inmersión completa en la vibrante vida cotidiana.
Parque de la Colina del Castillo
La Colline du Château, es uno de los puntos más emblemáticos de Niza, ya que ofrece una experiencia única a 90 metros sobre el nivel del mar. Este parque de 19 hectáreas, situado estratégicamente entre el Puerto y el casco antiguo, proporciona un lugar de tranquilidad con senderos serpenteantes, jardines botánicos y una impresionante cascada artificial. Además, desde su cima, los visitantes pueden disfrutar de vistas panorámicas impresionantes de la ciudad, la Bahía de los Ángeles y el mar Mediterráneo.
Aunque hoy es un parque, la colina tiene una rica historia que se remonta a la fundación de Niza por los griegos focenses hace milenios. En su día albergó una imponente fortaleza medieval, un palacio de los Condes de Provenza y una catedral, aunque poco queda de estas estructuras tras su destrucción por orden de Luis XIV en 1706. Sin embargo, a pesar de la escasez de restos visibles de su pasado fortificado, sigue siendo un tesoro arqueológico y un sitio protegido desde el siglo XVIII, el cual durante el verano, cobra vida por las noches con las “nocturnes du Château”, un festival que llena el Espace Cathédrale con teatro, música y danza.
Place Massena
La Place Masséna, creada en 1840 y diseñada por Joseph Vernier, ha evolucionado constantemente para convertirse en el nexo entre el casco antiguo y la ciudad moderna de Niza. Su ubicación estratégica la sitúa en el cruce de importantes zonas de la ciudad: el Viejo Niza, el acceso a la Promenade des Anglais, el inicio de la zona peatonal de la Rue Masséna y la concurrida Avenue Jean Médecin. La plaza, que lleva el nombre de André Masséna, un célebre militar francés nacido en Niza, adquirió su diseño actual tras la demolición del Casino Masséna en 1979, lo que amplió significativamente su espacio y mejoró su funcionalidad urbana.
Este sitio atrae a miles de turistas al año, pues es un museo al aire libre y un escenario para la vida cultural de Niza, ya que entre sus calles, se exhibe la obra del artista español Jaume Plensa, “Conversation in Nice”, que consta de siete estatuas iluminadas representando los siete continentes, situadas a diez metros de altura. Además, en el centro de la plaza, una imponente estatua de Apolo de 7 metros preside una fuente rodeada de figuras mitológicas greco-romanas, convirtiéndose en uno de los puntos más fotografiados de la ciudad.
Museo Arqueológico de Niza
El Museo Arqueológico de Nice-Cemenelum, ubicado en la histórica colina de Cimiez, fue inaugurado en 1989 y alberga una impresionante colección que abarca desde la Prehistoria hasta el inicio de la Edad Media, con un enfoque especial en la ciudad romana de Cemenelum, antecesora de la actual Niza. Los visitantes pueden explorar no solo las salas interiores del museo, sino también los sitios arqueológicos al aire libre, incluyendo baños termales, un anfiteatro y los restos de una antigua basílica. Entre sus tesoros más notables se encuentran la “máscara de Silenus” de bronce del siglo I a.C. y la “fauna danzante” encontrada en Cimiez, piezas que ofrecen una visión fascinante de la vida cotidiana en la antigüedad.
Sin embargo, el museo no se limita a los hallazgos locales, sino que también presenta objetos recuperados de naufragios en el Golfe-Juan y colecciones que ilustran las civilizaciones del antiguo Mediterráneo, con un énfasis particular en el arte de la cerámica, el cual a través de sus exposiciones permanentes y temporales, busca no solo preservar el patrimonio histórico de la región, sino que también proporciona un puente tangible entre el pasado y el presente del mediterráneo francés.
Bajo el reinado de Adriano (117-138)
— Ar53n10 (@Ar53n10) July 17, 2024
Exposición 'Oro y Púrpura'.
Museo Arqueológico de Niza, Francia. pic.twitter.com/rXnW9Vxy7d
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La Tour Bellanda
La Torre Bellanda, ubicada en la colina del Castillo en Niza, es un monumento emblemático que ofrece una de las vistas más espectaculares de la Bahía de los Ángeles. Esta torre es un vestigio del pasado militar de la ciudad, la cual se ha convertido en un lugar imprescindible para visitantes y residentes. Actualmente, alberga el Bellandarium, un espacio museístico que narra la historia de Niza a través de una escenografía original, presentando personajes en trajes de época que representan diferentes períodos, desde la Antigüedad hasta la actualidad.
Además, este sitio cuenta con una terraza panorámica, la cual no solo ofrece una vista impresionante de la ciudad y el mar, sino también un viaje en el tiempo, ilustrando la importancia histórica y cultural de Niza. Asimismo, es accesible tanto por ascensor como por las escaleras Lesage, permitiendo a los visitantes disfrutar de vistas progresivamente más impresionantes a medida que ascienden.
Museo Matisse
El Museo Matisse, ubicado en una villa genovesa del siglo XVII en los jardines de las Arènes de Cimiez en Niza, es uno de los museos más importantes de la ciudad. Inaugurado en 1963 y renovado entre 1987 y 1993, alberga una colección única de obras de Henri Matisse, incluyendo pinturas, dibujos, grabados, gouaches recortados y esculturas. La colección abarca toda la carrera del artista, desde sus primeros cuadros de 1890 hasta sus últimas obras, ofreciendo un panorama completo de su evolución artística y técnicas de expresión.
Sin embargo, el museo no solo exhibe las obras de Matisse, sino que también permite a los visitantes adentrarse en la intimidad del proceso creativo del artista a través de objetos personales y elementos de su taller. Además, el museo organiza exposiciones temporales de alcance internacional que proporcionan nuevas perspectivas sobre las colecciones y la obra de Matisse en el contexto del arte del siglo XX.
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