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Turismo en Mitú: una aproximación a la Amazonía y la riqueza étnica colombiana

En la selva amazónica, una de las siete maravillas naturales del mundo, se abre paso un turismo consciente que lleva a vivir experiencias con las comunidades y fomenta la responsabilidad ambiental de individuos y empresas.

Cristian Camilo Perico Mariño
01 de febrero de 2023 - 07:57 p. m.
Según cifras de ACNUR, los pueblos indígenas representan el 3,4 % del total de la población colombiana.
Según cifras de ACNUR, los pueblos indígenas representan el 3,4 % del total de la población colombiana.
Foto: Mónica Alejandra Jiménez- Saving The Amazon
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Colombia es uno de los países más destacados en el mundo entero por su riqueza en fauna y flora. Esta nación tiene el mayor número de orquídeas y mariposas, es el segundo país más rico en número de aves, plantas, anfibios, palmas, reptiles y peces dulceacuícolas; y el quinto más biodiverso en mamíferos.

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No obstante, el concepto de diversidad en nuestro país se extiende en todo el sentido de la palabra. De acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, en Colombia viven 87 pueblos indígenas identificados, los cuales hablan 64 lenguas amerindias y están distribuidos en 710 resguardos ubicados a lo largo de 27 departamentos del país.

Es por ello que uno de los grandes retos en medio de una nación afectada por la violencia es resignificar los espacios en donde el conflicto armado marcó, por más de 60 años, la vida de cientos de personas.

Recordemos que, de acuerdo con el informe final presentado el pasado 28 de junio de 2022 por la Comisión de la Verdad, se estima que al menos 450.664 homicidios ocurrieron producto del conflicto armado interno entre 1985 y el 2018.

De forma que, con el avance en los diálogos de paz adelantados con grupos alzados en armas como las extintas Farc y ahora el ELN, y la consolidación de una presencia estatal más fuerte en territorios apartados, se aviva la posibilidad de conocer estas zonas en donde la pluralidad se consolida como una característica diferencial.

Hablar de turismo en el Amazonas implica que, en el común de los casos, quienes están dispuestos a vivir la experiencia de sumergirse en la selva piensen inmediatamente en Leticia, la ciudad más al sur del territorio; sin embargo, los bosques selváticos que integran la zona de la Amazonía colombiana se encuentran en los departamentos del Vaupés, Caquetá, Guainía, Guaviare, Putumayo y, por supuesto, el Amazonas.

De manera que la experiencia que podrá vivir el visitante, tanto extranjero como nacional, será diferente dependiendo de la zona a visitar. El Mitú, por ejemplo, es la capital del Vaupés y es reconocida como “la tierra brava de la selva y el raudal”. En esta ciudad, ubicada al suroriente de Colombia y sobre la frontera con Brasil, los turistas podrán navegar por las tranquilas aguas del majestuoso río Vaupés.

“Se trata de un paraíso cultural, pues durante la estadía en el territorio se podrá apreciar el arte milenario de las poblaciones indígenas locales y vivir de lleno una conexión real con la naturaleza, en la que se combinan la conciencia ecológica y las culturas ancestrales”, afirma Tatiana Morales, secretaria de Educación, Cultura y Turismo de Mitú.

Su descripción no es para menos. Esta pequeña capital, cuyo estimado de habitantes fue de 30.000 en el 2022, de acuerdo con las cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística -Dane-, cuenta con 27 grupos indígenas en su territorio que conforman 14 asociaciones étnicas.

Dato que deja en evidencia la riqueza cultural con la que cuenta esta zona de Colombia en donde aún se mantienen danzas tradicionales y folclóricas como el carrizo, yurupari, macabo y Buà, decenas de lenguas nativas de las comunidades indígenas y el arte rupestre sobre las imponentes rocas que se toparán quienes recorran los senderos entre la jungla nativa.

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Cabe señalar que las comunidades indígenas presentes en la zona se autodenominan como guardianes de los bosques amazónicos, así lo afirma Henry González, autoridad tradicional indígena de la comunidad Trubón, del pueblo indígena Kubéwa:

“Nuestra comunidad está integrada por 200 personas y todos trabajamos para cuidar el territorio para quienes vendrán después de nosotros. Antiguamente, hacíamos las ‘chagras’ (deforestar un territorio de la selva y quemarlo para la siembra), pero no sabíamos el mal que hacíamos. Ahora cambiamos eso y sembramos árboles nativos y frutales como la pataba, la pupuña, el miriti y la inaya”.

