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En las vacaciones de Año Nuevo, los prestadores de servicios turísticos esperan a viajeros de todo el país, con todas las medidas de bioseguridad, para decir, “Yo Voy” por Colombia responsablemente.
Por lo tanto, y aprovechando la riqueza natural y cultural del país, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo creó 12 corredores turísticos que cubren a Colombia en su totalidad, uno de ellos es el del Paisaje Cultural Cafetero. Estas son algunas de sus características.
¿Cómo es el Paisaje Cultural Cafetero?
El territorio colombiano está atravesado de sur a norte por los Andes, esas montañas escarpadas que a cada mirada sorprenden por su biodiversidad. Fue en el corazón de sus ramales Central y Occidental, donde miles de familias encontraron la tierra perfecta para cultivar café, y con su trabajo y tesón convirtieron a la zona montañosa de los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca, en el centro de producción de cafés de calidad tipo exportación más importante del país.
Con una extensión de 17.630 km2, es relativamente pequeño, pero por sus condiciones de localización, relieve, clima y suelos, concentra un elevado número de hábitats de interés estratégico para la conservación de la diversidad biológica. Limita al norte con los corredores turísticos de Antioquia-Chocó, en el lado opuesto con el corredor Sur, al Occidente con el Pacífico y al Oriente con el Central.
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Cada uno de los departamentos que lo conforman posee características geográficas generosas para desarrollar en ellos actividades agrícolas y asimismo disfrutar de la naturaleza y la biodiversidad. Caldas, el más grande de ellos, se encuentra entre los 200 y los 5.200 m s. n. m, y presenta temperaturas que van de 10 a 35 °C. Lo bañan los ríos Cauca y Magdalena, es hogar del Parque Nacional Natural de los Nevados, que atrae numerosos montañistas, expertos y practicantes, que quieren conocer las nieves perpetuas.
A Caldas lo sigue en tamaño el Valle del Cauca, cuyo territorio cuenta con montaña, valle, mar y ríos. Esto permite que sea un departamento multicultural y pluriétnico. La zona norte, reconocida como cafetera, forma parte del corredor allí encontrarán métodos de preparación de café, hasta realizar avistamiento de aves, y actividades de aventura como parapente y canopi sobre cafetales Paisaje Cultural Cafetero (PCC), donde el visitante puede disfrutar de charlas especializadas. La temperatura del departamento oscila entre 10 a 25 °C, y sus alturas entre 7 y 4.300 m s.n.m. propicias para la práctica de parapente.
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Risaralda es el tercer departamento en extensión dentro del corredor. Cuenta con cinco pisos térmicos que van desde cálido (en los valles de los ríos San Juan, Cauca y Risaralda), pasando por páramo (cerro Tatamá en la cordillera Occidental, a 4.200 m s.n.m.), hasta las nieves perpetuas (en el nevado Santa Isabel en la cordillera Central, con 4.950 m s.n.m.). El 60% de Risaralda está ubicado en el piso térmico templado, con temperaturas que oscilan entre 18 y 24°C. Su mayor atracción para los visitantes son las reservas y los santuarios de flora y fauna.
El Quindío está en las estribaciones de la cordillera Central y es el más pequeño de este corredor. Posee una topografía montañosa y ondulada, con altitudes entre 1.800 y más de 4.500 m s.n.m. en el nevado del Quindío. Los páramos de Chili y Don Simón tienen altitudes intermedias. Hacia el occidente (Valle del Cauca), las alturas decrecen de forma tal que las temperaturas medias pueden oscilar entre menos de 0 °C y 24 °C.
La zona que concentra los mayores atractivos turísticos presenta un agradable clima medio durante todo el año. Sus principales ríos son escenarios de actividades de aventura: La Vieja (balsaje) y Barragán (rafting).
¿Con quién visitar el PCC?
MinComercio presenta tres opciones para disfrutar del corredor: una en familia, grupos de amigos o parejas interesados en la diversión al aire libre combinada con atracciones mecánicas y actividades de aventura; otra diseñada para todos los públicos, enfocada a visitar lugares que expresan la cultura y están relacionados con los oficios auténticos, las artesanías, la gastronomía y la arquitectura; y una última dirigida a grupos numerosos de familiares o empresariales que requieran de espacios amplios para sus jornadas de integración y descanso.
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El PCC no solo tiene espacios para la observación de la naturaleza, también para interactuar con ella mediante actividades de aventura en las escarpadas tierras cafeteras o simplemente participando en las atracciones de los parques temáticos rodeados de agradables espacios naturales.
Asimismo, el corredor cuenta con fincas intrincadas en las montañas andinas en las que por un siglo se ha mantenido la producción de café, y de ciudades como Manizales, orientadas hacia la conservación de los ecosistemas, de sus fuentes de agua y de sus espacios verdes llenos de aves de esas que los lentes más experimentados del aviturismo quieren captar.
Visitar los cafetales significa disfrutar de paisajes mágicos donde convergen ecosistemas ricos en biodiversidad, vecinos de los guardianes naturales de este corredor: el Kumanday –como llamaban las comunidades indígenas al volcán Nevado del Ruiz– y el Parque Tatamá, la frontera con el Chocó biodiverso.
Según colombia.travel, otro de los grandes atractivos del PCC es la gastronomía: los frijoles son protagonistas, incluso se comen al desayuno en calentado, mezclados con arroz y huevo frito. Esta zona también es famosa por sus arepas de peto tostadas con un toque de mantequilla y sal; y no se puede dejar por fuera a la mazamorra paisa, es una sopa dulce con maíz blanco, leche y se le puede adicionar panela o bocadillo.
Además de su delicioso sabor, estos platos también se caracterizan por su variedad y abundancia.
El Paisaje Cultural Cafetero fue reconocido por la Unesco como Patrimonio Mundial gracias a la riqueza natural que encierra y la cultura caracteriza.