Punto en el que es clave mencionar que este ha sido el resultado de los procesos que adelantan diferentes fundaciones y ONG’s como ‘Saving the Amazon’, dedicada a la conservación de la Amazonía por medio de la siembra de árboles con comunidades indígenas locales.

De acuerdo con Marcela Jaramillo, actual directora de la fundación, desde 2011 le apuntaron a la restauración de la selva y a la reducción de la pobreza multidimensional en comunidades alejadas. Según su recuento, a la fecha trabajan con 20 asentamientos ancestrales y han llegado a 26 comunidades con la siembra de más de 390.604 árboles que han reducido un aproximado de 322.800 toneladas de dióxido de carbono (CO₂).

“En este momento tenemos operación en varios departamentos diferentes: Vaupés, Caquetá, Putumayo y Chocó. Sumado a que tenemos sedes en Leticia y tenemos operación en Perú y Brasil. Trabajamos con más de 350 familias y buscamos que, a través de la siembra, ellos tengan un ingreso fijo y puedan mejorar sus condiciones de vida”, describe Jaramillo.

Conforme con la explicación de Ana María Rincón, directora de Bosques de la fundación, la siembra la realizan los integrantes de las comunidades indígenas quienes recolectan las semillas de los bosques nativos y las replantan, aspecto que permite que el índice de deceso de las especies resembradas sea solo del 5 %.

“Como son árboles nativos están acostumbrados a la zona, el clima y la tierra. Queremos que la selva se conserve y que se mantenga viva, por eso nos acercamos a ellos que son quienes están allá y pueden cuidarla”, afirma Rincón.

A lo que la directora de ‘Saving the Amazon’ agrega que en mira de cumplir ese mismo objetivo se garantiza que las plántulas se mantengan vivas en los primeros tres años, dado que los coterráneos asumen esa responsabilidad a cambio de un ingreso fijo mensual.

Cabe mencionar que, según explican desde la ONG, los casi 400.000 árboles sembrados se lograron gracias a la alianza estratégica no solo con los locales, también con empresas (a través de un programa de adopción de árboles) entre las cuales destacan a Bavaria con su marca Club Colombia.

“En el marco del lanzamiento de la edición limitada ‘Una historia Nonuya’ inspirada en la obra de Abel Rodríguez, artista oriundo de la tribu Nonuya; Bavaria y Club Colombia, plantaron 10.000 árboles en la selva amazónica como homenaje a su cultura y legado de sostenibilidad para futuras generaciones”, comenta Juan Camilo López, director de Premium & Special Brands de Bavaria.

Según el funcionario, esta campaña hace parte de la responsabilidad social de la marca y le apuesta a la intervención asistida de ecosistemas nacionales estratégicos, asociada a los programas de sostenibilidad que Bavaria viene adelantando desde 2017 como ‘Mi Páramo’ y acciones de voluntariado corporativo.

De esta forma, diferentes actores le apuntan a un turismo consciente que lleve a vivir experiencias con las comunidades y fomente la responsabilidad ambiental de individuos y empresas. Punto en el que viene trabajando la Alcaldía Municipal de Mitú, desde donde se esfuerzan para que “la tierra brava de la selva y el raudal” no solo sea recordada por la toma guerrillera de 1998.

Algunos planes que puede hacer en Mitú

Visitar el Cerro Guacamaya: Queda a tres horas de la ciudad. La primera parada se hace en la comunidad indígena Cachivera, se camina 15 minutos hasta Caño Sangre, el cual tiene este nombre por la sangre de la zarigüeya.

Se atraviesa el puente, y tendrá que caminar una hora hasta llegar a las cuevas. En este punto se puede tomar otro descanso, porque posteriormente inicia la subida del cerro, desde donde podrá apreciar el vuelo de las guacamayas entre las 6:00 a. m. y 7:00 a. m.

Transitar por el Cerro Yaje o Cerro Flechas: Puede desplazarse en carro o moto por 15 minutos hasta la comunidad indígena de Ceima, posteriormente podrá apreciar en una caminata de una hora diferentes especies de aves y al regresar podrá disfrutar de un baño con un masaje hídrico en el caño Tucunaré.

Visitar a la comunidad de Urania: A solo cinco minutos del casco urbano del municipio encontrará la silla del dios Cubay, una piedra sagrada en donde -según la cosmogonía indígena- surgió el universo y la vida misma.

** Invitación de Club Colombia y Bavaria S.A.

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Cristian Camilo Perico Mariño

Por Cristian Camilo Perico Mariño

Comunicador social y periodista egresado de la Universidad de Manizales. Interesado en género y diversidad.@cristian_pericocperico@elespectador.com

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